Nyappy in the World [Vivia]

Seguía jugando con mi anillo cuando escuche su pregunta y levante la vista viéndolo -Eh bueno …. Es que - dije titubeando sin daber como decir le que era lo que me ponía nerviosa aun que después tome aire y lo solte -Seguiras siendo mi amigo aun que se la pareja de Rafael?- le pregunte por que a lo mejor tenia miedo de que Rafael viniera a tratar de matarlo o algo así aun que si eso ocurria yo no sabia que haría y lo mas probable es que tratara de que no le hiciera daño ya que el no me lo había hecho a mi

-No gracias estoy bien - dije cuando me ofreció un poco de su postre, había comido bastante bien y la verdad no me cabia nada mas -Se que no te hara daño si es que no me lo haces a mi - dije tratando de que el no fuera a decidir que era peligroso estar cerca de mi debido a mi cercanía con Rafael

Noto a Vivia toda nerviosa, así que la pico en la mejilla y lo que me dice me hace quedarme en realidad sorprendido. Levanto una deja.

- Él no tiene por qué ser mi amigo ni yo suyo, no le veo el problema que tú le ves.

Aunque no era del todo cierto en realidad. Los arcángeles tienen por objetivo fastidiar la diversión de la vida y claramente fastidiar a los demonios por el simple hecho de que somos geniales y ellos no. Empiezo a comer mi postre, buscando una manera no tan directa y tal vez hiriente de decírselo, porque bien que mal, ella me caía ya bien. Lo de la amistad va en serio, tal vez porque quiero tener una amiga diferente o tal vez simplemente porque Vivia es imposible de tratar mal o de molestar. Dejo el postre y la miro.

- Mira... Si te soy honesto, yo no confío en ningún arcángel y eres la única angelita en la que confío. Yo no te he hecho daño y no te lo voy a hacer porque tu propia forma de ser me agrada y ni siquiera me hace pensarlo. A veces puedo ser fastidioso, como cuando te insisto o te pico pero no creo que esté lastimándote. Tampoco tengo por qué ser amigo de tu novio, eso es aparte. Tampoco tengo que caerle bien. Yo soy amigo o enemigo de alguien por cómo es, no por las relaciones que tenga con otros, ¿ok?

Le sonrío.

- Hasta pareciera que temes que me aleje.

Escuche sus primeras palabras y después cuando comio su postre lo vi algo pensativo, no sabia que pensaba, tal vez estaba sopesando la idea de aun permanecer cerca de mi, aun que sabia que si no lo deseaba estaba en su derecho sobre todo por que sabia que podía estar en peligro ya que Rafael podía tratar de atacarlo por ser lo que era

Luego escuche sus palabras y cuando dijo que confiaba en mi sonreí, en cierta forma me sentía alagada por ese hecho, y a decir verdad yo igualmente confiaba en el a un era un demonio y cuando escuche sus ultimas palabras me sonroje un poco -Bueno es que me ces bien - dije sonriendo

Noto todas las reacciones de Olivia a mis palabras y creo que empiezo a entender: envidio lo que tiene. Y no es a su adorado novio, es esa... ese algo que pareciera atraer a la gente. Sin embargo, lo que quiero es aprenderlo o simplemente contagiarme de ello.

Me sonríe y le devuelvo una muy amplia sonrisa. Estiro mi mano y tomo la suya, en un gesto netamente de amistad. La miro como si fuera una pequeña lucecita alegre que nunca se apagara.

- Y tú a mí...

La suelto y río un poco.

- Ah, qué ironías de la vida. Y bueno, ¿ya terminaste? Podríamos hacer otra cosa. Pasear o no sé, ¿quieres?

Sonrei cuando tomo mi mano y dijo que yo también le caia bien, extrañamente aun que era un demonio me sentía bien con el era agradable, aun que a decir verdad no era con el único demonio que me sentía así pero también debía decir que eran pocos los que me hacían sentir de esa manera.

-Claro que si me gustaría dar un paseo- dije sonriendo y poniéndome de pie, aun no había recorrido toda la ciudad de los ángeles, y como para no preocupar a Rafael no salía de los limites de lo que ya conocía pues no había tenido demasiada oportunidad de recorrer las calles por completo y tal vez si iba con el seria menos peligroso hacerlo

Creo que Olivia es en verdad irresistible y simplemente tienes que estar con ella. O tal vez en realidad los opuestos se atraen y en mi caso, podemos ser muy buenos amigos. Propongo tomar un paseo o hacer otra cosa y acepta. Se levanta y pago, dejándole buena propina a la mesera.

- Vamos entonces...

Salgo de ahí con ella.

- ¿Algún lugar en especial o sólo pasear? Mira por esta calle hay muchas tiendas y más allá hay una plaza comercial y un parque, pero podemos ir a la aventura y perdernos. Yo sabré llevarnos de regreso.

Aun que el era un demonio y no uno cualquiera me agradaba, no podría explicarlo pero lo hacia de alguna manera había algo que me hacia sonreír, era una de las cosas mas importantes para mi como una traedora de felicidad siempre lo fue, aun caída sentía que aun lo era y lo veía con los que ayudaba porque aun podía darles eso que los hacia sonreír

Me quede pensando un momento a donde me gustaría ir pero no se me ocurría nada luego lo escuche que nos perdiéramos en algo así como una aventura, eso hizo que mi lado curioso saliera a flote y una sonrisa se dibujo en mis labios ya que confiaba en el aun que fuera un demonio, sabia dentro de mi que no me pasaría nada malo y el nos regresaría con bien -Me gusta la idea de una aventura- dije sonriendo mientras mis ojos brillaban como los de una niña que deseaba jugar, al final aun seguía siéndolo en muchos aspectos

Vi hacia las calles parecían ahora no solo escombros si no un lugar con magia esperando a que fuera explorado por nosotros, algo nuevo y fascinante un juego que hacia que casi brincara de la emoción y gritara de la misma, me contuve pero mis ojos no podían ocultar esa felicidad que me causaba todo eso

Propongo hacer otra cosa porque no creo que podamos estar comiendo eternamente... no somos gula. Estaría bien conocer más este lugar y no hacerlo solo. Porque yo siempre estoy solo y a veces eso no es lo mejor. Por el contrario, Olivia parece no estar sola nunca, ni siquiera cuando no está rodeada de gente. En verdad somos opuestos, o al menos lo parecemos.

Me alegra que acepte y aún más que prefiera que vayamos sin un plan. Yo no suelo hacer planes y los que hago siempre terminan muy cambiados. Creo que ese es justamente el secreto de mi éxito.

- Vamos entonces.

Miro a lo lejos y ubico una calle por la que no recuerdo haber pasado.

- Por ahí... no he pasado por ese lugar, así que será toda una aventura.

La cuidaría si resultaba no ser un buen lugar. Y sé que ella haría lo mismo. Podrá ser muy sonriente e inocente, pero seguro que es poderosa, al menos lo suficiente como para que no nos pase algo malo.

Esto es como una nueva aventura sin mucho trasfondo ni mucha seriedad. Olivia y yo caminamos por esa nueva calle que jamás me ha llamado la atención. Aún ahora no me llama, pero es lo más cercano que tendré a una aventura dentro de la ciudad y en este lugar en específico.

Nos adentramos y sucede que es un lugar bastante curioso. Hay tiendas de ropa gótica, librerías esotéricas y tiendas de tatuajes. Esto sí que era una sorpresa inesperada, casi esperaba que fueran dominios de pandilleros o algo por el estilo, pero no lo es. Simplemente es un lugar con tiendas fuera de lo común.

- Vaya, pues esto sí que no me lo esperaba. ¿Quieres entrar a algún lugar? Podría ser divertido.

Se nota que Vivia no había ido jamás a un lugar así. Yo en cambio he ido a varios. Me encanta conocer lugares y es genial ir por ahí viendo todas las culturas, más viniendo de un país con tantas tribus urbanas que uno pierde la cuenta.

- Podemos entrar a todas, yo no tengo nada de prisa, así que tómate tu tiempo para decidir a dónde vamos primero.

Dejo que vea todo, y la verdad a mí se me empieza a antojar hacerme algún tatuaje aunque sea de henna. Es imposible no contagiarte de todo el sentimiento de alegría y superioridad de todos los que salen.

Pero las chicas siempre serán chicas y Vivia quiere ver la tienda de ropa. Sonrío y asiento, empezando a caminar en esa dirección.

- Claro, dije que donde quisieras.

Veo el escaparate e intento imaginármela vestida así.

- Deberías comprarte algo. Sólo para cambiar un poco de look.

Caminamos hasta aquella tienda, yo iba casi brincado de alegría como si fuera una niña que iba rumbo a una tienda de golosinas y le habían dicho que podía tomar todos los que quisiera, cuando dijo que me debería de probar uno de esos vestidos me quede pensando un poco, jamás me había puesto algo así pero se veían lindos realmente -Si me gustaría - dije viendo aquellos vestidos

Pero pronto me vería en un problema ya que había tantos y todos tan lindos que no sabia cual escoger, di algunas vueltas por la tienda viendo uno y otro, todos eran tan lindos que no podía tomar solo uno y ponérmelo, solté un suspiro rendida con dos vestidos en mis manos uno era con vivos azules y otro con rosas, ambos eran cortos de faldas voladas con holanes negros que los hacían mas ampones uno era de mangas cortas abombadas y el otro de mangas largas que podían tapar media mano, eran tan lindos que no podía decidir cual ponerme

Entramos a la tienda, y al ver que Vivia parece hasta niña chiquita preciosa, río rivertido y encantado. Me parece muy tierno. También es bonito que acepte probarse algo de ropa, aunque no es el estilo que normlamente usa. Yo veo algunos accesorios en lo que ella encuentra un par de vestidos. Los miro y me la imagino.

- Creo que el rosa te queda más. Una moda como... oshare kei. Gótica pero alegre. Rosa con negro... Pero pruébatelos y te espero, a ver qué tal se ven.

Voy a ver también qué hay en lo que ella se mete al vestidor y me pruebo algunos accesorios. Tampoco pareciera mucho mi estilo, al menos no el actual porque ahora casi siempre ando de traje. Me miro en el espejo

Cuando me dijo que se me veria mejor el vestido con rosa sonreí ya que era uno de los colores que mas me gustaban, así que entre a aquel lugar que me dijo una señorita para ponérmelo, dentro había un espejo en donde me podía ver por completo y pensé que seria bueno comprar uno así para la casa, seria agradable tal vez le diría a Rafael cuando regresara a casa

Me puse el vestido y ya con el salí para que me viera puesto aquel vestido con muchos holanes -Como se me ve?- le pregunte sonriendo y girando para que lo viera por completo tenia mangas cortas algo abombadas, una falda corta con muchos holanes debajo que la hacia un poco levantada, un cuello redondo casi todo negro solo con algunos vivos de color rosa pastel

Me entretengo un poco viendo y probándome accesorios para esperar a que Vivia se pruebe los vestidos, o al menos uno. Las chicas suelen tardarse, así que lo tomo con filosofía, porque no quiero terminar hartándome. Vivia me cae demasiado bien. Así que hago lo posible por ocuparme para no llegar a fastidiarme, me conozco.

Contrario a lo que esperaba, Vivia no se tarda tanto como imaginé, y lo agradezco en verdad. Significa que me es muy fácil esto, contrario a lo que esperaba. Sonrío al verla porque sí, se ve diferente, pero se ve muy bonita. Camino alrededor de ella, viendo cómo le queda el vestido, pero no hay duda alguna, le queda perfecto.

- Te ves muy bien, preciosa en realidad. Tiene bonita caída el vestido y el color te queda muy bien. Yo digo que te lo lleves.

Después de medirme el vestido y salir para mostrárselo y vi como me observo, cuando dijo que se me veía bien sonreí y pensé que era una buena idea hacerle caso y llevármelo - Si creo que si me gustaría - dije viendo el vestido que quedaba completamente pegado a mi silueta y aun que jamás había tenido un vestido así pero tal vez le gustaría a Rafael así que decidi que si lo llevaría

Después de eso volví a ponerme mi ropa y Salí con el vestido en la mano -Bueno ya estoy lista - dije sonriendo para que si quería nos podíamos ir a seguir nuestro recorrido, me estaba agradando mucho todo aquello era tan nuevo y divertido estaba segura que era un buen amigo me sentía bien a su lado

En cuanto Vivia sale del probador, veo con atención cómo le queda el vestido. No lo hago con mala intención, todo lo contrario. Busco fallas justo porque quiero que ella se vea bien. Y se ve increíble. Eso me da un poco de envidia, pero no puedo evitarlo.

Ella decide seguir mi recomendación y llevarse el vestido. Obvio, porque soy genial y doy buenas opiniones.

- Te espero entonces.

Mientras va a cambiarse, decido probarme ahí mismo una camisa rojo sangre con una especie de textura que no he usado jamás. Me la pruebo sobre mi camisa y sin cerrarla y luego sólo escojo una talla más chica y ya. Me miro en un espejo de por ahí y se me pasa la envidia que sentí porque a ella se le viera tan genial algo. Después de todo, yo también tengo lo mío, ¿no? En cuanto Olivia sale, se la enseño.

- ¿Qué opinas? Creo que seré solidario y me la llevaré, no tengo ropa así tampoco. Puede ser una buena experiencia.

Le quito el vestido de las manos y lo pago junto con la camisa, usando mi tarjeta de crédito. Luego le doy la bolsa con su vestido y tomo la mía.

- Un regalo impulsivo para festejar que nos conocimos y somos amigos.

Salgo con ella.

- ¿Ahora a dónde vamos? Podríamos hacernos un tatuaje, aunque fuera temporal. Sería algo alocado. ¿Qué dices?

Salí de los probadores con el vestido en la mano para que siguiéramos nuestro recorrido, el tomo el vestido y lo puso junto con una camisa que había agarrado -Se te ve muy linda - le dije por que era verdad se le veía muy linda, yo no acostumbraba mentir y a demás no tenia por que hacerlo

Cuando dijo que era un regalo sonreí -Gracias - dije y le di un beso en la mejilla como agradecimiento por ese gesto tan lindo de su parte, sabia que todo eso lo hacia sin la intención de pedirme nada a cambio, éramos amigos y eso hacían los amigos no dar cosas para dar felicidad a los que querían igual haría yo

Todo estaba muy bien me estaba divirtiendo mucho pero cuando menciono lo de los tatuajes me quede parada y un poco pensativa, tal vez a Rafael no le gustaría eso aun que fuera temporal -Por que tu no te lo haces y yo te veo - dije sonriendo, tla vez yo no lo haría pero no le quitaría el gusto de que el lo hiciera

Por si fuera poco, Vivia hace que se me pase aún más mi momento de envidia cuando dice que la camisa se me ve linda. Lindo no es el adjetivo que yo usaría, es más, creo que es una palabra que casi no uso, pero suena muy apropiado en ella y en verdad lo aprecio. No tiene por qué ser igual a mí para que nos llevemos bien.

Pago lo suyo y lo mío y noto como se pone contenta. Tanto, que me da incluso un beso en la mejilla. Río contento, en verdad lo hacía únicamente porque se me daba la gana. Aunque sí, espero algo a cambio, como todos. Espero tener una amiga de verdad y que esté a gusto conmigo, pese a mi forma de ser tan distinta a la suya. Tal vez ella lo vea diferente, no lo sé, pero el caso es que no quiero de ella alguna ventaja o cosa material.

Salimos de la tienda y propongo hacernos un tatuaje. Ella no quiere, pero pues dejará que yo me haga alguna locura.

- Va, entonces yo sí quiero. Y acepto sugerencias.

Entro con ella a la tienda de tatuajes... y bueno, no parece que ella haya entrado a un sitio como este. Yo hojeo los catálogos, pero termino dibujando algo yo mismo.

- ¿Qué opinas? Ah, tú no sabes esto pero mi nombre, Ryuu, significa dragón. Quedaría padre en la mano, en la base del pulgar. O en la cadera...

Caminamos hasta un local donde hacían los tatuajes, era como arte en la piel, cuando entre vi todo aquel lugar lleno de tantas imágenes todas tan lindas coloridas muchas de ellas, mis ojos brillaban como los de una niña, con algo de emoción aun que yo no me haría nada o por lo menos pensaba que no me haría algo al menos no hasta pensarlo bien

Me quede un rato perdida en una pared llena de mariposas todas hermosas y coloridas era una de las cosas que mas me gustaban las mariposas de todos colores pero mas aquellas azules de un color brillante eran como hermosas flores que podían volar tan maginificas y tan perfectas como solo el padre las podía hacer

Vi aquel dibujo que me mostro el -Pero que lindo esta - dije sonriendo y emocionada por que sabia que se le veria muy bien así con esos colores -Tal vez te lo debería de dejar por mucho tiempo siento que te define - era como si mostrara quien era -Ammm pues no9 se tal vez en la cadera - se me hizo el mejor lugar para que se lo hiciera

Entramos a la tienda de tatuajes y Vivia se emociona. Observa todo con una curiosidad y una emoción únicas que sólo ella es capaz de mostrar. Yo sonrío y voy a lo mío mientras ella se entretiene. Decido que tengo que ser único y original, obviamente, así que dibujo algo yo mismo. Se lo muestro a Vivia y mi ego sube como mil puntos.

- Uno de mis talentos ocultos es dibujar. Cuando uno vive tanto tiempo aprende a hacer un montón de monerías. Además, si lo dibujo yo mismo, nadie tendrá otro igual, ¿no?

Explico que mi nombre significa dragón, incluso lo escribo con el mismo kanji. Admito que ella tiene razón, sí que me define.

- Tienes razón, me identifica. Soy elegante, genial, misterioso... sí. Pensaba hacérmelo permanente, aunque sabemos que con un poco de esfuerzo podría borrármelo.

Me gusta también la opción de la cadera porque es un lugar sexy.

- Cierto, en la cadera está mejor. Es sexy y si me dejo abierta la camisa, se verá todavía más sexy.

Le indico a uno de los tatuadores lo que quiero y se lo explico. Me lo haré en la cadera derecha. Abro mi camisa desde el pecho y hasta abajo y no puedo evitar ver al tatuador. En realidad no me duele... y pues el tipo no está nada mal. Platico con Vivia mientras me tatúan.

- Y dime Vivia... ¿como a qué lugares te gusta ir?

Seguí viendo las imágenes de mariposas, eran tan lindas que me daban ganas de llevarme alguna pero tal vez no estarían a la venta así que solo me llevaría las imágenes en mi mente guardándolas junto con tatos bellos recuerdos que tenia incluido aquel encuentro con Ryuu, escuche lo que dijo, el tenia razón podía borrarlo cuando el quisiera aun que fuera permanente

Escuche su pregunta y voltee a verlo cuando le estaban haciendo el tatuaje - Bueno pues unas cosas muy bonitas - me acorde del viaje con Abaddon, me había mostrado cosas muy lindas y nos habíamos hecho muy buenos amigos, yo diría mas bien que nos habíamos llegado a querer como hermanos me gustaría conocer muchos lugares, aun que ya fui a Paris con un amigo y a otros sitios a ver

No duele, aunque se siente cuando la aguja entra en la piel. Los humanos que siempre andan diciendo que duele horrible. Y después de todo, el dolor también puede ser rico. Alterno mi vista entre lo que me están tatuando, el tatuador y Vivia. Aunque le dedico más atención a ella. Vengo acompañado y quiero conocerla más.

Levanto una ceja con su respuesta y sonrío. Quería reír, pero sé que no debo moverme.

- Vaya vaya... ¿y a qué lugares bonitos has ido? Yo he ido a muchos, unos bonitos, otros regulares, otros hasta feos. En muchos casos, no importa el lugar, sino la compañía. O eso dicen... yo casi siempre voy solo.

Ahora que lo pienso, es cierto. Una vez en el lugar, suelo encontrarme a alguien, no es que siempre esté como ermitaño o cien por ciento solo.

- Luego por qué no tengo pareja... La verdad en este momento te tengo un montón de envidia porque puedes viajar con Rafael.

Cuando le empezaron a hacer el tatuaje me quede observando como lo hacían y a el también lo veía ya que no hacia ningún gesto de dolor a pesar de que el aparato con el que le pintaban aquel dragón tenia una aguja que entraba y salía de su piel, no sabia si no le hacia daño o el no lo sentía, después dijo que el conocía lugares lindos también y sonreí viéndolo de nuevo

-Bueno ese viaje no lo hice con Rafael sino con Abaddon - le dije por que parecía que el creía que había sido con el -Aun que también he ido a algunos sitios con Rafael - después recordé aquel pueblo al que fuimos donde ayudamos con su puente y su carretera

-No tienes por que tener envidia, yo puedo acompañarte a algún sitio , es mas ahora mismo estamos viajando juntos - era cierto aun que no habíamos salido de los ángeles era una aventura que estábamos teniendo juntos por que nos habíamos aventurado aun lugar que tal vez no frecuentaríamos usualmente