tratando de alcanzar la calma...sin exito... - LIBRE-

Apenas alcé el entrecejo con su primera declaración como modo de asentir, sin poner demasiada atención en ello.  Claro. Un chaval como aquel seguro que tenía problemas a menudo. En particular, yo poseía una paciencia envidiablemente inquebrantable, me gustaba pensar con la cabeza fría, pero imaginaba que muchos habrían deseado callarle de un buen puñetazo más de una vez.
Con su siguiente declaración, casi no pude evitar sonreír.-Bueno, ¿y quién dice que fue tan "sin querer" así? Ya te lo he dicho, me gusta fastidiar, especialmente humanos.-No podía negarlo, tenía cierta intención en mis actos. Infundir respeto y/o miedo era algo que nunca estaba de más o era aburrido. Además, se me había pegado esa costumbre de Senbo; desde que le conocía, no podía dejar de hacerlo.-Yo creo que la mayoría de ellos ya saben que hay otras criaturas, pero aún les sorprende darse cuenta de todo lo que somos capaces. Imagino que ser tan frágil habrá de aterrorizarles.-Me encogí de hombros en un gesto tonto.-Son como el cristal.-Miré al lycan directo a los ojos intensamente.-Uno puede romperles el cuello como si se constituyera de tan delgado material.-Asentí con la cabeza a mis palabras, sosteniendo el vaso en mi mano y alzándolo.-Por las razas superiores.-No aguardé a que asintiera y bebí todo el contenido de un sólo sorbo.

Escuche todo su diacurso... y probablemente era mas que lejible en mi rostro que no coincidia con el en lo mas minimo.

- en primer lugar... ignorar nuestra existencia ya seria estupido... tu sabes comienzo de apocalipcis.... resurgir de los seres sobrenaturales... caos por donde lo mires.... creo que les da una pista.... - dije al fi tomando levantando una ceja.

- en segumdo lugar.... no le veo nada de superior a los seres sobrenaturales.... narcocistas la mayoria de ellos.. si, defi nitivente... pero no superiores- agregue con total naturalidad y neutralidad en mi voz mienttas servia mal

-Bueno, lo creas o no, aún hay algunos humanos que hacen ojos ciegos al caos imperante. No todos saben lo que realmente ocurre, o directamente no llegan a comprenderlo.-Me sonrío cuando dice la palabra "narcisista".-Yo sí soy narcisista.-Admito, con total naturalidad. ¿Por qué negarlo?-Por donde yo lo veo, los seres sobrenaturales se clasifican en los siguientes grupos: los que aman ser así, los que lo odian, los indecisos y los que aún no descubren bien qué es lo que son. Pertenezco a los cuatro grupos a la vez, de formas que ni yo mismo entiendo.-Sonrío de nuevo.-Es raro...-Quizás era un tanto tonto confesar algo como eso, pero en verdad no conocía al tipo que tenía en frente, y no había ninguna razón para preocuparme por lo que pensara de mí o lo que dijera al respecto.

- yo probablemente pertenesca al grupo que no sabe realmente que son... al menos por ahora....- declare bebiendo y sirviendo nuevamente... el vaso vacio era simplemente algo nefasto...

- en todo caso... mas de 200 años en esta cituacion... y los humanos siguen queriendo hacer ojos ciegos cuando ya son la minoria en la poblacion?.... rayos... la ceguedad que tienen o la capacidad de negar la realidad ha de ser realmente imprecionante... y envidiable en cierto punto...- rei pensando en ello... de que serviria realmente negarce la realidad??...

me hacerque a la barra y pregunte si tenian cigarros, por suerte para mi, era uno de esos establecimientos qen los que no solo te venden alcohol, sino tambien dulce dulce nicotina, asi que pedi dos paquetes y saque lo que me quedaba de dinero para esa noche... semana... y pague por ellos... con dos cajetillas de cigarro no me alcanzaria siquiera para dos dias, pero ya me las arreglaria luego.

- en fin, el punto es que es hasta envidiable...- sonrei con sinismo.

Me detuve un momento analizando sus palabras. Entendía su punto de vista perfectamente, y me parecía bastante coherente, pero no estaba del todo de acuerdo. Por un lado sí, debía reconocer que era envidiable su estupidez, la estupidez humana, la estupidez voluntaria. La facilidad que tenían para ignorar el mundo circundante y el caos imperante. Seguro eran más felices así, engañándose a sí mismos, rechazando el don del juicio propio que les había sido otorgado por El Creador. Pero, por otro lado, me parecía igualmente pedante y triste. Pedante porque se conformaban con poco, porque su existencia era mediocre y sin sentido, porque no perseguían grandes ideales ni estaban dispuestos a morir por nada ni nadie, a salir de la comodidad aburrida y normal para ir por aventuras, por emociones, descubrimientos. Y me parecía triste porque morirían sin comprender el por qué, sin haberse siquiera enterado de lo que realmente sucedía a su alrededor. Porque morirían creyendo sus propias mentiras. Pero, ¿cómo podría explicarle todo eso al chico que tenía en frente aquella noche? Simplemente se me hacía demasiado difícil y me daría demasiado trabajo. -Es algo tonto, yo creo. Pero supongo que tienen alguna clase de estúpida convicción de que por hacerse los que no ocurre nada, lograrán estar a salvo. Es como el reflejo innato de cubrirse y cerrar los ojos cuando se tiene miedo; no es como si de esa forma fuésemos a protegernos o resultar menos dañados, y lo sabemos, pero no podemos evitarlo...-Frunzo el ceño, pensativo y bebo otro sorbo.