principios de vida - Yoko Kitty

Moví los brazos de un lado a otro bostezando aburrida, no tenía idea cuanto tiempo llevaba en el mismo lugar pero si notaba que algo de frío me estaba dando, el cielo pasaba de un color radiante a uno casi color carmesí, no tenía idea que significaba aquello pero si no me movía sabía que moriría. No es que alguien me lo hubiese dicho sino que mi cuerpo y mi ser lo sentía, moriría si no hacía algo al respecto. Me volví a sacudir tratando,en vano, de moverme o hacer algo pero nada, parpadee un par de veces obligándome a no llorar,lo llevaba evitando todo el día y no pensaba decaer ahora, claro que, se me estaba haciendo difícil, no sabía que mas hacer!!!!. Levanté mis pies tocándolos con mis manos dándome un impulso tan grande que quedé de cara al piso, un piso duro, verde y sucio, resoplé indignada, no era lo que deseaba pero algo era algo, me llevé la mano a la nariz sacándome aquello que me provocaba picazón cuando un olor me distrajo, me quedé estática un segundo averiguando se aquello se acercaba o alejaba, si era peligroso o pacífico; volví a resoplar,la verdad no tenía idea de que diablos era pero esperaba que pasara por donde yo estaba. E
El estómago me rujió muy fuerte, lo que me faltaba, tenía una sed imposible de aplacar por mas saliva que tragase, de hecho a poco había estado de morderme a mi misma pero debía mantener la decencia, por lo menos, tanto como me fuera posible, volví a resoplar provocando que un poco de tierra se me pegara en la cara y en la lengua pero no tenía tiempo que perder, volví a darme impulso girándome a mi posición inicial buscando con la mirada a ese algo que olía así cuando me di cuenta que ya estaba todo oscuro. Algo en mi se estremeció y comencé a llorar sin poderlo evitar y sin ganas de ello, me estaba sacando de encima toda la frustración y soledad que me embargaba.

Estaba visitando a Adris por unos días y, siendo como era la pelirroja, no podía quedarse quieta por mucho tiempo así que tuvo que irse a pasear por la ciudad. Más precisamente al bosque... ese lugar era genial, era "peligroso" como todo bosque, era un tanto tenebroso, y además le traía algunos recuerdos locos sobre vidas pasadas, aventuras, cagadas, etc.

Además, era una caja de sorpresas. La última vez que había pasado por ahí se había encontrado con Kyra recién despertada de... a saber cuantos años. Se moría por saber qué encontraría esta vez... a lo mejor otro lobo, como en su anterior vida, a lo mejor una ardilla. Quizás encontrara el país de los elfos oscuros folladores y pervertidores de niñitas inocentes como ella!
Soltó una carcajada ante su propia locura antes de continuar vagando sin rumbo por el lugar hasta que encontró una bifurcación en el "camino". Estuvo a punto de ir a la derecha, solo porque parecía más tenebroso, cuando escucho un... sonido extraño... Algo así como un maullido o... un llanto? en el bosque???

-Pero qué mierda...?- murmuró antes de seguir el sonido, caminando varios metros hasta dar con el origen-awwww! quién carajo fue el hijo de puta que te dejó acá????- murmuró tomando a la criatura en brazos, sin preocuparse siquiera por ver si era en verdad un bebé o alguna especie de trampa. El mundo era un lugar raro...

-No llores... me harás llorar a mi- suplicó con el bebé en brazos sin tener ni idea de como calmarlo... o calmarla, parecía una niña. Al final optó por hacer como hacía con los cachorritos de tigre en el circo, solo que en lugar de abrazarla y ronronearle, comenzó a cantarle.

Spoiler:

Dejé de llorar apenas aquella mujer me tuvo en brazos, era la sensación mas maravillosa que había experimentado, después de escuchar aquellas voces que parecían quererme claro( aunque ello sonara tan lejano ahora), aunque lo que me calmó de verdad fue su voz, era suave, dulce, casi como un arrullo de hadas. Me moví un poco en sus brazos sacándome la tierra de la boca o lo que pude, ahora que estaba mas calmada debía mantener la compostura, sobre todo si quería dejar de estar tirada en el piso.
Levanté por fin la vista para observar quien me sostenía o a quien debía agradecer por rescatarme y lo que pude ver desde mi ángulo le llevó a sonreír, era pelirroja y hermosa, muy hermosa con una sonrisa tan contagiosa que me era casi imposible dejar de mirarla, su tacto a través de mi mantita era suave y parecía traspasar calor o mas bien paz, algo así. Me la quedé mirando hasta que mi estómago sonó de nuevo, tenía hambre mucho hambre y ella olía de lo mas bien ¿y si la mordía? ... negué con mi cabeza sacando esas ideas tontas mientras mi voz racional me recordaba mantener la compostura, ok, el llanto me salió del alma pero no podía volver a caer en lo mismo, ante todo dignidad o lo poco que me quedaba pero ¿como le hacía entender que si no comía moriría ahí mismo? (sí, era melodramática en mi pensar pero aquello era lo que sentía) y se me ocurrió un idea. Abrí mis boca metiendo un dedo en él, me mordí lo suficientemente fuerte para dejar salir un hilito de sangre de mi y lo chupé, esperaba que entendiera lo que trataba de decir o por lo menos el sonido de mis estómago llegara a sus oidos, lo cual, me pareció lo mas certero ya que cada ves sonaba mas fuerte

Sonrió al ver que se calmaba cuando comenzó a cantar, y más cuando levantaba la cabeza para mirarla y le devolvía la sonrisa. De hecho, se derritió al verla sonreír... era tan, tan bonita!!! (esperaba que fuera niña en serio... y que no leyera la mente si era niño).

-Awww, qué tienes bebé? cuánto hace que estas aquí solita...?- murmuró aunque sin esperar respuesta. Suponía que era hambre, podía escuchar el estómago de la pobre y estaba por buscar un paquete de galletas cuando la vio morderse el dedo hasta hacerlo sangrar y luego... chuparlo? sin llorar del dolor...? -acaso eres... un vampiro? tan bebé....?- susurró sorprendida. Ahora no tenía idea de qué hacer... Y si le daba sangre y le hacía mal...?

Rebuscó entre sus ropas hasta dar con el paquete de galletas y le dio una, esperando que con eso aguantara mientras le enviaba un mensaje a Darius... de todas formas, si lo pensaba, no tenía mucho sentido que fuera vampiro, se habría quemado con el sol hace un rato.

De verdad trataba de entender que estaba diciendo pero no lo comprendía del todo, aún me costaba unir las palabras pronunciadas por ella y menos repetirlas por mucho que pusiera la boca de la misma manera que ella ni un solo sonido salía, me resigné a tratar de hablar cuando vi lo que me estaba pasando, no tenía idea que era pero olía rico, no tanto como su sangre pero era algo que podía comerme sin el temor de ser arrojada lejos como una pelota. Acerqué mi manita a una de las cosas redondas oliéndola primero y después llevándomelo a la boca, ok, debía admitir que sabía muy rico, apenas lo tragué me dolió el estómago pero no con un dolor malo sino uno bueno, de esos que dan cuando uno recibe comida después de no haber comido en un tiempo algo prolongado.
Me comí todas las galletas que pude y aunque en la décima ya me encontraba al borde del colapso la sed no se me pasaba con nada, suspiré mirándola nuevamente ¿ahora como le hacía entender que tenía sed?, pensé un buen rato adoptando una mirada pensativa y algo gracioso de ver en un bebe tan pequeño como lo era yo hasta que se me ocurrió tragar saliva, lo se, no era la idea mas brillante pero no había de otra forma para describir la sed que tenía y así fue como terminé tragando repetidas veces y llevando ambas manos a mi garganta, era lo mas dramático que podía hacer para darme a entender y esperaba de todo corazón que lo hiciera porque ya me comenzaba a picar la garganta de verdad y no me estaba gustando para nada la sensación en mi pequeño cuerpecito.

Dejó que la niña comiera las galletitas agradeciendo que al menos ya sabía que era lo que le pasaba, mientras se mensajeaba con Darius, soltando risitas cada tanto por las estupideces que le respondía, hasta que la niña empezó a hacer gestos extraños para un bebé.
Por momentos parecía pensativa, cosa que era muy, MUY rara si fuera un bebé normal... o bueno, uno humano. Aunque luego de ver que no lloraba por lo de su dedo, supuso que sería de otra raza... pero cuál?
-Diablos... por qué los bebés no vienen con manual de instrucciones...?- se preguntó mientras caminaba de regreso, esperando no perderse con la niña, viendo como tragaba saliva continuamente y se llevaba las manos a la garganta-sed? tienes sed...? mierda, no tengo agua... - masculló preguntándose si de verdad sería buena idea darle sangre. Acababa de ver como ella misma bebía su propia sangre.
-Mmmm... a ver... puedes morder aquí?- preguntó acercándole la muñeca a la boca.

Solté una risita como campana cuando vi que me entendió a la perfección, de verdad que fuera quien fuera ella me caía de lo mas bien, me entendía y me llevaba lejos del bosque, no es que no me gustara pero algo triste sentía por él, claro que ahora no tenía cabeza para pensar en ello sino que de saciar mi sed!!!! de verdad me estaba empezando a escocer mucho mi garganta, era como si quemara o algo así y dolía un poco, de hecho, tanto estaba concentrada en aquella sensación que apenas sentí que nos estábamos realmente moviendo, lo único que sentía era esa medalla un poco grande para mi cuerpo en forma casi de serpiente y el ardor.
Sentí como acercaba su muñeca a mi boca, aquello debía de ser una invitación no? porque yo no sería tan maleducada de morder por morder pero su sangre olía taaan rico y yo tenía taanta sed que no la pensé dos veces, tomé su muñeca con toda la fuerza que pude y enterré mis dientes, nada salió, era como si mis colmillitos fueran muy frágiles para romper su piel, alejé la muñeca de mi boca pero sin soltarla para tomar impulso y volver a morder, nada,aquello era frustrante!!! tenía la comida frente a mi y no podía alcanzarla!!!, respiré onda y profundo para ir a mi tercer intento, éste tuvo mas suerte logrando, por fin, atravesar la molesta capa de piel y llegar a sus venas, era una chiquita pero como yo también lo era estábamos a la par. Bebí y bebí lo que me parecieron horas y a la ves segundos, era la mejor sensación del mundo, mucho mas rico y llenador que las galletas, mucho mas placentero y apaciguante, de hecho, me parecía volar o descansar mientras bebía.
Me quedé llenita en poco tiempo (no es que mi cuerpo fuera taaaan grande como para beber litros y litros), le solté su muñeca lentamente y le volví a sonreír, agradecida totalmente por aquel gesto, ahora ya no tenía ni hambre ni sed y me arrullaban con mi mantita, una que tenía solamente un nombre: Cahetel

Sonrió encantada cuando la niña rió, era un sonido muy, muy bonito y... que le dieran a Dar, pensaba quedarse con la beba... Aunque debía buscarle una niñera para cuando salía a partirse en pedazos, pero quizás pudiera contar con Andy para que la ayude...

Hizo una mueca, preguntándose si de verdad era buena idea darle sangre a la niña, cuando vio que no podía abrir su muñeca. Aunque evidentemente era lo que ella estaba pidiendo porque sino no tendría mucho sentido el que esté queriendo morderla...
Estuvo por retirar la mano y abrir una herida ella misma cuando la niña logró hacerla por sus propios medios, sacándole una mueca de dolor antes de dejarse llevar por esa sensación rara que daba cuando un vampiro o un híbrido bebía tu sangre- espero que Adrián o Morgan sepan de más de razas que yo... - murmuró para si intentando recordar si había caminado mucho o no, porque no sabía que tan lejos iba a llegar con la niña. Venía de estar hecha mierda y no terminar de curarse, y muy a su pesar, la sangre que le estaba dando a la bebé, por muy poquita que fuera, hacía que se sintiera algo cansada. De todas formas era lo suficientemente cabeza dura como para llegar a donde fuera si se lo proponía, el problema sería si se aparecía algún bicho raro en el camino...

-Estas mejor, bonita?- murmuró con una sonrisa al verla más calmada. No podía dejar de pensar que era muy tierna y toda abrazable.
Tomó el pañuelo que Cerb le había dado hacía ya unos cuantos días e hizo malabares para atárselo a la muñeca sin molestar mucho a la niña mientras continuaba caminando, descubriendo que por suerte no se había adentrado mucho en el bosque y el bar de Adris no estaba tan lejos de la zona por donde había salido.
-Tienes sueño, bebé?- preguntó, tapándola más con su mantita y dándose cuenta de que en ella había un nombre. En un principio pensó que sería una marca de ropa para bebés o algo así, no había oído ese nombre jamás, pero la voz de Kitty la sacó de su error-awww, este es tu nombre? Cahetel? nunca lo había escuchado... Kitty dice que ella si, Kitty es mi otra personalidad, es mucho más linda que yo, no te asustes si aparece de repente, esta un poco loca, pero es buena- explicó, como si la bebé pudiera entenderle, mientras le jugaba con las manos.

Menos mal que no era mucho el daño provocado por mi mordedura aunque debía suponer que sería así, mas que mal mi boquita era pequeñita y apenas lograba morder algo. Apenas la vi envolverse la muñeca cuando sentí un rico arrullo, como si al desaparecer los pesares de hambre, frió y soledad me estuviera calmando más y más; sus brazos eran cálidos y supuse así me hubiese sentido si la persona que me traía en su vientre estuviese a mi lado ¿donde estaría aquella mujer y aquel hombre? ¿estarían bien, vivos o muertos? no sabía que pensar y no quería pensar además que todo me parecía tan nebuloso a estas alturas. Pegué un gigantesco bostezo haciendo amago de lo que acababa de decir, sí, tenía sueño pero me prohibía dormir hasta no saber mas de ella o por último a donde nos dirigíamos ya que me daba la impresión que a cada paso menos vegetación no rodeaba. Miré el cielo que ya encontraba en su plenitud oscura sintiéndome cada ves mejor, no me agradaba esa cosa brillante que me había molestado todo el día o mas bien inquietado.
Me dediqué a escucharla tratando de entender lo que decía, algo que no me resultaba del todo fácil pero si ponía de mi empeño lograría descifrar...¿quien era Kitty? ¿ella? porque no sabía su nombre, a lo mejor... pero me sacó de mi error no sin antes poner cara de poker que debía de verse muy graciosa en mi, ¿que era eso de doble personalidad? pensé que dos seres vivían en ella, algo que podía pasar de lo mas natural según yo, le sonreí casi asintiendo con la cabeza, dándole a entender que sí captaba lo esencial de su mensaje, ella era dos en uno lo cual me pareció de lo más genial. Me puse a mirar entera por si yo tenía mas de una yo en mi cuerpo y en mi mente pero nada, al parecer estaba solo yo con mi otro yo, nada más.
Me moví un poco acomodando mi cuerpo a sus manos, no es que estuviera incómoda sino que se me daba fatal quedarme quieta por mucho tiempo, era como si me picaba todo el cuerpo simplemente por el hecho de pensar en algo tranquilo y por ello me dediqué a memorizar, o tratar de recordar cuanto punto estratégico pasábamos, no tenía idea el porque pero algo me decía que bien podría servirme en un futuro.
Mi nombre me llegó de sorpresa, sonaba bonito y dulce en su voz y parecía armonioso, Cahetel, era agradable y sabía que era mi nombre (lo llevaba escuchando un par de meses) así que asentí fervientemente provocando que mi cuerpo se moviera mas de lo necesario y una hoja que caía justamente en ese momento a mi cara se hizo polvo, abrí los ojos grandes antes de reír, ni idea del porque pasaba aquello pero me pareció de lo mas gracioso.

Sonrió con el terrible bostezo de la niña, aunque no parecía tener intenciones de dormirse por mucho sueño que tuviera. Supuso que ningún bebé que se precie de ser digno (?) dormiría por las buenas, por mucho sueño que tuviera. De hecho, ella aún mantenía esa filosofía ancestral tan sabia...

Casi soltó una carcajada ante lo que le pareció una cara de poker por parte de la niña cuando le habló sobre Kitty, y sonrió mientras la niña se movía. Con la experiencia que tenía jugando con los animales del circo, no le costó mucho sostenerla sin correr riesgo de que se caiga a pesar de que no se quedaba quieta.

-Disfrutaré de la cara de Morgan, Cerb o Adrián cuando te vean...- sonrió con algo de malicia antes de detenerse sorprendida cuando la hoja que estaba a punto de quitarle del rostro se hizo polvo- tu hiciste eso...?-susurró, sospechando que la niña era más especial de lo que creía. Entendía muchísimo más de lo que entendería un bebé normal... De todas formas, no creía que fuera humana, así que quizás eso explicara todo- ehm... espero que puedas controlarlo lo suficiente, no me gustaría terminar así yo también jejejeje- la miró algo nerviosa, aunque en el fondo sabía que la niña no le haría daño... Definitivamente no a proposito, y, por alguna razón dudaba que no pudiera controlar lo que acababa de hacer. Lo cual a lo mejor era extraño teniendo en cuenta que seguía siendo un bebé.

Iba a intentar dormirla pero... le daba pena hacerlo y que luego se despierte asustada por la música o el ruido de la gente en el bar de Adris, así que no se molesto. En su lugar comenzó a cantarle una canción más alegre para mantenerla despierta, sin poder evitar ponerse a medio bailar con la niña mientras iba caminando. Bueno, en realidad iba medio saltando medio dando vueltas mientras cantaba.