Intentando discernir (Paulette,Libre)

La concentración es todo un arte en sí mismo, la meditación el método para lograrla. Sentado de piernas cruzadas en el ruinoso salón de mi piso intento concentrarme; estoy intentando crear un hechizo de Discernimiento, uno para incrementar el alcance de la Razón que subyace en el subconsciente humano, oculto en nuestro verdadero potencial, para realizar correctas deducciones incomprensibles para el simple razonamiento consciente y no desarrollado. Estudiando la posición de los astros, las mareas, el olor del viento, las corrientes, el brillar del sol o de la Luna...La textura de la roca, el eco producido en una estancia, la solidez de sus paredes...El arqueo de cejas del oponente, su tensión arterial difícil pero posiblemente identificable a simple vista...El Demonio se esconde en los detalles, y es ahí donde miro...¿en su busca? Quizá, pero de ser así no habría mayor motivo que desterrarlo al lugar donde pertenece. Ambición...ése deseo instintivo de las bestias inhumanas a poseer lo que por naturaleza no les pertenece. ¿Y no somos los humanos iguales? Yo no lo soy, podemos dejar de serlo...Me estoy desconcentrando. Espera...¿qué es eso? Percibo algo extraño...Traspaso el Velo, tomando mi forma más espiritual, para percibir los susrros y murmullos de los que una vez vivieron. Papá, mamá...necesito vuestra guía, ayudadme...Pero ellos no respondieron. ¿Porqué? Aún es un misterio...Oigo cómo los ni vivos ni muertos me hablan, siempre tuve buena relación con ellos, al menos desde que mis poderes para cambiar de plano aumentaron. Me dicen algo, pero se oye tan lejano...Tengo que esperar un rato en esa forma inmaterial para que los murmullos sean descifrables. -Ce...menterio...Ce...menterio... -¿cementerio? ¿Cementerio Forest de Los Angeles City? Bueno, habrá que investigar...

Bajo al garaje, me monto en mi preciosa moto, meto un calambrazo a lo que una vez fue el interruptor de la puerta "automática" y ésta se abre. Acelero y dejo atrás el edificio donde me ospedo, con el rujir del motor. No es una Harley, pero está bastante bien, a mí me gusta. Los Barrios Bajos de Los Ángeles están siendo reconstruidos, aún así se puede apreciar la humildad, por decirlo de alguna forma, del lugar. Esquivo algún que otro vehículo mientras voy a una considerable velocidad por carreteras principales, dejando que la cola de la gavardina vuele libre, libre como deseo que lo sea de una vez por todas toda la humanidad.

El Cementerio de los Ángeles y su inmenso bosque...aparco la moto en la entrada y atravieso la desmarañada reja doblada. La Luna comienza a brillar con fuerza más allá de las oscuras nubes que cubren siempre el Cielo, como queriendo llamar la atención. -Yo te veo... -susurro, como queriendo calmarla. De hecho seguro que muchos lupinos están viéndola también esta noche. En fin, ahí que voy, a investigar la razón de la perturbación en el contínuo espacio-tiempo.