Super Fresh [Darius]

Tenía un merecido fin de semana. Mi departamento había colapsado un poco porque no me quedé tiempo extra pero ¿acaso me importó? No. Porque al día siguiente resolví todo en escasas dos horas y eso que no lo hice trabajando como poseso. Soy genial y provoqué la envidia de todos, ¿acaso hay algo mejor? Así que me merecía un premio y por eso salí a pasear a la playa. Lejos de todo... Viajo en moto porque es mucho más emocionante que viajar en auto y llevo lo necesario para quedarme el fin de semana y tal vez, ¿por qué no? el lunes. Da igual si todo vuelve a colapsar.

Alquilo una habitación y me cambio para salir a pasear descalzo a la playa. Me recuesto sobre la arena y sólo siento el sol acariciar mi piel sin preocuparme absolutamente por nada.

Esto sí que es vida...

El sol se ocultaba dejando el el cielo esos tonos dorados, naranja y rojos, un espectaculo muy hermoso, deshaciendo el bello azul celeste del cielo, para pronto convertirse en un azul profundo, casi negro, y hacia que este y el mar se unieran en una danza pasional, demaciado perfecto, pero esas eran cuestiones de la naturaleza.

Sali a la playa, volviendo despues de tanto tiempo, no me gustaba la playa, por que me recordaba la tantas cosas, bellos recuerdos que solo se habian quedado en eso, simples recuerdos que jamas volverian.

Cerre los ojos, permaneciendo recargado sobre la motosiclete con la que habia llegado hasta ahi, una Ducati Monster negra, mi ultima adquisicion despues de haber chocado la Harley una semana antes.

Spoiler:

Caía la tarde y yo apenas si me había dado cuenta del cambio tan grande en el panorama. Me desperezo y me levanto. Había dormitado un poco y ahora se me antojaba dar un pequeño paseo. Paso por unos tenis y a reacomodarme el cabello antes de ir al estacionamiento. Al lado de mi hermosa Yamaha hay alguien recargado en otra moto. Alguien que no he visto antes, pero eso no me supone ni un problema ni un predicamento.

- Hola, ¿es tu moto? Esa es la mía.

Señalo la V Star y le sonrío un poco al chico.

Spoiler:

- Soy Ryuu y estoy aburrido, ¿qué dices si echamos una carrera?

No suelo hacer carreras porque la gente que lo hace ciertamente es mejor que yo, pero nada pierdo con divertirme un poco.

Habia sacado un cigarro y lo habia encendido, sentia la presencia de un demonio cerca, un demonio de bajo rango, asi que simplemente me quede parado, hasta que el comenzo a hablar, volvi el rostro, dejando mis ojos ocultos bajo las oscuras gafas de sol.

-Carreras?-pregunte, dejando escapar el humo del cigarro- No soy muy de hacer ese tipo de competencias, pero no tengo problema alguno.

Comente sonriendo.

-Cual seria el premio para el ganador?-pregunte mirando fijamente al demonio, de aspecto joven y jovial, algo que no ayudaba mucho a su naturaleza, ademas de ser demaciado bajo de estatura.

Ya en el estacionamiento, me topo con un chico con aire sobrenatural y aire humano y me gusta su piercing del labio. Lo saludo simplemente porque ando conociendo gente y él tiene un aura misteriosa que en este momento me da por codiciar. Propongo que hagamos una carrera y levanto una ceja para luego reír un poco. No me pasa desapercibido que no me dio su nombre y ahora quiero saberlo.

- Ni yo, pero es buena forma de matar el tiempo.

Quiere un premio si gana, y medito un poco qué decirle. Tal vez algo guarro muy directo sería demasiado.

- El perdedor paga el alcohol de la noche. A menos que prefieras otra cosa. Mira que yo no me asusto por nada y de todos modos competiré. Pero quiero saber tu nombre, ¿no quieres decírmelo? ¿Tan misterioso eres?

Solte una carcajada, la extraña forma en que se comportaba, era demaciado... no se, infantil, y casi ingenuo, pese a ser un demonio, sea cual sea su rango.

-Te parece si ese es el premio.... te dare mi nombre si ganas, si yo gano, tu pagas el alcohol.-sonrei- De momento puedes llamarme Phoenix o Abysm.

Indique, trepandome a la motocicleta, esperando a que el hiciera lo mismo, me coloque el casco, mirandolo a traves de la vicera.

No puedo creer lo que me está haciendo. Ahora quiero saber su maldito nombre a como dé lugar. Lo miro desafiante.

- Está bien. Ahora lamento haberte dado el mío. Abysm te queda mejor, no pareces un fénix. A menos que seas un fénix negro.

Subo a mi moto y no me pongo casco, ¿cómo para qué? Ni siquiera tengo uno. Estorba y arruina el peinado y después de todo, no me importa usarlo porque soy inmortal.

- ¿Listo? En tres, dos, uno...

Arranco. A propósito di la cuenta yo para tener una especie de ventaja y no voy a dejarme ganar tan fácil, así tenga que hacer trucos sucios. Aunque también podría sacar ventaja si pierdo.

Arranque la motocicleta, sonriendo al ver que el avanzaba antes que yo, acelere lo suficiente para darle alcanze, sonriendole debajo del casco, haciendole una seña con una mano, antes de acelerar mas, sacandole ventaja .

Seguia sonriendo, avansando y esquivando algunos obstaculos, los pocos autos que estaban trancitando por la avenida.

Rode los ojos, sonriendo divertido por la actitud en cierta forma infantil del joven, eera extraño, siendo lo que era que no hicierta alarde de sus dones como demonio que era.

Aun asi, le segui el juego y llegue a la meta, bajandome de la motocicleta y encendiendo un cigarro, le espere recargado en ella, dejando el casco colgado de la manija de esta.

-Eres malo hasta para fingir que me dejas ganar.-comente cuando llego a la meta- Aun asi, iba a ganar, asi que Senbo, te toca pagar el wiskey.

Dije sonriendo sarcasticamente, esperando a que el respondiera algo.

Llegamos a la meta y murmullo algunas maldiciones en japonés mientras apago la moto y me bajo, buscando que sea menos notorio, pero sus palabras son como una bofetada. Me acerco a él y pego la cara tanto a la suya, que sólo hay unos escasos milímetros de distancia.

- Soy mejor en otras áreas...

Me aparto y juego un poco con las llaves. Pero obvio que voy a aprovechar.

- Vamos a una vinatería y te compro dos botellas de whiskey... y bebemos en mi habitación. ¿Qué dices?

Levante una ceja mientras sonreia divertido. si, en definitiva, los demonios como el me provocaban cierta curiosidad e hilaridad.

-Esta bien... aun que eso de que me lleves a tu habitacion me suena a propuesta indecorosa.-comente y solte una ligera carcajada, al tiempo que me trepaba nuevamente a la motocicleta.-Y tu dime por donde, yo te sigo.

Sonrío, divertido y misterioso al notar que no le pasa inadvertido mi mensaje.

- Me alegra que comprendas... y que no huyas. Tal vez también seas mejor en otras áreas.

Se aparta y se sube a su moto, así que yo hago lo mismo. Arranco.

- Por aquí.

Conduzco a una velocidad normal para que no se me vaya a escapar y me detengo en la vinatería más grande que recuerdo de por aquí y me estaciono. Hago una reverencia elegante como de mayordomo y le cedo el paso.

- Escoge...

Torcí los labios en una sonrisa, caminando frente a el, tomando unas botellas de Jack Daniel's.

-Eres raro, te lo habian dicho?.-pregunto recargado en el mostrador, esperando a que los atendieran.- No es comun, especialmente teniendo en cuenta que clase de Demonio eres, que te comportes asi.

Veo que va tras whiskey... bueno el whiskey está de moda. Yo tomo un par de botellas de Stolichnaya, a falta de algo mejor. Vamos al mostrador y levanto una ceja divertido cuando me llama demonio a la cara. Y raro...

- Oh, no soy raro, soy original que es muy distinto. Y ¿quién te dijo que soy un demonio? Moi? Sólo soy un encantador japonés, ¿a poco me veo como demonio?

Pago con tarjeta y soborno al que nos atiende para que me venda algo que no está visible: absenta negra. Le doy buena propina por ello y luego miro a Abysm.

- ¿Y tú qué eres? Si yo soy un demonio, tú debes ser... ¿vampiro? ¿Mago? ¿Mago-vampiro?

Río divertido y salgo de la tienda para esperarlo e ir al hotel.

Sin evitarlo solte una carcajada, divertido por la actitud de mi compañero, tomando las botellas mirandolas de mala gana antes de pedir un par de botellas de Jack Daniel's y regresar a su lado.

-Vampiro-conteste sonriendo.-Con dones muy especiales.

Dije y guiñe el ojo sin dejar de sonrerir deivertido al respecto de su actitud.

-Se que eres demonio, puedo sentirlo en tu energia, Senbo.

Aunque sé que no va a funcionar un truco así con Abysm, la verdad es que niego ser un demonio. Simplemente porque mi filosofía es que el buen mentiroso te dice la verdad y te hace creer que es mentira. Es sólo que hay demonios que no lo parecemos tanto y lo digo porque los humanos promedio se imaginan un Hellboy. Y yo cuernos no tengo ni tendré porque me vería feo. Sucede que él es vampiro y lo miro con interés y algo de sorpresa. Y digo algo porque sí se veía como alguien de sangre... creo que porque me lo imagino muy bien chupándole la sangre a alguien de forma sexy y con sangre escurriéndole por los labios...

Mejor ya no me imagino nada.

- Vaya vaya... pues bueno, yo sí soy demonio pero no en plan católico de cuernos, cola, rojo y con tridente, ¿eh? Y también tengo dones especiales... y una función muy especial en la vida.

Pago con la tarjeta... amo la tarjeta, más que nada porque si quiero fastidiar, sólo la hackeo para que salga que pagué.

- Dime Ryuu, que es mi nombre. A menos que ya sepas qué es Senbō, señor Abismo... pero lo dudo.

Tomo las bolsas.

- ¿Nos vamos?

Sonrei de lado mirando al demonio, demaciado joven lucia el para serlo, pero que podia decir, si Belial mismo,lucia un bonito traje de mujer fatal, demaciado bella debia aceptar.

Camine detras de el observandolo a detalle, su cuerpo delgado y estilizado, el cabello negro perfectamente peinado.

- Y ahora a donde? - pregunte mientras me subia de nueva cuenta a la motosicleta.

Camino hasta donde nos estacionamos, con mi porte principesco, estudiado y perfeccionado por siglos, adaptándolo a cada época. Nada importa, sólo la diversión que pueda tener con Darius y eso al menos el alcohol me lo garantizaba. Subo una pierna a la moto y únicamente lo miro en cuanto me habla.

- Pues... te había invitado a mi habitación de hotel, pero podemos armar nuestra fiesta privada en la playa. Tú decides.

Solte una carcajada, divertido con su cinismo.

-No me gusta ser exhibicionista - dije, encendiendo la motosicleta - Vamos, muevete para seguirte.

Divertido, le lanzo un beso y arranco, riendo divertido.

- Esta vez ganaré yo... porque no sabes a dónde vamos.

Conduzco rápido, pero no con el afán de dejarlo atrás, hasta llegar a uno de los hoteles de la playa. Me estaciono y tomo la bolsa con el alcohol.

- Sígueme.

Entro y lo espero en el ascensor para ir al piso 13. Amo el piso trece, justo porque me encanta que todos piensan que da mala suerte.

Solte una sonora carcajada, sin dejar de conducir a toda velcidad detras de el hasta llegar a un hotel cercano a la playa, no muy lejos del lugar de donde nos habiamos encontrado.

-Con que piso 13, eh? - dije levantando una ceja ligeramente, entrando con el al ascensor, sonriendole.

Abysm se nota mucho más cómodo cuando sonríe, como que es menos serio. Pese a lo que digo, no me importa en realidad ganar y llegamos al hotel donde me hospedo. Entramos al ascensor y subimos hasta el piso trece.

- Me divierte... me hace sentir más cómodo. Toda esta idea de la mala suerte es algo absurdo.

Salgo del ascensor y abro la puerta.

- Después de ti...

Espero que le parezca cómoda y agradable mi suite.