Pagando una apuesta[Priv]

Pasaron al menos un par de minutos en lo que llegaron a el bosque, sin dudar ni un solo segundo en entrar en el a la misma velocidad que iba avanzando, encaminándose entre los enormes árboles que se alzaban hacia el cielo, sinceramente le encantaba mucho la tranquilidad de aquel lugar tan apartado de la ciudad y sobre todo de los malditos humanos que no hacían mas que contaminar el aire que respiraban. –Apresura el paso o te dejo atrás…-Dijo sin siquiera mirar hacia atrás para asegurarse de que el demonio le seguía.
Un par de minutos mas y se encontraban frente a una enorme muralla que resguardaba su vivienda, dando un largo suspiro pues no era fanático de tener invitados ahí, pero no tendría mas remedio que aceptarlo. –No vayas a tocar nada, no quiero que destroces alguna de mis pertenencias…-Aclaro antes de abrirle las puertas, teniendo que pasar primero por el jardín para llegar hasta el recinto.

Llevo sus manos hasta sus propias sienes masajeándose para poder soportar a aquel demonio en su casa, preguntándose mil veces como era que había perdido, y mas por que detestaba perder, ganar era su lema, pero e ahí el problema, una cosa es que fuera su lema y otra muy diferente que siempre fuera como él lo dictaba. –Ya, ya solo me preocupo por el bien de mis cosas…-Dijo sin mas encaminando al azabache por los inmensos pasillos de su castillo, los cuales se encontraban decorados con enormes cuadros colgados en la pared, en su mayoría eran pinturas de paisajes o criaturas místicas, mientras que los ventanales estaban cubiertos por espesas cortinas en color tinto muy oscuro, sujetadas apenas con un listón dorado quemado.

-Sígueme que te llevare al baño…-Dio un par de pasos mas en aquel enorme recinto, el cual estaba decorado al mas puro estilo victoriano, aunque con algunas cosas de la época medieval. –Aquí podrás bañarte…-Musito en el mismo instante que abría la puerta tallada de madera, dejando ver una enorme bañera.- Que ropa te pondrás?…-Pregunto mientras le pasaba un par de toallas, después de todo estaba 100% de que la propia no le entraría ni una pierna.

Alzo apenas una de las cejas mirando la reacción del demonio, era increíble que no le pareciera el baño, pues a que tipo de duchas estaba acostumbrado?.-Si tu no quieres bañarte haya tu, por que entonces yo si tomare una ducha…-Musito quedándose aún en el marco de la puerta, pensando seriamente que no estaba nada mal aquella idea, servia que se refrescaba las ideas y planeaba bien como pretendía ofrecerle el trato al azabache. –Para muchas cosas…-Contesto con tranquilidad aquel susurro de su acompañante, en numerando en su cabeza todo el uso que les daba a los muebles mencionados.

-Es el único baño que pretendo prestarte los demás no creo que sean para nada de tu agrado…-Dijo recargándose al borde de la puerta mirando al demonio, negándose a la idea de dejarlo dormir así de apestoso, no ensuciaría las colchas con ese hedor.- Aunque si quieres puedes irte al barecillo hay un par de botellas en la barra… -Termino por dar un paso hacia afuera del baño para encaminarlo hasta el lovi.