Reencuentro inesperado [Lucifer]

El bosque Dunkelheit... Sabía que pasearse por los terrenos de Abaddon sin su autorización quizá fuera una ofensa para el Príncipe Infernal.. Pero ¿y qué? Si no se había olvidado bien de la posición de la residencia de aquel, su castillo distaba bastante de la zona de la foresta en la que él se encontraba...
Necesitaba pensar y relajarse... En los últimos tiempos ciertos eventos del pasado habían vuelto con fuerza a su mente y no tenía idea de porqué... El hermoso y atractivo rostro de la mortal Sara, aquella de la que se había verdaderamente enamorado hace siglos antes del nacimiento de Cristo y por la cual luego había albergado un verdadero resentimiento contra el amor, se había aparecido recurrentemente en su imaginación, pero no como un anhelo, sino como algo... distinto. Como una señal ¿tal vez? Pero... ¿señal de qué? No lo sabía y eso era lo que lo ponía nervioso... Se había olvidado de la chica por milenios al igual que se había olvidado de lo que era sentir el amor, pero, por razones inexplicables para él, hace poco el rostro de la mujer reapareció en su mente, como una señal premonitoria de algo... pero ¿de que?
Sus pies lo condujeron, haciendo ruido al pisar algunas hojas secas, hasta un claro en el que la tenue luz solar se filtraba por entre el follaje de los árboles, dibujando perfectamente los rayos solares en el lugar e iluminaban su figura. Iba vestido de manera algo distinta a lo habitual quizá, en lugar de sus ropas siempre tan formales, esta vez llevaba una camiseta sin mangas de color negro, que dejaba sus brazos al desnudo y delinear y averiguar las figuras provocativas de su trabajado torso. Los pantalones eran unos jeans de color azul oscuro. Lo que si tenía sentido de aquella indumentaria en él era que, fiel a su costumbre, eran vestimentas de excelente calidad y de gran marca. El cambio de estilo no reflejaba nada oculto, simplemente cierto hartazgo por haber usado desde hace siglos el mismo estilo de ropa formal, a veces los cambios hacían muy bien, y eso se aplicaba en la mayoría de las cosas de las que Asmodeus tenía conocimiento.
El Demonio puso la espalda contra el tronco de un árbol mientras se cruzaba de brazos... Estúpida mujer... ¿Porqué volvía a su cabeza? ¿Qué significaba aquello? Bufó suavemente mientras miraba hacia el techo de hojas, del follaje de las copas de los árboles que se entrelazaban y formaban aquel verde entramado que filtraba la luz. Evalúo por un momento la posibilidad de corromper a aquella zona, pero la descartó, no tenía que olvidar que ese no era un bosque del todo salvaje y que en un castillo que lo dominaba vivía el señor de esas tierras que él pisaba, simplemente no hubiera sido nada cortés.

Por fin la pesadilla habia termiando el angelillo obtuvo lo que deseaba su caida a cambio de ser libre sin ataduras sin malos prestijios y sin mi a su lado para derramar pasion y lujuria por su piel cada vez que me placiera. Ah cambios y mas cambios ya empezaba a cansarme de esa palabra que dia a dia me golepaba mas fuerte y yo aguantandome cuanto pudiera para superar mis viejas espectativas. Decidido, molesto y exasperado resurgui del purgatorio queria internarme en el mar o en una cueva donde solamente yo me pudiera escuchar maldiciendo todo aquello que me perseguia una y otra vez sin compacion torturandome; estaba decididolo primero que hayase seria estando tan desesperado a un paso ajitado pase por un bosque esperaba hayar algo aledaño a lo que buscaba pero nada habia nisiquiera una presencial la cual detectar o era tambien mi ajite que las sacaba de mi radar.

Llegando al lugar me percate de que habia dejado tirada mi gabardina en el salon de los tronos.. que importaba que se quedara etermanente allí, sin poder evitarlo mas me desahogue de una forma impredesible hasta para mi -¿Por que?- era lo unico que me preguntaba mientras golpeaba un arbol grueso de fuerte tronco, no logre hacerle daño alguno mas que causarle una minima frisura, pero la rabia que sentia iba en aumento al punto que buscaba las plantas mas debiles, las tomaba y luego las ajitaba contra algun mismo arbol me sentia usado y desechado ya no me interesaba mi reputación pero mis pensares iban en aumento torturandome cada segundo lentamente diciendome una y otra vez con la vos tierna y dulce de Zaziel "Por debil me fui por debil te dejé" o eso era lo que yo creia escuchar.. Que amargo trago del momento pero no quedaria asi o quien sabria el resultado final. Para intentar calmarme antes de llegar a la conclusion de tener que realizar alguna opcion necesitaba pensar pero antes de eso golpee nuevamente el tronco de un arbon donde calleron un par de hojas luego dejandome caer en e suelo invadido de tierra y hojas muertas, secas me dispuse a despejar completamente mi mente dejandola a la vista, si alguien hayase a estar cerca me podria encontrar pero claro yo hayandole antes, sonreir de lado con apis de tranquilidad pasando sus dedos por la sien para relajar el area..

¿Qué era eso...? Asmodeus escuchó de pronto pasos en las hojas secas que tapizaban el suelo del bosque... Se incorporó alarmado por esto, poniéndose en guardia para defenderse de cualquier peligro que pudiese provenir de la espesura... Pero no pasó nada... Aunque escuchó unos golpes no muy alejados de allí...
Se internó entre los árboles y no pasó mucho tiempo hasta que encontró a la figura fuente de esos ruidos y disturbios en la tranquilidad de la foresta... Nada más y nada menos que Lucifer, tirado en el césped y, aparentemente, bastante desanimado...
- ¿Lucifer?- preguntó, era extraño ver al Rey del Infierno en ese estado... ¿Qué le habría pasado? Salió de entre los árboles y se acercó a el... Raro... Encontrarse a Lucifer en ese lugar, a escasos kilómetros de donde había hablado sobre él con Abaddon... Pero prefería no ponerse a pensar en las significancias de la foresta y centrarse en lo puntual, el hecho de encontrar a su monarca prácticamente desanimado por lo que aparentaba. Puso una rodilla en tierra inclinándose junto a él que estaba aún recostado sobre la hierba, lo miró a los ojos: - ¿Te pasa algo? - preguntó no sin un deje de preocupación en la voz.

El tiempo parecia ilusion y los alrrededores tambien por que nada parecia a lo que en un inicio fue. Desprevenido sintio unos pasos al no sentir ninguna aura fuerte se relajo esperando a que el desconocido se dejara en evidencia, no negue temer pero de una forma inexplicable pensando podria ser aquel caido que me buscaba para solventar las incomoda situación que dejabamos de tener, pero no eran solo ilusiones falsas las cuales senti guardar en una pequeña caja.

Pase una de mis manos por mi rostro para procurar relajar mi expresión mirando al general inclinarse curiosamente preguntando -No tiene importancia- musite manteniendo mi estado de animo igual, nada lo cambiaria o eso esperaba desde luego... Tenia sus post y sus contra...

-¿Que haces por estos lugares?- fue lo unico que se me ocurrio preguntarle para desviar cualquier tema que fuece de otra indole a los profesional, me sentia un tanto nostalgico aun. Me acomode incorporandome todavia apoyandome en el tronco del mismo árbol mientras me sacudia el pantalon de vestir negro y mi camisa nega de igual forma viendole de vez en cuando sintiendo cierta timides viniendo de mi ante su persona cada ves que lo veia.

El General escuchó como Lucifer negaba que lo que le sucedía tuviese importancia, cosa que no creyó... Si algo lo ponía así de triste era porque en verdad debía tener importancia, sabía que se necesitaban cosas especialmente graves para deprimir de esa manera al mismísimo Rey del Infierno... Asmodeus suspiró y le dijo:
- Bueno, si no quieres decirme que pasa, estás en todo tu derecho... Pero, creo que hay pocas cosas que pueden ponerte en este estado, me preocupa que mi rey tenga problemas que lo pongan así, y lo ayudaría si pudiera... Pero bueno, no debería de ser asunto mío...
Cuando le preguntó qué hacía allí, el General no pudo evitar pensar en lo buena que era esa pregunta... Había llegado allí ¿cómo? Por un estúpido recuerdo de su pasado que quería sacudirse de su mente a como diera lugar...
- Vine a pasear un rato para despejarme... - le confesó al Rey, por alguna razón no podía despegar sus ojos de los de él... Como en su encuentro en el cementerio, se le hacían sumamente llamativos y atrayentes, al igual que todo él... pero ¿por qué? Prefería no averiguarlo de momento - Hay ciertas... cosas del pasado, que han vuelto a mi mente y me quiero olvidar de ellas relajándome con una caminata por el bosque...

Mis opciones se agotaban me sentia mas expuesto que nunca y opte por renegar de mi mismo ocultando mi actitud para no parecer evidente de la situacion que me abatia en ese momento.

Note como su suspiro a la vez ocultaba algo que no deseaba se viera a leguas o quizas si? la duda me asalto apartando de mi mente por un instante mi mal asunto -No tienes por que preocuparte son asuntos.... que ya no poseen importancia agradesco tu preocupacion pero esta de mas- carraspee mi garganta llevando mis manos a unirlas a mis espalda empezando a caminar lentamente alrrededor del general que aprecia sincero al mencionar el motivo por el cual estaba en aquel lugar apesar de nuestro ultimo encuentro.

Despejarse? vaya las cosas se ponian interesante de una manera un poco extraña pero aceptable -espero que te este yendo mejor que a mi en ese caso- incline mi cabeza en señal de respeto por sus acciones sin contar que sus palabras no poseian ningun tono de arrogancia, cosa que me agradaba mas de él era su actitud ante mi, totalmente distinta ante los demas. A medida que avanzaba a su alrrededor se disponia a seguirme con la vista de una forma intensa y curiosa que me tentaba disponiendose aun a seguirme diciendo cosas que le parecian importante pero le restaba a su ves esa misma importancia -Curioso.. el tema de hoy es olvidar...- musite deteniendome manteniendo mi vista en el al igual que lo hacia desde hace rato -si no te molesta lo podemos platicar, despues de todo no tengo asuntos para debatir hoy y.. me agradaria ayudarte en lo que pudiese en forma de gratificación- volvi a asentir dandole una mirada rapida al piso y luego regresando a sus ojos intensos que me mataban literalmente de curiosidad.

¿Gratificación? Interesante... En realidad, nunca pensó que al Rey Infernal le fuese a importar en verdad lo que él estuviera pasando o sintiendo... Y ahora esto... Lo tomaba desprevenido.
- El tema de hoy es olvidar...- repitió Asmodeus y lo miró a los ojos... No dijo nada, pero no tenía que ser muy inteligente como para darse cuenta de que, si Lucifer había dicho eso era porque él también buscaba olvidar algo...
Puso la espalda contra el tronco de un árbol mientras su mirada se cruzaba con la del Caído... Una sensación... rara... Al mirarlo tan profundamente lo incitó a morderse el labio inferior casi imperceptiblemente. Suspiró y dijo:
- Mmm... No sé si podrías ayudarme... Es algo que data de hace milenios. He de admitir que... estuve enamorado... - suspira, por alguna razón se sentía especialmente abierto ante él, cosa que nadie, absolutamente ninguna otra persona podía causar en su ser. - Hace tanto tiempo y fue algo que me causó tantos problemas que olvidé lo que era sentir amor, lo desconocí totalmente... Hasta ahora... Hace poco tiempo, la imagen de la mujer a la que amé y olvidé volvió a mi mente... Pero no, no con anhelo por lo perdido... Sino como la advertencia de algo... La corporización de algo... - rió y negó con la cabeza: - Sí, suena ridículo si se lo analiza fría y lógicamente, porque en verdad no siento nada más por esa estúpida, sino que como ya te digo... parece una especie de advertencia de algo... No sé de que...
Otra cosa extraña... ¿Porqué? ¿Por qué incluso en el cementerio el General se había mostrado tan abierto ante el Rey y ahora, en esa misma foresta también se sentía así? No podía ser arrogante y orgulloso como de costumbre ante él... Pero no era por miedo, o por sujeción a su voluntad... Sino por... por... ¡Mierda! ¿Por qué? No lo sabía... Y eso lo frustraba... Cerró un puño y golpeó el tronco del arbol sobre el que había estado apoyado con fuerza para descargar su rabia y frustración, tanto por lo que sucedía al recordar la imagen de Sara como por no saber porque con el Rey era tan diferente que con los demás y no necesariamente por temor o respeto.
Suspiró y dijo, aún con el puño cerrado sobre la madera:
- No tendrías que preocuparte por ayudarme... Eres el Rey, debes tener problemas más graves que los míos...

Un tanto interesante el tema "Olvidar" como si fuera posible hacerlo en cuestion de dias y horas, el hecho de olvidar significaba mas que avanzar pero no se lograba tan facil como parecia. Note a Asmodeus apoyarse de un arbol mientras parecia en su mente buscar las palabras mas sencillas, al escucharlo todavia no lo podia creer, el mismo general duro como hueso diciendo que se habia enamorado alguna vez? bueno parecia coherente al simple hecho de una decepcion viene tal "dureza" de aparicia.

Sus palabras eran tenues y simples salidas sin tanta meditación, y mas que todo eso confianza, como me gane eso? ni la mas minima idea me cruzaba por la mente, por el contrario deseando dejar mis pensares me centre en él y escuchar su "detalle" ya que no radicaba en problema el hecho de extrañar repentinamente a algun amor -No has pensado que ella podria regresar de alguna forma y volver a.. cautivarte- hice una pausa dandole una posibilidad lejana. -si lo hizó antes por que ahora no?- sin querer sembre esa duda que era mas que valida en un argumento; de momento empece a centrarme direcamente en su preocupasion dejando de lado mis asuntos.

Cosas distintas abordaron mi mente cuando el general actuo de una manera extraña golpeando el tronco del arbol sin moivo aparente, me negue dado a muchas cosas iniciando a que no era mi costumbre andas preguntando a aconsejando abiertamente nada, mas sin embargo me sentia a gusto dejandome expuesto a lo que verdaderamente fuee él.. Asmodeus -Bien puedes llamarme de otra forma y no.. hoy no tengo nada pendiente que hacer por lo que te puedo acompañar..-carraspee para correjir lo que senti una falta -digo si no te molesta mi presencia ni mis palabras- mas comodo no podia estar en aquel lugar donde lo impredecible empezaba a estar.

- No, por el Infierno...Claro que no molestas...- dijo el General esbozando una fugaz sonrisa suave... Sonrisa que pronto apagó al darse cuenta de la misma... ¿Por qué rayos estaba sonriendo? ¿Por qué se sentía tan cómodo y a gusto, tan seguro? ¿Por qué hace tan solo unas horas estaba totalmente desorientado por el hecho de que Sara reapareciese en su mente y ahora ella parecía estar fuera, y únicamente sus ojos se centraban en los del Rey Infernal? No tenía respuesta para esas preguntas, y si bien ese hecho también contribuía a su frustración general, no le importaba... Únicamente quería seguir en aquel claro del bosque, con esa compañía que parecía tornarse más interesante a cada momento.
Ante las anteriores palabras que había comentado en referencia a su problema el General dijo:
- Dudo profundamente que ella vuelva a mí y me enamore... Era humana y esto fue hace milenios, no debe ser más que un esqueleto polvoriento a estas alturas, de cualquier manera, yo ya no la amo... Pero si hay algo que me preocupa... Sé que el hecho de que ella vuelva es un imposible... Pero ¿y si representa al concepto del amor en general? ¿Y si su repentina aparición en mi mente es una advertencia de que estoy por pasar nuevamente por ese largo y tortuoso sendero el cual no quiero recorrer? Tuve muchos problemas por él... Y lo último que querría es volver a sentirlo pero... - suspiró amargamente para decir: - Lo experimenté y sé que aunque trate de evitarlo si lo hago, terminaré haciéndolo sin importar cuan grandes sean mis esfuerzos... Tuve éxito durante milenios en ni siquiera pensar en el tema, en sellarlo y olvidarlo por completo... Pero ahora regresa con una fuerza abrumadora a mí...
Negó con la cabeza y dijo, mirándolo a los ojos:
- Sin embargo... Lucifer... - dijo ese nombre lentamente, como si estuviera diciendo algo especialmente satisfactorio, era la primera vez que lo llamaba directamente por su nombre y que no le confería el título de Rey: - No todo tiene porqué centrarse en mí... Sé que si no quieres contarme tus problemas no tienes porqué hacerlo, pero la verdad me gustaría ayudarte, para retribuir el interés que has puesto en mis problemas... Pero claro, no te obligo a nada, es obvio...

Asenti en forma de aceptación ante sus palabras iniciales ¿que me ocurria aquella sensación no la lograba con facilidad mas que con Za..? callé mis pensamientos interviniendo para no dejarme ganar por ellos de ninguna manera. Ambos pareciamos buscar algo entre nosotros mismos, la diversión no era tema del día pero se podria empezar por algo. Tense mi expresión entornando mis ojos a la vista de él detallandolo completamente su cuerpo era tan deleitable a simple vista que no podia evitar imaginarmelo de otra forma mas.. comoda... Di un par de pasos de un lado a otro viendole centradamente escuchando su explicacion llena de excusas y evasivas indirectas ¿que tanto costaba aceptar una realidad o una fantasia? -No existen imposibles, hasta ella podria ser un frio ó un Lycan es absurdo el hecho de negarse a las posibilidades- hice una apusa pensando en Lutho repentinamente, mi pequeño angel de muerte ahh que dias aquellos donde su desafio era mi mayor delirio -Pero digamos que no regresa.. aun asi existe el sentimiento y entre mas te niegas mas rapido llega a ti.. no eres inmune Asmodeus, todos podemos ser presa letal de semejante atrocidad y cual es el mayor precio a pagar? la locura?- sonrei de lado teniendo presente recuerdos mas cercanos donde me enfrentaba a lo que fuera por estar en su compañia el mayor tiempo posible, donde rrecorrer su piel era un deleite indescriptible pero tambien en donde todos esos sacrificios y humillaciones no habia servido de nada, de un momento a otro baje la vista cerrandolos los ojos para tomar un respiro, era torturante pensar en eso cada vez que mi mente deseaba darme dolor, que crueldad y que precio mas esquicito a la ves.. los placeres eran eso.

-No te niegues a nada asi no pagaras tanto o por lo menos lo haras por partes muy lejanas- susurre sin poder evitar acercarme un poco a él mirandole con detalle, sus ojos perfectos, sus pomulos, sus labios carnosos y humedos, bajando un poco la vista mirando su torzo, sus brazos fuertes y musculosos de bajo de volumen, toda una obra de arte escultural, regresando a mi realidad sus palabras me resonaban con suavidad siendo mas sencillas de lo que parecian aun que se negaba a si mismo sosteniendo su mirada impura a la ves que yo retornaba a ella.. Con pausa dio inicio a decir mu nombre un progreso que daba en medio del mar y que agradable se sentia escuchar aquello con claridad dejando un punto muy claro -Lo hago con gusto mis "problemas" son solo eso "problemas" no poseen importancia y ya lidiare con ellos pero ahora.. me satisface escucharte... desahogate la retribución me la daras de esa forma manteniendo- hice otra pausa pronunciando con lentitud las siguientes palabras -en ti mi interes...-

Asmodeus sonrió débilmente ante las palabras de Lucifer... No, él estaba seguro de que Sara no había sido Lycan ni inmortal de ninguna forma... Sabía que la mujer había muerto y su alma había ascendido al Cielo... Pero aún estaba, como él mismo había mencionado la posibilidad de que su imagen representara algo... Que representara ese asqueroso sentimiento dulzón pero en el cual era sumamente difícil no caer una vez llegaba.
- No, te equivocas... No me niego a ello, lo contrario... Veo que puede llegar a ser una posibilidad atrozmente cercana, para mi desgracia... Como te dije, pienso que ella lo representa... En ningún momento pienso que la amo, porque es lo que en verdad siento: nada por ella... Pero he de admitir que me afectó... Y siempre relacioné la palabra "amor" con su rostro... Y su repentina aparición en mi mente... - suspiró y puso sus manos en la cara para decir: - Lo seguro es que me indique que me esté enamorando otra vez pero... ¿De quién? ¿Y por qué? Relacionó su aparición más con una corazonada y una sensación... Sensación que no me gusta, pero que es inevitable...
Aprecio como Lucifer se acercaba unos pasos a él, y por alguna razón, Asmodeus separó la espalda del tronco y se acercó al Rey... Se centró en aquellos ojos tan claros... En aquel rostro que se le hacía tan perfecto... Esos labios... No pudo evitar acercársele, así como él se había acercado... Se sintió atraído como el Rey del Infierno fuese un imán viviente y su poder magnético lo atraía inexorablemente... Este acercamiento mutuo de parte de ambos, hizo que quedasen a muy escasa distancia el uno del otro... Tan solo un par de centímetros separaban sus cuerpos y sus rostros, todo él se veía tan... atractivo...
Cuando el otro habló de que la mayor recompensa sería que se desahogara y mantuviera su interés en él, el General esbozó una media sonrisa suave, y llena de encanto, tal así eran sus sonrisas sinceras.
- Vaya... Yo... Esto es inesperado... No estoy acostumbrado a que nadie se preocupe por mí o mis problemas siempre he... lidiado con ellos solo. Y bueno, en lo que se refiere a más problemas... No poseo muchos más que ese que te he comentado... Me frustra en cierta manera, porque como ya te dije, puede que tenga una mínima idea de que se trata, pero no de a quien le correspondería tener mi... amor... - dijo con cierto desprecio la última palabra, pero sin embargo, mirándolo a los ojos, no tardó en perderse en aquel mar de color azul claro.

Derepente senti que me haqbia anticipado a aquellas primeras palabras pero viendolas bien se convertiria en una posibilidad minima pero existente mas sin embargo lo dejé de lado para fijar mi completa atensión en el general que de una u otra manera me cautivaba, reprimiendo mis palabras en un silencio que al inicio del tiempo parecia infinito mas la romperia para -Ya dejala ir y no te ates a un sentimiento que a pesar de todo es.. libre- lo ultimo lo susurre con palabras sutiles sin dejar de verle de cierta forma cautivante y atrayente.

Cuando la distancia no cavia en medio de ambos le correspondi de forma espontanea sintiendo tal atracción que de pronto sus palabras se convertian en simples susurros sin información ni sentido exclusivo para mi -No te asustes..-- mantuve mi sonrisa amplia y espontanea durante todo el tiempo -por el contrario me gusta... me gusta extrañamente saber de ti y tu cosas...Comente por lo bajó manteniendo aun asi mi vista activa y retenida junto a la suya.

Ya que andaba atando cabos a pesar de estar entre algo de panico y duda por que no preguntar y lansarme a aquella extraña sensación que tiempo atras deje de experimentar por capricho a mi ex compañero el cual solamente se desvanecio una noche fria y jamas regreso -podria yo confesarte algo que me ocurre recientemente en tu seguida precencia?- lleve mis manos a refujiarlas en mis bolsillos del pantalón en la espera de aguna aceptación.

¿Qué le pasaba? Porqué estaba tan cerca del Rey... Porque él se interesaba tanto por sus problemas... Cuando le dijo que debía confesarle algo, el General tragó saliva... Por alguna razón creía que sería algo muy importante, la voz de Lucifer parecía ser grave en lo tocante a ese tema y ese tema era obviamente relacionado con él. Asmodeus no podía apartar sus ojos del mirar de Lucifer... se sentía inexorablemente atraído por él... Todo eso estaba yendo demasiado lejos, pero a él le gustaba... Nunca había pensado que podía estar tan cerca de él. Sentirse tan.... atraído.
- No estoy asustado, simplemente me parecía curioso que te preocupases de esa manera - le sonrió con suavidad y agregó ante su pregunta: - Claro que puedes confesar lo que desees...

Estaria loco pero de una u otra manera hallaria la forma para saber que me ocurria que me hacia sentir tan agusto con su presencia, para empezar y terminar tenia entendido que ese general que por lo visto me movia el piso y literalmente odiaba a los caidos mas no se a que se debia ese consenso para las platicas aplicando atracción que ambos negabamos de momento en fin seria parte por parte y esa duda me la sacaria en segundos -Antes me puedes decir ¿Por que odias a los caidos?- pregunte sin que me quedara espina alguna ni duda... -relajate al contestar pero es algo fuera de lugar somos mas parecidos de los que crees y aun asi desconfias o eso lo borro el tiempo?-

Mmmmm... ¿Porque Lucifer le estaba preguntando su opinión con respecto a los Caídos? Aparentemente no era ningún secreto su desagrado por aquellos seres emplumados sin embargo, y tal como lo había descubierto en la residencia de Abaddon no era que él odiase a todos los Caìdos, por el contrario, solo odiaba a aquellos que por su naturaleza de ex-celestiales se creían superiores a los verdaderos Demonios. Pero francamente había encontrado más similitudes entre él y Abaddon y Lucifer que entre él y algunos otros de su propia raza...
- No, Lucifer. No odio a todos los Caídos y eso es algo que descubrí hace no mucho tiempo atrás... Mi odio se centra en aquellos que aún se creen beatos, aquellos que simplemente piensan que por haber sido celestiales alguna vez son mejores que cualquier otro Infernal. Odio a los asquerosos santurrones que se creen tan puros y virginales como antes, que no aceptan lo que realmente son y el verdadero propósito que su caída implica: que pasen de proteger a destruir, que pasen de servir a reinar... Odio a todos esos estúpidos que nunca caen en la verdadera cuenta de su naturaleza caída y se aferran a sus ridículas creencias celestiales... Sé que hay muchos de esos, y ese fue el principal recelo que tuve cuando cayeron al Infierno y tomaron al poder... Pero tu, por suerte, creo que no cuentas entre ellos... Creo que es más una afinidad personal que racial. No odio a todos los Caídos, así como tampoco soy afín a todos ellos... solo a algunos...
Esperaba que el Rey del Infierno se diese satisfecho con esa respuesta, aunque obviamente si quería indagar más el no se opondría, después de todo, no tenía como ni porqué hacerlo...

Al parecer se habia tomado bastante a pecho la respuesta que habia pensado para darme dado a que pregunte sin anuncios previos y mucho menos viniendo del tema -Tranquilo no hace falta tanta explicación me basta con lo que dices creo en ti y en tus palabras susurrantes llenas de verdad o eso lograba localizar en ellas- parecia ser sincero pero a pesar de ello no me importaba su presencia me seguia atrayendo mas de lo normal y hasta lo anormal, antes podria pasar un rato con cualquier otra persona para saciar mis necesidades y listo allí quedaba pero este caso segui siendo ecepcional, sacando y rompiendo mis enignas de mi mismo pero no me importaba nada. Me acerque a su persona atreviendo a llevar mi mano a su cuello dandole un pase de descenso lentamente hasta su pecho y subiendolo de nuevo como forma atrayente y envolvente -me agrada tenerte cerca esta noche que ciento tan llamativa y especial- comente mirando su rostro de forma apacible y detallada, estaba bastante cereno pese a mis palabras algo comprometedoras.

El General negó ante las primeras palabras del Rey, no era que quisiese darle una explicación sumamente larga de sus porqués a propósito, sino que simplemente quería explicitar bien su desagrado para con ciertos Caídos y, en cierta forma, justificarlo. No le gustaba que lo que dijera no tuviera una base sólida, sino todo lo contrario, le gustaba tener cierta coherencia al hablar... Pero no volvió a mencionar aquel asunto... Se concentró en las otras palabras que Lucifer le dirigió, acompañada de ese gesto... ese único gesto tan suave y delicado... Que pasase sus manos por su cuello para luego tocar su pecho y volver a ascender... Un estremecimiento recorrió a Asmodeus... ¿Qué rayos estaba sucediendo? ¿Porqué? ¿Porqué se sentía tan cómodo ante su tacto? Cerró los ojos disfrutando de como las yemas de los dedos del Caído recorrían su piel... El rubio abrió los ojos nuevamente y esbozó una media sonrisa ligera... Los cuerpos de ambos estaban sumamente cerca, casi pegados, sus rostros a escasos milímetros uno del otro:
- El agrado es mutuo... Me encanta estar así... Por alguna razón, me gusta...

Todo se apaciguaba es como si nuestro entorno empezara a desaparecer dandonos una enorme paz y un grandioso silencio donde escuchaba su respiración cerca de la mia y sus ojos se veian cada vez mas intensos. Lo observe cerrar los ojos sintiendo una sensación llamativa tan solo por verle disfrutar de mi tacto luego volviendo a verle fue como encender la luz y entrar en la paz pura.. Asenti ante sus palabras que me embolvian dandole como respusta algo mas breve -estupendo por que no piesno cambiar de parecer ni de idea alguna...- mordí mi lado acercando un poco mas mi rostro al ajeno hasta el punto de sentir su respiración, me debati enque hacer en aquel momento donde todo parecia congelarse..

La cercanía era... enloquecedora... ¿Porqué? ¿Porqué ante la cercanía del Rey Infernal sentía eso...? Era un sentimiento, más bien una sensación, que iba más allá de la lealtad que le debía por ser el líder verdadero y auténtico del Infierno y el más poderoso de entre los Caídos... Y ahora, estaba tan cerca... Tan cerca que podía sentir la respiración de Lucifer... Ese hálito infernal y excitante, ese aroma a infernal viril, a esencia arrogante y malévola...
Su boca estaba tan cerca de la ajena... Sus labios parecían tan tentadores... Hasta parecían llamarlo, o eso pensaba el General y ahora estaba dubitativo... No quería enfurecer al Rey, era lo que menos deseaba, pero tampoco podía reprimir sus impulsos de tal manera... Además, no había llegado a ser un General si no fuera, no solo por su poder, sino también por su valor y su arrojo (al igual que otras cualidades como su astucia), y en honor a ese arrojo... No pudo contenerse y avanzó, le dio un beso en los labios... Un beso suave, pero también muy intenso, un beso que transmitía todo el fuego oscuro y demoníaco que alimentaba el corazón del General Asmodeus.
Los labios del Rey eran una delicia... Pero sin embargo, cuando se dio cuenta de lo que hacía, separó sus labios milímetros de los de él, en apariencia, avergonzado.

Segundos se esparcian en mas segundos, cuando antes era cuestion de horas y horas perdidas. Las reacciones que no pense en cambiar juré permanecerian asi hasta que decicidera actuar o enviar a alguien quien actuara solo de intermediario casual dado que nadie mas cuidaba mis intereses como yo mismo podría hacerlo.

Mirando sus labios moverse continuamente era una especie de recordatorio cuan carnosos y deseables podría llegar a ser... mas de lo pensado.. solo en cuestiones de segundo pude sentir que no era el unico que se sentia de aquella forma tentadora mas sin embargo esperé el tiempo que crei correspondiente sintiendo un enorme alivio al sentir como la cercania se reducia conciderablemente hasta ser inexistente escasos segundos que fueron demasiado rapido, donde sus labios rozaron los mios y quizas por su mente pasaron muchas cosas de mi persona quizas en mi forma de actuar o mis berrinches pero está vez solo pude sonrerir un poco cosa poco usual y llevar mis manos hasta su nuca para atraerlo y besarle con mas intensidad detallada esperando no fuece yo a estar en una total equivocación.