Angels and Drugs [Darius]

Que demonios pasaba en esa ciudad últimamente, todo parecía de locos en esa ultima semana, o quizá yo era el único loco, pero de pronto no podía ir a la mansión, ¿Por que me prohibirían algo así? Usualmente me obligaban a hacer lo contrario, quizá seria un truco de psicología inversa en el que no debía de caer, ademas no es que necesitara ir allí. 

Aunque sentía un poco de curiosidad por que me había enterado sin querer de una exploración secreta al exterior. Mire hacia una dirección donde sabia se encontraba la muralla más cercana.

- El exterior, ¿Será realmente tan malo? - pensé. 

Era mi camino de rutina, todas las noches recorría esa zona, la conocía mejor que las lineas de mi mano, podría incluso caminar con los ojos cerrados. Y nada parecía irregular, las mismas personas haciendo las mismas cosas.

El invierno había entrado desde hacia más un par de semanas, mis manos temblaban por el frío, nunca usaba guantes, me sentía torpe con ellos, así que levante el gorro de mi capucha, no era algo que usualmente hiciera por que aquello tapaba mi rostro y mi visibilidad casi por completo, pero todo fuese por ganar unos grados más.

Entrando por la muralla Sur, había sido mas facil de lo imaginado, usando los dones que tenia para persuadir o simplemente atontar al posible estorbo de momento con solo tocarle, era bueno, no había necesidad de violencia excesiva cuando no era necesario, aun que había tenido un pequeño percanse con uno de los guardias que habia detectado mi naturaleza con solo mirarme, por suerte habia logrado escapar rapiamente, usando la velocidad para desplazarme entre las calles hasta llegar al centro, buscando alguna señal, algo que me indicara por donde o hacia que lugar deberia moverme para encontrarle.

Cuarenta y ocho horas y no habia llamada de rescate, lo cual implicaba que el secuestro no tenia nada que ver con el negocio que él o su desaparecido consorte llevaban a cabo y era realmente frustrante y la unica pista habia sido un descuidado hombre que habia traicionado a su gente por temor, tan patetico y nos había llevado hasta este lugar.

La ciudad Amurallada de Londres.

Parecia de leyenda o casi anime japones, pero era mas atractiva de lo que se decia, pese a que tenia a su gente ajena a la realidad del mundo exterior.

Caminaba entonces con tranquilidad, las manos dentro de los bolcillos de mi chaqueta y un cigarro en los labios, los ojos ocultos bajo las gafas oscuras, aun que me veia realmente ridiculo, pero importaba poco, no que quisiera realmente pasar desapercibido, era dificil teniendo en cuenta mi aspecto y mi forma de hablar, no era ingles, y mi acento frances se notaba aun pese a llevar años sin visitar mi pais natal y al hecho que hablaba casi todo el tiempo en ingles.

Abandone las calles y subi hasta el techo de uno de aquellos edificios, tenia una mejor vista de aquello, estuve en cunclillas en el borde de esa marquesina por varios minutos miraba el cielo, alternando a las estrellas o a alguno que otro sonido que me hacia regresar la mirada a la calle de abajo.

Asi fue como le vi, una figura extraña moviendose, le mire unos segundos, la ciudad estaba llena de gente de muchos lados, algunos verdaderamente peculiares especimenes humanos, centre mi atención en el y me incorporé, confie en mi intuición y su perfecta racha de aciertos.

Maldije para mis adentros, esa sería una de esas noches.

Aprete las manos y comence a seguirle a una distancia prudente.

Escupi los restos del cigarro que llevaba en los labios, pisando las ascuas con el tacon de mi zapatomientras me encargaba de encender otro, mi vicio, algo que de haber sido humano, me hubiera costado desde hace mucho los pulmones y una vida, por suerte, de alguna forma, el ser vampiro solo incrementaba mis adicciones, pero en especial el cigarro, de forma innecesaria.

Segui caminando, metiendome en la mente de los humanos, en vano, pues la gente ahi era ajena de cualquier otra eventualidad que no sea su cotidiana existencia, pude haber pasado toda la noche ahi, pero repentinamente senti aquella otra presencia, humana tambien, no muy poderosa pero parecia seguirme a corta distancia.Rei, pensando en lo divertido que seria jugar y quizas, antes de terminar la noche sacarlo de aquellas murallas y darme un buen festin de comida inglesa.

Rei profundamente, y segui andando despreocupadamente, ignorandolo al proposito, esperando a que el diera el paso en falso.

Su comportamiento era extraño, usualemente su especie tenia modos erraticos de comportarse, apenas entraban y divisaban una presa se avalanzaban cual lobos sobre ellos y por su camino simplemente ignoraba a quien pasará.

Meti la mano a mi bolsillo apenas acariciendo el frio metal, maldición es que acaso pensaba hacermelo dificil. Comprobe la zona, nadie más lo seguia, asi que no debia llevar mucho en la ciudad.

Bien, veamos que hacia, no podia huir mucho tiempo, en algun momento deberia ponerse la soga al cuello.

Dos horas y nada, comenzaba a exasperarme el silencio de esa ciudad, su ingenuidad y comprendía que así los mantenían, por conveniencia y comodato, era mejor vivir así, que en la realidad fuera de las murallas, una ciudad bella, tan bella como Vollkommen ero menos pervertida, aun que sabia que tenia sus secretos, podía olfatearlos en la sangre de algunos humanos, en sus mentes que querían mas y a mi parecer se fraguaba algún tipo de revolución contra los gobernantes, aun que nada concreto, quizás por respeto o miedo, uno nunca sabia.

Poco a poco llegue al centro de la ciudad, buscando algo con que entretenerme, para pasar la noche antes de salir de las murallas a buscar un resguardo o quizás incluso aventurarme y resguardarme dentro de la ciudad, lo cual no encontraba nada difícil y así llegue a ese lugar, un bar clandestino, llamado el Verona.

Mantenía la calma y yo me exasperaba cada vez mas, había abandonado los tejados para seguirle desde la calle.

Acera tras acera se acercaba más y más al centro. Me tomo un segundo adivinar a donde iban sus pasos: Verona.

¿Casualidad? Caminaba con tanta ... ¿y si se trataba de algún negocio en ese sitio?¿Y si no era un enemigo?. No, no podía ser, era demasiado osado por parte del dueño hacer una cosas así.

¡Demonios!

Tenía que hacer algo, no podía dejarlo entrar, habían muchas personas allí adentro y no podía ponerlas en peligro, además allí dentro estaba fuera de mi jurisdicción.

- ¡No hagas eso! - órdene firmemente antes de que atravesará la puerta - no puedes estar aquí - di unos pasos más cerca

Y entonces vino el encuentro, la voz de un baritono, aun muy joven indicaba su edad, un adolescente aun, su aroma era el de un humano, no uno comun, pues habia algo en el que lo dejaba en un apartado distinto al humano comun, y sin embargo lo que mas habia llamado mi atencion era esa carencia de temor al estar tan cerca de un vampiro, teniendo en cuenta que aqui no habia mucha referencia.

-Y si no me detengo, que haras? - pregunte, sin gierarme, aguardanod que se moviera, aun asi podia verlo por el rabillo del ojo, su rosto cubierto por una capucha y la mano dentro de la chaqueta, sabia lo que ocultaba dentro, pero eso no resultaba peligro alguno si decidia atacarme.

Gruñí molesto - Será la última cosa que hagas en tu maldita vida - para cuando termine la frase el arma ya están en mis manos, aunque aún no le apuntaba, el no había hecho nada malo, no tenía derecho de apuntarle, la norma decía que sólo podía dispararle a alguien que atentara contra un ciudadano, pero yo había actuado precipitadamente.

Como sea la cosa ya esta hecha - Quiero que voltees y me digas que haces aquí

Mi sonrisa se expandio en mis labios, olvidando por completo el cigarro que aun humeaba entre ellos, me movi despacio, levantando a medio toso mis brazos, y manos, en son de burla antes de llevar una de mis manos a la boca para retirar el cigarro de ahí.

-Vaya impetu - dije y le mire fijamente, agachandome ligeramente, al notar que era muy pequeño para su valor -Eres un niño queriendo jugar al cazador - indique mientras dejaba escapar el humo de mis labios - No te atreveras a disparar o si? Seria algo demaciado imprudente - dije y di un paso hacia el, haciendo mas patente la diferencia de estaturas - Por que no me muestras tu rostro, cazador?

- ¡No dije que te movieras! - extendí el brazo que llevaba el arma, eso hacia que mi la mira apuntará directo a su pecho - yo no juego con algo tan delicado, valora más tu vida - di un paso más en postura, una típica escena que para mi ya era costumbre - llevo haciendo esto mucho tiempo - más del que deseaba, más del que recordaba, más del que pudiera olvidar.

Con la mano libre heche hacia atrás el grueso gorro - Y no soy un niño - sentí la fría brisa acariciar mi rostro - Ahora dime ¿Que haces aquí?

Rei ligeramente y baje la mano que no tenia ocupada, poniendo el cigarro nuevamente en los labios para dar una larga lcalada antes de bajar esa mano.

-Son asuntos de adultos, pequeño . dije aun burlandome de el, de ese rostro aniñado y furioso, aun que algo detuvo mis pensamientos, como si hubiera inyectado en mi sistema una dosis fuerte de heroina, esos ojos tan azules.... Azul.... azul...

Cerre los ojos con fuerza, sintiendo mis manos temblar ligeramente, baje el rostro y puse el cigarro en mis labios volviendo a fumar esta vez de una forma mas rapida y nerviosa, descargando asi un poco de aquella tension, medie la cabeza y volvi a levantar el rostro, respirando larga y profundamente.

-Busco a alguien - dije por fin, evitando esos furiosos ojos azules.

Era como si de pronto esa arrogante seguridad se hubiera venido abajo en un parpadeo

- ¿Humano? Por que si no es así no creo que esté aquí - no volvió mirarme, no podía ver sus ojos pero la inclinación de su mandíbula lo delataba, fue entonces que le preste más atención a su rostro, pálido y liso, fino y varonil, un mechón de su cabello largo caída sobre su pómulo derecho y sus ojos .... Muy buena pregunta ¿Por qué las gafas negras? ¿era ciego o con glaucoma o débil visual?

Baje un poco el arma, no iba a confiarme de el - lo único que encontrarás aquí es que te metan un tiro entre los ojos, quizá lo haga.

-No es humano - indique moviendome lentamente, acercandome a él, ahora que bajaba la guardia, seria tan facil, tocar su cuello, la blanca piel tibia y apoderarme de su energia y su sangre.

Lami mis labios, dejando ver un poco mis colmillos, sin embargo no di un paso mas, ni un movimiento mas.

-Alguien importante de esta ciudad lo trajo aquí y mi trabajo es sacarlo de aqui, sano y salvo - dije mirandole a traves de las gafas.

- ¿Alguien importante? - cuestione - Te mintieron, creo conocer a las personas importantes de aquí y créeme que ninguno de ellos rompería las reglas.

Di un medio paso atrás cuando avanzó - te dieron una ubicación equivocada y a todo esto quieres por favor quitarte esos malditos lentes.

Fruncí el ceño molesto, conocía esa expresión - Ni siquiera lo pienses vampirito, lastímame y me darás el derecho sangrado de patearte.

Deje escapar una estrenduosa carcajada, dando un paso mas, acerandome mas a él, mientras me quitaba las gafas del rostro, guarandolas dentro de la chaqueta.

-Mejor? - dije mirandolo fijamente a sus ojos - Y no creas que lo sabes todo pequeño -indique - Usualmente a los soldados no se les informa de todo lo que los altos mandos hacen,ellos solo ejecutan ordenes.

Dije mirandolo de arriba hacia abajo, en un gesto ciertamente despectivo.

¿Qué clase de ojos eran esos? Sabia que mi visión no estaba engañándome pero ojos así no debían ser posibles, eran negros en su totalidad, tanto como lo era la noche o profundidad de un abismo, pero encajaban perfectamente en su duro y altanero rostro.

- Nuestros superiores - me reí internamente - nunca nos ocultan nada, y no somos  simples soldados - respondí molesto, odiaba que me vieran de esa forma - y ya te lo dije no soy un niño - termine la frase haciendo dos tiros, solo me tomo una fracción de segundo, la velocidad era una de las cosas que podia manejar perfectamente bien, era mi "don" como algunos decían, dos tiros, cada uno los suficientemente cerca de su rostro como para rozar su cabello - El siguiente no lo fallaré, ultima oportunidad ¡Vete!

Di un paso a un lado evitando la bala que habia rosado mi cabello,cortando a penas las puntas, sorprendido levante una ceja, sin dejar de sonreir.

-Vaya que tienes valor - indique y me movi rapido, lo suficiente para poder sostenerlo del cuello y hacerlo chocar contra la pared cercana, levantandolo solo con una mano - Deberias ser mas cuidadoso, niño - dije mostrando mis colmillos - Podrias convertirte en mi cena y ten por seguro que no encontrarian tu cuerpo pronto si me lo propusiera - sisee acercandome mas a su rostro, fijando mis ojos en los suyos, casi hipnotizado por ese azul profundo, como el mar.

Cerre los ojos un segundo como respuesta al dolor que me había causado el golpe seco de mi cuerpo contra la pared, inclusive solté un quejido, cuando los abrí su rostro estaba pegado al mío, por un momento percibi de forma directa el penetrante aroma masculino que lo rodeaba luego hubo dolor. Su mano apretaba con fuerza mi cuello, mis pies flotaban en el aire y la ausencia de aire se hizo presente.

Trate de quitarme su agarre pero su fuerza era notable entonces me di cuenta que nunca había soltado mi semiautomática. Levante una de mis manos con dificultad colocando el cañon bajo su barbilla - touché - moví los labios con carencia de voz.

-Sime disparas,me asegurare de llevarte conmigo, niño - dije,sintiendo elfrio metal de la pistolaen mi cuello, aflojando un poco mi agarre,solo un poco,sin soltarle.

-Dime, donde puedo encontrar a tu jefe y quizas te deje vivir.

- No lo se - respondí - ¿Que tan seguro estas de que esta aquí? - hablar aun me costaba trabajo y estaba haciendo un gran esfuerzo por mantener aire en los pulmones - Ademas aunque el lo tuviera ¿Qué te hace creer que sigue con vida? Y aunque lo estuviera si fue traído aquí fue por algo grande, no lo estará por mucho.

Empuje el arma - suéltame - ahora podia enfocarlo con dificultad y mis ojos estaban entrecerrados por el esfuerzo.

-Puedo sentirlo -conteste soltando un poco mas el agarre en su cuello-Se que sigue vivo, de lo contrario este lugar ya no existiria - rei con calma y levante el rostro al sentir nuevamente el metal frio del arma en mi cuello.

-Por que no disparas, quizas esto se torne mas interesante y me compadesca de ti, moririas mas rapido.

Obviamente me encontraba en una situación complicada, estábamos demasiado cerca como para arriesgarme a hacer algo osado, pero debía hacer algo pronto antes de que el resto de aire en mis pulmones se acabará.

Aspire mi ultima tocada de aire, baje el arma hasta su hombro derecho y dispare, con las balas especiales con que estaba cargada mi arma debía ser suficiente para provocarle el daño necesario para que me soltará y me diera el suficiente tiempo de correr, necesitaba crear algo de ventaja. 

Así que al oír la explosión de pólvora, verme liberado de aquella prision y caer tambaleante y tosiendo al suelo, recurrir a la fuerza que pude acumular y corrí con torpesa hacia el Verona, entrar allí era mi única esperanza.

Grite, fue un grito ahogado, que fue cambiado casi de forma inmediata por un siseo de dolor, podia notar el veneno en la herida, pues la bala no era cualquier cosa, estaba modificada para dañar a los de mi especie, y provablemten para dañar a otros seres no humanos.

Le mire fijamente, aun sosteniendo mi hombro hincado sobre el suelo humedo, haciendo acopio de todo mi poder para concentrarme y cerrar la herida, aun  que el veneno comenzaba a hacer efecto, lo vi correr hasta entrar al bar donde iba a entrar antes de ser interrumpido. Una, quizás dos respiraciones profundas, a ojos cerrados, sintiendo el cosquilleo de la cicatrización hacer su trabajo, y me puse de pie, caminando de forma tonta, como un ebrio hasta llegar a la puerta del llamado "Verona"

La puerta de ese lugar nunca me había resultado tan pesada como esa noche pero logre entrar sin ser alcanzado, ¿pero se suponía que iba a seguirme? Quien debía cazarlo había escapado, era su oportunidad de esconderse en la ciudad.

Cruce el pequeño cuarto que servia como especie de recibidor hasta el túnel que comunicaba al interior, aun tosía - Si sobrevivo a esto dejaré de fumar - Camine rapidamente entre las personas, estaba sobresaltado, me recargue en una de las columnas para darme tiempo de respirar y calmarme.

Estaba la otra posibilidad, el era muy fuerte, evidentemente años de experiencia que ponía calcular por cientos le ayudaban, así que el podia pensar que dejar un cabo suelto que delatará su presencia seria muy peligrosa, yo podría informarle a todos los demás cazadores, podia darles señas exactas de el, así que quizá si vendría tras de mi.

Cerre los ojos respirando agitadamente con las manos en la garganta, aun podia sentir el dolor en torno al mi cuello. Mi ojos buscaron en la planta alta donde estaba la oficina del dueño, las luces estaban apagadas ¡Genial! Realmente estaba en problemas, que Verona fuese "neutral" no significaba que fuera a ser de ayuda, el no lo sabia pero a mi me imposibilitaba a usar un arma dentro del bar.