Pese a todo

Sol y sombras, nube de mentiras tóxicas caen sobre mis ojos. El mar brama mi nombre, pide la sangre de las palabras que no he pronunciado. He olvidado mi pasado, he quedado vacío y ahora descanso en la playa del paraíso. Tengo una venda sobre mis ojos que me impide ver el atardecer, pero puedo sentir el sol apagándose mientras la antorcha de la locura se prende.

¿Y dónde fueron las esperanzas? ¿Se diluyeron como las lágrimas de un ángel? ¿Qué es eso que siento? ¿El infierno bajo mis pies? ¿Y por qué siento alas en mis espaldas? He caído y he vuelto a la vida, de mi corazón fragmentado surgieron hilos que cosieron mi alma.

El poder del abismo es absoluto y este yace bajo la lápida del triunfo malogrado, porque es hoy cuando lo recuerdo con las campanas del nacimiento de este nuevo ser. ¿Qué soy? Tal vez la nueva marioneta inconformista que decidió ser libre. Tal vez ese fue mi pecado, la desobediencia de un ángel con las alas convertidas en huesos quejumbrosos.

La vida es un camino de ortigas que en ocasiones se vuelve de vino y rosas, pero es sólo un envoltorio cliché para los ríos de lava oscura que susurran chismes a nuestras espaldas. El puñal de la mentira derrama hoy lágrimas de sangre y siente sed, pues se ha cobrado una víctima pero pretende que tú seas la siguiente.

¿Y dónde quedó la verdad? ¿La vanidad engulló al orgullo? ¿El honor camina amortajado en un ataúd de roble? ¿Y esa corona que llevas en tus cabellos es por el luto de mi amor por ti? Dime, el vals ha terminado y ahora comienza un tango lleno de reproches... dime ¿por qué todos son hacia mi?

Sigo siendo yo, pese a todo, y no he cambiado.

Acepta las reglas del juego como aceptaste amarte, matarme y enterrarme antes de tiempo.
No soy Dorian Gray y ese cuadro que acuchillaste no era mi alma vendida al demonio, sino los sentimientos puros que yo te ofrecí. Debiste leer la etiqueta “No se admiten devoluciones por uso indebido”. Sigo siendo yo hablándole al cráneo que me confesó con dolor que todo se ha terminado.