Un juego donde yo siempre gano [Priv.kale]

Disfrutaba del kit kat dentro de su boca, derritiéndose el chocolate en su lengua, la cual le daba varias lamidas para que se fuera deshaciendo, manchándose apenas sus labios de ese color caoba, antes de volver a tomar el vaso de cristal entre sus largos dedos, para llevarle hasta su boca, dándole un profundo trago al licor; terminando por relajarse un poco al dejar su cerebro en la nada, aunque no del todo, pues estaba buscando entre las esencias al diferente a lo común. Su vista se giro al sentir la llegada de otro demonio, sonriendo ladino.

Hizo un suave movimiento con la vista el cual movió uno de los dardos para hacer que fuera a dar a otro de los demonios que andaba por ahí, riendo entre dientes por el accidente que sucedió. Haciéndose el desentendido como si el no tuviera nada que ver- Que mala puntería tienes…-Dijo como si nada, mientras se encaminaba hasta el demonio, tomando uno de los dardos, con el que se puso a jugar un poco antes de lanzarlo contra el tablero dando en el blanco.

Llevo una de las manos hasta su bolsillo, sacando otro kit kat para comerlo con calma- Te hago una apuesta…-Dijo con tranquilidad, encontrando con que entretenerse mientras seguia pensando en aquellos planes.

Jugueteo con el kit kat en su boca, sonriendo internamente pues sabía bien que si el premio sonaba tentador, aceptaría por más ridícula que parecería la apuesta, aunque claro pretendía ganar, a cualquier costo, era un juego en el cual no podía perder. –Durante una semana… una semana será esclavo del otro…-Se encogió de hombros, pareciéndole un tiempo justo, aunque en realidad quería esclavizar por mucho mas tiempo a aquel demonio, pero paso a paso, no podía brincarse la barda en un día.

-Así es, cualquier cosa…sin limites…- Necesitaba que fuera así si pretendía pedir aquel premio.- Las reglas son simples, en el momento en que el otro escupa o se niegue a comer lo que el otro pide, pierde automáticamente… será hasta que el cuerpo aguante… y puede ser cualquier cosa que se pida, que sea en cierto sentido comestible, por que tampoco podemos pedir cosas como metal… -Dijo con tranquilidad, terminando de comerse su kit kat, por fortuna traía miles de cosas dulces con el, entre otros cientos de caramelos, todo un arsenal para hacer muy infeliz aun demonio.

Aquel tic en su ojo se pronunciaba mas de sólo ver la clase de alimañas que estaba consiguiendo para el coctel, pensando seriamente que aquella apuesta no había sido lo mas recomendable, pero ya estaba jugando y no le quedaba de otra mas que continuar hasta el final, y salir victorioso como era el plan desde un principio. Todo estaba perfecto en el coctel hasta que vio las cucarachas, sintiendo el sabor rancio, muy a pesar de que aun no lo ingería

-Nutritivo?…- Miro la copa con las patitas moviéndose, sintiendo un tremendo asco, sintiendo como su cuerpo se negaba a beber otra porquería de esas, su estomago no iba poder con eso, literalmente ya lo tenia resulto, haciendo extraños sonidos. –Créeme que nada puede ser peor que lo primero…-Dijo con una pequeña sonrisa en los labios de autosuficiencia, pues realmente era cierto lo dicho, nada se comparaba al agua de caño, y mucho menos un batido de bichos.
-Salud…-Dijo antes de tomar entre ambas manos la copa, llevándola hasta sus labios para tomárselo de golpe, sintiendo las patitas tocar su lengua, tragándoselo por completo, antes de poner una enorme mueca de desagrado, sacando la lengua como si quisiera limpiar el nauseabundo sabor.- guacala guacala guacala!!…- Dijo con una cara de completo asco, aun sintiendo el crujir de las cucarachas al pasar por su garganta, una sensación simplemente de lo mas desagradable.
Tomo un poco de aire para poder recuperar la compostura y no terminar vomitándose en medio bar.- Asco…-Susurro para si mismo, aparentemente si quería ganar iba a tener que dejar de ser tan agradable con los dulces, por lo que le pidió una copa al cantinero, donde coloco primero algo de chocolate derretido, y un montón de kit kats, para después ponerle jarabe de cereza, y un par de gusanos de tierra, con bastante barro el cual se podria confundir con el chocolate, después leche bien espumosa, aunque no sin faltar un toque extra, un par de mocos del cantinero. –Por favor…tu bebida esta lista

Había descubierto que aquel demonio detestaba los dulces por lo que los usaría en su contra, empalagándolo hasta que le diera diabetes, algo tenia que funcionar para hacer que terminara rindiéndose, pero el problema era que? Que podía usar que se fuera a negar a ingerir, podía hacer que se tragara todos los dulces, del mundo pero sinceramente era un desperdicio de azúcar, ya que él otro ni siquiera los disfrutaba. –Para nada, tengo demasiadas ideas en mi cabeza, el problema es que no se cual de todas usar…-Dijo al tiempo en que le había entregado aquel coctel de azúcar
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-Se llama kit kat y anda comételo si no perderás…-Musito de cierto modo cantarín, mirando el chocolate con galleta, sus favoritos.-No me dirás que no te gusta el azúcar…-un gesto divertido adorno sus facciones, mirando con cierta travesura al demonio, inclinándose un poco para lamerle los labios quitándole los restos espumosos de chocolate.

-Eh?…-Lo miro un tanto dudoso antes de seguirle para ver cual seria el siguiente reto, pensando que debía de estar bromeando si pretendía que se tragara aquello, por lo que no pudo evitar sentir unas enormes nauseas, una vez podía dos ya no le era posible; pero perder tampoco era algo de su agrado y mucho menos ser esclavo de un demonio, cuando el era un príncipe.
Llevo una de sus manos a su boca la cual cubrió, mientras con la otra hacia que apartara la charola de su presencia, pues ya no podía aguantarse las malditas nauseas- Eres detestable…-Trato de tomar aire para resignarse y hacerlo de una buena vez, cerrando por un momento sus infinitos ojos azules, pero el solo olor le volvía a provocar que se le revolviera el estomago, sintiendo que lo ultimo que había tragado se le viniera a la garganta, terminando por correr hasta un contenedor de basura donde termino vomitando.

Aquel demonio tenia que recordarle que había perdido, recalcándole lo de su famoso premio, a hora se preguntaba en que maldito momento se le había ocurrido apostar aquello, aunque si hacía memoria había sido por ambicioso y desear esclavizar a aquel demonio, saliéndole el tiro por la culata, a hora tendría que pensar en una nueva estrategia, y para colmo cumplir con la semana de esclavitud.-Que estupido eres Abaddon…- Se dijo así mismo una vez bajo el chorro de agua, refrescándose las ideas y desde luego quitándose el mal rato.

Apenas giro el rostro al escuchar una voz conocida, arruinándole la poca tranquilidad que tenia, fulminándolo con la mirada- No trataría de ahogarme en un lugar como este Já…-Las gotitas de agua estilaron por sus negros cabellos, resbalando por sus mejillas, las cuales trato de quitar las pasar su mano izquierda por los cabellos, arrastrándolo hasta detrás de su oreja. –Chocolate no mentado chocolate…-Musito mientras se sacudía un poco los cabellos, tratando de quitar la humedad que mojaba la tela de su camisa, para después encaminarse hasta la puerta del baño, haciéndole una señal con la mirada para que dejara de estorbar en camino, si deseaba que le consiguiera algo de alimento debía quitarse, el problema seria en sus gustos, pues por el, le traía una ensalada de carnes con aceitunas y lechuga, pero estaba segurísimo que al otro no le parecería en lo mas mínimo.

-Que vas a querer de comer, que no soy adivino…-Tomo una bocanada de aire, apretándose el puente de la nariz, esperando que esa semana no se volviera un martirio, por que si no, no estaba muy seguro de cómo acabaría.

Obviamente el no comería criaturas de Gaia, hasta la pregunta ofendía, pero no dijo mas pues no le daría mas armas para joderle en aquella semana de esclavitud, sin mas lo llevo hasta un lugar donde vendían carnes, hasta el olor era espantoso, y lastimaba su sentido del olfato, era increíble que pudiera comer semejante cantidad, por su parte solo se comió su ensalada con un par de aros de jitomate, y muchas mentas para el mal sabor de boca que traía, y persistía en no marcharse.

-Tu crees que has comido suficiente?…-Dijo en un tono sarcástico, mientras pagaba la cuenta antes de salir del restaurante, pensando que había comido como para tres semanas, si no es que hasta mas, pero sus pensamientos mentales no duraron demasiado cuando escucho que quería ir a meterse a su casa, estaba loco o que?.-Ni creas que te vas a instalar ahí, puedes tomar el baño, pero no te dejare quedarte a dormir…-Ni de broma le daría asilo en su casa, considerando que era muy pequeña como para meter a mas de una persona, o eso desde su punto de vista ya que realmente no era nada pequeña.