We Don't Belong || Andrew

Cerre los ojos ante su contacto, sus labios al borde de aquellas calidas heridas en mi cuello, sonrei, si solo el supiera todo lo que significaba aquel acto, al compartir mi sangre con el en libre decision le habia dado la espalda a todo que conocia, era tan loco, el un practicamente desconocido pero esta feliz de hacerlo. - No es tan importante - murmure ante el cosquilleo se sus labios.

Me empezaba a emocionar de mas, empuje su pecho - Los invitados deben volver a la habitacion de invitados y esto va por un camino que ya conocemos - meti la cabeza al agua - me sentire culpable de alejarte de tu trabajo y aun no me haz dicho como trabajare exactamente para ti.

El sentirlo lejos, el hecho de que se alejara de mi me hacia sentir.... extraño, era la diferencia de temperatura la primera diferencia, pero habia algo mas, como si dejara un espacio sin rellenar en medio de mi pecho, probablemente muy acelerado, pero era asi como sentia.

Suspire largamente, tomando agua con las manos para echarla sobre mi rostro.

-Creo que de que o para que trabajaras para mi, lo veremos cuando tengamos mas ropa - dije sonriendo, observando ese negro cabello pegado a su piel.

- Oh ¿enserio? Que mal, crei que desnudo y en esta situacion lograria que me pagaras más, algo asi como un aumento express - bromee y rei, pasando mis manos por el rostro, era un tanto agradable sentir la frescura del agua - pero bueno en vista que no lo lograré - me puse de pie en la bañera, sintiendo el agura correr de golpe por mi piel - pronto seran las doce y Cenicienta debe volver con los ratones - tome la toalla mas cercana y la enrolle en mi cintura, aun sintiendo la pesades de mi cabello humedo.

-Lo observe fijamente, el agua corriendo por su palida piel, las marcas en ella, su humedo cabello, todo el se me antojaba irresistible, imposible de olvidar, su imagen, su sabor y su aroma, asi como su calor.

Suspire largamente, poniendome de pie y cubrirme con la toalla, saliendo de la tina.

-Pero eso es a las doce de la noche, no de la tarde - sonrei - Vamos, hay que vestirnos, te invitare a comer.

Comence a secar mi cuerpo mientras caminaba en aquel baño, me mire al espejo, las rojizas y un tanto moradas marcas en mi piel, me acerque mas al espejo y toque aquella que vivia en mi cadera - Ouch, esto va doler mañana - murmure.

Comence afrotar mi cabello mientras salia de aquel sitio hacia la pequeña sala donde recordaba haber dejado mi ropa, me quede helado unos segundos cuando mire aquel desastre, botellas vacias en el suelo, los sillones y una mas desparramandose en la mesa, charcos de alcohol olvidados bajo los sillones y mi ropa diciendome desde arriba de los muebles.

Comence a recogerla mentras me vestia, entonces encontre media parte de mi playera bajo el sillon - Oh demonios, esta me gustaba enserio - no habia mucho que hacer asi que me puse la chamarra sin playera, luego me acerque a la barra y acomode mi cabello en el reflejo de las botellas - ¿Deberiamos limpiar un poco? - me recargue sobre la cantina, asi por lo menos a quien fuese a limpiar no se le ocurririan conclusiones locas sobre aquel escenario.

- Por cierto no es necesario que me lleves a cenar, puedo pedir algo aqui - no queria que se sintiese como si tuviese que "pagarme" por esa noche

-Yo quiero invitarte, ademas ahi podremos hablar mejor de lo que haras para mi - sonrei, siguiendolo, aun permanecia con la toalla en las caderas.

Mire el desastre, las botellas, la ropa, todo desacomodado.

-Lidia se encargara de limpiar - dije -, es la unica persona, ademas de Adrian que puede entrar aquí sin pedirme permiso, hasta ahora.

Dije insinuante y me meti a la habitacion.

-Esperame, me cambiare rapido - dije y tome lo primero que haye en el closet, pantalones de mesclilla, una playera negra con una enorme calavera y mi chamarra de cuero. Tome una de las playeras pequeñas que estaban ahi, ropa que Adrian solia dejar ahi cuando se quedaba a dormir conmigo - Toma - dije saliendo, extendiendo la playera - Espero que te quede, era de Adrian y bueno, parece que son de la misma talla.

- Esta bien, acepto- sonrei mientras seguia su espalda desnuda antes de desaparecer en la habitacion, me quede alli intentando acomodar algunos estragos de la habitacion, junte las botellas vacias y levante el microfono que el habia usado, me mordi el labio mientras me sentaba en el sillon, recordando su silueta sobre la mesa.

"Vaya noche loca, ¿Que dices la repetimos?"

Lo mire salir completamente vestido - Eso fue rapido - me puse en pie tomando la playera que me ofrecia - No era necesario, pude haber ido a mi habitacion y ponerme otra - me quite la chamarra y me coloque la ropa - Muy fashion para mi - rei ligeramente - pero esta bien gracias, te la regresare mañana - volvi a colocarme la chamarra - ¿Nos vamos? Cenaras antes supongo tendras hambre.

-No creo que Adrian se moleste - sonrei - La ultima vez que lo vi andaba en trajesito con corbata, bien niño - comente de broma, tomando las llaves de una mesita cercana a la puerta.

-Nos vamos? - pregunte aguardando sosteniendo la puerta, aguardando por el.

- Pero quiza la extrañe aun dia que no quiera verse tan niño - comente siguiendole - Oye tengo una pregunta para ti, se supone que eres el dueño de este lugar ¿verdad? ¿Dueño absoluto? osea que lo que dices se cumple, me imagino eso por que caminas por las calles libremente y esas cosas, pero nadie se sorprende de verte ... Osea que no todos te conocen y los que lo hacen pasan de ti ... entonces ... ¿Como se supone que diriges este lugar? ¿Como pones reglas y te aseguras de que las cumplan?

Mi cabeza dio vueltas con mi propio razonamiento.

-Tengo gente que me ayuda - sonrei - No es necesario andar con guaruras por ahi, no lo necesito, con mis dones me doy por bien protegido.

Comente andando en direccion a las escaleras.

-La gente sabe que soy dueño del lugar, y agradece que lo haya creado, cuando cree esto... el mundo afuera aun sufria los estragos de la guerra y era muy ostil.

Me pare y voltie a verlo levantando una ceja con una sonrisa - ¿Con tus poderes basta? Bueno la verdad es que no es tan dificil distraerle y tomarlo por sorpresa Señor Merchant.

No espere su respuesta y segui caminado.

- Tambien debe haber gente que te odie, deberias traer por lo menos un guardaespaldas no estaria de mas, no todos juegan limpio Darius.

Sonrei.

- No te has puesto a pensar que todo eso fue por que yo quise? - pregunte acercandome a el - No me gusta que me sigan a cada paso que doy y bueno, supongo que ser alguien importante para Adrian me da ventajas.

Comenze a bajar las escaleras lentamente.

-Si algo me llega a pasar, tengo gente que se encargara de mantener este lugar tal y como esta. - sonrei - Tu que tan bueno eres con las armas?

Negue con la cabeza divertido - Alguien que deja que cosas asi pasen no se enfada cuando pasan. Sabes, tu primera expresion no era de felicidad precisamente - sonrei triunfantemente.

- Suenas como alguien a quien no le importa su propio bienestar - senti que por un momento me habia escuchado a mi mismo.

- Muuuuuy bueno - respondi, metiendo las manos a la chaqueta - tenia seis años cuando dispare una arma por primera vez, es una de las primeras cosas que debes aprender a hacer y es como montar una bici ¿Por que la pregunta? - pregunté tomando el pomulo de la puerta para abrirla

Levante una ceja, observandolo de lado, y despues me adelante guiandolo a una pequeña puerta oculta en un panel debajo de las escaleras, un pasadiso secreto que llevaba al estacionamiento del sotano.

-Ya que lo sugieres, podrias ser mi guarda espaldas personal - comente - Tendrias que estar pegado a mi las 24 horas del dia, pero te pagaria bien - sonrei ligeramente, caminando hasta uno de mis autos, un porsche panamera en color purpura.

- ¡Mira com la casa de Batman! - fue mi expresion cuando la puerta oculta se abrio, quien lo diria que el tuviera cosas asi, bueno auqnue quiza era de esperarse con toda esa onda que lo rodeaba.

- ¿hablas enserio? - pregunte sorprendido - Me confiarias tu vida completa e integramente a mi asi sin mas

Solte una carcajada, cuando arranque el auto, saliendo por la puerta automatica del garage, a una salida en la lateral de la montaña y de ahi directo a la carretera.

-Pues me has demostrado que eres confiable - comente - Con mañas raras, pero confiable.- sonrei y di vuelta en una curva que dirigia directo a la zonas bajas de la ciudad.

- Lindo auto - murmure cuando subiemos a el - No sabia que los vampiros tambien necesitaren de cosas asi - me recargue en el asiento por completo, aun sentia cansancio sobre los hombros.

- ¿Mañas raras? ¿El burro hablando de orejas? Bueno si lo pones asi puedo acepta por que se me da mejor tener un arma en las manos que un monton de cuentas en la mesa y descuida lo hare bien .... eso de cuidarte, solo especificame cosas como a quie le puedo meter un tiro y a quien no

-Bien... eso quiere decir que estaras disponible para mi las 24 horas del dia, aun que usualmente estoy mas alerta por las noches... ya sabes... por mi naturaleza y esas cosas - comente sin dejar de mirar al frente, girando cada que era indicado.

-Los hombres que has visto resguardar la caza, son licantropos, el lider de la manada es hermanastro de Adrian, su nombre es Garret, buen tipo, aun que muy serio. - dije volviendo la vista hacia el - Los reconoceras, por que todos llevan una insignia en sus ropas, un pin plateado en forma de rosa, que es el escudo de "mi familia", o de la organizacion en si... Nos llamamos "Blood Rose". -sonrei y segui manejando entre las calles, hasta llegar a un pequeño restaruante, muy poco poblado, pero confortante - Llegamos - dije y estacione el auto frente al local.- Espero que te guste la comida italiana.

- Por mi esta bien - dije mirando el sitio - crei que eras tu el que cenaria primero, aun podemos hacerlo, yo puedo aguntar pero no se tu.

Apenas pisar la entrada alguien corrio a atendernos y a buscar una mesa inmediatamente.

- Bueno ese no seria problema, puesto que en el dia lo pasas dormido en casa y alli como has dicho tienes guardias, a no ser que decidas dormir en otro lado yo puedo descansar en el dia.

Cuando el hombre del lugar volvio, lo seguimos hasta la mesa donde tambien dejo el menu, me limite a mirarlo sobre el borde del menu, no parecia ser un problema un trabajo asi, no creo que muchos se atrevan a enfrentarse a un hombre asi, asi que todo se resumiria a cosas simples de un acompañante.

"Ajá Andy ... 24 horas, 365 dias del año, ¿Que tambien vamos a ir con el a ver a sus citas?¿Le vamos a hechar porras o que? "

- En resumen todos con tu simbolo son de chocolate y bueno solo tengo una pregunta más, creo que es la primera vez que me hablas de "tu organizacion", serviria un poquito que me dijeras donde me meti.

-Supongo que tus tutores te contaron algo de historia, no? -pregunte acomodándome en la mesa, haciendo señas al mesero para que trajera una botella de vino. - Bueno, supongo que te hablaron de las familias mafiosas italianas... básicamente eso somos.

Sonreí y guarde silencio en cuanto dejaron la botella sobre la mesa y las copas llenas del rojo liquido. Tome la mi acercándola a mi nariz, olfateando el dulce aroma a frutas.

-El abuelo de Adrian, era la cabeza de una familia mafiosa a finales del siglo XX y principios del XXI, eran la familia con mas poder en todo el país, Adrian era el heredero... cuando termino la tercera guerra mundial, el retomo su organizacion... y yo, bueno... durante ese tiempo me dedique a ser espia... conceguia informacion usando metodos poco ortodoxos, pero funcionaban... cuando Adrian y yo nos... juntamos, tambien nuestras organizaciones se mesclaron y de ahi nacio Blood Rose... - sonrei y di un trago al vino - Aun trabajamos como mafia, la gente de Los Angeles City nos paga impuestos para que nosotros los mantengamos seguros de cualquier peligro... y tambien nos infiltramos en otras organiaciones... para conseguir mas recursos y asegurar la proteccion de la ciudad.

Despues de alejar la botella el mesero volvio para perdir la orden - Focaccia al rosmarino - dije entregandole el voluminoso menu - ¿Solo vino para ti? - mire a Darius.

Luego me recarge con los codos sobre la mesa, sosteniendo la copa entre mis manos - Bueno mis tutores me enseñaron muchas cosas, si he oido mucho de eso, te sere sincero nunca crei que algun dia conoceria alguien asi - le di un sorbo pequeño al liquido - asi que infiltrados en todas las organizaciones - repeti - ¿Hasta en la mia? - pregunte curioso - ¿tambien nos espiabas? - Si eso era asi, Dennis iba a pegar un enorme grito en el cielo.

Di un largo trago a la copa, dejandola sobre la mesa.

-Tu que crees? - Sonrei y levante ligeramente una ceja -. Teniamos un agente especial en la Talamasca, cuando vivia el Rey Damien Viassus, su concejero era "primo" o algo parecido de la madre de Adrian y bueno, tenia vinculos con los mas altos rangos, tenia un buen trato con San Mike.

- Eso es un si? - me incline hacia adelante interesado en esa respuesta - ¿Quien era? - dije curioso, tenia entendido que las personas mas cercanas a nosostros eran de suma confianza para Dennis y pensar que su blindaje habia sido penetrado era algo bastante impresionante - ¿Que te dijo de nosotros? Seguro que las peores cosas que alguien podria decir - busque su mirada - ¿Sabias de mi? - pregunte, quiza era era mi verdadera curiosidad ¿Como seria yo a los ojos de otras personas?

-Nunca pudimos sacar mucha informacion de su organizacion - comente - Al Parecer tu padre asesino al "traidor", mucho antes de que colara mas informacion, y en eso entonces tu padre era joven - comente - O eso es lo que he leido en los archivos que tenemos.

Tome la botella y servi un poco mas de vino.

-La Talamasca se encargo de darnos mas informacion acerca de ustedes, su procedencia y un poco de sus razones... Sirven a Dios... con el proposito de purificar la tierra y destarrar a los oscuros - mencione - Pero bueno... supongo que o... no somos tan "oscuros" o de plano les ganamos el terreno mucho mas rapido de lo que ustedes puedan actuar.

Hice una mueca - Aerys - murmure el nombre de aquel hombre al que el se referia como mi padre - Supongo que era de esperarse, si lo conocieras sabrias que podrias esperar todo, absolutamente todo de el - movi la copa entre mis manos agritando el vino - Servir a dios - repeti - yo no entiendo las ordenes de dios - bebi de golpe el vino

- Yo tampoco sabia mucho de ti, Dennis se encargaba de ese asunto, sabia que aqui en america habia organizaciones que causaban cierta alerta en el pero nunac me dejo inmiscuirme en cosas asi, el los investigaba a detalle pero era complicado por que ninguno de nosotros habia pisado oficialmente este lugar, por eso vine aqui - me encogi de hombros.

Aparecio el mesero y dejo la bandeja frente a mi.

- Es algo incomodo esto - sonrei nerviosamente - el que solo yo coma y tu observes.