Peek a Boo - Jukka

Aquí estábamos de nueva cuenta en una noche como cualquiera, o quizá no, muchas cosas estaban cambiando en mi vida tan rápido como un parpadeo y yo necesitaba un respiro, así llegue a la conclusión de pedirme un tiempo fuera, un break, me había costado un tanto converser a Darius de salir solo como solía hacerlo y había ganado excepto por el hecho de que algunos de sus "perros guardianes" rondarían cerca de donde decidiera ir, que mas daba.

Pero no llevaba ni media hora en la ciudad cuando el clima decidió venir a mejorar las cosas, notese el sarcasmo de eso ultimo, una repentina lluvia me obligo a buscar refugio en el lugar mas próximo, un edificio abandonado con tanto polvo como un cementerio, entre por una pequeña abertura en una de sus puertas, bien podria haber corrido al bar de la siguiente calle pero la idea de una ligera y solitaria aventura me llamaba desde dentro con gritos seductores, diré que me sorprendió la ironía del sitio, una vieja capilla. 

- Así que aun hay sitios como este en la ciudad - murmure para mi sobre una de las escaleras del pequeño atrio - Como en los viejos tiempos, eh?

Las noches sin duda en Los Angeles, eran tan distintas a como lo eran en Finlandia, mas cortas, menos frías, aun que la cantidad de "gente" no era tan distinta, probablemente la principal diferencia era la cantidad de humanos mortales, sin duda, se sentían mas protegidos en una ciudad así, gobernada por un vampiro bondadoso, que solo se alimentaba lo suficiente de la gente a la que él consideraba pertinente, y que usualmente nunca mataba.

La gente en aquel lugar era relativamente pacifica en comparación de otros países del mundo, países que el recorría y conocía, países donde su presencia era aterradora, por ser lo que era y quien era.

Siguió recorriendo a ciudad, por curiosidad, quería realmente conocer el sitio por el cual su progenie había luchado tanto y sufría. Darius era de los pocos seres por los cuales se había sentido atraído, debido a sus ideales, a su mente trastornada pero que se empeñaba a hacer las cosas que a según su forma de pensar eran buenas o necesarias para mejorar su entorno. Aun que era también un ser egoísta por naturaleza, lo que era de él, nadie mas lo podía tocar y en ese afán egoísta había vendido su alma una vez y el podía sentir el sello de ese trato, la marca demoníaca que ocultaba de la vista publica bajo tantos adornos en su piel, quizás por ello, la ciudad también llamaba su atención.

Siguió andando por las calles, saliendo de la zona poblada del centro, hasta llegar a los limites que separaban el glamuroso centro a los depauperados suburbios, observando los edificios que aun estaban en re modelación o a punto de ser demolidos para dar lugar a nuevas construcciones.

Con un cigarro en los labios, anduvo alejado del bullicio, observando a los pocos humanos que vivía en esa zona, a los que salían del trabajo y otros seres, vampiros e híbridos que andaban con calma, viviendo sus vidas de la forma mas normal para ellos.

Su mente estaba libre de cualquier pensamiento que no fuese el disfrutar del ambiente tranquilo de la ciudad, de la briza suave proveniente del mar, era de esas pocas ocasiones que tenia la oportunidad de simplemente desconectarse del mundo, olvidarse incluso de lo que era y de todo lo que sabia y había visto a lo largo de su existencia, y así tan rápido como había logrado dejar su mente en blanco, le asalto una extraña sensación, una de pertenencia, la misma que le acometía siempre que tenia a parte de su progenie cerca, a cualquiera de los dos sobrevivientes.

Sabia que no era Darius, pero si se cuestiono sobre Michael, el cual había desaparecido hacia tiempo, no que realmente le preocupara, pero era extraño. Cerro los ojos tratando de localizar la fuente de ese llamado silencioso y entonces se dio cuenta de que no era Michael o Darius los que estaban cerca, ya que ese "llamado" era aun mas fuerte, mucho más fuerte y siguiéndolo llego hasta la entrada de una derruida iglesia.

La oscuridad reinaba en aquel lugar, vació y polvoriento, simplemente olvidado. La gente en aquel lugar guardaba esperanza, en una vida digna y alejada de los problemas que abundaban fuera de los limites de la ciudad, pero ya no creían en Dios, no como antes, ya no construían iglesias en su nombre, ni suplicaban por respuestas que jamas llegaban.

Entro a paso lento, sin importarle cuanto ruido producían sus pasos, y permaneció de pie, en el pasillo central, observando el sucio y oscuro espacio donde debería estar la cruz conmemorativa de la muerte del "hijo del creador", bajo la mirada observando la pequeña silueta que se dibujaba gracias a los rayos lunares que entraban por los ventanales rotos, un joven mortal o casi, arrodillado frente al altar, murmurando palabras que él mismo había pronunciado, muchos, muchos años antes.

-El desinterés es su principal error - murmuro, con aquella profunda voz que rebotaba y provocaba ecos en el alto techo de la iglesia.

Aquella súbita voz no solo me saco de mis pensamientos si no que despertó mi auto reflejo y en fracción de segundos estaba de pie encarando a su dueño.

- Y el más grave de todos - respondí al extraño. 

- ¿Quien eres tu? - pregunte tratando de enfocarlo entre las sobras de las ruinas, poco eran los lugares que eran alumbrados por la luna - ¿Vives aquí? Por que de ser así tendré que disculparme por la intromicion

Negó con la cabeza y uso sus dones pare encender una fogata con los escombros que ahí abundaban, mejor dicho, una fogata con los restos del altar.

Fuego negro. Un fuego que no producía calor, solo frió y su llama, pese al nombre, era de un color deslucido de azul.

La luz ilumino mas al joven, demasiado delgado y pálido, de enormes ojos azules, de facciones casi femeninas, pero era hombre sin duda, había partes de su anatomía que sin duda no podía confundir.

-Mi nombre es irrelevante -murmuro -Pero puedes llamarme Jukka.

Dijo y saco un cigarro de la cigarrera que siempre portaba, encendiéndolo con el encendedor de gasolina y solo entonces se atrevió a caminar nuevamente, hasta quedar a unos cuantos pasos del mortal, sintiendo aquella sensación en medio de su pecho.

-¿Tu nombre? - cuestiono, mirándolo desde su estatura superior,fijando sus helados ojos aguamarina en los azules, detectando cierta familiaridad en su esencia y en su rostro.

Di un paso atrás cuando la llamarada azul ilumino el lugar, eso era tan nuevo como sorprendente para mi, mire unos momentos aquella extraña fogata obviamente preguntar si el lo había hecho seria tonto cuando la respuesta era mas que obvia.

Regrese mi vista al hombre que ahora estaba de pie frente a mi, con aquella luz pude ver al fin la pulcritud de su delgado rostro, sus cabellos despeinados cayendo sobre sus hombro y penetrante mirada fija en mi, la luz del fuego bailaba sobre su rostro en una visión un tanto aterradora pero yo estaba en completa paz.

¿Jukka? Me sonaba muy familiar ¿Donde había escuchado ese nombre antes?

- Andrew - respondí - Mi nombre es Andrew, usted no es por aquí  ¿verdad?

Dejo escapar de forma lenta el humo de sus labios, mirando al joven con curiosidad, sin saber el por que de aquella sensación de pertenencia, mas fuerte aun que su progenie vampirica.

-No, no soy de aquí, contesto y saco la cigarrera estirando el brazo ofreciendo un cigarro - Soy de Finlandia - dijo, casi con orgullo, se sentía parte de ese país - Tu tampoco eres de por aquí. ¿Cierto?

Eso si que era muy lejos, un tanto más cerca de donde yo provenia.

- No, bueno si aun que ahora siento que pertenecezco aqui, al menos por un tiempo - acepte su propuesta y tome uno de sus cigarillos poniendolo en mis labios en un gesto similar al suyo - pero naci en Londres.

Iba cometer una imprudencia pero ...

- ¿Tu no eres .... un vampiro? - pregunte tuteandolo, eso de la educacion inglesa no me iba muy bien - Aunque luces como uno.

Estiro el brazo nuevamente con el encendedor, abriendole para dar fuego al cigarro en los labios del chico, sin evitar fijarse en sus ojos, tratando de recordar donde habia visto una mirada similiar, demaciadas memorias para destilarlas en un solo instante.

-Soy mas que un vampiro y menos que un demonio - sonrio ligeramente y camino, pasando a su lado lentamente, sin dejar de mirarle hasta que estuvo en una de las bancas que aun permanecian en pie y se sento sobre ella, cruzando las piernas, y solo entonces dejo de mirar al joven.

¿por que mi miaraba asi? Me sentia como escaneado ante sus ojos, sentir la calidez del cigarrillo prendido era confortbale en aquella habitacion fria.

- ¿Y eso como es? - pregunte curioso mirandolo sentarse mientras yo me quedaba en aquel sitio, recargado en aquel banquillo cerca del altar, el sonido de un trueno me hizo mirar por hacia uno de los ventanales rotos - Es extraño que llueva en esta epoca ¿No lo crees? pero bueno supongo que vamos a pasar un tiempo más aqui.

Me sente en el suelo en el usto lugar donde estaba - Y solo por si lo pensabas noo seria buena idea usarme de aperitivo - lo mire de forma seria para restaltar esa parte.

Sonrió de forma ligera, y el cigarro en sus labios callo al suelo, su pierna se movió ligeramente de su posesión y lo aplasto.

-Soy un Perkele - contesto, y volvió a mirarlo, a seguirlo, a inspeccionarlo con demasiado interés - Y, no estoy interesado de alimentarme de sangre humana - lo miro de arriba a abajo - Aun que, presiento que no eres un humano cualquiera, hay algo en ti, ademas del hecho que hueles a cazador.

Gruñi ligeramente molesto, asi que aun conservaba ese olor pese a todo - Eso es lo que las personas suelen decir de mi pero lamento descepcioarte lo que ves es lo que hay - inhale el humo del cigarro - y eso que mencionaste ya no lo soy, de hecho es una palabra que odio usar en mi persona.

Me recarge un poco sobre mi espalda.

- Y ¿Que es exactamente un parkele? - cruce las piernas y me apoye sobre de ellas.

-No, no me decepciona - murmuro y saco otro cigarro, manteniendolo en sus dedos, pensativo - Se que hay algo mas en ti, eres distinto a todos los humanos, es extraño, pero te siento vinculado a mi sangre.no 

Dijo, sin reparos y puso el cigarro en sus labios encendiéndolo. Cerro los ojos un instante, aspirando profundo, concentrándose en hacer cambiar el fuego negro en fuego común, sintiendo el cambio inmediato de temperatura en el lugar.

-Un Perkele es una criatura nacida del pecado - murmuro y abrió los ojos, brillantes como los de un felino - Producto de una violación, de un demonio a un ángel puro, procreador con violencia y lujuria, crece y se alimenta de la madre ángel, matándola y naciendo adulto... sobrevivimos alimentándonos de sangre humana y de vampiros comunes, los vampiros a los que tu familia dan caza, de esos mismos me alimento yo... no de todos, jamas podría dañar a mi progenie, a menos que lo merezcan.

¿Vinculado a el? parpadee un par de veces y sonrei ligeramente - No creo que estemos vinculados, es un tanto imposible mi familia se ha dedicado a eso desde hace mucho y tu ... tu eres bueno humano.

Por primera vez le dedique mas tiempo a ver su rostro, era un tanto ... ¿familiar?¿agradable?¿relajante?

- Eso es una fea manera de nacer - jugue mis dedos en el suelo pensando un poco en mi historia - ¿entonces no tienes familia? - baje la mirada observando las marcas de mis yemas en el suelo - yo tambien perdi a mi madre al nacer - y calle de prontro, eso nunca se lo habia soltado tan facil a cualquiera

-Tengo mucha familia - sonrío - La muerte de mi madre fue necesaria para mi nacimiento - comento sin emoción alguna y comenzó a jugar con el cigarro entre sus dedos - Su sangre era deliciosa - sonrio como el gato de Chesire y se puso de pie, moviéndose rápidamente hasta estar frente a Andrew, rostro con rostro.

-Mi padre es un general del infierno - indico - Belcebu - pronuncio el nombre - Debo mi poder del fuego negro gracias a Lucifer y su hermano Belial...

Se acerco mas, demasiado cerca, dejando que el aroma del humano llenara sus fosas nasales, su sangre y su esencia natural y ese aroma que si reconocía.

-Darius es mi progenie - murmuro y beso la yugular, alejándose - A él si lo conoces... y muy bien... pero esa no es la razón que te vincula a mi... hay algo mas que no logro comprender, aun...

Trate de dar un paso atrás cuando le sentí mucho mas cerca de mi, su forma tan fría de hablar me calo en el interior casi tan sorpresiva como sus labios en mi piel, trague saliva.

¿Que era esa extraña sensación?

Darius. Algo que conocía por fin salio de su boca ¡Eso era! Por eso me sonaba su nombre - Tu creaste a Darius - murmure - El me ha hablado un tanto de ti - aunque en persona era totalmente diferente - Realmente tienes todos esos años que el dijo?.

Camine hasta donde aquellas frias llamas bailaban, las contemple curioso, nunca habia visto algo asi.

Permaneció de piel, alejado del joven mortal, era mejor la distancia para analizar algo que el desconocía, analizarlo bajo esa luz azul y fría.

-No se que tanto haya dicho de mi ese joven vampiro -comento con calma, acercándose al fuego, pasando su mano por la llama. Cerro los ojos al sentir como le helaba sus dedos y rechino ligeramente los dientes - Tengo tantos siglos que seria casi imposible contabilizarlos.

Aquel azul brillante del fuego era embrujante, no podía dejar de mirarlo, levante una mano acercándola un poco - Me hablo un poco de el día que lo .. tu sabes, lo convertiste, aunque no se la historia completa, solo conozco partes sueltas - mi mirada seguía fija al frente- Es bello - murmure - fuego que congela - la tentación era mucha así que sin pensarlo estire la mano hasta tocar la flama brillante.

Por un instante el fuego rodeo mi dedo sin molesta alguna pero en el segundo siguiente me vino la sensación de tocar un hielo pero multiplicado como por ciel - ¡Maldicion! - solte un quejido y quite la mano en el acto

Lo observo fijamente, la curiosidad en sus ojos y el temor en ellos, pese a la fuerza que emanaba de el.

-Temerario, eres el primero que se acerca así al fuego - indico - De Darius, no hay muchas cosas que decir, el necesitaba ser lo que es, yo le di nuevamente esa oportunidad, el jamas ha sido un ser humano común.

Metí el dedo a mi boca para aliviar el ardor - Hago coas así de estúpidas todo el tiempo, supongo que soy peligrosamente curioso - volví a mirar el fuego - debía hacerlo.

Me puse en pie alejándome de aquellas llamas antes de que aquella atracción que tenían me dieran ideas mas locas - ¿Y como decidiste eso?¿Como sabes quien es candidato y no a esa vida? Siempre he tenido esa duda ¿Como se escogen entre ustedes? ¿Hay proceso de eliminación o algo asi? Por que de ser asi me giustaria ser candidato - bromee riendo ligeramente

-Se estaba volviendo inestable - indico con calma, mirando al joven mortal, analizandolo, buscando la razon del por que le llamaba tanto la atencion, podia persibir en su sangre que habia algo mas, que no era solo un humano - Es un hombre inteligente, aun que no lo paresca - dijo -sensato, poco cuerdo y es capas de hacer cualquier cosa por seguir sus ideales, me agrada eso de él, seria capas de matarme con tal de proteger a los suyos y eso es... bueno, en su modus vivendi.

Tomo un nuevo cigarro y se fue a sentar a la banca donde habia estado antes, escuchando aquello.

-¿Tu, un vampiro? -pregunto levantando una ceja - ¿Que pensaria tu familia de cazadores al respecto, te casarian tambien? ¿Serian capaces de hacerlo?

Eso no era nuevo para mi, Darius me habia contado cuan perdido y mal habia llegado a estar antes de su transformación y creo que eso le hacia estar agradecido de alguna forma con Jukka. 

Brinque sobre una viga que se había derrumbado cerca del atrio, extendí los brazos para mantener el equilibrio - ¿Y que mas da? - respondí - Sin duda lo harían - camine sobre la delgada estructura - no estas para saberlo pero soy la oveja negra de la familia, mi relación no es buena con la mayor parte de ella, especialmente con .... papa - no era mi costumbre llamarlo de esa forma.

- Tu naciste siendo adulto, no? - lo mire - entonces eras consciente de todo, de tu naturaleza y las circunstancias, que sentiste? - me detuve en la parte alta de la viga mirándolo - tienes una mirada distante - murmure

Lo miro, con atención, la aparente despreocupación, significaba algo mas, que ocultaba algo realmente importante que no dejaba salir, su mente mantenía bloqueado de forma inconsciente aquellos pensamientos.

-No lo recuerdo - contesto y siguió sentado con su cigarro en los labios - Es probable que me haya sentido... asustado y confundido, estaba solo, y fue hasta pocos años después de mi nacimiento que mi "padre", Beelzebub, se digno a presentarse ante mi, no fue nada espectacular, para ser el demonio que es, simplemente me aclaro en cierta forma lo que soy - indico - Cien años después conocí a Belial e hice un buen trato a cambio de un poder extraordinario y único - dijo y señalo el fuego azul que aun ardía en el altar.

Aspiro largamente,dejando que sus pulmones se llenaran de aire, dirigiendo su mirada al fuego.

-Tu madre era una mujer bella - dijo, el vislumbrar la imagen en la mente del joven - Helena era dulce, con unos ojos muy expresivos, como los tuyos.

Sonrió ligeramente, mirando a Andrew, se puso de pie, cerrando el espacio que lo separaba del humano, a pasos lentos y fuertes, lo miro fijamente a los ojos.

Sus palabras resonaron en mi mente, ¿había mencionado a mi madre? Si, lo había hecho, ese era su nombre, iba a correr hasta donde el estaba pero se acerco con tal rapidez que me asusto.

- ¿Tu conociste a mi madre? - mis manos se aferraron su ropa - ¿Lo hiciste? – me encontré casi gritándole - ¿Cómo era? – creo qqe de no ser tan pesado ya estaría agitándolo con fuerza pero no podía moverlo ni un milímetro - Lo siento – respondí alejándome - Yo no la conocí, ella murió cuando yo naci, nunca supe como fue ni en carácter ni en persona, es como si no hubiera existido, en casa no había fotos, nadie habla de ella, creo que tengo suerte de saber al menos su nombre, asi que si estas mintiéndome …. – regrese cerca del fuego, había descubierto cierta sensación de paz cerca de ellas azules llamas.