About my Sorrow - {Dennis}

Un año, realmente habia pasado un año desde que me habia alejado del mundo que me rodeaba, que intentaba simplemente olvidarme del dolor que me provocaba estar lejos de la gente que amaba, la gente que necesitaba en mi vida, que le daba sentido.

Habia pasado desde aquel enfrentamiento de Siegfried y Dennis oculto en las catacumbas de  Volkommen, hasta pasados cinco meses, cuando mi "madre" habia venido a buscarme, llevandome con ella, lejos. Los meses consiguientes las pase en silencio, casi sin hablar, saliendo poco del lugar donde me encontraba oculto, sabia solo que era algun lugar en Italia, pero realmente no me interesaba cual fuese el lugar, me sentia vasio, y al mismo tiempo alentado para seguir con mis proyectos, intentando seguir una vida solo, pasar mi eternidad sin depender de nada, ni nadie.

Y ahora estaba de nuevo, de vuelta a donde pertenecia, de nuevo en america, habia regresado a Nueva York, para verificar que la ciudad estuviera lo suficientemente restablecida para volver a vivir ahi y ahora... viajaba por el continente, buscando aliados, o entretenimiento, para evitar regresar a ese edificio que se erguia orgulloso en la Liberty Island... y volver a ser solo un premio muy caro, aun que me dolia el corazon no hacerlo.

De nueva cuenta la relatividad del tiempo hacia sus estragos en el mundo, tan rápido habían pasado más de 8 meses desde que había tenido que regresar a La Gran Bretaña, sus obligaciones le había obligado regresar sin su añorada victoria, aunque tampoco es que hubiera aceptado la derrota.

Una de sus ventajas era que no debía dar una explicación sobre los acontecimientos ocurridos en aquellas ciudades de América, había arreglado un poco sus descripciones para omitir algunas cosas y exponer razones para volver.

Caminaba por la playa, vestido de blanco, con un pantalon de lino muy delgado y una camisa del mismo material, dejando que la briza tibia barriera con todos mis pensamientos, que jugara con mis cabellos que habian crecido casi hasta media espalda.

Me sentia tranquilo en ese momento, me gustaba aquella ciudad y el clima tan distinto al de Nueva York, el aroma de la playa era mas fresco y calido, la arena misma era calida bajo mis pies desnudos.

Después de todo ese tiempo y después de haber invertido mucho trabajo en dejar las cosas listas para una ausencia de aproximadamente mes y medio, tenía todo listo, maletas y una docena de hombres que irían con el más los que ya se encontraban en lo que alguna vez había sido llamado Miami, el lugar fue elegido al azar como punto central de la organización en la ciudad.

Los planes eran fijos y conocidos por todos los participantes, incluían a su vez una constante vigilancia y recolección de datos de ese territorio, toda información era de importancia.

Detuve mi caminata cuando crei haberme alejado suficiente de la zona donde me hospedaba, de los turistas, de las luces citadinas, llegando a un lugar que estaba unicamente iluminado por la luz de la luna, que brillaba esplendida en el cielo negro y estrellado, algo inusual, pero igualmente encantador. Me sente en la arena, enconjiendo las piernas hasta rodearlas con mis brazos, cerrando los ojos para disfrutar de aquel semi silencio que reinaba en el lugar, unicamente interrumpido por el romper de las olas en la playa.

Una casa de verano rentada de forma discreta serviría para sus planes, esta vez todo debías era calculado como debía ser, como está acostumbrado, esta vez no iba a presipitarse como la última vez que había estado allí.

Y aunque cosas como admirar el paisaje eran una absoluta y estúpida forma de perder tiempo debía reconocer el terreno en que debía moverse.

- Ustedes dos van conmigo - señalo a sus hombres - El resto sabe que hacer.

Me sentia tan comodo y en paz, en aquel espacio donde nada podria perturbarme de momento, que sin pensarlo que recoste, abriendo los ojos para observar el filmamento, regodearme de la belleza natural que me rodeaba, sonriendole a las frias y lejanas estrellas.

-Canten para mi - murmure, estirando los brazos como para alcanzarlas, como si pudiera sostener un puñado de estrellas entre mis dedos, volvi a cerrar los ojos y me puse a tararear una vieja cancion, estirandome como un gato sobre la suave y tibia arena.

Hugh y David eran dos de los pocos hombres a los que le confiaria mi vida por eso los había traído conmigo.

Ambos caminaban frente a mi, otra razón por la apreciaba a esos hombres era por que respetaban mi privacidad, en el rato que llevábamos en aquel reconocimiento apenas y se habían detenido a mirarme un par de veces sin palabra alguna,eso se los apreciaban considerablemente y ellos lo sabían. 

El terreno consistía en una propiedad "privada" en la playa, pero debían cubrirse todas las rutas de acceso a el.

- ¿Quién eres tú? - unos pasos adelante de mi la voz de Hugh sono sobre los sonidos de mar - ¿Como llegaste hasta aquí? - camine lentamente sin sobresaltarme, ellos podían manejarlo asi que me tome mi tiempo en llegar hasta alli.

Permaneci recostado sobre la arena, aislando mis sentidos de cualquier sonido o presencia, que no fuese la del sonido del mar, solo hasta que escuche unos pasos, cerca de mi y una voz fuerte y autoritaria que me hablaba, abri los ojos con calma, mirandolo aun recostado sobre la arena, medio sonriendo mientras le miraba de cuerpo entero.

-Canto y disfruto de la playa, algún problema? - pregunte, sentandome y sacudiendo la arena de mi cabello -

- No se supone que debas estar aquí, es una zona restringida - se había mantenido a cierta distancia, mirando al horizonte azul casi negrizco que se extendió sobre la vista de ese sitio, entonces respiro profundo y al fin decidió acercarse.

Justo iba a preguntarles que sucedía cuando su mirada se tomo al pequeño cuerpo sobre la arena, el rostro que conocía y recordaba perfectamente - Tu - fue su saludo al chico

-Yo no lo creo asi - dije ladeando el rostro, medio sonriendo, sintiendo la sangre de aquel mortal corriendo por sus venas, despertando ese lado temible de vampiro que habia en mi... mi deseo de sangre tibia y apetitosa. Pensaba en la forma en que podria atacarlo, en como se sentiria su cuerpo potente contra el mio y su sangre fluyendo espesa desde su cuello hasta mis entrañas... 

Sin embargo todo plan que pudiera estar cavilando se detuvo, dejando mi mente en blanco al reconocer aquel aroma y aquella voz, la presencia y el porte de aquel licantropo.

-Hey! - dije sonriendole, fingiendo que su presencia no me afectaba, pues sentia mi corazon latir acelerado- Tanto tiempo sin vernos...

- Demasiado - le respondió mientras detenía sus pasos cerca de sus hombres, después de aquella noche durante la pelea con aquel vampiro, esa era la ultima vez que lo había visto, por obvias razones lo que había pensado era que el regreso con aquel vikingo asi que no habia hecho mucho por buscarlo.

- No supuse que estuvieras aquí - respondió - tampoco puedes estar aquí, no es seguro para ti - se matuvo lo mas firme e inmutable que debía ser con sus subordinados.

Levante los hombros, restandole interes a lo de la seguridad-.El mundo en general, no es nada seguro - dije sonriendole, mientras me ponia de pie, acercandome a penas unos cuantos pasos a el -. Me preguntaba que habia sido de ti... despues de ... bueno, tu sabes... sabia que estabas vivo, pero no volvi a saber de ti...

- Yo tampoco volví a saber de ti - respondió serio - desapareciste.

Hugh carraspeo apenas audible, en una forma me pedir que se les diese la orden de que hacer, aquello parecía un tanto privado.

- En particular este lugar ahora no es seguro - volvió a repetir mirando a los hombres - ¿Necesitas ayuda? Ellos pueden escoltarte hasta tu casa o puedes venir y descansar un rato, pero no puedes quedarte aqui.

-Digamos que si... desapareci del mundo un tiempo - indique-lo suficiente para ... recuperar un poco de cordura - sonrei y me sacudi la ropa, que seguia llena de arena.

-No tengo casa aquí, solo estoy... de vacaciones por la ciudad - dije sin dejar de sonreirle, y mirar a los hombres que le escoltaban - Asi que aceptare tu invitación... sea cual sea el lugar donde te hospedes... Dennis.

Dije su nombre, me gustaba mucho... no solo el nombre y la forma en que sonaba saliendo de mis labios, me gustaba el de una forma.. distinta a la que me gustaba Siegfried, el era distinto, aun que compartian el mismo aire gélido, de hombres de negocio a los que no les importa nada mas.

- No es una invitación - dijo seriamente - sólo te ayudaremos hasta que decidas volver - dio la vuelta esperando que el chico los siguiera, o más bien debía seguirlos o sus hombres iban a encargarse de que su orden se cumpliera.

Lamentablemente para el chico el nunca se mostraba flexible frente Subordinados

Levante una ceja, sonriendo ligeramente, mientras andaba detras de el y de sus hombres.

-Uy!... cuanta hostilidad - dije sarcasticamente, hasta alcanzar su paso - Y donde anduviste todo este tiempo, Dennis? 

Pregunte curioso, mirandolo desde mi estatura, notablemente mas baja.

Gruño ligeramente con el tono del chico - Volví a Londres - dijo secamente mirando al chico - prefiero que esta conversación si deseas tenerla sea en un lugar más apropiado.

-David - le hablo al enorme hombre de cabellos cortos y negros - adelantarte y prepara todo para que el chico esté bien - luego el hombre salió corriendo tan rápido que era difícil verlo

-Pense que no querrias hablar de ello - indique, dejando mis manos cruzadas detras de mi espalda, mientras seguia andando descalzo por la arena y observaba al enorme sujeto que me habia... casi amenazado correr, siguiendo sus ordenes. Suspire, y en cierta forma me recordo aquella actitud tan autoritaria a Siegfried, su gente siempre estaria al pendiente de cualquier cosa que a ellos se les ofreciera... y yo, que tenia mas poder que ellos dos juntos, preferia andar solo... Desperdiciarlo, como decia Skarsgard y Belial.

No contesto se limitó a seguir caminado de regreso a la pequeña casa que habían dejado horas atrás, en la entrada las miradas de todos se centraron ellos.

- El chico viene conmigo - dijo sin detenerse en la entrada cruzando entre la pequeña recepción - denle lo que necesite pero tengan cuidado - se detuvo mirando sobre su hombre al chico - falleces sunt rerum species - y siguió caminando hasta llegar al un sofá al fondo de la estancia.

Seguia andando detras de el, hasta llegar a una casa, sencilla, mas del tipo de cabaña en algun camino rural de las carreteras del sur, quizas podria ser motivo de alguna vieja pelicula de terror, rei ante la simple idea... 

El asesino serial con una mascara de piel humana.

-Es comodo aqui... pequeño, pero comodo - dije y me sente en otro de los sillones de la estancia - Cuanto tiene que llegaste a America, Dennis?

Desde su sitio comenzó a entablar conversaciones rápidas en su lengua madre, con algunos de los presentes, la mayoría cuestionaba la estadía del chico allí.

Levanto una cena cuando el chico volvió a hablar, muy a su pesar el parecía estar poniéndose cómodo.

- Una semana - respondió - esto es provisional - alguin se acercó a el con una copa en una bandeja, la dejo en la mesa y entonces el la tomo - No deberías volver antes de que vengan a buscarte?

Me le quede mirando un largo rato, mientras hablaba con sus hombres, parecian fuertes, y esa esencia a Licantropo era palpable en todos ellos, algo en lo que no habia reparado con anterioridad.

-Oh, es poco tiempo - dije, mientras me acomodaba mejor en el sofa - ¿Quien podria venir? - pregunte, levantando una de mis cejas - Soy un ser libre ahora... puedo ir y venir cuando quiera...

Pudo haber explicado que el plan de regreso había costado más ir lo que sólo una semana pero obviamente eso no pasaría, primero por que hablar de ello sería largo y tedioso, segundo, no le apetecía hacerlo.

- ¿Qué hay de tu consorte? - pregunto fijamente mientras se acomodaba en el sillón y cruzaba las piernas - supongo habrás vuelto con el en todo este tiempo, estaba muy decidido a llevarte de vuelta a su castillo de ensueño

Rei ligeramente, sin dejar de mirarle.

-Es una torre muy... moderna como para pasar por castillo - comente - Pero no... digamos que el plan era recuperar lo que el considera de su propiedad... - baje la mirada, observando mis manos, las cuales permanecian en mi regazo, con los dedos entrelazados - Despues de nuestro encuentro... digamos que... me aleje de todo y todos... aguardando que Nueva York volviera a su grandeza... Y a él, al igual que a ti, no lo he visto desde entonces.