About my Sorrow - {Dennis}

- Estaba sido irónico - Apoyó su cabeza en una de sus manos y cambió su semblante a uno más pensativo, le molestan no estar bien informado de ese tema – bueno en ese caso debido e suponer que el aún busca recuperar su propiedad, he oído que ha hecho algunos movimientos muy inusuales.

Miro la expresión rubia - Supongo que ibas en camino a su encuentro no? - soltó la pregunta para analizar la respuesta.

-No -conteste con franqueza - Ni el ha venido a buscarme... llevo, un par de semanas desde que salí de mi auto encierro... quizás un poco mas.

Suspire largamente, re acomodándome en mi lugar.

-Mi letargo sirvio mucho para que volviera a ser el ... -hice un ademan con la mano, mientras buscaba la palabra correcta para expresarme - Ser que solia ser antes de que me mataran... antes de reencarnar en esta nueva forma....

Tenía muchas preguntas que deseaba fuesen resueltas pero con los subordinados reunidos en el otro lado de la estancia era imposible, sus sentidos desarrollados estarían escuchando toda la conversación aún contra su voluntad.

- Supongo que eso es bueno, recuerdo que mencionaste cierto orgullo de esa parte de tu vida, disculpa mis modales, si así lo deseas - chasqueo los dedos y un hombre de tamaño promedio de acerco a ellos - puedes pedir algo para beber

-Sentia orgulo de lo que era en eso entonces - dije - Tenia poder e influencias, desgraciadamente cometi el error de tomar una desicion que termino afectandome de manera .. tragica - sonrei y volvi la vista al enorme sujeto, borrando mi sonrisa - Vino tinto esta bien.

Pedí, y volví mi atención nuevamente a Dennis, el no había cambiado, al menos de como lo recordaba, seguía siendo igual.

- He de confesar estar sumamente confundido - respondí sin cambiar nada de su posición - realmente creí que sí volvíamos a encontrarnos ibas a decirme cuando me odiabas.

Era lo que esperaba cuando su situación fue puesta al descubierto

-Por que habria de odiarte, Dennis? - pregunte - Al contrario... el que deberia despresiarme eres tu, pero por lo visto, no te soy indiferente, de lo contrario estoy seguro que hubieras hecho que tus esbirros me echaran de tu territorio... yo lo hubiera hecho.

- Correste de nuestro territorio? - repitió - No somos salvajes - respondió - somos personas educadas Adrián. Cada uno de estos hombres podrán obedecerme pero tienen principios.

- así que supongo que es un empate - se levantó y cogió una libreta de un mueble apoyado en uno de los rincones más cercanos - sin embargo como te lo he dicho antes no puedes quedarte - escribió unas cosas en un trozo de papel y se lo dio - si tienes algún problema es mi número - deshizo el número por el espacio entre ellos.

Tome el trozo de papel, abriéndolo y observando los números, guardándolo en la bolsa del pantalón.

-Esta es una forma mas sutil de despedirme - dije medio sonriendo, moviéndome para ponerme de pie - Supongo que no tiene sentido que me quede aquí... - me moví por la estancia, a punto de acercarme, aun que me arrepentí en el instante, di un paso hacia atrás, aun con los pies descalzos y en dirección de la puerta -  A menos que... quieras acompañarme... 

Sugerí, esperando antes de acercarme mas a la puerta.

Se recargo en el respaldo del modesto sofá mirando al chico y luego desviando la mirada al frente a alguna otra parte del lugar - Lo siento tengo cosas que planear aquí - le respondió - pero si así lo deseas puedo pedir que alguien te acompañarte.

Aunque de antemano suponía que se negaría a eso, el no se movió, se mantuvo sentado, cruzo los brazos sobre su pecho - Y un consejo antes de que te vayas Adrián - respondió - deberías aprender a leer mejor.

No sólo había escrito un número en esa hoja, también había una hora.

Me gire levemente, con la mano aun en el pomo de la puerta, levantando una ceja, antes de sacar el papel, observando la nota. No dije nada, solo me despedi.

-Bien... Un placer, Dennis - dije y abri la puerta, de nuevo a la calida briza de la noche, cerre los ojos concentrandome para desplegar mis alas y salir de aquel lugar, en direccion a mi hotel.

Eso era una locura, pero veía esa conversación desde todos los panoramas posibles, podría ser benéfico para el, auqneu para ser sinceros nunca pensó volver a encontrarlo alguna otra vez en la vida, lo hacia regresando con aquel vampiro por que que obviamente el chico sentía preferencia.

Finalmente se levanto para atender los siguientes planes que necesitaban de su aprobación, ademas esperaba que su nuevo plan diera resultado. 

Faltaban 2 horas para que aquellos números que había escrito apreciaran en el reloj.

Llegue al hotel, guardando mis alas nuevamente, no es que la gente ahi nunca hubiera visto un angel, al menos en las noticias siempre era habitual verlos, pero supongo que no habian visto uno tan cerca, uno que fuera tangible, por ello preferia usar mis alas en momentos que realmente requieria, como en aquel instante, no pretendia andar hasta el hotel descalzo, puesto que los guaraches los habia perdido.

Entre a mi habitacion, buscando nueva ropa con que vestirme y me quite lo que llevaba puesto, me meti a la ducha, limpiando la arena que se habia quedado prendada en mis cabellos. Sali de la ducha envuelto en una mullida toalla, y me vesti.

Un traje blanco de lino y una camisa color celeste de seda, ropa ligera para el clima tropical que hacia en aquel lugar, y de calzado unos simples y frescos mocasines, blancos tambien.

Me arregle perfectamente, cepillando mi cabello para que quedara mas brilloso y suave. Aguarde a que diera la hora en el reloj digital que estaba en la mesa de noche del hotel y entonces tome el celular, marcando los numeros que me habia dado, con una sonrisa en los labios.

-Con Dennis JonBénet - dije aguardando una respuesta, esperando que aquello, no fuese una mala broma.

La tarde paso tan rápido para el que incluso había olvidado de aquel pendiente que tenía. El núcleo que le dio al chico era uno de los número personales que poseía y se lo había dado puesto que una conversación de ese tipo no podía ser sostenida en una estancia llena de sus hombres, ademas e la seguir siendo la figura de autoridad así que por toro o sería más fácil.

La hora exacta y el teléfono sonó - Demasiado puntual - le respondió al chico - estuviste esperando con ell teléfono cerca?

-No te puedes quejar respecto a mi puntualidad, o si? - pregunte, sonriendo pese a que sabia el no podia verme - Entonces... quieres que platiquemos por este medio... o prefieres que nos veamos en persona?

Pregunte nuevamente, esperando a que su respuesta fuese positiva, por ello me habia esmerado en mi aspecto.

- Supongo que esa pregunta debería hacértela yo, por que yo no fui el que se perdió en los confines del del mundo - di unos pasos sobre el pequeño risco al que se había movido, lejos de oídos y testigos molestos.

- como te abras dado cuenta esta llamada es riesgosa para mi - respondió mirando abajo el golpeteo de las olas en la roca

-Yo se - conteste con calma, saliendo al balcon del pent house - Tampoco quiero que tengas problemas con tu gente por estar hablando con un medio vampiro - dije y me quede recargado en el barandal, mirando hacia abajo, a las pequeñas luces de los autos que pasaban por la avenida frente al edificio.

-Quizas podriamos vernos en mi hotel, no creo que tu gente se quiera exponer en un lugar publico, o si?

Se quedo quieto en silencio, analizando las opciones, ver a ese chico ya había sido bastante riesgoso, se había expuesto demasiado la última vez y aunque las heridas ya habían cerrado no podía arriesgarse de esa forma tan presipitaa a de nuevo.

Llevo su mano a pecho vacío donde alguna vez había latido su corazón - esta bien - finalmente respondí - dame la dirección estaré allí tan rápido como pueda

Sonreí una vez mas, casi triunfante y le dicte la dirección del hotel, aun aguardando, recargado en la baranda del balcón.

-Pedire un buen vino tinto para pasar el rato - dije sin borrar mi sonrisa - Te espero... y espero que no tardes tanto...

Memorizo la dirección y colgó el teléfono guardándolo en la bolsa de su pantalón, respiro pesadamente y se quedo un par de minutos inmutable mirando el horizonte.

Y así como había llegado dio la vuelta y comenzó a caminar: silencioso y sereno, dar una excusa para desaparecer un rato no fue problema. Dejo algunas instrucciones antes de irse.

Guiando sus pasos entre las calles de la ciudad.

Baje al lobie del hotel, a paso lento, pidiendo una mesa en el lounge, alejada de todas las miradas y una botella del mejor vino tinto que tuvieran en la carta.

Me quede sentado, aguardando y mirando a la poca gente que ahi estaba, disfrutando un momento de tranquilidad, incautos todos de mi presencia.

Había muchas cosas en las que debía pensar, su mente pasaba y repetía sus próximos planes, estaba completamente convencido que las ruedas que había empezado a tejer rindieran resultar.

Llego al hotel, deteniéndose justo en la entrada, podía servir ese olor ligero en el aire, sin embargo y ante todo tenía educación así que se mantuvo allí hasta que alguién del personal se acercará a el.

Pude sentir su presencia cuando entro al local, ese aroma tan particular que tenia, algo que no tenia absolutamente nada que ver con su raza.

Me acomode en mi asiento, sonriendo cuando le vi entrar acompañado por la hostes.

-Realmente pensé que no vendrías- dije con una ligera sonrisa, mientras le invitaba a tomar asiento.

Entro siguiendo a la mujer hasta la mesa donde la brillante cabellera rubia estaba esperándolo, tomo asiento sin alterar su semblante - Honestamente no iba a hacerlo - respondió cruzando sus manos sobre la mesa - No estoy convencido de todo que esto sea una buena idea.

Mio el ambiente y la calidez lujosa del lugar - vaya que lo estas pasando muy mal - dije irónicamente

-Hubiera sido una pena tener que beberme solo este buen vino- dije sonriendo haciendo una seña para que el mesero se acercara a servirnos - Pero me alegra realmente que vinieras... Aun sigo sin.... creer este reencuentro tan.. fortuito.

Indique y tome la copa que el mesero llenaba, para darle un trago después, muy ligero, solo para degustarlo.

- La fortuna a veces juega a dos bandos diferentes, no creas que todo es fortuito - espero a que el mesero se alejará para seguir hablando - realmente debo de decir que no esperaba que fueses muy afectuoso después de lo que ocurrió - esa era la razón por la que nunca insistió en buscarle.

- Regrese por motivos diferentes a estos - se recargo en la silla.