Senbō (Envidia) [Nay Shinoda]

Recorro el camino esquivando unos cuantos autos, no me gusta ir lento y me desespera que los demas lo hagan, desde siempre habia sobrepasado los limites de velocidad y esta vez no iba a moderarme en lo mas minimo. Y mientras conduzco comienzo con un par de preguntas y aunque quiero saber un monton de cosas realmente no son muchas las preguntas que se forman en mi mente.

-un pecado por dia suena bien- digo mas como un pensamiento al aire, sera una semana realmente entretenida, sonrio y lo miro de reojo un momento -no lo se, por eso te pregunto, tal vez asi pueda prepararme para la proxima vez- se que nunca podre hacerlo como un pecado real pero si puedo hacerlo sumamente bien entonces me conformare.

Pero son sus ultimas palabras las que hacen dibujar una gran sonrisa en mis labios "estoy orgulloso de ti" nunca nadie habia estado orgulloso de mi, no que yo recordara al menos, y esas simples palabras me llenaban de confianza y entusiasmo para seguir adelante con mi mayor esfuerzo

-gracias- digo con una sonrisa timida sin apartar la vista del frente

De verdad me agrada la forma en la que conduce Nay, y no empieza a darme aprensión por haberle dejado las llaves. Platicamos y me agrada no tener que pensar en el camino.

- Siento que menos no haría que apreciaras el pecado.

Río divertido cuando me dice sobre prepararse para la próxima vez.

- Oh a veces te dejaré tarea. No comas ansias, todo a su tiempo.

Halago su forma de hacer las cosas, poco a poco llenando de oscuridad su alma, sin prisas pero sin volver a la luz y su reacción me hace ver que el calendario escolar que planée está más que perfecto en cuanto a orden.

- Sólo digo la verdad. ¿Alguna otra duda? Porque también quiero que te fijes en los de al lado cuando te toque un alto. Mi auto es popular.

Asiento a sus palabras, claro que no solo debia aprenderlo si no apreciarlo, y claro que lo estaba apreciando hasta ahora, todo esto era bastante divertido y entretenido, exeptuando la parte en la que me habia levantado tan temprano claro.

-¿los otros pecados son igual de divertidos?- pregunto sonriente, aunque supongo que cada uno tiene lo suyo, rio un poco y lo miro de reojo -¿tarea? enserio, algo como escribir un ensayo de "lo que aprendi de los pecados es"...- rio pero la verdad es que no puedo mantenerme tranquila, sigo muy ansiosa, por todo, no puedo evitarlo

Me siento tan bien conmigo misma cuando alaba lo que e hecho hasta ahora, bien... tal vez solo fue un cumplido pero para mi es mas que eso, asi que esa sonrisa no se borra de mi rostro, y justo cuando termina de hablar llegamos a un alto, me detengo y siguiendo sus palabras miro a mi lado. Un par de chicos que conducen un auto deportivo me miran, yo les sonrio dulcemente e incluso les lanzo un beso antes de poner el coche en marcha de nuevo

-adoro esto- digo sonriente mientras comienzo a bajar la velocidad al entrar en una zona de restaurantes, recuerdo el consejo que me dio en la tienda asi que si quiero causar envidia deberia escoger el lugar mas costoso pero no se cual sera -¿que lugar crees que sea mejor para comer?- giro un poco para verlo despues de todo ya no voy tan rapido

Levanto una ceja cuando Nay pregunta si mis hermanos y hermanas son tan divertidos como yo.

- Vamos, no esperarás que sean tan geniales como yo. Soberbia se cree mejor que yo, pero yo sé que me envidia... Así que no, o quién sabe, tendrías que decidirlo tú, ¿no?

Cuando Nay pregunta por la tarea, me hace reír de nuevo.

- Hay cosas mejores que eso, algo como... "por qué envidio a mi mentor".

Es más que claro que a Nay le hacen falta halagos, y va a aprender a no necesitarlos y a aceptarlos. Veo que me hace caso y ve a los de al lado que están deseando tener mi auto y sobre todo, con chica incluida. Finalmente Nay se dirige a la zona de restaurantes. La miro divertido.

- Al lugar que tú creas que es el más genial. No importa nada más, es como con el vestido. La envidia es una cosa de actitud, ¿o acaso no has envidiado el agua que trae alguien cuando tú tienes sed? Y el agua es la bebida más barata del mundo.

-Pues... hasta ahora no creo que halla alguien mejor que tu- digo con sinceridad, a pesar de que ayer por la noche cuando me beso casi queria matarlo en el transcurso de la mañana las cosas habian cambiado bastante -¿algun dia conocere a tus hermanos y hermanas?-

Rio por lo bajo y lo miro de reojo -me seria mas facil escribir algo como... "Por que a veces tengo ganas de ahorcar a mi mentor"- pero lo digo sonriente, aunque esta mañana si que tube ganas de hacerlo -pero... supongo que de todos modos tendre que cumplir con la tarea que me des-

Al entrar a la zona de restaurantes le pregunto cual seria el mejor lugar y de nuevo me anima a elegirlo yo, claro que de nuevo me aconseja como hacerlo y sigo su consejo, me detengo frente a un restaurante de platillos internacionales, me gusta la fachada del lugar y parece ser lo suficientemente costoso desde mi punto de vista -creo que este es un buen lugar- le sonrio y ahora solo me queda esperar por la proxima leccion

Realmente Nay sube mi ego, me parece genial que piense que soy el mejor, porque francamente, envidio a aquellos que lo son o podrían serlo.  Me acomodo la corbata.

- Vaya, gracias.

Pregunta si conocerá a mis hermanos y no es una pregunta que me agrade. Nadie me garantiza que no estén buscando discípulo y quieran quitármela. Aunque... quizá alguno no tan peligroso. Ni de broma la dejo cerca de mi hermana Lujuria.

- Pues... Hasta que terminemos las lecciones. Y puedo presentarte... no sé a Jin, a mi hermano Pereza. Da flojera a veces y siempre se está durmiendo, pero creo que te agradará.

Hablamos sobre la tarea y río con muchas más ganas.

- Lo hago por tu bien... o más bien por tu oscuridad. Está bien si quieres matarme a veces, en realidad no podrías. Pero mis tareas no serán tontas, eso te lo garantizo.

Llegamos a la zona de restaurantes y dejo que ella elije el lugar. Elije uno que me gusta, así que mejor.

- Punto extra, me gusta este.

Bajo del auto y le abro la puerta. Tomo su mano y entramos. Pido mesa para dos y de camino, un mesero tira todo al vernos. Oh, creo que es alguien a quien le salté encima, más por cómo mira a Nay, como si la odiara, la envidiara y quisiera matarla. Bueno, qué más da, yo soy muy genial.

Llegamos a la mesa e insisto en acomodarle la silla a Nay. Luego señalo al chico.

- ¿Nos puede atender él? Gracias.

Ah, qué bien se siente ser un maldito...

Sonrio, no soy mucho de recibir cumplidos ni hacerlos a menudo pero se que con el tienen un valor distinto a con cualquier otra persona en el universo. Pregunto por sus hermanos y hermanas, si podre conocerlos algun dia y cuando lo miro de reojo parece no agradarle mucho la idea, aun asi me dice que tal vez cuando termine podre conocer a Pereza, sonrio y asiento, tal vez no le gusta hablar de sus hermanos, en fin.

-podria intentarlo- digo con una sonrisa traviesa aunque dudo sinceramente tener el valor de hacerlo algun dia, anoche le habia abofeteado por molestia pero dudaba poder hacerlo ahora -valla... ahora tengo curiosidad por la tarea ¿tendre tarea hoy?- cada vez me voy convenciendo mas y mas de que tome la decision correcta

Llegamos a la zona de restaurantes y elijo uno que me parece lindo, sonrio cuando me dice que le gusta, el tan caballeroso como siempre me abre la puerta y me ayuda a bajar del auto, entramos en el lugar y al caminar hacia nuestra mesa un mesero tira las cosas que lleva, luego fija su vista en mi y yo le sostengo la mirada con extrañeza ¿que le hice yo? llegamos a nuestra mesa y una vez que nos sentamos me inclino hacia Ryuu

-¿quien es el y por que me mira como si quisiera matarme?- pregunto con curiosidad mientras apoyo mi cabeza sobre mi mano, presiento que el tiene que ver

Quizá Nay intuye algo, pero en serio que yo no voy a dejar que alguien me la gane como discípula. Soy un niño envidioso y no me importa, ella es mía y no la presto.

Río cuando dice que podría intentar matarme, más que nada porque no parece que quiera hacerlo de verdad. Cuando pregunta por la tarea, se me ocurre una, así que sonrío travieso.

- Tendrás, pero te la diré hasta en la noche. Ahora toca comer.

Elige un restaurante que me gusta y tras las formalidades, entramos. Me gusta ser caballeroso con quien me importa, y Nay va a ser alguien importante para mí de por vida, sólo porque eligió que yo la ayudara a oscurecer su alma.

Nos sentamos y pido que nos atienda el mesero que tiró las cosas. Estoy saboreando mi maldad, cuando Nay pregunta.

- Me lo tiré hace como dos semanas, pero huí cuando empezó con que si eso significaba que lo amaba y éramos novios. El punto es que te envidia y hagas lo que hagas, seguirá envidiándote. La lección tres es que uses eso a tu favor.

Le hago un guiño y en eso se acerca el chico, se presenta, me mira con odio contenido y a Nay con envidia, pero yo no presto atención a su nombre, no me interesa.

- ¿Qué quieres de beber, amor?

Escucho cómo el tipo tiró su pluma y no dejo de sonreírle a Nay. Para reforzar mi punto, me muevo y me siento a su lado, en lugar de enfrente.

Me pregunto en que estara pensando Ryuu, yo solo tengo curiosidad de conocer a sus hermanos y hermanas pero parece que no es una muy buena idea, no me importa mucho de todos modos el me enseñara todos los pecados y se que lo hara excelente asi que simplemente lo dejo pasar.

Reimos, ahora no quiero matarlo y seguramente nunca querre hacerlo pero al menos puedo plantearme esa posibilidad si la cosas no resultan como esperamos, lo cual dudo; pregunto por la tarea y el dice que habra, lo miro con curiosidad pero no me dira nada hasta esta noche, hago una mueca -¿y no puedes darme al menos una pista de mi tarea?- pregunto en el tono mas tierno que puedo, la curiosidad me mata

Al final llegamos al restaurante, nos sentamos en una linda mesa y pregunto por el chico en la entrada que me miro de aquella forma, el me explica el por que y alzo las cejas al escuchar aquello, no me sorprende... mucho. Y entonces me pregunto como voy a usar la envidia mi favor esta vez.

La llegada del mesero me trae de vuelta a la conversacion, me mira de nuevo y me siento algo incomoda ante esa mirada sin saber por que, entonces Ryuu hace su jugada, le sonrio cuando me llama amor y capto como la mirada del mesero sobre mi se intensifica, cuando el se sienta a mi lado me pego un poco mas y recargo la cabeza en su hombro con gesto de enamorada -tengo ganas de vino ¿tu que dices querido?- mi voz suena sueve, tierna, dulce

Me divierto bastante con todo esto.

Entrecierro los ojos y miro a Nay cuando me pide una pista de lo que le dejaré de tarea.

- Chismosa... Sólo te diré que tiene que ver con la clase de mañana. Pero todo a su tiempo.

Llegamos al restaurante y por supuesto que tenía que hacer mi entrada, fastidiando a alguien, aunque esta vez, no lo hice a propósito. Oh no, esta vez ni fui directo a fastidiar, así que no es mi culpa. Le explico a Nay lo que pasa con el chico este, pero creo que está bastante bien usarlo como material de estudio.

El chico nos atiende, porque claro que yo iba a pedirlo. Esto es como traer material didáctico a la clase. Y por supuesto, revivo el acto de novios porque es justamente lo que hará que el tipo la envidie. Me muevo y me siento al lado de Nay, rodeo sus hombros.

- Lo que tú quieras... Aunque podríamos pedir champaña también. Depende, claro de lo que quieras comer.

Miro al chico hasta que nos deja un par de menús. Pido una botella de champaña rosada, Moët & Chandon Impérial Rosé. Volteo a ver a Nay de nuevo.

- Ahora tu misión es lograr que su envidia por ti haga que te sirva más de algo. Tienes todo libre, puedes levantarte, atacarlo por la espalda, hacer que me odie... accorralarlo en el baño. Lo que sea, pero quiero ver que lo que pidas, tenga algún extra.

Dejo de abrazarla y levanto un dedo.

- Si ganas... Te daré un regalo y aparte te compraré la ropa que quieras o que necesites para tu semana de entrenamiento, todo hoy mismo. Este es como tu examen del día de hoy. Yo no voy a darte una calificación, yo te daré algo mejor cuando pases todos los exámenes.

Pregunto por mi tarea pero el no me da muchos detalles, hago un puchero fingido por que se que no me dira mas, la curiosidad me carcome y ansió que llegue la noche para saber de que se trata, pero de momento tendre que esperar.

Al llegar al restaurante y sentarnos en nuestra mesa Ryuu me explica que pasa con aquel chico, y que el pide que nos atienda, nos comportamos como novios de nuevo y yo como buena novia, sonrio y me acerco mas a el, mientras que el mesero parece querer estallar de envidia.

-champaña esta bien para mi querido- le sonrio de manera dulce -y cualquier cosa de comer ligera para mi- pronto el mesero se retira y entonces Ryuu me suelta mi examen de hoy, debo admitir que me pongo algo nerviosa pues no se como manejar la situacion pero no quiero desepcionarlo y quiero esa recompensa, le sonrio

-y supongo que no me diras cual es esa sorpresa ¿verdad?- sacudo levemente la cabeza mientras me pongo de pie -bien, hora de presentar el examen-

Camino con paso calmado hacia los baños pero me desvio ligeramente a otro pasillo donde el mesero habia desaparecido hacia un instante, no hay nadie mas en el pasillo y en cuanto el chico me ve intenta correr pero gentilmente le cierro el paso y le sonrio dulcemente

-no tienes por que odiarme a mi querido- digo con voz suave, baja, incluso un poco seductora -debes odiarlo a el por lo que te hizo no crees- me acerco un poco mas, tratando de parecer lo mas inocente posible -dicen que la venganza es un platillo dulce... y creo que justo ahora tu estas en una muy buena posicion para disfrutar de ese platillo- veo la duda en sus rostro, realmente esta considerando mis palabras -que dices? yo puedo ayudarte a conseguir una pequeña victoria sobre el- me acerco aun mas a el -solo debes dejarlo de lado, pero no debes ser tan obvio claro... seguro eso le dolera- le sonrio de nuevo -claro... todo depende de si estas dispuesto, eso lo dejo a tu consideracion- le paso la mano por el cabello y le guiño un ojo -espero que tomes la decisión correcta- y luego me alejo y entro al baño, respiro profundamente mientras me miro en el espejo, espero hacerlo bien, espero cumplir con las espectativas de Ryuu, espero pasar el examen.

Vuelvo a la mesa y le sonrio a mi Sempai, espero que todo valla bien.

Nay acepta qeu pida champaña y cuando dice que quiere algo ligero, aprovecho para destrozar al mesero.

- ¿Qué tal una ensalada con pollo? Para los dos...

Pido un solo plato de ensalada, para compartirlo, y se nota que no le agrada nada al chico.

En cuanto se marcha, hablo con Nay y le digo que tendrá examen. La verdad es que se me acaba de ocurrir, pero creo que es una buena idea porque así comprobaré si aprendió lo realmente importante. Quiere que le diga cuál es la respuesta y sonrío encantador.

- Supones bien.

Mi alumnita se levanta muy decidida y yo cruzo la pierna y la veo marcharse. Jugueteo con los dedos sobre la mesa y honestamente, pronto empiezo a envidiar a aquellos que tienen comida y bebida servida, por mucho que sé que yo mandé a Nay a fastidiar al mesero.

Empiezo a impacientarme, pero finalmente Nay regresa y se nota que se siente bastante bien.

- ¿Todo bien?

El meserito no tarda en llegar con nuestra champaña rosada y la abre... Y sólo le sirve a Nay. Veo atónito cómo deja la botella sobre la mesa y se larga después de servirle a ella. Obviamente lo maldigo, pero después de servirme, volteo a ver a Nay.

- Eres buena... ¿qué le hiciste?

Y el chico vuelve, con el plato enorme de ensalada y dos platos. Y el muy imbécil, se prepara para servir.

- ¡Déjalo así! No me arruines mi aniversario con mi chica, inútil.

Con el tenedor, tomo un poco de ensalada y se lo acerco a Nay, mientras uso mi poder para aumentar la envidia del tipo y encima, mi dementación para hacer que se marche a llorar. Veo de reojo cómo se aparta con la mano sobre los ojos y sonrío triunfal.

- ¡Ups! Creo que me pasé...

-A mi me parece bien amor- digo manteniendo el tono dulce y meloso con él, mirando como el mesero muere por lanzarnos algo al rostro.

El mesero se marcha y entonces yo resivo instrucciones para mi evaluacion del dia, ademas de que me promete una sorpresa y eso me motiva bastante, suspiro y me pongo de pie, acorralo al pobre chico y hago uso de mis encantos, lo cual espero que sea suficiente, despues vuelvo a la mesa y no puedo evitar sentirme un tanto nerviosa.

-Perfectamente- le sonrio, despreocupada, el chico vuelve con nuestra bebida y veo con satisfaccion como solo me sirve a mi y se va, yo le dedico un guiño antes de que se marche y luego miro a Ryuu -Nada... solo hable con el- sonrio traviesa y me encojo de hombros mientras bebo un poco de mi copa -¿y bien? ¿pase?- nunca me habia sentido tan ansiosa por una "calificacion" como ahora

Llega nuestra ensalada y el chico parece querer seguir con el plan, pero Ryuu lo pone en su lugar y entonces el mesero se marcha llorando -a veces eres tan cruel- digo con un media sonrisa mientras como de lo que me ofrece, lo miro con satisfaccion y sonrio feliz -debo admitir... que esto es bastante divertido- tomo el tenedor de su mano y tomo un poco de ensalada y se la ofresco dulcemente

Nay regresa y poco después, viene nuestra champaña. El muy maldito mesero sólo le sirve a ella y no a mí y por supuesto que me molesto, pero sólo con él. En cuanto el mesero se marcha, hablo con Nay.

- No hasta que me digas qué hiciste. También cuenta, ¿sabes? Soy curioso.

Cuando llega la ensalada, ya en verdad es demasiado. No puedo creer que este tipo empiece a ser así. ¿Le gustará Nay? Pese a eso, me molesta, así que lo fastidio bastante utilizando mi poder. Creo que cuando llora es claro que el que le gusta soy yo.

- Claro que soy cruel, soy un demonio, no un ángel.

Como ensalada con Nay.

Hora del examen del dia, pero estoy lo suficientemente motivada para hacerlo bien, acorralo al mesero, le dirijo un par de palabras y pronto vuelvo con Ryuu, el mesero me sirve en un copa y se marcha, mi sensei se molesta y presiento que hice un buen trabajo.

-lo note-sonrio de medio lado -hable con el y le dije que podia vengarse de ti de esta forma, algo asi como que confabulara conmigo en tu contra- le guiño un ojo -pero hice uso de mis encantos- y ruedo los ojos por que realmente yo no soy, o era, ese tipo de chica -¿entonces... pase?-

La ensalda llega y pronto el mesero sale llorando del lugar, valla que Ryuu tiene mucha influencia en este tipo de cosas, rio levemente -si, eso ya lo note- y le doy ensalda, es divertido este juego de novios que tanto utilizamos -¿y mi premio?-

Por supuesto que insisto para que Nay me cuente lo que le hizo al pobre mesero. Que vamos, es más mi curiosidad que otra cosa y no va a impedirme de todos modos aceptar que tengo una muy buena alumna.

- Vaya vaya... ¿osea que en serio está enamorado de mí? Ojalá, siempre viene bien tener varios de esos porque hacen lo que les pidas sin esperar nada a cambio. Y sí, pasaste.

El meserito termina por fastidiarme, así que le hago dementación. Sólo que no esperara que llorara, vamos, ¡qué uke! Ni que fuera tan malo, hasta podría considerar volver alguna vez y tirármelo de nuevo.

Como con Nay, continuando este juego de novios.

- En cuanto terminemos el postre, volvemos a las tiendas y podrás elegir la ropa que necesites para esta semana conmigo. Y luego volvemos a casa. Necesitas dormir y necesitas tiempo para hacer la tarea que te dejaré.

-nadie puede resistirse a tus encantos- digo divertida mientras bebo de mi copa y sonrio ampliamente al escuchar que pase mi primera prueba, tanto que me dan ganas de saltar y bailar para festejarlo, rio un poco ante esa imagen mental -parece que no soy tan mala alumna despues de todo-

-nunca me habia emocionado tanto por un dia de compras como ahora- tal vez por que nunca le habia dado mucha importancia o por que era mi premio por un buen trabajo con la envidia, como fuera iba a disfrutarlo todo lo que pudiera -¿y me ayudaras a elegir la ropa?- le pregunto con curiosidad mientras lo miro -y tambien quiero saber sobre mi tarea... o dejaras que la curiosidad me mate lentamente?- cuestiono entrecerrando los ojos un poco, creo que optara por la segunda opcion

Sonrio -que quieres de postre novio mio?- le pregunto con voz dulce mientras le ofresco mas ensalada

Le hago un guiño, aceptando por supuesto que soy completamente irresistible. Luego le digo que pasó y empieza a echarse flores, lo cual me parece bastante bien.

- Ya vas aprendiendo que estrenar sube el ego, digo, la autoestima. Normal que te guste.

Nay quiere saber si la ayudaré a escoger ropa y le conraté sobre la tarea,

- Si quieres, te ayudo con la ropa. Y no se me había ocurrido dejar que la curiosidad te mate lentamente, así que ahora me parece una buena idea.

Postre postre... ¿por qué no?

- Algo con helado estaría bien.