Cita al de arriba

Después que todo se volvió obscuro una calma me invadió llenando mi ser, mi sueño se volvió placido solo recordando los hermosos momentos con Rafael, su aroma de nuevo volvió a envolverme sintiendo aquel aroma a incienso tan suave pero inconfundible que despedia, todo se comenzó a aclarar y sentí de nuevo su cuerpo aferrado al mio, abri los ojos y vi su perfecto rostro bañado de aquellas lagrimas, mi ceño se frunció y mis manos limpiaron aquellas lagrimas despacio para no despertarlo, en ese momento sentí una sensación algo extraña al ver ese dolor en el, odiaba que el sufriera no podía soportarlo.

Hellen Collins escribió:Sus palabras no solo me tranquilizaron sino que me animaron, no estaba del todo segura a que grupo pertenecía ni quien era su líder, pero menciono a los Thorns y los Bloody Rose , ambas organizaciones muy importantes de inmortales, si empezaban a hacer sus pedidos en mi tienda el panorama mejoraría bastante, animaría a otros compradores y por supuesto eso me permitiría pagar el alquiler y la mercadería, pues el dinero de mi madre no iba a poder solventar por siempre la florería.

Tenía quince años, me llevé el susto de mi vida, pero era sólo un querubín perdido del resto de compañeros. Buscaba a varios hermanos suyos, se había distanciado observando a la humanidad y sólo quería que le indicara una dirección. Aún recuerdo su rostro aniñado, sus ojos enormes de color café y sus cabellos negros revueltos sobre su frente. Por supuesto ese aroma a dulces, llevaba los bolsillos llenos de envoltorios de dulces que había comprado para probar. Parecía un niño de unos siete u ocho años, algo bastante tierno para esa presencia tan intensa.

Armand escribió:Polvo, escombros y restos de la maravillosa arquitectura de la basilica. Bramante, Rafael Sanzio, Miguel Angel y otros arquitectos se estarian revolviendo ahora en sus entrañas si pudieran contemplar el estado del santo lugar. Aprete los puños temblorosos por la ira mientras camianba por aquella atmosfera solitaria. Aislada de todo sonido exterior pude escuchar a unos jovenes cantando oraciones con angelicales voces, el eco de los niños del coro que habian encontrado ahi su muerte, cuyas almas aun no habian abandonado el lugar y sin desearlo observe como algunas figuras humanas desdibujadas de las victimas se aparecian frente a mi, tumbadas, sentadas, arrodilladas y suplicando, aun sin poder comprender que habian perecido y debian de seguir el camino hacia el cielo.

Amaury escribió:-No eres mi tipo.-dije prestando atención a sus últimas palabras.-No me van tan fornidos.-susurré antes de colocar el dedo corazón e índice sobre la boca de la botella, para con mi mente agitar el líquido mezcándolo.-Cerveza, lo mejor que se ha inventado.-agarré aquella botella de vidrio para acercarla a su vaso de agua.-Salud hechicero tocahuevos.

Leviathan escribió:Tras oír su pregunta se tropezó con los propios pies trastrabillando algunos pasos antes de recuperar el equilibrio. La pregunta de Naamah daba vueltas en su cabeza y se repetía con un eco casi burlón, era una interrogante que el mismo se había hecho repetidas veces desde que aquel niño se había manifestado en su interior, pero seguía sin una respuesta que lo convenciera, “gustar” era un termino demasiado amplio.

Hella S. Blanchart escribió:Yo era el caos y ahora él me comía a mi, jadee medio gritando notando como aparte de sus embestidas como se curaba mi boca y aquel arañazo en el pecho.

Caim escribió:Aquello era el paraíso, un paraíso de perversiones infinitas y de placer demasiado deslumbrantes como para caer en la cuenta que era el infierno, uno de sus portales. Me senté en uno de los cómodos taburetes para ser inmediatamente atendido por uno de mis camareros, sabían que quería y como me gustaba ser atendido con celeridad. Pronto tenía un vaso de whisky frente a mí para que mis labios se siguieran deleitando de su sabor de barrica antigua, así como mis ojos jugaban con las contorneadas y suculentas formas de aquella pelirroja.

Hella S. Blanchart escribió:Al ver que la gente no se apartaba decidí ponerme de por medio dando como unas pequeñas quemaduras en distintas partes de sus cuerpos para que me dejaran pasar. Al llegar frente a él le sonreí levemente apartando mi cabello de un lado para ponerlo en el otro.

Hola! Me a encantado tu concierto, hacía mucho que no iba a uno... Soy Loriel - sonreí mas como si fuera una fan mas y le di dos besos en las mejillas.

Leviathan escribió:Leviathan respiraba agitado llenando sus pulmones con el mismo hollín que insistía en pegarse a su dermis desnuda, camino hasta el ventanal roto mirando a través de este el mar de vehículos yendo y viniendo de todas direcciones. Apretó los dientes con furia, las acciones del vampiro eran imperdonables, se había burlado de el y realizado la mayor osadía que algún enemigo intentara, le encontraría y le haría pagar del modo más doloroso que pudiese imaginar…

Amaury escribió:Ordené mis pensamientos, uno a uno. Podía parecer un idiota, de esos de cerebro de guisante, pero no lo era. Tal vez era eso, la presencia fuerte que había sentido recorrer el mundo hacía unos días, y por unos momentos temblé aunque fue inapreciable. Los hijos de Caim eran formidables guerreros entrenados en la maldad, si tenía un hijo con Leviathan sería mil veces más poderoso. No serían mestizos, nada de hijos con demonios inferiores, sería un coloso.

Spoiler:

Leviathan escribió:Era David quien ocupaba lugar sobre el lecho, la sangre ya seca y ennegrecida se cuarteaba sobre sus labios descoloridos, la piel bronceada había perdido su tentador aspecto oliváceo, para ahora dejar a la vistas las venas que saltaban por la influencia del hambre. Sus heridas seguían abiertas aunque la pérdida de sangre hubiese disminuido por los coágulos que cubrían las venas destrozadas.

Sus brazos y piernas estaban extendidos, sujetos por gruesos brazaletes de metal en los que estaban gravados símbolos mágicos que los hacían capaces de detener incluso a un demonio, por supuesto el conjuro ligado a tales elementos no era obra de Leviathan, pero incluso el reconocía la fuerza del hechicero que había creado esas magnificas restricciones

"Papa... Quiero a mama, y te quiero a ti, pero como se te pase por la cabeza irte y dejarla sola conmigo, siendo aun un bebe, voy a ser yo quien se quede con ella cuando sea lo suficiente mayor como para cuidarla, amarla y darle lo que ella se merece. Recuerdalo" me quede con el cuerpo de mama de pie mirando a papa seriamente esperando una contestación antes de volver a mi cuerpo, pocas veces poseía su cuerpo ya que le gastaba energía para hacerlo, tal vez necesitaba mas hamburguesas para recuperarse.

Resultaba imposible guiarse por el oido, de momento aquel sentido seria desechado. Sean esperó a que Rafael iniciara la danza de la espada para seguirlo e interpretar sus propios pasos de baile. Rebellion brillaba entre sus manos, excitada, deseando cercenar cuerpos que alimentasen la extremadamente afilada hoja, pero algo le decía al híbrido, que por mas seres deformes que sesgaran, estos no dejarian de nacer de sus cenizas cuales fenix de plumas podridas. Debian probar al menos, debian luchar hasta que el cuerpo resentido cayera por puro agotamiento. Asi que movió su espada con fluidez, haciendo de esta una prolongación de su brazo.

Sentía la furia burbujeando en mi interior, una ira fría que procuraba mantener siempre bajo control porque sabía que cuando se desataba entonces no podía pararme. Pocas veces había sucedido algo así, pero cuando sucedía por regla general no terminaba estando orgullosa de las consecuencias. Por mucho que respirara hondo, por mucho que intentara pensar con tranquilidad, sabía demasiado bien que para alguien avispado podría darse cuenta de que las aguas que azotaban el muelle justo en la zona en la que me encontraba se habían revuelto como si siguieran los azotes de mi propio interior, por mucho que intentara evitarlo.

Olivia Blake escribió:Al sentirlo de nuevo en mi mis manos corrieron por su espalda aferrándome a ella, una de mis piernas se abrazo a su cadera, era una necesidad poder estar cerca de el sentir su piel como su aroma se impregnaba en mi, mis labios respondían a sus besos siguiendo el ritmo que el llevaba, aquellos gemidos se apagaban en su boca de una forma que parecía tan natural, mis manos temblorosas viajaban por su espalda mientras mi cuerpo temblaba bajo el de el.

Por un momento todo se hizo mas intenso y mi espalda se arqueo mientras en mi vientre sentía una explosión como la que había experimentado hacia poco en la tina gracias a sus dedos pero mucho mas grande me aferre a su espalda dando un gemido con fuerza cerrando los ojos sintiendo aquella calida explocion de mi vientre.

Amaury escribió:-Tápate, no vas a pillar un resfriado pero al menos no vas con las domingas al aire.-comenté con una leve sonrisa.-Vamos, acompáñame a un paseo y dime que te pasa, no creo que pueda ser algo que no se pueda solucionar.

Apestaba a sangre y a un demonio poderoso, un demonio que parecía haberla destrozado. Pero debía ser optimista, no dejarme llevar por la mala leche que podía acumular en unos segundos, y razonar. Se lo debía a Killian, le debía el pensar un poco ahora las cosas porque no quería que él llorara. Sabía que si me enfrentaba yo solo a esa criatura me aplastaría.

No te gustaría jugar conmigo un rato? - pregunte con cara de niña buena. Debía aprovechar que no sabia usar sus dones y esconder que era un ángel caído.

Me aburro y tú parece que eres lo que estaba buscando. - ronronee acercando mi cuerpo a él un poco mas, aun con cara de niña buena.

Lestat escribió:Paré mi caminar ensimismado con una tienda repleta de juguetes artesanales y otros hechos en fábricas completamente impersonales. No sólo tenían ropa, también cunas y accesorios para recién nacidos. Llevé mis manos a los bolsillos tras abrir mi sobretodo, dándome una pose bastante desenfadada como de galán de cine de otras épocas. Deseaba tener un hijo con Louis, de vivir esta vez la experiencia. Si lo habíamos logrado una vez podíamos con una segunda. Esta vez quería que fuera un chico, lo intentaría con ganas para que sucediese.

Sonreí cuando dijo que aquellos niños estaban bien, lleve otro cigarro a mis labios pero no me preocupe en encenderlo, no quería molestar con el humo.
Me quede mirando su cuerpo con las manos de nuevo en los bolsillos, preguntándome como sería él en la cama, haciendo que sonriera como el pervertido que fui una vez.

Gackupo escribió:No paraba de llamarme Puppy y mis ganas de hundirle la cabeza de un golpe aumentaban. Sin embargo, me había demostrado que no era más que un crío confundido y con ganas de volver a estar con su madre. Muy en el fondo no era tan cínico, ni chulo y ni menos tan vacío. Había algo en él que podía resaltar entre todo lo malo.

Me acerqué para tumbarme a su lado, agarrándolo como lo hacía cuando dormía con mi hermano. Rodeé su cuerpo acariciando sus cabellos blanquecinos, poseía un rubio casi blanco y eso le daba un aspecto agradable. Tenía una piel caliente, para nada la fría que podía tener un vampiro u otra criatura. Él era un demonio, se suponían que tenían el poder del infierno.

-No diré nada si tú no dices que el hijo del gran Satoru ayudó a un demonio y lo acurrucó como si fuera su hermano gemelo, hazlo y juraré que estabas tan drogado que te imaginastes cosas.-dije cerrando los ojos después de acomodarme con el fuego a mi espalda.

Leviathan escribió:- Deja tu marca en mi… porque te pertenezco – le decía el demonio de juvenil aspecto, aceptando con esas simples palabras mucho más que la simple entrega de su cuerpo, finalmente Caim había logrado darle aquello que Leviathan había deseado desde siempre y jamás había logrado poseer, le hizo conocer el amor aunque junto con el mismo el dolor y la desesperación, pues sus sentimientos eran meramente unilaterales.

Ella era natural, olía a flores y semillas, tenía una magia viva parecida a la naturaleza y parecía sentirse cómoda caminando sobre el pasto fresco con sus pies descalzos. Eran detalles como su aroma, su sonrisa nerviosa o su elegancia, aunque no lo notara ella misma, en cada gesto como el que acababa de realizar con las gotas los que me fascinaban y me hacían desear conocerla aún más.

Sean escribió:Terminó por arrancar parte del cuello de la victima, dejandola caer como una muñequita rota y alejandose un par de pasos contemplo su hazaña. Su rostro estaba surcado por esas venas rojizas casi negras, que descendian por su fuerte cuello llegando a su corazon y su cuerpo preso de un sin fin de estremecimientos de placer, exigia mas. Volteó el rostro parar mirar al hechicero, su mirada estaba borrosa, las pupilas le temblaban y se habian teñido de negro. Ua mirada, unico enfoque al rostro de Aren para hacerle saber que no pararia tan facilmente.