Apassionata~~

Se me habia ocurrido, caminar en la playa. Esa noche, como varias noches, despues de haberme despertado, tenia la perspectiva de ser completamente monótona como la otras. -Porque, no? - me dije. Un baño de luna seria estimulante para el apetito.
Mi camino me llevo a la playa mas cercana que aun no mermaba su actividad, quiza planeando todo para el siguiente dia.
Y entonces me dieron ganas de ver al sol. Siempre habia vivido de noche y muy pocas veces habia esperado la mañana, aun recordaba, los colores del amanecer que venia cuando aun era una niña humana.
Creo que aun espero poder disfrutar de un amanecer mas. Aun conservo la esperanza.

Al pisar con mi pies que se hundían en la playa, oi una bella melodía, de esas que se colaban en el alma y te hacian estremecerte, no por lo bien que pudiera estar tocada, si no por las emociones que fluyen atravesó de las notas...
Me acerque lentamente, con su cuidado de no molestar al concertista misterioso de esa noche, quien era evidente que estaba demasiado perdido en su interpretación, seguramente embelesado por el baile de emociones que parecía arrancarle al piano en cada golpe de sus dedos.
Tome asiento en una roca y acomode mis piernas, saque un cigarro de mi pequeño bolso de terciopelo y lo prendí, fume la primera calada y largue el humo con delicadeza, parte del aroma del humo mezclado con el aroma del océano, me marearon un poco, mientras la música parecía tener el efecto balsámico
que solía buscar en cada lugar donde solía quedarme.
Solo me abrace a mi abrigo y mire hacia el cielo, fijando la vista en la luna y solo escuchando aquellas notas...

La música había cesado y yo aun no había terminado mi cigarro. Decidida a no molestar a mi concertista misterioso, estaba por levantarme de donde estaba y seguir con mi camino, hasta que un golpe mental, palabras en mi cabeza, palabras y una voz claramente masculina y delicada habian llegado hasta mi, Invadiéndome, invitándome a acercarme y disfrutar de la cercanía y la compania. Ensalzando mi belleza, como cada hombre que conocia, vampiro o no.

Otro inmortal como yo... como es que no lo note?, creo que la nostalgia estaba haciéndome bajar la guardia. Entonces fije la vista en el, usando los poderes que adquiri hace ya tanto tiempo. Su pelo rubio parecía bailar con el viento, revoloteando caprichoso por sus vaivenes, me fije en sus dedos, finos dedos de interprete que se movían inquietos por sobre la combinación armoniosa de teclas blancas y negras del piano, que habia elegido concederme otra vez el privilegio de escucharlo tocar. Creo que esta vejez eterna en la que estoy, conservando mi gracia y belleza de antaño solo me hace mas taciturna.
Me levante de las rocas con la sutileza de mi raza y de mi estirada educación cortesana, para caminar en la arena y acercarme al vampiro que estaba aun en su lucha de armonias y bemoles, para situarme a su lado, apoyandome sobre su instrumento con un brazo, hice una inclinacion de cabeza al cruzar sus ojos con los mios, en una especie de gratitud, con una leve "Gracias" de mi voz en su cabeza, mientras fumaba mi ultima calada.
El viento nocturno de playa, eterno jugueton, habia empezado a mecer mis cabellos suavemente como si me pidiera permiso para jugar mas violentamente con ellos, como esos niños traviesos que piden permiso, solo para una parte de su travesura.

Chopin. interesante eleccion...Un nocturno? Sonreí ligeramente...un eterno romantico, sin duda.

-Mi nombre...mi nombre es Satine -mire de reojo como seguia tocando aquel instrumento. Al acercarme me di cuenta que el macho era todo un especimen de mi especie: Hermoso, orgulloso...seductor, embriagador y embaucadoramente peligroso.
Ciertamente alguien con una fantastica manera de hablar, sus ojos profundos y miraban con encantadora y filosa expresion. Sonrei al ver que habia escuchado las palabras de mi mente, no me sorprendio, no habia buscado cerrar mi mente esta vez. Su gentil y educada forma de dirigirse a mi, me hablaban de otras épocas, una nueva nostalgia se me colo en el cuerpo. Despues de todo los vampiros, miramos impasibles el paso del tiempo y ciertamente algunos pensamos que cualquier tiempo pasado fue mejor.
Apoye mi brazo sobre el piano y mi mano sostuvo con elegancia mi barbilla, con la sonrisa que me caracterizaba por ser la cortesana que siempre había sido y con la que habia manejado las voluntades de varios hombres, sin ser demasiado seductora con el, solo me limite a enarcar una ceja y mirarlo a los ojos
-Me sorprende gratamente que haya decidido a tocar tan fantástica melodía, no se oye eso por estos lugares. Todo es ruido en estos días- Lamente con una suave movimiento de cabeza. -No pude mas que detenerme ante tan encantadora performance, espero no haberlo molestado.-
La luna brillaba mas intensamente en esos momentos casi en su cenit...aun lo veía tocar y fije mi vista hacia las teclas y a sus dedos.
-Porque melancólico si puede saberse?...El amor? ...Puede negarse a contestar mi impertinencia..-
Si eso era, podia facilmente entenderlo...el amor, destruye un poco de nosotros cada vez, llevándose a quien mas amamos.

No el amor , no era lo unico, sin duda...
-Es verdad, somos seres imperecederos..que vagan a través del tiempo. Y los humanos que no merecen la vida que se les ha regalado. Es una pena...- Dije casi en suspiro, mire hacia el cielo estrellado mientras decia aquellas palabras con esa nostalgia que me estaba atacando ya desde hacia un buen tiempo.

-Yo? -Lo mire a los ojos y le sonrei, mi sonrisa roja carmesi, leve...me quede fascinada por sus ojos. destellaban de ellos vetas de color dorado...guiños en la oscuridad. -Nunca tuve un porque. Camino en la oscuridad, como usted dice, desde hace tiempo...Mi marido fue mi maestro, pero nos separamos. Luego me dedique a hacer lo que mejor hacia, aprovecharme de la libido masculina y sacar provecho de aquello. Me llama la atencion como el mundo va cambiando...evolucionando o involucionando...-Nunca tuve problema en decir lo que era, no me avergonzaba, ni era tiempo para eso. Era absolutamente conciente que los hombres solo querian a una mujer como yo, solo...en la cama...El unico que no lo habia hecho, habia ya muerto, hacia un largo tiempo.

-Y usted, Armand? que hace ademas de tocar el piano tan bellamente en las noches de luna...como esta, por ejemplo?...
Me acerque mas a el, lentamente...apoyando mi codo en la tapa de aquel piano, mirando de reojo como su dedos se movian, con maestria. Un cabello de Armand revoloteo cerca de mi y yo lo intercepte, colocandolo detras de su oreja, sin pretender seducirlo...Y rei...-Lo siento, Iba a terminar por comerselo-

Llevabamos meses viviendo en aquella ciudad de los Angeles y aunque las cosas ya no eran como las recordaba, en realidad no era tan malo, almenos no como yo estaba acostmbrado a vivir, a su lado vestia las mejores prendas de ultima moda, olia a las mejores fragancias y calzaba los mejores zapatos, sin embargo en el fondo odiaba tanto amarlo, odiaba tanto darle siempre todo cuanto pedia y que el me correspondiera a regañadientes y solo en el ultimo de los casos, esa precisa noche que discutimos sobre el nombre del bebe y sugirio llamarlo Nicolas, se habia desatado la gran pelea, todos los libros volaron de los estantes, y las puertas se azotaron, para no lastimarlo seriamente o que el me dañara a mi descidi salir dando un portaso, corri tan rapido como me fue posible.

llegue a la playa ligeramente exausto, la luna bañaba mi palido ser, y hacia que mi intenso cabello negro se mirara destellante, todo limpio y acondisionado, me lleve las manos a las rodillas y mirandome los zapatos lujosos, y los odie, los odie tanto que me los quite y arroje al mar luego tome puñados de arena mojada y comenze a untarmelos en la ropa y en el cabello, odiando tanto ser mas de el que mio, en esas estaba cuando una melodia deliciosa me llamo, gire el rostro y camine como por inercia hasta donde pude observar a un par de hermosos y encantadores pelirojos, uno de ellos lo pude reconocer perfectamente, alguna vez estuve apunto de pertenecerle, la hermosa mujer no la conocia pero no tardarian de darse cuenta de mi presencia poco elegante

-hola perdonen mi atrevimiento pero esa melodia es hechizante

me limite a decir mirandolos mientras pudorosamente me sacaba la arena del cabello y me limpiaba el rostro

Tomo mi mano y la beso, cuando yo arregle su pelo en un simple gesto de cortesia. me habia tomado la libertad de hacerlo, porque los hombres para mi, no eran un secreto. Tenia amantes, amigos y aliados, eso era todo. Me gustaba sin dudar de contar con inmortales de mi lado, una mujer como yo, puede mover influencias...y estas pueden ser recompesadas, muy bien de hecho. Ese gesto de otras epocas, de esas epocas en que los hombres besaban el dorso de las mujeres con distinción y ceremonia, me deleitaban y no hice mas que quedarme satisfecha ante es total muestra de educacion y alcurnia.
Se veia bien que eramos almas afines que podiamos sin duda, llevarnos bien...pero hasta que punto?
-Que diría? Diría que debe cuidarse Armand. Los inmortales caemos en el error de que podemos hacer todo, pero...Nos desengañamos demasiado pronto y terminamos por querer auto destruirnos y de la peor manera. Espero no enterarme que al final, su propia naturaleza lo traiciono...-
Jamas iba a preguntarle nada, porque era de mujer de alcobas no hacerlo. Nosotras debíamos callar y escuchar, al fin de cuentas, eso beneficiaba nuestro trafico de influencias, especialmente para nuestro propósito y circunstancia.

Estaba por seguir mi pequeña respuesta, pero me sorprendí ligeramente a los que me pareció un humano que estaba pidiendo dinero, estaba por sacar algo de dinero de mi bolsa. Cuando su calma voz me hizo levantar la vista, su belleza inmortal, su cabellos largos y llenos de barro, me avisaron que aquel macho también era de mi raza. Guarde mi bolsa y sonreí ligeramente.
-Es una noche de atrevimientos, mas para Armand. esa musica hechizante atrae a los de nuestra raza, querido. -Rei ligeramente y mire al joven con cierta ternura. Comencé a sentirme como una madre y su pequeño. Queriendo protegerlo de las inclemencias del tiempo o de todo mal.
Fruncí mi seño al pensamiento, ligeramente a la par que decia -Acérquese, jovencito... descanse un poco de su agobiada carga. Con un poco de buena musica- Su rostro asi lo demostraba, un ser eternamente triste y por siempre condenado.

escuche las palabras de ambos, por un momento armand me sorprendio a toda luz con una nueva personalidad inimaginable en alguien como el que solo habia buscado ser castigado pero paresia que su felicidad ahora radicaba en su amnesia, y de alguna forma eso me asia sentir bien, lograr olvidar todo lo que alguien como el habia sufrido desde que fue presa de las inclemencias humanas hasta incluso de las crueldades y faltas de conciencia de nosotros los inmortales, sin duda alguna seria estupido decir que fisicamente habia cambiado sin embargo notaba algo diferente su aspecto tambien, me di cuenta que la mujer me habia confundido con algun mendigo desposeido y rei muy feliz por dentro imaginando la verguenza que lestat habria sentido en un momento asi,

-perdonaran mi aspecto, se que estoy demasiado impresentable pero tuve una pelea con un monstruo marino,

comente distraidamente animado, sintiendome estable y en armonia por primera vez en aquella noche, tome asiento junto a la elegante mujer que ademas embriagaba con su aroma un poco mas alejado de armand pero clavando mis ojos aun en el, recordando el tacto de su piel y a humedad de sus labios, tambien tratando de no ser demasiado evidente para no iportunar,

quize comenzar una conversacion pero me paresia maleducado llegar e irrumpir el hermoso concierto lunar-marino ´por lo que me limite a recargar mis brazos en el piano y escuchar atento ante cualquier observacion de mi compañia

solo sonrei notando la brisa golpeando mi rostro, me acerque un poco para sentarme junto a el, por alguna razon lo notaba diferente, pese a que segia siendo el mismo desde hacia muchisimos años ahora no paresia ser tann el mismo, me sente a su lada admirando su belleza que esta ves se mostraba mas angelical y menos fiera y leonica, me atrevi a tomarle por el cabello y deslizar mi mano hacia abajo delinieando su rojiza mecha, me agradaba ese armand que no paresia petulante ni egoista, que habia dejado la soberbia atras, luego de tan obsesiva admiracion me atrevi a responder a su pregunta,

-me llamo Louis, Louis de Pointe du Lac,

tome su mano parta cesar que tocase el piano y notando que la dama al pareser se distrajo platicando con algunas personas levante el menton del chico mirandolo a los ojos observando, tratando de reconocerme en aquellos verdes como esmeralda, me levante sin soltar su mano y le hize una seña,

-estoy muy cubierto de arena, desearias venir a nadar conmigo un poco, mira ella parese que no le molestara, incluso quiera acompañarnos cuando se deje de distracciones

solte su mano y camine ppor la arena, dejandolo pensar en su descicion, mientras mis pies tocaban ya arena humeda cuando me saque los pantaones, y luego la camisa, finalmente deje mis ineriores blancos tumbados en la arena y avance lentamente hasta que el agua me cubrio la cintura, gire para mirarlo a ver si se animaba, habia cosas que ambos nos debiamos decir, quizas una disculpa de mi parte que ahora que el no recordaba se haria mas facil todo...

apenas lo mire y comprendi que habia cosas que ni el tiempo ni la amnesia podia extinguir, y era que el hermoso pelirojo se mostraba aun con esa elegante coqueteria que usualmente usaba principalmente adelante de el, sonrie extendiendole la mano para que se aproximara mas a mi, y le susurre mientras lo atraia a un abrazo de anelo, de cariño fraternal, y sobre todo un abrazo protector,

-algo me dice que tu deseas mas proteger que ser protegido, pero quizas se trata solo de suposiciones mias,

lo solte del abrazo esperando no resultar muy atrevido pero en realidad me habian conmovido sus palabras, camine hasta mas profundidad esperando que me siguiera, la brisa del mar jugaba de forma traviesa con nuestros cabellos los cuales paresian mecerse al ritmo de los arbustos,

-ahora hablame sobre mi constelacion, as conseguido verla, sabes mucho sobre estrelas, supongo que debe ser asi pues tus ojos tienen un brillo superior al de los astros querio y nuevo amigo,

le dije dejandome de galanterias y coqueterias dejando que el agua me proporcionara un suave masaje, olfateando la sal en el agua y esperando con nervios que el se aproximara mas, despues de todo ya una vez habia logrado conquistarme....