Un último baile {Daichi}

Cerré los ojos al notar como pasaba la energía que había cogido del mar, me sentía muy bien, abrí los ojos y le mire cuando dijo aquello y le abracé mas fuerte atrayendo su cuerpo al mio.

Claro que cuidare de ellos, lo prometo - sonreí levemente para besar su frente. - No sabes cuanto te amo, mi dragoncillo - acaricie su coronilla sin dejar de sonreír, sabía que también tenía forma de gato pero ser un dragón me daba mas interés y curiosidad que un gato.

Me quede abrazado a su cuerpo cerrando de nuevo los ojos notando el frío del agua, ya ni siquiera me preocupaba de ocultar la cicatriz de la espalda al igual no me importaba ya que viera el tatuaje que me dejo padre en agradecimiento por caer. Aunque nunca dijo nada al respecto mi querido novio.

Me sorprendió que se pusiera nervioso, no entendía porque tenía que pasar algo a mi niña estando con Agramón o con aquel vampiro gato.

Aiii!! Sosiegate ya voy - dije notando como la sangre resvalaba por mi brazo cuando clavo sus uñas, hice aparecer un móvil y se lo tendí. - Toma el maldito teléfono - dije entre dientes y cuando me dejo el brazo las heridas desaparecieron casi al instante, suspire y me cruce de brazos esperando

Me quede allí mirándole esperando y escuchando lo que decían en el otro lado de la linea, cuando me devolvió el teléfono lo hice desaparecer escuchando la desesperación en su voz.

Ahora la busco - total si no estaba en la tierra el único lugar era el infierno, y tal vez sabía con quien estaba. Cerré los ojos buscándola por aquella recta hasta que di con Rabdos, sonreí levemente y abrí los ojos. Lauren esta con su tía en el infierno, dice que se encuentra bien como así nuestro nieto - sonreí y acaricie su mejilla para intentar sosegarle pero le di un beso en los labios abrazándole, me temblaban las piernas al pensar que ya era abuelo. Rabdos enseñara a Lauren en sus primeras horas luego nos la manda a casa, también esta Agramon con ellas.

Pero si está bien! Ya vendrá no te preocupes - dije siguiéndole saliendo del agua, hasta que vi que se desmayaba.

Corrí hacia donde estaba y lo tome en brazos, la toalla envolvió su cuerpo y desaparecí con él de la playa, para aparecer al momento en su habitación, le deje en la cama y le di unas palmaditas en las mejillas para despertarlo.

Mi amor... Mi amor despierta - susurre besando su frente y mejillas, con mi don seque su cuerpo y cabello y quite la toalla para taparle un poco con las sábanas. Mi cielo... me escuchas?

Suspire aliviado cuando dijo que si me escuchaba, cerré los ojos unos instantes antes de escuchar que quería haber estado al lado de Lauren en el parto por lo que mordí mi mejilla por dentro. Sonreí levemente acariciando su mejilla.

No me des estos sustos - dije haciendo puchero notando como me acariciaba, aun le tenía sostenido en mi brazo. - Quieres que te traiga algo para la tensión? - pregunte antes de hundir mis dedos en su cabello y recordé aquel zumo de pomelo que seguía en la mesilla. - Quieres un poco de zumo de pomelo? Esta rico lo hice yo - sonreí sin apartar mis dedos de su cabello.

Sabía que me comportaba como un niño pero solo quería verlo feliz a mi lado, aunque fuera lento y torpe en ocasiones.

Hice una mueca con su petición de que era lo que le apetecía por lo que soplé en la copa con el zumo y se convirtió en lo que había pedido, granizado de café con leche con mucho azúcar.

Me senté y le tendí la copa sin siquiera tocarme el cabello, me gustaba dejarlo despeinado.

Dime si te gusta así de dulce, si no te lo endulzo un poco mas- sonreí dando un beso en su frente después que me dijera que me amaba. Y yo te amo también cariño

Me senté mejor en la cama quedando con las piernas cruzadas estilo indio mientras le miraba con tranquilidad aparente, escuche sus palabras y sonreí levemente cuando dijo que era todo un padrazo pero la sonrisa se esfumó con sus siguientes palabras.

Hacia tanto tiempo que no hablaba con mis otros hermanos que ya no sabía que pasaría con la tierra y con los juguetes de padre que hizo por... Puro capricho? Por querer experimentar con una raza nueva? No tenía ni idea de que tenía padre en mente cuando creó la tierra arrebatándosela de los demonios que habitaban en ella antes de que él llegara.

Le abracé cuando él lo hizo cerrando los ojos y acariciando su cabello largo en un gesto por calmarlo a él, y a mi.

Haremos lo que podamos mi amor - respondí por fin a sus palabras, aunque seguía sin saber muy bien que decir con respecto a todo.

Di besos por su mejilla cuando se apretó a mi cuerpo, cerré los ojos y me puse a ronronear, mire por la ventana cuando dijo que llovia.

Me apetece hacerte el amor con la música de la lluvia de fondo - puse cara de gato y me estiré en la cama bostezando.

Me quedé con los ojos cerrados, pues sabia que ya ni podía hacerselo, pues no me dejaba ya que ni él se gustaba. Abrí los ojos y me senté para verlo, le sonreí como solo le sonreía a él, aparté un poco el cabello de mi rostro, le abracé apoyando mi cabeza en su pecho.

Te amo tanto Daichi...- susurre cerrando los ojos.

Suspire con los ojos cerrados, ya sabía que no podía ser, suspuse que eran por los niños, notaba desde su vientre los celos que tenían, que no dejaban que me tocara. Me puse a juguetear con mi cabello mientras notaba como caían las gotas de la lluvia y él se quedaba dormido, a veces pensaba que nos iría mejor dormir separados, pero el pensar en Daichi de nuevo histérico y chillandome hacia que me lo callara, no quería mas gritos ni ponerle mal.

Mientras jugaba con mi cabello me puse a soñar despierto, en soñar que le hacía mío mil veces y desde todos los rincones de la habitación, un trueno me sacó de mi ensoñación y mire a Daichi, me acerque a sus labios y los bese en un roce.
Llevé una mano a su vientre y lo acaricie con suavidad, me acerqué con cuidado al vulto.

-No seaís tan malos conmigo... Yo quiero a mami Daichi... Lo amo mucho - susurre en su vientre, pero pronto me aparte, no quería alterarles mucho mas.
Me senté y me lo quede mirando como dormía, pero luego me recosté de nuevo a su lado, sabía que mi presencia le gustaba, y a mi me gustaba la suya, lo amaba de manera diferente a la que amaba a Camille, aquellos gemelos serían los siguientes a Lauren, ni si quiera me lo había propuesto y todo por no usar condones, no los esperaba pero no iba a irme por que Daichi estubiera esperando a aquellos niños, los quería pese a que no se fiaran de mi, no les iba a dar ese gusto.

Seguí jugando con mis mechones de cabello esta vez haciendo trenzas hasta que otro trueno sonó pero a la vez que Daichi se despertaba hablando, me dio mas miedo eso que el propio trueno. Me senté para verlo mejor y escuche lo que decía ladeando la cabeza.

Claro que quiero que sea responsable - dije cuando se volvió a quedar pensando, hasta sonreí por la idea.- Será divertido - reí levemente y me abrace a su cuerpo pasando mis brazos por su cuello y dando un beso en su mejilla. - Te gustaría hacer algo?