Cementerio De Luciérnagas [Lalyam]

Su caminar era tranquilo y silencioso, miraba como las calles y locales cercanos se iban quedando vacíos por la hora. Algunas personas que regresaban a sus casas se le quedaban mirando como preguntándose ¿Cómo era que alguien tan joven podía pasear como si nada siendo tan de noche? Y eso a Lalyam sinceramente le molestaba. Odiaba verse tan joven, con el maquillaje que usaba intentaba que su apariencia se viera mucho más mayor pero parecía que no lograba aquello con éxito.

Se frustra por completo y comienza a caminar más rápido por la ciudad, llegando a zonas desconocidas para el. Su ama había quedado en enseñarle ese lugar pero hasta ahora nada había pasado, en fin, no importaba. Tampoco es como si pudiera pasarle algo tan grave ¿Verdad? Una pequeña sonrisa se instalo en ese rostro de porcelana ante tal pensamiento que le pareció por demás gracioso y siguió su camino.

Después de varios minutos el olor a mar lleno sus fosas nasales, miro con sus grandes ojos azules parpadeando de vez en cuando algo sorprendido de como había llegado hasta ahí. Movió su cabeza de un lado a otro, incluso dio un paso hacía atrás mientras se volteaba para ver por el camino el cual llegó a ese lugar y negó, no tenía ni idea el como pudo llegar a la playa pero no debía de olvidar ese camino para poder volver otro día. Lalyam camino un poco más hasta que dar cerca del mar y se agacho un poco tocando el agua helada que le pareció refrescante.

Sonrió y sin pensar más se saco las botas junto con los calcetines y mojo sus pies. Su ropa no lo haría porque como siempre llevaba trajes que la parte inferior consistían en shorts cortisimos así que en pequeños movimientos comenzó a tirar de aquel líquido vital para que volviera a caer donde estaba, de esa manera parecía más un niño pequeño que un demonio de 159 años.

Un pie era levantado tirando algo de agua mientras que a los segundos el otro repetía la misma acción. Risitas alegres se escuchaban cuando eso sucedía y después aquel cuerpo de agacho, estirando sus pequeñas manos para tomar de ese líquido entre ellas viendo con curiosidad como se deslizaban por entremedio de sus dedos para volver a su lugar de origen.

En esos momentos si que nadie podría pensar que fuera un demonio con esa actitud tan linda y juguetona que estaba teniendo en esos momentos y que casi nunca mostraba. Con su ama se mostraba como realmente era pero afuera, sin estar ella presente todo era distinto, se mostraba serio y frío. Ahí si que podía llegar a pasar por un muñeco de porcelana de esos que están en esas tiendas de antigüedades.

Un suspiro se escapo de esos belfos y sus ojos se abrieron enormes mientras que la sonrisa desaparecía en un dos por tres por la voz que se hizo escuchar en ese lugar. ¿Quién era la persona que había interrumpido su juego? Tardo unos segundos en recuperarse de su estado de impresión que el desconocido no podía ver y se giro en un movimiento rápido, observando al extraño que lo dejaba enano en altura. Con una expresión neutra entreabrió los labios para responderle con una voz que parecía varada entre la de un joven que apenas esta entrando en la pubertad.

- Buenas noches señor, supongo que eso no es algo que le importe. A fin de cuentas soy un completo extraño -que le dijeran crío era algo que lo molestaba y se notaba bastante- y ni que fuera sucederme algo malo de manera tan fácil, porque me es de suponer que alguien que no es por completo humano sabe lo que soy -se encogió de hombros dando pasos hacía atrás y jugo con un mechón de su cabello plateado mientras veía como el otro se mojaba con esa ola, menos mal que al verla se corrió porque si él otro había quedado mojado hasta la cintura, Lalyam se habría mojado por completo.

Sus labios se torcieron en un gesto que a la par de sus pupilas brillaban con la molestia pintada en ellas. Otra vez le decía algo que le ponía de malas. Odiaba que le recalcaran esas cosas de el , estaba consciente que tenía una apariencia infantil, que se veía más joven y que cuando iba sin todo ese maquillaje con suerte parecía de dieciséis años. Eso llegaba a molestarlo más pero aquel ser no tenía la culpa, no sabía que tenía ese complejo así que mejor era calmarse aunque fuera un poco. Suspiro sin dejar de ver cada acción que él realizaba.

- Aww no hay problema, es solo que no me gusta que me digan crió –mordió su labio inferior, pensando que tal vez para el otro sería algo tonto, pero para el demonio no lo era.

Un ser acomplejado ese era Lalyam. Después de haber sido traicionado muchas cosas cambiaron en su vida, el odio y la repulsión hacia sí mismo se instaló en su cuerpo haciendo que siempre se encontrara algo mal, ni aun espejo se podía mirar por varios minutos por eso mismo. Bufó pensando en que era un demonio muy patético por ser así, a veces creía que más había sacado cosas de su madre humana que de aquel demonio.

Camino hasta situarse a su lado y se sentó con las piernas estiradas en un principio para después a los segundos a traerlas hasta su pecho, así que se llamaba Eldritch... un nombre que antes no había escuchado ni por asomo.

- Yo soy Lalyam, emmm perdóneme por ser tan pesado...? -no se disculpaba a menudo, al contrario. Pero bah... ese día estaba ¿Como decirlo? ¿De buenas...? Ah sí eso.

Rodo los ojos y frunció el ceño por aquella sugerencia, tenía mucha razón que mejor sería que tomara otra forma pero ciertamente esta le gustaba aparte que nunca había probado haciendo aquello. Las únicas transformaciones que había probado eran en animales pero de tomar otra forma humana nunca. Aunque no estaría mal intentarlo alguna vez, pero por ahora no. Así que tendría que aguantar el que todas las personas le dijeran esas cosas, suspiro negando un par de veces.

- Creo que voy a tener que lidiar con ello, a mí me agrada así que no debería de importarme lo que digan los demás ¿No? –apoyo sus manos en sus rodillas con los ojos levemente entrecerrados, pensando en que verdad no debería de darle importancia a ello pero de todas formas era tan molesto para el demonio que le llamaran así o le preguntaran que se veía muy niño por andar por ahí en las noches.

Suspiro, mirando de reojo al otro ante sus preguntas ¿Qué hacía ahí? Nada a decir verdad, había salido para conocer el lugar y nada más. Aunque ver el mar de aquella forma le pareció de lo más divertido así que se puso a jugar un poco, cosas que no hacía a menudo, pero que le gusto hasta que se encontró con ese lycan. No es que le molestara la presencia de ese hombre, era solo que no era de mostrarse de aquella manera ante los demás, solo para ella y su transformación de hombre, soltó un bufido al recordar aquella escena del restaurant.

- Es solo que desde que llegue aquí no me había dado el tiempo de recorrer esta ciudad así que decidí que este sería el día y bueno, llegue aquí y ahora estoy sentado a su lado -sí la cosa era así de sencilla, eso de divertirse molestando y esas cosas no se le daban muy bien, tal vez Lalyam tenía mucho más de su madre humana de que ese demonio que fue su padre.

- Pues tiene razón –murmuro refiriéndose a lo de que el lugar era hermoso. Giro un poco su rostro al momento de escuchar esa pregunta ¿Si los destruía? Se suponía que hablaba de los lycan ¿No? O eso era lo que entendía, la verdad es que no hacía nada de eso, solo se divertía de vez en cuando y aunque estuviera acompañando a esa demonio y fuera como su ama no le acompañaba hacer esas cosas que ella acostumbraba, solo se quedaba ahí en casa.

Si en verdad muchas veces pensaba que apenas y tenía algo de demonio, si todo lo demás que tenía era de su madre… de esa humana que le dio la vida y que por alguna razón ni siquiera vio. Solo sabía eso y nada más de ella, suspiro y apoyo su cabeza en sus brazos y piernas haciendo que algunos mechones de su cabello ocultaran parte de su rostro.

- Yo no los destruyo Eldritch, solo me divierto un poco pero no haciendo aquello –se encogió de hombros- tal vez sea raro y todas esas cosas pero tampoco es como si hubiera deseado esto –cerro por unos momentos los ojos pero los abrió rápido sonriendo de medio lado, oh si habían muchos demonios pero no los conocía. Solo a Naamah, su ama y nadie más, levanto su cabeza chasqueando su lengua- si hay muchos iguales, si se puede llamar así pero eso no quiere decir que conviva con ellos ¿No le parece? Si la verdad creo que ni encajo, tengo demasiado de mi madre humana que ni puedo ser tan... así como ellos. Tampoco es que mi interese, de todas formas aprendí cosas de una demonio así que los dones que tengo me sirven para defenderme.