Hell Realm {Normal}

En el principio...

Dios creó el universo: planetas, estrellas, la tierra, animales, vegetación, etc... Y para ayudar a moldearlo y darle forma hizo a dos seres... Los mismos tenían toda Su luz divina y gran parte de Sus poderes: Luzbel y Miguel.
A su vez fue creando más de estos seres, parecidos a los dos primeros pero de menos poder, los arcángeles Gabriel, Rafael, Zadkiel, Uriel, Jofiel y Samuel. Todos eran portadores de la luz divina y las virtudes y bondades de la Creación. A su vez también hubo otros seres, menores que los ocho anteriores pero que eran igualmente faros de la luz divina en una Creación a medio terminar.
Juntos, acabaron de terminar la Obra de Dios... Y Él, satisfecho... Llamó a Miguel y Luzbel para comentarles sus últimos planes: Iba a crear una raza de seres inteligentes, conscientes y con libre albedrío, una raza independiente que no estaría sujeta a mandato divino por ésta última causa.
Miguel se fascinó con la idea, pero Luzbel dudó... Y esa duda lo llevó al pecado... ¿Cómo se aseguraba la estabilidad y el orden de la Creación con seres que no podían ser controlados? Llegó a la conclusión de que esto acabaría destruyendo todo lo que todos juntos y con esfuerzo crearon. Entonces pesó que si Dios estaba lo suficientemente loco como para crear algo así... Entonces no tenía que ser Él quien condujese a la Creación.
Valiéndose de sus enormes poderes, su gran carisma y su prestigio, Luzbel unió a muchos de los ángeles menores a su causa e incluso a unos pocos (a seis para ser exactos) los ungió con grandes poderes cuya fuente eran él mismo y los hizo sus lugartenientes para que estuviesen a la altura de los demás Arcángeles, excepto de Miguel al que solo Luzbel tenía poder para enfrentar.
El contingente angélico marchó a la Ciudad Dorada y comenzaron una sanguinaria guerra en el Paraíso que destruyó a muchos ángeles. Sin embargo, a pesar de que la lucha parecía eterna, los rebeldes fueron derrotados y el mismo Miguel expulsó a su hermano y a sus seguidores: en total un tercio de los ángeles del Paraíso.

Luzbel y los rebeldes cayeron hasta una prisión diseñada por Dios para que no hubiese dolor o castigo, sino simple encierro... Pero la pena del Octavo Arcángel, sumado a su enorme poder, su furia, su odio y su sed de venganza para con el Reino de los Cielos, hizo que el lugar cambiara, que se convirtiera en uno de fuego y sombras, de gritos y sangre, de dolor y castigo... El Infierno. A su vez, esta corrupción afectó también a los seguidores del Caído, convirtiéndolos en criaturas malignas y sombrías. Este despliegue de poder también afectó a los seis lugartenientes. Los mismos se volvieron aún más poderosos que sus hermanos menores debido a que el poder de Luzbel corría por su ser... Se volvieron criaturas de odio y llenas de los pecados más atroces y viles, corrupciones y degeneraciones de las grandes bondades que los Arcángeles representaban: Mammon de la Avaricia, Leviathan de la Envidia, Satán de la Ira, Lilith de la Lujuria, Belcebú de la Gula, Abigor de la Pereza y Luzbel... Luzbel que cambió su nombre y al cual el Infierno modificó su apariencia... Desde ese momento Luzbel murió y se volvió Lucifer de la Soberbia, Emperador absoluto del Infierno y juró ante las llamas de su reino acabar con la Creación y con el Paraíso mismo, para erigirse él como Rey de Reyes y hacer su propia Creación.

Mientras tanto, el plan divino marchaba como debía... Dios había creado a los humanos y a mí, a La Muerte para que segara sus almas y los llevará a Su presencia cuando fuese el momento. Me otorgó todo el conocimiento de lo que había ocurrido antes de la creación de la raza humana y me prohibió intervenir en los asuntos de la humanidad si no era para segar las almas cuando fuese el momento.
Pero ahí fue cuando el Infierno se puso a actuar... Las intrigas e insidias de Lucifer dieron frutos cuando las esencias de los Archidemonios se colaron en la Tierra y comenzaron a corromper y pudrir a la raza humana. Los corazones humanos se corrompieron y la raza comenzó a pecar y a descarrilarse del rebaño de Dios.
Así fue como un hombre llamado Caín mató a sangre fría a su hermano... El Señor lo castigó haciendo que no pudiera morir y que sufriera una sed de sangre muy intensa siempre... Así, fue condenado a vagar por la Tierra, saciando su sed...
Hizo un pacto con Lucifer, en él especificaba que a cambio de su lealtad y de abrirle al Infierno las puertas a la Tierra, pedía grandes poderes sobrenaturales y la capacidad de convertir en seres como él a las personas que vaciara de sangre hasta matarlas (estos seres también serían leales a los Archidemonios y al Infierno)

Así fue como Caín comenzó a extender su maldición creando la raza de los Vampiros, seres en su enorme mayoría leales a las huestes infernales. Los Vampiros abrieron el camino a los demonios menores para entrar a la Tierra que comenzaron a poseer a humanos... Hubo descontrol, los asesinatos se dispararon, catástrofes naturales arrasaron el mundo, el mal floreció por doquier.
Miguel intervino y ungió a un humano devotamente creyente y beato, Jeremías Toren con poderes sacrosantos, convirtiéndolo en el primer Exorcista.
Toren entrenó a una vasta selección de candidatos en los caminos sagrados y comenzó a exorcizar poseídos por demonios y a cazar vampiros junto a sus discípulos, ya que había descubierto la manera de destruir a estos No-Muertos, e incluso destruyó al mismo Caín.
A pesar de los grandes éxitos de los Exorcistas, Toren fue asesinado por el Archidemonio Mammon, y así se probó que un Exorcista tenía pocas posibilidades frente a un Archidemonio y es por eso que, para repeler a estos últimos, los Arcángeles descendieron del Paraíso y expulsaron a los malvados nuevamente al Infierno.

Luego de esto, el Cielo puso en marcha su plan maestro: el nacimiento de la encarnación de Dios en la Tierra... El nacimiento de Cristo. Tuvieron éxito con el plan y Cristo comenzó a demostrar el poder divino, oficiando milagros, curando enfermos terminales y exorcizando a algunos de los demonios rezagados. La gente se entregó devota y fervientemente a los brazos del Paraíso al presenciar todo esto y el Cielo comenzó a prosperar y reinar tal como estaba previsto por Dios...
Sin embargo, a medida que pasó el tiempo, el manto sacro que había tendido Cristo sobre los corazones de los hombres se fue rasgando, porque el Infierno seguía enviando sus oleadas de odio y de maldad a la Tierra.
Aunque ni Arcángeles ni Archidemonios se presentaron para plantar batalla, la lucha entre los dos reinos siguió mediante Exorcistas, Vampiros y demonios que poseían a personas.

Sin embargo, a pesar de esta aparente inactividad de los mayores, Lucifer fraguaba en secreto un plan... Si él era tan poderoso (o incluso más, según sus cálculos) que Dios, entonces podría hacer lo mismo que él: llevar a la Tierra una encarnación de si mismo, de sus poderes... Una mezcla entre lo infernal y lo humano.
Luego de muchos intentos infructuosos debido a muerte de las mujeres violadas por el Archidemonio, el Emperador Infernal logró su cometido...
Poco más de un milenio y nueve décadas del nacimiento de Cristo... Nació el hijo de Lucifer en la Tierra...
El 6 de junio de 2006 comenzó un período terrible para la Tierra... Nuevamente y como en épocas anteriores, la maldad se desató: violaciones, asesinatos, catástrofes naturales, violencia, los demonios comenzaron a manifestarse en la Tierra con más fuerza...
Actualmente, en el 2012, tanto Cielo como Infierno buscan el paradero del hijo de Lucifer, ocultado muy bien al ser mitad humano. Encontrarlo es crucial ya que puede inclinar la balanza para el lado de cualquiera de los reinos en la batalla final... El Armagedón. Todo esto en un contexto donde hay una intensa guerra secreta entre el Cielo y el Infierno por la supremacía en la Tierra...
¿Estás preparado para la lucha?

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