Libre -Feliz año nuevo...

ugar a ser Dios sólo por proteger a alguien aunque fuera pecado, por la soberbia que contenía y por desear destrozar el juicio divino, tenía una carga romántica y dulce. Todos queremos proteger a alguien, yo deseaba hacerlo con el mundo al completo. No quería que aquello que nuestro bondadoso creador había hecho se destruyera, dejando atrás sólo humo y cenias. Me dolía ver como no se tenía en cuenta su palabra, como aquellos que decían ser sus máximos representantes en el mundo sólo ocultaban ambición.

-El ser humano debería dejar el destino tal cual Dios lo impone, igual que nosotros debemos acatar sus reglas.

Susurré cuando había transcurrido parte de la película. Era una idea que tenía fija. Siempre había visto el mundo como un gran lugar, en el cual si hacías las cosas bien con el destino que Dios te daba, podías sentir el cielo en cada rincón de cualquier ciudad. Dios estaba con nosotros, mandaba a sus hijos más amados para cuidar de sus hijos más descarriados. Sólo había que estar atento, dejar que los aromas y los sentimientos traspasaran la piel y tocaran nuestras almas.

Las palomitas nos acompañaban, igual que los refrescos, a seguir contemplando la pantalla sin perder detalle a la trama. Era una película intensa llena de sobresaltos, con un buen guión y una trama muy elaborada. Todos, incluso nosotros, habíamos llegado a preguntas similares como el protagonista. Yo hubiera salvado a Marta, pero ella había sido puesta en mi camino para aprender a sentir el amor como los humanos y también el dolor más puro, fuerte y desagradable. Debía saber qué sentían para afrontar las épocas más oscuras.

La historia se conformaba por varios fragmentos de vida que se repetían una y otra vez, era una maldición y no un don. Comprobar que todo lo que hacías, cada intento por no fallar y mejorar aquello que una vez se tuvo, quedaba en nada sepultando con tragedias a todos aquellos que una vez amaste, te amaron o simplemente formaron parte de tu vida. Saber que tú tienes la culpa, y no otro, es parte del dolor de ser un ángel. Cuando fallas, cuando no logras hacerte entender, y sufres recapacitas e intentas volver a realizar todo con más calma. No hay que tocar demasiado al pasado, tan sólo borrarlo como él hizo para así no dañar a las personas que uno ama.

-La belleza del cine a nuestros pies, una historia compleja pero atrayente.

Murmuré con una leve sonrisa recordándome porque no había caído, ya que yo jamás hubiera regresado tras mis pasos para mejorar lo ya hecho. Aprendía de mis errores, de cada experiencia, hasta al fin ser mejor para aquellos que compartía la eternidad y la belleza de Dios.

-Ya ha pasado la media noche, puedo notarlo en el ambiente festivo. ¿Desean caminar? Me gustaría observar por mí mismo todos los cambios que se han producido en este mundo, aunque supongo que para ti Michelle siempre ha sido así. Igual que para ti Olivia todo es completamente desconocido.

Precisaba ver el mundo con mis propios ojos, comprobar cada grieta en los altos muros y sentir el dolor que podía apreciarse en cada mirada. Mis manos tenían que hundirse en el fango para lograr alzar enormes castillos. Necesitaba ayudar a las personas que se reunían con sus miserias para rogar un poco de esperanza, suerte y felicidad.

Fuera corrían por las calles algunos humanos embriagados por la belleza de un nuevo año, en las casas las familias más humildes daban gracias a Dios por un nuevo día, los más opulentos se jactaban de ser los reyes de todo y los demonios intentaban colarse entre la gran masa de seres que iban de un lugar a otro buscando la buena fortuna.