uma bela noite na praia - Adrian-

Darius se había ido sin avisar a saber donde, y Adrian pasaba de todo lo relacionado con el trabajo, yo estaba hastiada de tener que hacerlo todo yo.
Cogí mi querida pistola, guardando esta en el bolso con unas cuantas balas, la llave del coche y del despacho, y salí del edificio.

Quería tomarme un poco de descanso, al menos por una noche quería sentirme libre de mis quehaceres. Me metí dentro del coche y comencé a conducir a gran velocidad como tenía costumbre desde que pude conducir a mi antojo.

Mi velocidad me llevó hasta la playa, aparque en el aparca coches, cerré el coche y comencé a caminar por la acera, tenía ganas de caminar por la arena y aunque fuera con vestido un poco mas tarde lo haría, necesitaba algo de compañía pero en aquel mundo de locos, ya nadie era de fiar.

La habia visto salir, toda bonita ella, como siempre, Michelle siempre me habia provocado curiosidad, ella era, como alguna vez Belial me habia platicado.

La Mezcla perfecta de sus Padres, la belleza fiera de Adrian y la inteligencia de Darius.

ASi que la segui, tomando la forma de mi gato, metiendome al auto y ocultandome dentro, hasta que se paro cerca de la playa, me baje y le di alcanze de forma rapida, maullandole, esperando que me hiciera caso.

Seguí caminando hasta que escuche unos maullidos a mi espalda, me gire y me agache al ver un minino. Sonreí y le cogí por debajo de las patitas, me lo quede mirando con la cabeza ladeada y luego seguí caminando con él en brazos.

Y yo que quería compañía y quien me encuentra es un lindo minino - susurre. Me gire hacia la arena y usando el aire comencé a caminar hacia la orilla sin pisar la arena. - no me gusta que se estropeen mis zapatos sabes? Son mis favoritos - agache la cabeza para ver al gato y sonreí intuyendo que no era del todo su naturaleza

Me le quedaba viendo, fijamente al ver que ella no se daba cuenta de que era yo, preguntando si de alguna forma ella aguantaria mi peso si tomaba mi verdadera forma, aun que lo mas seguro era de que caeriamos los dos a la arena.

Asi que espere, a que llegaramos a la orilla de la playa, tomando mi forma, abrazandola por el cuello mientras sonreia.

-Fea, no me reconoces ni por que soy tu hermanito menor.-dije, cayendo ambos en la arena humeda, yo ensima de ella.

De repente caí a la arena de espaldas al notar el peso de Adrian encima mio, tenía la mente llena del trabajo que no caí en cuenta que era él.

Quien fea? - le pellizque las mejillas aun estando debajo suyo - Tengo aun cosas del trabajo, en la cabeza. Como ninguno de los dos me ayudáis pues así estoy - dije sin dejar de pellizcar la cara.

Suspire y me lo quedé mirando sin apartarle de encima de mi, ladee la cabeza y cerré los ojos. -Y por que me has seguido?

-Pus ... pus por que si- sonrei, abrazandola.- No se realmente, te vi salir y me meti en el auto sin que te dieras cuenta.

Dije.

-Extraño pasar el tiempo contigo.-murmure, separandome de ella, sentandome a un lado, sin importar la humedad de la arena.

Cuando se salió de encima mio, me senté en la arena poniendo bien el vestido que llevaba. Sonreí vagamente cuando me dijo que me extrañaba, suspire de nuevo, y me puse a mirar el mar.

Me alegra que quieras pasar un rato conmigo - ladee la cabeza hacia él notando como la brisa movía lentamente mi cabello pero sin despeinarme. -No hay gran cosa por hacer aquí en la playa... Darius no te dijo donde iba? - volví a mirar hacia el mar negro escuchando las olas

Suspire largamente cuando hablo de el, seguia turbandome incluso su nombre y que mas decir de su presencia, el era el mas fuerte de los tres, se notaba, incluso donde se parara era brillante, era como un oscuro agujero negro, inevitable.

-Dijo que iria a Roma.-murmure, recargando mi barbilla en mis rodillas- Eso fue lo que dijo antier, y bueno, ayer en la mañana cuando desperte no estaba en la cama, asi que supongo que se fue durante la madrugada para que no lo vieramos.

Cerré los ojos un momento y luego mire al cielo, no había luna, volví a mirar a Adrian notando su perturbación al escuchar el nombre de Darius.

Roma? A que? A ver a la abu? - me puse a pensar en como se lo tomaría Nerissa que Darius estuviera por allí.
Suspire dejando caer mi cuerpo hacia atrás notando la arena en la espalda, cerré los ojos y me puse a cantar una nana que me cantaba ella

-No lo se, tu sabes que Darius siente desconfianza de Belial.-murmure.-Por mucho de que el.. ella... como sea, que haya sido nuestra abuela.-dije suspirando.

Me quede pensando en eso, tenia ligeros recuerdos de mi vida pasada, algo que no me agradaba, simplemente quería seguir con esta vida sin que mi pasado me estorbase.

-Mish...-hable de nueva cuenta.-Puedo preguntarte algo y me contestas de forma honesta?-pregunte mirandola desde mi posicion, sentado en la arena, teniendo ese eterno sentimiento de que todo era un deja vu.

Me quede pensando en cualquier cosa escuchando lo que decía, en el fondo extrañaba a mis padres. Escuche su pregunta y suspire abriendo los ojos.

Depende de que quieras saber, gatito - me senté de nuevo haciendo que el aire me quitara la arena del vestido, me lo quede mirando con media sonrisa, tenia algo de miedo por lo que preguntaría

-Tu crees que esta bien que me sienta enamorado de Darius?-pregunte mirandola fijamente a los ojos, sus bonitos ojos azules, como los mios.-Tengo miedo, sabes.

Indique despues, sin dejarle contestar aun, volviendo la vista hacia el horizonte.

Puse los ojos en blanco con su pregunta, tendría que haberla previsto de antes. Me mordí el labio inferior sin saber que responderle, suspire de nuevo y me quede mirando al mar con él.

- En el fondo... puede que este bien... - murmure dejando que el viento se llevara las palabras. No me gustaba estar sola, encogí las piernas y apoye la barbilla en las rodillas, los extrañaba mucho a mis padres.

Suspire, sintiendo demaciada congoja, no me gustaba, nada, no me gustaba estar confundido, no me gustaba todo eso que Darius me hacia sentir, me lastimaba.

-A veces tengo miedo de que el solo me ame por los recuerdos.-indique, pues ella sabia de que hablaba.-Yo se que un dia encontrara a alguien mas y me voy aquedar solo... como siempre...

Dije y me mordi los labios, la lengua, cerrando los ojos con fuerza, dejando que el frio viento aclarara mi mente y se llevara mis lagrimas.

Le miré cuando dijo eso con la boca entre abierta, luego fruncí el ceño enfurruñada.

Y yo soy un fantasma? - me levante enojada mirándole y luego me giré poniéndome a caminar por el aire hacia el lado contrario a donde estaba él.

Me había dolido que se olvidara de mi, no por el hecho de tener pareja, sino que en el interior seguía siendo su hija, apreté los ojos intentando que no se cayeran lágrimas por mis ojos, no soportaba que se olvidaran de mi y mas en aquel aspecto, ahora me sentía mas sola que antes.

Me pare y la segui rapidamente, alcanzandola para abrazarla.

-No digas eso, mish.-murmure, sin soltarla, ventaja de tener la misma estatura y el hecho de que era hombre, me hacia un poquito mas fuerte muscularmente hablando.-Yo te quiero, y mucho, pero tu tambien encontraras a alguien... tu tambien te enamoraras algun día y yo.... simplemente, no es lo mismo Michelle.

Dije, mirandola a los ojos, pues sabia por que se sentia asi.

-Siento mucho no ser tu papá.-indique sintiendo verdadera pena.-Pero es que simplemente me niego a aceptar esa vida, no me gusta, tu fuiste lo mas bello de todo, pero de ahi en fuera no hay absolutamente nada que desee recuperar de mi vida pasada... todo fue sufrimiento, y fracaso tras fracaso...

Enamorarme.... - susurre después de escuchar todo lo que decía. - Ya me había enamorado, pero ya no está y no creo que pueda hacer nada.... No creo que me vuelva a enamorar de nadie - dije con la cabeza agachada sin mirarle notando los ojos nublados.

No pude abrazarle como solía hacer, ahora mismo me dolía todo.

- Así que no creo que te quedes solo

Trague duro, sin saber que hacer, no sabia, tenia miedo, y habia tantas cosas que me impedian ser yo realmente, este nuevo yo.

-Extrañas mucho a mama y papa, verdad?-pregunte, sin soltarla. No queria dejarla ir, ella era mi hermana, mi hermana mayor, casi una madre, paradojicamente, aun que yo en mi otra vida habia sido su "madre".

Asentí con su pregunta limpiándome las lágrimas que se escurrían. Ahora me daba cuenta de cuanto los extrañaba, a los dos. Solloce un poco intentando no desmoronarme, no quería que precisamente mis hermanos me vieran llorar.

Me calme y luego me separe un poco de él sonriendo.

- Quieres dar un paseo? - le aparté un mechón de cabello de su rostro y le di un besito en la mejilla

-Sip..-conteste caminando a su lado, tomandola de la mano, habia algo en ella que me enternecia por completo, quizas el hecho de que el unico recuerdo no mio, al menos de esta vida, que tenia muy en cuenta era ella de bebe, creo que cuando mi otro yo la habia dado a luz.

Pequeña y hermosa, con el cabello tan negro como el de Darius.

Sonreí fugazmente cuando me tomó de la mano entrelazando mis dedos con los suyos.
Miré hacia delante nuestro, la playa estaba desierta, no había nadie. Me puse de nuevo a pensar en mis recuerdos de infancia, recordando a Terry y mi cariño que tenía hacia él, aunque fuéramos pequeños.

Con el paso de mis años no me había vuelto a enamorar de nadie, tenía pequeñas aventuras, pero ningún romance duradero, envidiaba a las parejas que estaban juntas y felices.

Estoy harta del trabajo, me enfadare y al final dejaré de hacerlo todo para que hagáis algo vosotros

Sonrei, pegandome a ella.

-Supongo que Darius es mejor lider que nosotros dos.-comente mirandola fijamente.-El es bueno, es diplomatico y serio cuando lo requiere, tiene demaciada labia con la gente y se los gana, ademas de los tres es el mas fuerte.

Indique, parandome para poder sacarme los zapatos y andar descalzo por la arena.

Resople un poco con lo que dijo, aquello no se lo iba a negar tenía razón, papa también era así. Aproveche y me quite mis queridos zapatitos y me acomodé un poco mejor el vestido palabra de honor.

Me está entrando algo de hambre -ronronee levemente, me lo quede mirando con media sonrisa


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El vestido azul http://www.elrincondemoda.com/wp-content/uploads/2009/11/fies9.gif

-Te parece si te invito a cenar hamburgesas?-pregunte mirandola, sin soltarla de la mano.- O quieres otro tipo de alimento?

Pregunte de nueva cuenta, mirandola de forma fija, recordando lo que eramos y que no siempre podiamos mantener una dieta a base de comida humana.

Me quede pensando por unos momentos si ya había comido comida humana, negué con la cabeza.

Ya comí de eso, mejor lo otro - sonreí mostrando un colmillo.
Tiré de él de vuelta hacia el coche

El hambre a sangre a cada paso que daba se hacía mas fuerte y necesario de satisfacer, al menos por dos días