We Don't Belong || Andrew

- Como quieras - respondi con una sonrisa en la boca, si me daba ventaja la iba a usar, asi que me despegue de su cuerpo y empece a correr a la cocina, sujetandome con una mano de las paredes para poder girar por los pasillos, pese a los ultimos excesos mi condicion no estaba tan mal.

Casi tropece en la puerta de la cocina, pero logre mantener el equilibrio deslizandome sobre el perfectamente pulcro de la cocina y deteniendome con la mesa al centro de la habitacion, respirando con dificultad

Sonrei, mientras permanecia ahi de pie observandolo correr en direccion a la cosina, saliendo detras de el, sin usar todos mis dones, hasta alcanzarlo, sosteniendome de una de las sillas cercanas, asegurandome de que la peurta se cerrara tras mio, usando para ello mis dones.

-De haber sabido que me ganarias hubiera usado mis poderes vampiricos - comente sonriendole, mientras me sentaba en la silla, aguardando a que el se recompusiera.

- Dame un segundo - dije doblado junto a la mesa, tratando de recuperar el aliento, aunque no habia notado si ya estaba alli o no, me incorpore y abri el refrigerdor pero para mi sorpresa estaba vacio, no habia bada.

Sonrei.

- No vuelvo a caer - empece.a abrir todas las puertas de los estantes y cajones, silvando bajo y entonces toco el turno del horno - Vuala! - dentro estaba un pequeño trozo de pastel como para tres personas , regrese a la mesa donde estaba - Fue facil, creo que sabia que lo encontraria, ¿Gustas? - me sente - oh es verdad solo tomas liquidos, nunca has comido otra cosa? Por cierto, no eres tan amargado como parces -

Sonrei ligeramente, siguiendolo con la mirada, hasta que hayo el pastel.

-Me gustaria probar, pero para serte honesto no tendria sentido, mi estomago no tiene ese tipo de funciones para con los solidos - sonrei ligeramente - Le dire a Libia que compre mas comida solida para ti, te gustan las cosas dulces?

- Ya veo - respondi probando algo de aquello - Supongo que no extrañas lo que no conoces, si - conteste - me gustan, creo que podria comerlas siempre hasta que me ponga gordo y pese una tonelada, pero no creo que sea posible - sonrei, tenia mucho ego para hacerlo.

Jugue un poco con la cuchara en mi boca.

- Sabes lo que es dulce? - pregunte - Si nunca has probado esto como sabes lo que significa realmente lo «dulce» ?

Sonrei mientras me recargaba en la mesa, colocando mi barbilla sobre mi mano.

-No siempre fui asi, sabes - comente, quitando una migaja para comerla, el sabor era dulce, a como recordaba, un tanto insipido, pero aun podia persibir el sabor - Solia ser un medio humano, y me alimentaba de cosas solidas... aun tengo recuerdos de los sabores.

- Mitad humano? - segui comiendo - pero ahora eres un vampiro completamente, no? - mi atencion se centraba entre el y la comida.

- No entiendo - murmure - si pudiste elegir entre una vida casi normal y condenarte ... por que elegiste lo segundo? Acaso es mejor que ser un humano? - deje la cuchara a un lado - Puedes sentir como cuando no lo eras? - yo creia que sabia de vampiros pero con todo lo que decia parecia que fuera lun tema nuevo para mi

Asenti ligeramente, sonriendo y suspire largamente.

- Es cuestion de perspectiva - conteste - Para mi ser vampiro es .. casi lo mejor que me ha pasado, tengo fuerza y poder que no tuve antes, y con eso puedo proteger a mi gente, yo eleji ser vampiro una vez mas en esta vida, por que es lo mas real que tuve en mi otra... existencia - sonrie- cuando fui un mortal la vida fue demaciado dificil para mi, estaba demaciado dañado .. mentalmente no era una persona sana y ni que digamos de mis adicciones... si no me hubiera topado con mi creador, creo que lo mas seguro es que aquella lejana noche hubiera muerto de sobredosis.

Empuje el plato para cruzar los brazos – Es irónico, es la única “vida” que conoces – suspire y me apoye sobre la mesa, se notaba tan tranquilo, asumía tan fácil una cosa así y bueno él lo había dicho también tenía poder – Odio el poder – murmure desviando la mirada, yo nunca había tenido en la vida por culpa de esa palabra.
Luego me di cuenta y regrese la mirada a su posición – Así que amas tu vida, vaya no he encontrado a muchas personas que sean capaces de decir eso, más bien creo que tu ciudad está lleno de gente que es contraria a esa opinión, tal vez por eso para algunos es el lugar prometido, lleno de gente igual.
Sonreí, no sé por qué pero lo hice, le había confesado la razón por la que estaba allí sin siquiera notarlo.

- Creo que ya no van a buscarnos – me levante de la mesa – usualmente es aquí donde soy regañado por no esperar hasta la cena.

Camine hacia la puerta – ¿Tu no vas a comer nada hoy? – gire para verlo y para notar si me seguiría - ¿Comes todas las noches, no? – “entre otras cosas” pense

Me quede mirandole fijamente, despues de haber confesado aquello, si, amaba mi vida como ahora, por que tenia poder y no me referia al poder sobre otros, me referia al poder fisico y mental que me daba el valor de seguir medianamente cuerdo. Suspire largamente poniendome de pie, acercandome a la puerta rapidamente par impedirle salir.

- Ya cene - sonrei mirandole fijamente, sin saber por que, el estar cerca de el me insitaba, me provocaba besarlo una y muchas otras veces - Pero siempre puedo tomar un tentenpie.

Note su mirada, siempre la notaba como un pesades sobre mis hombros, como un escalofrio que recorria mi espalda, el poder magnetico que tenia, por eso siempre los evitaba - Y como tomas tus tentempiés? - levante una ceja recorriendo el pasillo por el que había corrido hacia unos minutos - acaso guardas gente en el refrigerador? - reí levemente ante esa escena - por que yo lo acabo de ver y estaba vacio.

- Hey, ahora que lo recuerdo quería pedirte un favor - me detuve y me di la vuelta para verlo - bueno mas bien es un permiso - me detuve al pie de a escalera.

Sonrei y lo segui andando con el por el pasillo, hasta llegar a la escalera donde se detuvo a mirarme.

-No soy tu niñera para que me pidas permiso, solo soy tu... "casero", por asi decirlo - dije acercandome un poco mas - Pero dime... que favor quieres que te haga?

Me quede alli junto al barandal - La verdad es que por eso debes de ser tu quien lo haga, esta es tu casa, y bueno la verdad es que no la conozco por completo por que no es de mi incumbencia - y tampoco queria enterarme de cosas que no, asi que solo conocía el camino a la habitacion que me habia dado, a la cocina y a su estudio, ni siquiera sabia cual de todas esas habitaciones era la que funcionaba como su su dormitorio - asi que no se si tengas un ... - hice una pausa - es tonto pero quería saber si tienes un piano aqui y de ser posible ... ¿Podria usarlo?

-Un piano? - levante una ceja sonriendo algremente - Tocas el piano! - afirme, mas que preguntar, tome su mano, sin fijarme si a el le molestaba o no y tire de el - Ven conmigo, te llevare a un lugar que de seguro te llegare.

Dije y comenze a caminar en direccion al salon, que estaba del lado derecho de las escaleras, era un lugar con una enorme sala en color crema y con algunos terminados en madera y oro, la alfombra enorme en color vino con algunas flores en dorado y azul, la chimenea de fondo, mas atras estaba el enorme piano de cola de caoba barnizada y brillante, tras un enorme ventanal, el cual aun podia recordar, de donde la luz del sol se filtraba majestuosamente iluminando todo el lugar, las paredes blancas con detalles en dorado, las largas cortinas en color purpura y oro, cerradas para evitar las miradas curiosas, las cuales eran inexistentes, las arañas del techo doradas con sus luces artificiales, brillantes que iluminaban todo por las noches, como esta.

Entrando, encendi la chimenea para caldear el ambiente, encendiendo las luces.

-Esta es la sala - comente sonriendole - Es una estancia relativamente pequeña en comparacion al salon de fiestas que esta hubicado en la parte tracera de la casa, ahi tenemos instalado otro piano, no tan bello como este, pero es funcional.

No me dio tiempo de responderle cuando la calidez de su mano me jalo en direccion a una nueva puerta que no conocia, si, tocaba el piano, era quiza el unico pasatiempo "sano" que conservaba y tambien era un secreto mio, al principio estaba dudoso de hacerlo participe de mi confidencial pasatiempo pero cuando el silencio en que esa enorme casa siempre estaba sumergido comenzo a perseguirme, me vi en la necesidad de preguntar, claro habia tardado mucho en hacerlo.

Me quede con la boca abierta - Tu casa es enorme - mire el techo, las cortinas y hasta sus pisos, todo era digno de reyes, pero claro el parecia uno o quiza era uno, me acerque al instrumento y sin notarlo volvi a hablar sin pensar - Apenas pude ponerme en pie mi abuela me sentó frente a uno de estos, mi madre era concertista de piano y ella esperaba que yo tambien lo fuera - me sente en el banquito y levante la tapa, presione un par de veces una sola tecla antes de mirarlo - ¿Puedo pedirte otra cosa? la ultima de la noche ..... ¿Puedes guardar el secreto? Tengo una imagen que guardar - sonreí - puse las manos sobre las demas teclas.

Spoiler:

- Oh... bueno, ventajas de haber comprado la extrabagante casa de algun rapero loco del siglo XXI - dije sentandome a su lado en el banquillo del piano, obserbando fijamente sus palidos y delgados dedos en el marfil de las teclas.

Suspire largamente, volviendo el rostro hacia el suyo, mirandolo fijo a los ojos y asenti, justo cuando el comenzo a tocar el piano, era una vieja cancion que habia escuchado, cuando era un joven mortal, cuando tenia aspiraciones a convertirme en un nuevo Rozz Williams, en un poeta maldito y que termino vendiendo su alma en aras del amor, tragico como una obra de Shakespeare.

Suspire largamente, mirando sus dedos moverse con gracia sobre el piano, sintiendo la presion en el pecho y sin saberlo, ahi estaba, tarareando la vieja canción y sonriendo de medio lado, en un gesto melancolico.

Escuche su voz, un ligero aire de alegría me salto encima cuando supe que conocia la canción, su voz era débil pero clara, apenas un murmullo entre las notas del piano, armónica en un sentido extraño pero encantadora y de pronto pare para mirarlo - ¡Cantas! - solté dejando de lado las teclas.

- Como es que ... - me vi sin la capacidad de hacer una pregunta coherente y entonces lo note, su expresion - ¿Hice algo mal? - pregunte ante aquella mirada nueva para mi, el estaba sintiendo dolor por mi culpa - Si te parece no lo volvere a hacer - me encongi de hombros cerrando la tapa del gran instrumento.

Levante el rostro, saliendo de mi ensimismamiento, sonriendo ligeramente y abri la tapa del piano de nuevo.

-No te preocupes, es solo... recordaba cosas - dije - La verdad es que esa cancion me trae recuerdos de mi "adolescencia", mas o menos de cuando tenia tu edad, y si, cantaba, tenia una banda de death rock - sonrei y puse mis dedos sobre las teclas del piano - Tocaba la guitarra, ademas de cantar y componer - sonrei - Un amigo intento enseñarme a tocar el piano, pero simplemente no era lo mio, me quede con mi "novia" decia el - solte una carcajada - Y bueno.. conoci al tipo que compuso la cancion que tocaste.

Lo mire a los ojos, sin dejar de sonreirle, pinchando la misma tecla una y otra vez.

- Te gustaba mucho cierto - repuse - cantar - sonrei mirando su dedo sobre el piano, tan blanco como las teclas del mismo - ¿Por que renunciaste a eso si tanto amabas cantar?- Yo sabia por que habia renunciado al piano, pese a que por un tiempo tuve la aspiracion de seguir los pasos de mi difunta madre.

- Es una cancion muy bonita, debio de haber sido un hombre con mucho talento - baje la mirada - no es tan complicado hacerlo - Puedo enseñarte si quieres

Y ahi estaba la pregunta forzada, ¿Por que lo habia dejado? y la respuesta... Damien.

-Las guerras - conteste - Yo tenia al rededor de veintiseis años y tenia poco mas de cuatro años como vampiro cuando estallo la tercera guerra mundial, tratamos de seguir con la banda, y vinieron las cacerias de vampiros, asi que tuve que hacerme pasar por muerto y ocultar mi identidad de alguna forma, poco a poco, usando mi inteligencia me fui haciendo de gente de confianza y cree una organizacion que luchaba en contra de Damien Viassus, y me hacia llamar Abysm.... - sonrei divertido - En realidad, ese era un sobre nombre que me puso un amigo, decia que le molestaba que lo mirara a los ojos, por que sentia que se hundia en el abismo y yo le decia que era por que estaba enamorado de mi... y comenzo a decirme Abysm.

"Y vinieron las cazerias de vampiros" mis dedos se resbalaron de las teclas y sentí un vació en el pecho que encubrí volviendo a hacer sonar un par de notas.

"Lo siento mucho" mi mente rezo - Debes odiar mucho a esas personas que acabaron con tu sueño - yo lo haría, sabia de lo que mi familia era capaz de hacer, de lo que yo alguna vez hice y sin embargo aun no encontraba la forma de escapar por mas que encerrar os recuerdos y me alejara de ellos, lo mire - Es que realmente eso parece cuando miras a la gente - confesé apenado - Abysm ... te va bastante bien

-Realmente no guardo rencores, procuro no hacerlo - conteste, sin dejar de picar la tecla- Son cosas que suceden, simplemente pasan y uno no puede evitarlo, solo tratas de hacer que las cosas te afecten lo menos posible o moverte para al menos proteger a la gente que aprecias.

Sonrei, ligeramente.

- No se si hice un buen trabajo, supongo que sacar informacion de ambos reinados me sirvio para tener este lugar - comente - Creo que movi bien mis piesas, de alguna forma vender mi alma sirvio de algo y ahora soy libre y con esta nueva oportunidad de vivir... quizas no la vida que tuve, pero... hago lo que se puede.

- ¿Como lo haces? - pregunte - ¿Como vives sin rencores? Si Demien o sin esos cazadores tu hubieras tenido lo que querías, a tu familia, tu esposo, tu hija, tu futuro hubiera sido otro, no estarías aquí solo en medio de esta mansión ¿Como puedes decir que no los odias?

Senti el impulso de decirle quien era y en acto se esfumo, tal vez entonces si desearía matarme como en aquel callejón.

Puse mi mano en su hombro sin decirle nada y luego sujete su mano moviendola sobre las blancas piezas, haciendo que tocara varias notas diferentes - Vez no es es complicado

Levante los hombros, mirandolo fijamente.

-Es un proceso largo - dije - Mi madre murio en mis brazos cuando tenia como quince o diez y seis años - comente -La mato un vampiro, y desde ese momento, mi vida se jodio completamente, vivi con mucho rencor hacia la vida, incluida la mia, me drogaba y bebia y lo unico que me mantenia lucido era la musica, y mis ganas de arrancarle los colmillos a ese vampiro - suspire - Ironicamente me converti en uno... fue entonces cuando comence a valorar todo lo que tenia y tuve, y sin embargo no fue hasta que mate a ese vampiro que me di cuenta que todo aquel odio y rencor no habia servido de nada, por que no me regreso a mi madre, no pude pedirle perdon a ella por las cosas que le dije aquella mañana del dia en que fue asesinada.

Me quede en silencio, sintiedo el tibio toque de su mano, y el como dirigia mis dedos sobre el teclado, la sensacion de calides en medio de mi pecho, era algo que reconocia bien pero preferia negarme de momento, provablemente era .. una simple y pasajera ilucion.

-Ya te perdono – murmure sin soltar su mano, siguiendo con los últimos acordes de aquella canción infantil.

Spoiler:

Luego retire la mano de la suya y me quede en silencio un momento – No creo que hayas sido tan mal hijo, un padre realmente no puede estar enojado por mucho tiempo con su hijo, tú eres padre y supongo que aunque tu hija se haya ido no le deseas daño alguno, lo mismo pasó con tu madre.

Tenía razón tener odio no ayudaba a nada.

- A mí me hubiera gustado conocer a la mía, pero murió cuando yo nací – suspire cansada y largamente – Ni siquiera se cómo era en realidad.
Mire mis manos sobre mis rodillas, él me estaba contando cosas personales y yo a el, de algún forma nos estábamos abriendo uno al otro,¿Que tan bueno era eso?