Red Eyes - Libre-

Naamah se encogió de hombros y replicó que si robaba en Talamasca a mis jefes no les gustaría.

Yo hice un pequeño mohín, y sacudí la cabeza:
-Yo no tengo jefes... sólo cuando me conviene.-sonreí burlonamente.- Y de todas formas, sería divertido...

Naamah cerró los ojos, haciendo que las llamas crecieran, y aseguró que estaba bien y que tal vez fuera a la Tierra ya.

Yo sacudí la cabeza levemente, y me moví nerviosamente:
-¿Estás segura, madre? No tienes muy buen aspecto. Tal vez deberías, efectivamente, volver a la Tierra antes de agotarte por completo.-sugerí suavemente.

No entendía muy bien porque me estaba agotando de aquella manera, nunca me había pasado, era extraño. Fruncí el ceño y volví a levantarme para bajar las escaleras y seguir caminando por la sala pero esta vez salí por la puerta en busca del por que me sentía tan débil.

No le conteste, tal vez era ella la que me agotaba. No quería que me siguiera, podría ser que alguien me estuviera llamando a su forma. Solté un gruñido ante esa idea y seguí caminando encendiendo las antorchas a mi paso.

Mi ausencia tenia una explicación decente pero solo se la daria a quien yo deseara y hasta el momento nadie marcaba esa lista. Retorne a lo que habia sido mi hogar muchos milenios atras junto a mi seguidosres leales que desde mi partida habian desecho muchas cosas, tanto pactos como acuerdos y reacomodarlos a su conveniencia, el primero en mi lista eran caim ese ser inservible proveniente de mis mejores fieles como osaria a tratar de suplantarme con sus pactos inrenobables.

A parecí en el hades mirando los alrrededores con densas niebla como de costumbre -Ven a mi- susurre al aire para atraer al primer demonio de alto nivel que estuviese al alcanse, tenia entendido y claro que todos habia emigrado a la tierra para sembrar el terror cada uno por su lado, estaba en total desacuerdo pero antes tendria que informame bien y tener en cuenta que los demonios no siempre estarian en su totalidad de poder en su antiguo hogar, la tierra aun al ser viviente nos nutria de energia que nos hacia aun mas superiores de lo que ya eramos en general manteniendo el mismo orden universal. En cuestión de segundos sentir alguien acercarse a mi estando a las afuera del gran salón de tronos, espere con serenidad y expresión seria a quien fuece vendria a mi debilitandolo levemente.

Seguia gruñendo a cada paso que daba, notando cada vez mas a una presencia que hacía tiempo que creí olvidada. En uno de mis intentos corrí hasta esa fuente del mal.

Ya estoy aquí joder! Deja de quitarme energía - dije en un rugido al estar delante de aquel ser.

Ladee la cabeza un poco y mire de arriba a bajo el cuerpo de aquel hombre, solté otro gruñido de cansancio.

Príncipe... Que honor... Me devuelves mi energía por favor? - pregunte algo dócil y suave aunque cansada de que me lo quitase todo

Estando en completa calma senti cada vez mas serca al desconocido ser, en cuanto estuvo mas cerca supe de quien se trataba, parecia algo fatigada o simplemente molesta, solamente dije al escucharla -Manten la calma querida- sus acciones me demostraban su debilidad antes de que ella continuase hablando, deje mi llamado especial transmitiendole algo extra de energía para que se sintiera como en casa.

-No hace falta me lo pidas, pido disculpas por tener que hayarte de esa forma, deseaba saber quien permanece aun en casa- asentí ante sus ultimas palabras con el rostro sereno y de confianza -¿como has estado?- pregunte por no dejar, la cortesia era mi primer identificador y asi lograba saber mas de lo que siempre buscaba saber.

Naamah no contestó, y comenzó a andar, buscando probablemente lo que le quitaba la energía, hasta desaparecer de mi vista.

Yo, sorprendida y algo molesta, oí no muy lejos como ella maldecía, tras lo que oí una voz que me sonó familiar... Lucifer. Al parecer habían comenzado una conversación.

Ya no sabía si irme o quedarme, pero finalmente, me pareció demasiada osadía interrumpir a dos seres tan poderosos, por lo que me hundí lentamente en las sombras, hasta desaparecer por completo, de vuelta a la Tierra...

JANE OFF

Cerré los ojos nada mas comenzar a notar que me devolvía la energía, incluso note un poco mas de la que ya tenía. Abrí los ojos y suspire con algo de alivio, ladee la cabeza de nuevo por sus palabras y sonreí levemente.

En casa casi ya no hay nadie, yo solo estaba de visita, Soberbia acaba de irse. - encogí mis hombros levemente intentando quitar algo de importancia. - Todos están en la tierra haciendo de las suyas... Hasta tu puta principal esta haciendo su propio paraíso infernal - solté una carcajada por aquello refiriéndome a Caim - Tiene a las demás organizaciones alteradas... Me dan algo de penita - suspire negando con la cabeza y luego le volví a mirar. - Que más quieres saber?

Sonreí de nuevo y me gire para regresar a la sala de los tronos, quería disfrutar un poco mas de aquella antigua sensación que me causaban esperaba que me siguiera.

No pude evitar reir mientras ella creia darme noticias al saber que soberbia acababa de irse me agrado saber por lo menos que me acercaba un poco a su localización. -si me imagino las cosas de verdad como han de ser, pero algun día las cosas se restauraran y muchos de nosotros sufriran por el hecho de conseguir otro tipo de conseguir su vitalidad que no sea de la tierra. y es allí cuando Caim caera nuevamente como lo que es. Un traidor.-

Le segui pese a su intensión de cerca escuchando sus ultimas palabras respondiendo de forma inmediata y pausada. -no se, por lo menos el saber como has estado, y quizas tu opinión de como esten las cosas y claramente futuro pronostico- al entrar en la sala detalle cada gesto recordaba de milenios atras, todo estaba intato o eso parecia, camine a los arrededores prestando atensión a su proxima respuesta.

Me senté de nuevo en mi trono escuchando sus palabras, hasta reí cuando dijo traidor a Caim. Puse mis piernas en el reposa brazos y mi espalda en el otro.

A mi me va genial, estoy estupendamente salvo el hecho de que Samael parece desaparecido. - murmure y encendí un cigarro que había hecho aparecer en un momento. - Creo que Belial se encargara de Caim cuando se canse, al menos yo conservare a mis niños en los orfanatos... Al igual que creo que Belial busca a tu engendro para el final de los días - sonreí de lado mostrando mis dientes y fumando tranquilamente.

Donde esta mi esposo Lucifer?

Sus palabras parecian mezclarse entre verdades agradables y ganas de que se hiciecen realidad prontamente, al igual desee lo mismo asi seria prontamente un problema menos todos aquellos que se desligaban de sus proyectos iniciales.

Noté como queria parecer relajada mientras fumaba acomoda en una posicion aparentemente "tranquila". Allí fue cuando no pudo resisitir y me pregunto por Samael, que demonias mas debiles, no puden vivir unos milenios sin placer carnal por que mueren de ancias -le envie en una misión pero sino ha regresado es su decisión- encoji mis hombros en señal que me importaba poco puesto que lo que yo queria lo habia obtenido y su vida como tal empezaba a valer poco. -cuentame mas querida- trate de incitarla acercandome a ella y posicionandome el espaldar del trono estando atenta para escucharla.

Resople cuando dijo que le había enviado a una misión, deje el cigarro en mis labios y me puse mejor mi cabello dejándolo mas suelto. Al final apague el cigarro dando por perdida mi paciencia, por que no regresaba?

Le mire con una ceja alzada cuando dijo que le dijera mas cosas, encogí mis hombros sin saber que mas.

Ah, quiero matar a Lilith. Alguna sugerencia de donde encontrarla? O también la enviaste a una misión? - parpadee levemente con cara de niña buena.

Estaba harta de que nadie supieran donde estaban, suspire cerrando los ojos con la cabeza hacia atrás aun notando su presencia cerca de mi, terminaría frustrada por todo

Sentí arrogancia en sus palabras, el tiempo la habia puesto en su misma contra dandole muchas posibiidades de destrucción con facilidad. Pase mi mano por su mejilla en un solo recorrido ahorrandome las palabras de aliento para su propio bienestar, descendi hasta su cuello con mi otra mano terminando de posicionarme con ambas manos entre su cuello y hombro, segundos despúes cause un poco de presión acercandome a su oido para susurrar -deberias tratar de calmarte, no te precipites a tu prematura muerte, despúes de todo aun puedes resultar un poco util- deposite un beso sonoro en su oreja soltandola para caminar apartado de ella detallando la sala amplia -¿algo mas de lo que te quieras quejar?- hice ademan de una reverencia ante ella para dar un gran recibimiento a sus proximas palabras.

Me tense un poco al notar como me tocaba, aquella presión en mi cuello hizo que dejara de respirar cerrando los ojos. Aun tenía la cicatriz de la mordida de Red en el cuello, escuche sus palabras y abrí los ojos, le mire alejarse me dio curiosidad de que mas podría ser útil.

Ser útil? Y que mas puedo hacer? Ya le envió furcias y hombres a los locales de Caim. Protejo a Semyazza, a su pareja y a su hija. Con eso me vale, solo seré feliz cuando regrese Samael y Lilith esté muerta - gruñí con aquello y volví a cerrar los ojos.

Me senté mejor en el trono mirándole, me daba rabia todo aquello pero intente calmarme, me hacia falta. Solo quería a mi lado de nuevo a Samael.

Nuevamente sus palabras repitieron su desprecio por lilith ha que pequeña tan problematica me habia resultado lilith, tendria que encargarme de eso con suma rapidez y asi evitar confrontaciones entre mis filas. Al parecer las cosas daban un jiro la lealtad de lilith empeza a estar en juego ya veriamos que tan util podria llegar a ser como Naamah -Proteger te basta?, como has cambiado "Madre" - eso ultimo lo dije con sarcasmo recordando el detalle por parte de soberbia a la cual seguiria en mi proxima visita. -por todo lo que escucho deseas matar a Lilith,... si realemten te interesa te ayudo- tendi mi jiga reta al final veriamos quien valia el sacrificio de mi ayuda para solventar los alivios dolorosos de la guerra -Samael, Samael..- negue moviendo uno de mis dedo de un lado para el otro negando -ya deberias... reemplazarlo- camine nuevamente de un aldo a otro mirandole -el tiempo pasa y tu necesidad aumenta y te desvia de todo objetivo que tienes visto, eso en nada te ayudara- a medida que iba hablando los gestos con las manos seguian consecutivamente para darle mejor representación de mis ideales mejorados.

No, ya sabes que con hacer la vida imposible a los niños también me vale - dije con el ceño fruncido cuando me llamo madre.

Suspire pasando mis manos por el rostro y me levante cuando dijo que tal vez tendría que dejar a Samael y encontrar otro sustituto.

Acaso Lucifer se entregaría a mi? O tienes a alguien en mente para sustituir a Samael... Hace milenios que estamos "juntos"porque tendría que cambiar ahora de amante? - alcé una ceja mirándole.

Nunca me había parado a pensar en cambiar de amante mas que nada porque nadie mas me aguantaba como Samael, o tampoco él era capaz de aguantarme. Resoplé y me volví a sentar en el trono.

Vas a enviar a alguien para que la mate?

-Te tomas las cosas indebidas muy enserio -me volvi a aproximar a ella esta vez soltando una carcajada al escuchar "Acaso Lucifer se entregaría a mi?" -te equivocas Naamah...- hice una pausa detallando sus facciones ante sus gestos -mas sin embargo se podria considerar una posiblididad- estaba en un gran error, todos se iban sumando uno por uno hasta formar la pila de gran peso -pero seria mas claro dejar que te entregaras a mi bien sea de momento solamente, conociendote como lo hago se que no dejaras a Samael y por Lilith ya deja de preocuparte vendra siendo el menor de tus problemas- la seguia con la vista a cada paso qe iba -que me dices, aceptas unirte a mi para buscar algun punto de destruccion para ella- dejé mis cartas servidas esperando la proxima jugada.

Acaricie mis cabellos mientras él hablaba, no le quitaba el ojo de encima mientras sonreía.

Sabes que soy incapaz de amar a alguien mas aparte de Samael, es el único que aguanta mis caprichos. Ademas del trato que hicimos que podíamos follar con quien quisiéramos mientras no traicionáramos al otro - respondí mientras se acercaba de nuevo a mi.

Sonreí levemente pensando en algún punto débil de Lilith.
Esta bien, con tal de destrozarla...

Sonrie con arrogancia al continuar escuchando sus palabras -Nadie habla de amor y si te refieres a mi menos, lo has de saber perfectamente sino, que no se te olvide- Lilith seria el menor de mis problemas asi como Namaah buscaba obtener algo por que Lilith no y alli estaria yo discpuesto a ayudurla pese a sus deseos mas grandes u obscuros necesitaria mi ayuda para algo haria lo que fuece necesario para ganarme nuevamente su respeto -Harás mucho mas que eso pero mientras tanto tendras que olvidarte de tu trato con Caím... no se a que refiere pero un pacto podrá mas que un trato, o no?- tendi mis cartas para empezar a desechar a caím él seria primero en mi lista sin importa cuantos se tendrían que ir con él a el purgatorio.

Me quede de nuevo pensando en sus palabras, buscando en si tenía alguna intención oculta hacia mi, sobre todo si al final intentaba deshacerse de mi, pero sabia que si me tocaba la tendría con Samael, estuviera o no estuviera cerca mio.

Solté varios gruñidos aun pensando en mis cosas cuando escuche el nombre de Caim de nuevo, ahí estaba la cosa, quería quitarse de en medio a Caim por lo que sonreí mucho mas.

Bien ya no hay trato, no le enviaré mas furcias a sus locales, luego iré matándolas si no se mueren ellas antes... o cualquier cosa - ladee levemente la cabeza y regrese a juguetear con mi cabello de fuego mientras le miraba esperando mas información para hacer mis movimientos.

-Perfecto- musite con gran calma manteniendo la misma postura, me gustaba caminar para dejar que mis pensamientos fluyeran y no estresarme ante ella ya que lo lograba con suma facilidad.

Ahora lo que pretendia quizas valia poco pero senti gran necesidad de hacerlo no por maldad sino por deseo propio e inconsevible -¿A Samael le debes lealtad de cama o lealtad de alma?- pregunte acercandome a ella lo que crei conveniendote mirando su expresión vanidosa de jugueteo.

Sonreí ante su "perfecto" sin dejar de juguetear con mi cabello ni de mirar como se movía, sabía que lo hacia para no estresarse ante mi, ladee la cabeza e hice aparecer un cepillo para peinarme.

Pero aquella pregunta me dejó un poco pensativa, a que se debía ahora aquello?

Básicamente a los dos, pero mas en alma. Podría aburrirme de estar a su lado, pero a mi no me pasa, son muchos milenios ya, aunque no voy a negarte que tengo un poco de miedo a que termine aburriéndose él de mi y mas ahora que no se, ni noto donde puede estar - murmure agachando la cabeza un poco, no quería parecer débil, y mas delante de él. A que viene ahora esa pregunta?

Sonrei ampliamente ante ella cuando hizó su gesto de duda muy evidente, que mas daba tenia a mi presa a la vista o mas bien entre mis garras, me volvi hacia ella quedandome enfrente de si para incitarla a tomar mi mano con toda la confianza que podia emanar colocando mi otra mano a mis espaldas en señal de respeto absoluto sin dejar que mis labios desdibujaran ese placer que sentia recorrerme -ven, y te lo dire- fueron mis unicas palabras a la espera de su reacción, ya tenia otro metodo maquinado en mi mente para convencerla y atraerla a mi a como diera lugar, no tanto por el acto sexual sino como señal de autoridad..

Seguí peinando mi cabello hasta que quedó delante de mi extendiendo una mano, ladee la cabeza hasta que escuche sus palabras, torcí los labios sin dejar de mirar su mano.

Intentas que vuelva a tener respeto hacia ti? - pregunte con media sonrisa, solté una carcajada y negué con la cabeza desechando su mano.

Me levante del trono y baje las escaleras, me giré hacia él y negué con la cabeza.

Yo no juego a medias, o me dices tus planes o.... - encogí mis hombros sin ningún interés hacia a donde me llevaría ni que me diría cuando estuviéramos en noseque lugar al que me llevaría

Negue sonriendo de lado al ver y sentir que golpeo mi mano en forma de rechaso -Vamos Naamanh, por los viejos tiempos, nada se oculta ya a estas alturas- vijile sus movimientos que la llevaron escaleras abajo, sus palabras parecian seguras pero yo tenia un seguro un tanto mas amplio amaba su soberbia que tanto deseaba imponer ante otros -Nadie está jugando pero aun así que harías? o si no que?- rete sus palabras a sabiendas de lo que posiblemente se podría aproximar, no iba a ser uno de sus falderos historicos.

No juegues con fuego Lucifer, te digo lo mismo que le dije a Jane, yo soy el fuego, no juegues - murmure con una bola de fuego en mis manos moviendola entre mis dedos.

Me acerque de nuevo a las escaleras de los tronos, alcé la mirada ladeando la cabeza mientras me pensaba en si aceptar por fin aquello.

Esta bien, iré contigo. Pero ojo con lo que haces... - murmure esperando a que bajara de los tronos.