Noche de bar

¿Qué estaba haciendo en Nueva York? Ah sí, estaba viajando, viajando por el mundo para ver cuán horroroso era y qué todas las cosas que ella no tuvo cuando pequeña estaban en aquellas ciudades. No tenía la más mínima pizca de resentimiento contra todas esas personas que habían nacido en buenos lugares, pero le daba cierta reticencia estar en una ciudad como esta.

Llegó a una pequeña posada/residencia, bastante humilde pero sus habitaciones eran cómodas. Claro, más cómodas que su saco de dormir acomodado sobre piedras o arena a lo que estaba acostumbrada ella. Pagó reservando por uno días una habitación, dejando sus pertenencias más grandes. Siempre portando su 9mm por si acaso, no iba a estar desarmada aunque sin ella podía perfectamente acabar con alguien si se llegase a transformar. Dejó bajo la cama sus katanas, en un estuche especial y sellado, no quería que nadie pudiera tomarlas sin permiso.

Necesitaba un poco de alcohol, tenía muchas ganas de un buen whisky o al menos una cerveza helada que le permitiese por unos minutos olvidar todo y relajarse. Salió de la habitación después de darse un reparador baño y vestirse con algo un poco más decente para pasar desapercibida entre la gente. Un look "casual" que no muchas veces tenía, sobretodo cuando llevaba a cabo misiones. Poco después de salir al pasillo y encontrarse con quien se encontraba en la recepción del lugar, le preguntó en dónde podría hallar un bar. Así sin más se fue caminando hacia la dirección indicada.

Las calles, llenas de gente desconocida y de ningún interés para ella. Se limitó a observar todo, a hacer memoria del camino que estaba tomando para no perderse y llegar a salvo a lo que sería su residencia temporal. Entró a uno de los bares que vio primero, no quería hacer más larga su espera de saborear el alcohol en su boca. Al llegar se fue a sentar en el fondo, una mesa en la que podría observar a todo el que entre o salga del local, costumbre después de todo. Pidió una cerveza bien helada, que le llevaron rápidamente junto con unos maníes.

Estaba bebiendo tranquilamente, disfrutando de aquella cerveza helada y bastante buena. Cuando vio por el rabillo del ojo a un tipo caminando entre las mesas, hasta que llegó cerca de la suya y claro, debía chocar con su pie al pasar. Nunca se había sentado como una señorita, y menos ahora lo haría rodeada de ebrios en un bar.

- Hey! Cuidado por donde pasas - Le dijo al tipo que le había chocado el pie, no sonaba tan molesta pero si lo decía en tono de advertencia pues con ella nadie iba a meterse y menos esa noche que por fin bebía un poco de cerveza y salía de la rutina de caminar y pelear.

Alzó la mirada cuando el sujeto que le había chocado el pie se detuvo y la vio. Levantó una ceja, un tipo de altura imponente, de rizos y que la miraba con cierto desprecio que hizo que se molestara más que el choque en su pie. Y para agravar más aquel gesto, la llamó "muñeca", algo que a ella no le agradaba para nada. ¿Por qué la gente insistía en hacerle aquella noche complicada? Sólo necesitaba un trago, o unos cuantos, para relajarse e irse a la cama plácidamente y esperar que al día siguiente una deliciosa comida le esperase en algún local casero en el que se sintiera cómoda.

Sonrió evidentemente molesta, y miró al sujeto de arriba abajo para recordar su vestimenta y su rostro, y si otra vez se lo encontraba quizás podría cobrarle aquella situación pues no pensaba iniciar una pelear sin saber realmente ante quién se enfrentaría. Una cosa estratégica, o tal vez mantenerse fuera de cualquier situación poco favorable.

- No me llames muñeca... - Dijo entredientes, bajando la cabeza de nuevo para ver el líquido burbujeante en su jarra. No estaba dispuesta a pelear, aunque si le seguían molestando de aquella manera terminaría haciéndolo de todos modos.

Escuchó al hombre mientras le daba un largo trago a su cerveza, fresca en su garganta y deliciosa al paladar. O quizás era porque no había bebido en semanas una de aquellas, ya que sólo había guardado una petaca de whisky para soportar el frío. Movió la cabeza en señal de aceptar sus disculpas, la verdad a ninguna "chica" promedio le molestaba que la llamasen de esa forma y le costaba a veces comportarse como una mujer normal siendo lo que era y como había vivido toda su vida. Sin embargo la mención de su "raza" le hizo levantar la cabeza para mirarlo de nuevo, con la ceja alzada y curiosa, ¿acaso se le notaba demasiado que tenía otro "origen"?

- Ya noté que no quería ser grosero, señor. - Le dijo sonriendo un tanto neutral, le miró curiosa de saber con quién estaba tratando aquella noche. No le importaba demasiado la demás gente pues nadie le parecía de real interés. - Depende de quién pregunta, y puedo asegurarle que es mejor estar solo que muy mal acompañado. - Respondió sonriendo, de nuevo con aquel aire tal vez misterioso pues no pretendía negar o aceptar su condición de licántropo. Quería averiguar quién era aquel tipo y si sus intenciones para con ella no eran nada más que molestarla o halagarla un poco.  

Observó cómo el hombre después de escucharla jalaba una silla para sentarse en la misma mesa que ella, le causó curiosidad y cierta emoción tener a un "compañero de copas". Pues hacía tiempo, debido a sus constantes viajes y por supuesto su inevitable aislamiento, no tenía con quien compartir una copa o quizás una buena charla. La nariz comenzó a picarle un poco, y aspiró el aroma que inundaba sus sentidos, parpadeó un par de veces y recordó el origen de aquel aroma. Un vampiro, sin duda.

- ¿La mejor compañía? Quizás está adelantándose mucho en ese punto pero bueno, no puedo hacer nada ¿o sí? - Respondió mirándole con curiosidad, ¿por qué un vampiro sería tan amable con ella? Sí era cierto que se había topado con bastantes desde que comenzó a estar más activa en las misiones que le daban en el Clan, pero era raro pues generalmente su temperamento no era muy bueno para relacionarse con ellos. - Cuando beba un poco más quizás te de mi nombre, generalmente no hablo con desconocidos... - Se encogió de hombros sonriendo, no iba a hacer fácil que supieran tan rápido su nombre.

Bebió más de la cerveza, emitiendo un sonido de gusto en su garganta. Debía aprovechar para beber de aquella forma, pues no pasaba seguido que tuvieran una buena cerveza para venderle.

No le tomó mucha atención al hecho de que el sujeto se sentara frente a ella en una silla al estilo vaqueros del viejo oeste, bebió un poco más de su cerveza pensando que quizás esa noche no iba a ser tan solitaria y esperaba al menos escuchar alguna que otra historia entretenida antes de irse a la cama. Estaba cansada, aunque sí había dormido una siesta y el baño le relajó bastante.

Escuchó hablar al otro y sonrió levemente ante el comentario, el aburrimiento era una buena razón a veces para conocer gente nueva o simplemente hablar con alguien que te parecía interesante. Le causó gracia aquello de "mordernos y despedazarnos", le había tocado unas cuantas veces terminar así debido a su malhumor creciente durante las etapas de las fases lunares. Pero esa noche no estaba decidida a ello, quería relajarse y descansar de su viaje.

- Ya estaba bebiendo una cerveza, pero tener compañía me sirve de distracción... Declan.- Se encogió de hombros sonriendo, un poco más relajada que antes, aunque no del todo. Alzó una ceja cuando mencionó su nombre, pero no le dio tanta importancia tampoco pues sabía o tenía conocimiento de que algunos de los de su raza tenían aquellos "dones" especiales que podían ocupar. - Quería ser más misteriosa, pero de todas formas ahora sabes mi nombre, lástima... - Comentó sonriendo esta vez con aire más coqueto, aunque sin pensarlo demasiado, si estaba en el bar y frente a alguien que quizás le interesaría era una buena actitud para saber de él.

Bebía de su cerveza tranquilamente, le recordaba a algún tiempo atrás en un bar cutre donde se reunían varios de sus conocidos y terminaban peleando por alguna tontería. Sonrió por aquel recuerdo vago, no había visto a ninguno de ellos desde hacía meses, aunque tampoco le gustaba admitir que les "extrañaba" porque siempre se había mantenido alejada de relaciones amistosas de larga data. 

Escuchó a Declan y sonrió divertida, al menos era lo suficientemente cortés como para preguntarle si no quería que invadiera su privacidad mental. Le causó gracia pues no todos los de su especie eran realmente amables con los de su propia raza. Bebió un poco más de su cerveza y le observó alzando una ceja de nuevo. 

- Por favor no leas mi mente, quizás te resulte interesante pero para mí es como si violaran mi cerebro. - Contestó alzando la jarra de cerveza en un gesto para darle el énfasis de una promesa para que el otro aceptara. Suspiró un poco después masajeándose las sienes con las manos, si bien había descansado todavía sentía en los huesos el esfuerzo de viaje. - Podríamos decir que ambas, aunque del trabajo no lo tengo muy claro. - Se encogió de hombros pues hasta la fecha no tenía noticias de nadie, y viajar era lo que más le entretenía, aparte de cazar criaturas. - Por el momento vengo a descansar del otro lado del mundo, para regresar después a la normalidad. - Agrega sonriendo, bebiendo más de la cerveza.

Seguía bebiendo de la cerveza, el sujeto frente a ella parecía interesado en saber más sobre su ocupación y razones de estar en la ciudad. No iba a dar ninguna respuesta completa pues no era su intención mencionar nada que pudiera causarle problemas. Alzó una ceja cuando le escuchó hablar, sí ella viajaba bastante pero pensaba que la mayoría de la gente lo hacía constantemente si tenía el valor y las agallas para salir y conocer el mundo.

- ¿Un vampiro entre mis filas? - Repitió chasqueando la lengua, riendo levemente después para beber un trago largo de su jarra de cerveza. - Como dije antes, prefiero ir sola en mis viajes. - Comentó de manera escueta, mirándole y recordando a quienes quisieron alguna vez acompañarla en sus viajes solitarios, nunca resultaba bien. Luego medio frunció el ceño al oírle decir que era un chiste, al parecer el tipo se había involucrado con gente de su raza, le causó gracia la forma en que lo decía. - ¿Así que te has metido en problemas con los míos? - Preguntó rápidamente, divertida al imaginarse al otro en problemas con alguno de sus colegas. Suspiró un poco, no le agradaba hablar sobre su vida pues nunca había sido tan "linda". - No hay mucho que contar en realidad... - Contesta de forma escueta de nuevo, mirando la mesa. No quería recordar todo el dolor y las desgracias que tuvo que pasar para llegar a esa edad.

Suspiró un poco al escuchar las palabras del sujeto, y asintió lentamente pues ella después de tantas peleas y aventuras en distintos lugares, cualquier persona en realidad haría lo que necesitase para continuar con vida. Si de eso dependía tu vida, uno no dudaría en asesinar al otro para seguir respirando, aunque fuera unos minutos más. Nadie quiere morir, ni siquiera los vampiros que ya están muertos quieren conocer la muerte verdadera.

- Hacer lo necesario es siempre lo lógico, nadie puede ser tan estúpido como para no querer defenderse si la vida está en juego. - Respondió con cierto tono juguetón, acomodándose el cabello pues unos cuantos mechones le volvían a  tapar la frente. Observó a Declan y sonrió con diversión, si él no quería pelear estaría bien quedarse a charlar un poco más en el bar. - Estoy aburrida, ¿qué puedes sugerirme para entretenerme en esta ciudad? Desde hace tiempo no vengo a un bar, tan decente al menos, y no conozco la ciudad. - Se encogió de hombros bebiendo de lo que le quedaba en el vaso, esperando con ansias saber qué actividades le podría sugerir el desconocido.

Saboreó la bebida en su paladar, dando un vistazo a la habitación como era su costumbre cuando estaba en cualquier lugar. No era fácil mantener la guardia medianamente más baja que en otros lugares más conflictivos.

Escuchó a Declan y le pareció interesante lo que le proponía, además no cabía duda que era él mismo un sujeto de lo más curioso y al no representarle peligro aún las ganas de conocerle un poco más ya le estaban picando. Se relamió los labios luego de beber de su vaso, observando al otro con un interés renovado al notar el tono de voz más atrayente que estaba usando para dirigirse a ella.

- Esa me parece buena idea... acepto beber y charlar un poco más. - Contestó sonriendo, esta vez más encantadora que antes, entrando en el jueguito aquel del coqueteo ya que no le parecía mal ponerse en ese tono aquella noche. Torció los labios un poco y se quedó pensativa un segundo ¿qué le gustaba hacer? - Mmm... aparte de sortear los peligros y sobrevivir, pues... me encanta beber y ya que mencionas un concierto, hace demasiado tiempo que no voy a uno... - Mencionó intentando recordar la vez que pudo presenciar un "concierto" o algo parecido mientras viajaba por el mundo. No había sido demasiado, sólo alguna banda que tocaba y ya. - ¿Puedes llevarme a uno a estas horas de la noche? - Preguntó, con un aire un poco de desafío, jugando.