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Dignité (Priv. Astaroth)
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Dignité (Priv. Astaroth)
por Invitado Sáb Abr 07, 2012 6:56 am
Llevaba ya un rato ojeando la multitud de catálogos impresos y viendo un desfile privado con los mejores trajes de la colección del sastre preferido de Caim. En el fondo Levi sabía que enviarlo hasta Paris, Francia, no era más que una excusa para deshacerse de él. Su socio y amante ocasional también podía ver que aquello de convivir juntos no era tan censillo tomando en cuenta lo opuesto de sus caracteres, incluso los encargados de la instalación eléctrica de su mansión debía estar ahora elevando salmos de agradecimiento a los cielos por la temporal tregua, desde que estaba allí el lugar permanecía mayormente a oscuras y Caim estaba gastando una fuerte suma en la reparación de daños.
Arrojo el catalogo al montículo que ya tenia junto a el, las luces oscilaron pero el desfile seguía su curso, eran como 5 modelos cambiándose de trajes, camisas y pantalones formales como sport, toda ropa de adulto por supuesto, debía elegir de aquello y encargar una prenda en miniatura para el pequeño cuerpo de Lugh, la tarea en si misma resultaba tediosa, el mismo apenas si se fijaba en lo que vestía, pese a que ahora estaba luciendo unos pantalones negros de diseñador y una camisa en el mismo tono oscuro la cual resaltaba la blancura de su piel, pero nada en el mundo, ni los insultos de Caim le harían usar mocasines, los zapatos no solo eran molesto sino un aislante que impedía a la electricidad pasar a través suyo.
Una de las bombillas exploto haciéndole saber que debía hacer un esfuerzo para calmar su espíritu, si destruía el lugar solo estaría agregando una cosa más a su lista de faltas, no que le tuviese miedo a nadie o a nada, pero eso solo enriquecería los argumentos en su contra. El encargado se le arrimo discretamente y le hablo en susurros.
- Trouvé quelque chose que vous aimez? – interrogo el hombre usando un tono agradable, ya se había percatado que tenia un cliente difícil y volátil en sus manos.
- Choisissez vous-même, vous connaissez les goûts de Caim, rappelez-vous juste que les vêtements sont d'un bébé – respondió con un perfecto acento, había aprendido todas las lenguas mortales, ninguna era como la dulce y propia lengua de los demonios, sin embargo se expresaba perfectamente en cualquiera de ellas.
Se levanto casi tirando el asiento y al encargado de paso, sentía deseos de mandar todo por los aires y mostrar de esa manera lo que opinaba sobre vestir “Dignamente” a su heredero. Salio a la calle dando grandes zancadas, ignorando la caricia de la llovizna que afuera caía. Quizás si encontraba una vinotera donde distraerse aquel inútil viaje podría tener alguna compensación.
Arrojo el catalogo al montículo que ya tenia junto a el, las luces oscilaron pero el desfile seguía su curso, eran como 5 modelos cambiándose de trajes, camisas y pantalones formales como sport, toda ropa de adulto por supuesto, debía elegir de aquello y encargar una prenda en miniatura para el pequeño cuerpo de Lugh, la tarea en si misma resultaba tediosa, el mismo apenas si se fijaba en lo que vestía, pese a que ahora estaba luciendo unos pantalones negros de diseñador y una camisa en el mismo tono oscuro la cual resaltaba la blancura de su piel, pero nada en el mundo, ni los insultos de Caim le harían usar mocasines, los zapatos no solo eran molesto sino un aislante que impedía a la electricidad pasar a través suyo.
Una de las bombillas exploto haciéndole saber que debía hacer un esfuerzo para calmar su espíritu, si destruía el lugar solo estaría agregando una cosa más a su lista de faltas, no que le tuviese miedo a nadie o a nada, pero eso solo enriquecería los argumentos en su contra. El encargado se le arrimo discretamente y le hablo en susurros.
- Trouvé quelque chose que vous aimez? – interrogo el hombre usando un tono agradable, ya se había percatado que tenia un cliente difícil y volátil en sus manos.
- Choisissez vous-même, vous connaissez les goûts de Caim, rappelez-vous juste que les vêtements sont d'un bébé – respondió con un perfecto acento, había aprendido todas las lenguas mortales, ninguna era como la dulce y propia lengua de los demonios, sin embargo se expresaba perfectamente en cualquiera de ellas.
Se levanto casi tirando el asiento y al encargado de paso, sentía deseos de mandar todo por los aires y mostrar de esa manera lo que opinaba sobre vestir “Dignamente” a su heredero. Salio a la calle dando grandes zancadas, ignorando la caricia de la llovizna que afuera caía. Quizás si encontraba una vinotera donde distraerse aquel inútil viaje podría tener alguna compensación.
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Re: Dignité (Priv. Astaroth)
por Astaroth Sáb Abr 07, 2012 10:42 pm
Deberia retrasar sus planes. Astaroth era consciente de que no podia dejarse guiar por los rumores de aquellas zorras infernales, estas solo usaban la lengua para hablar y para mamar y tampoco es que fueran profesionales en ese aspecto. Dejó a Pandora a cargo de un asunto tedioso a fin de no tener que hacerlo el mismo asi que caminaba solo por una ciudad en la cual no habia estado en siglos cuando cuya población se vió mermada por la peste negra. Astaroth nunca fue ajeno a la evolución del ser humano, aunque no le importaba lo mas minimo. Extrañaba esas epocas en donde el ser humano eran conscientes de su debilidad ante un ser como el y no como ahora, que los mortales se erguian guiados por su arrogancia.
Particularmente sus pasos lo guiaron al encuentro de otro ser infernal. A diferencia de él habian unos cuantos que se movian fluidamente en este ambiente e incluso les agradabla creando sus nucleos extensos de poder. Gustaban de manejar a los humanos, de crear grandes imperios..algo que Astaroth no comprendia. No habia mayor imperio, altivo y orgulloso que el infierno. ¿Por que no hacer de este medio natural otro infierno aun mayor?
Guiado por un particular aroma llegó a su lugar de destino, se detuvo frente a aquella tienda exclusiva y afino el oido para escuchar la convesación interna. No cabia duda, su olfato no lo engañaba nunca.
Dió unos pasos atrás e inclinó el sombrero que llevaba hacia adelante ocultando el color de sus orbes. Metió las manos en la enorme gabardina oscura y volvio a caminar hacia la sastreria. No tardo en encontrarse violentamente con aquel chico sin rumbo alguno. A diferencia de aquel rubio que desestabilizado caia hacia atras su complexión atletica quedó impasible. Alargó la mano a tiempo en cuestion de segundos y lo sujeto de la muñeca antes de que cayera, incorporandolo de nuevo.
Jovencito, cuidado al cruzar la calle, algun vehículo podria llevarlo de vuelta al Infierno
Musito ligeramente afable y con cierto recochineo al tiempo que soltaba aquella mano acariciandola sutilmente hasta alajarse. Con la otra se quitó el sombrero y lo puso contra su pecho.
¿Necesitas consejos sobre moda Leviathan?
Esbozo una ligera sonrisa, un tanto torcida en sus gruesos labios mientras sus orbes purpuras recorrian aquel engañoso y angelical rostro.
Particularmente sus pasos lo guiaron al encuentro de otro ser infernal. A diferencia de él habian unos cuantos que se movian fluidamente en este ambiente e incluso les agradabla creando sus nucleos extensos de poder. Gustaban de manejar a los humanos, de crear grandes imperios..algo que Astaroth no comprendia. No habia mayor imperio, altivo y orgulloso que el infierno. ¿Por que no hacer de este medio natural otro infierno aun mayor?
Guiado por un particular aroma llegó a su lugar de destino, se detuvo frente a aquella tienda exclusiva y afino el oido para escuchar la convesación interna. No cabia duda, su olfato no lo engañaba nunca.
Dió unos pasos atrás e inclinó el sombrero que llevaba hacia adelante ocultando el color de sus orbes. Metió las manos en la enorme gabardina oscura y volvio a caminar hacia la sastreria. No tardo en encontrarse violentamente con aquel chico sin rumbo alguno. A diferencia de aquel rubio que desestabilizado caia hacia atras su complexión atletica quedó impasible. Alargó la mano a tiempo en cuestion de segundos y lo sujeto de la muñeca antes de que cayera, incorporandolo de nuevo.
Jovencito, cuidado al cruzar la calle, algun vehículo podria llevarlo de vuelta al Infierno
Musito ligeramente afable y con cierto recochineo al tiempo que soltaba aquella mano acariciandola sutilmente hasta alajarse. Con la otra se quitó el sombrero y lo puso contra su pecho.
¿Necesitas consejos sobre moda Leviathan?
Esbozo una ligera sonrisa, un tanto torcida en sus gruesos labios mientras sus orbes purpuras recorrian aquel engañoso y angelical rostro.
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Re: Dignité (Priv. Astaroth)
por Invitado Dom Abr 08, 2012 2:21 am
Estrecho los ojos, el infierno a pesar de ser extenso y basto resultaba un circulo algo pequeño cuando se vivía lo bastante, reconocía las pupilas violáceas, tanto porque su mente guardaba algún recuerdo de haberlas visto, como por las historias que eran acompañadas con la descripción de esos ojos seductores y crueles.
- Astaroth – pronuncio cuando la identidad surgió desenterrándose de su memoria. Borro la molestia que expresaban sus facciones hace un instante y cualquier otra expresión que pudiese delatar una emoción, era suerte no haber caído en un punto de rabia sin retorno o su mascara seria imposible de esgrimirse. – No necesito ningún consejo, pero gracias por la oferta.
Las minúsculas gotas de agua empezaban a aglomerarse y empapar los cabellos y el tejido de la ropa de ambos, por un prolongado instante Leviathan no dijo ni hizo ningún movimiento, era una estatua a media calle a excepción de sus ojos que permanecían alertas como si esperase que intentara arrancarle un trozo de cuello, pero con la misma facilidad con que su rabia se desataba, una sonrisa picara se formo en los marcados labios.
- Acompáñame a tomar algo – dijo tomándolo por la manga de su ropa y tirando de él. Astaroth era poderoso, lo bastante para ser un peligro potencial, pero si eran sus intenciones luchar ya se enteraría, además el no era de huir de ninguna lucha.
La zona era visiblemente “cara” las fachadas estilizadas, la arquitectura rebuscada plagada de terminaciones ornamentales, todo era indicio de “te vaciaremos los bolsillos” así que no se preocupo de buscar la lista de precios más elevada, cualquier lugar serviría. Se detuvo frente a una escalera que llevaba a un sub-suelo a los pies de la misma una maciza puerta de madera sobre la que colgaba un cartel de madera con las palabras grabadas “Minuit Winery”, descendió tan rápido que casi hizo tropezar al otro cuya manga no soltaba. Empujo la puerta revelándose un aroma a madera y vino, aquello era una distinguida bodega que exhibía sus costosos vinos en estantes donde las botellas permanecían inclinadas y lejos de la luz para preservar su sabor y favorecer su añejamiento, también dispersos en mesas, más en solitario que en pareja o conjunto, algunos mortales e inmortales se daban el lujo de catar el néctar.
Soltó finalmente la ropa ajena, dándole oportunidad de marcharse si así lo quería. Había un hombre con traje cerca de la puerta, tras un estrado como si fuese a dar un discurso o esa fue la impresión que daba, pero era realmente un recepcionista, abrió la boca para decir algo quizás, cuando Levi le soltó la tarjeta de crédito “Gold” en las narices.
- son meilleur vin – le ordeno antes de marcharse a ocupar la primera mesa que vio libre, abandonando en manos del recepcionista el trozo de plástico, después de todo Caim “invitaba” poco importaba el estrago que le hicieras a sus cuentas, sólo esperaba que le doliera la suma tanto como a él le molestaba que lo tratara como a un irritante niño.
- Astaroth – pronuncio cuando la identidad surgió desenterrándose de su memoria. Borro la molestia que expresaban sus facciones hace un instante y cualquier otra expresión que pudiese delatar una emoción, era suerte no haber caído en un punto de rabia sin retorno o su mascara seria imposible de esgrimirse. – No necesito ningún consejo, pero gracias por la oferta.
Las minúsculas gotas de agua empezaban a aglomerarse y empapar los cabellos y el tejido de la ropa de ambos, por un prolongado instante Leviathan no dijo ni hizo ningún movimiento, era una estatua a media calle a excepción de sus ojos que permanecían alertas como si esperase que intentara arrancarle un trozo de cuello, pero con la misma facilidad con que su rabia se desataba, una sonrisa picara se formo en los marcados labios.
- Acompáñame a tomar algo – dijo tomándolo por la manga de su ropa y tirando de él. Astaroth era poderoso, lo bastante para ser un peligro potencial, pero si eran sus intenciones luchar ya se enteraría, además el no era de huir de ninguna lucha.
La zona era visiblemente “cara” las fachadas estilizadas, la arquitectura rebuscada plagada de terminaciones ornamentales, todo era indicio de “te vaciaremos los bolsillos” así que no se preocupo de buscar la lista de precios más elevada, cualquier lugar serviría. Se detuvo frente a una escalera que llevaba a un sub-suelo a los pies de la misma una maciza puerta de madera sobre la que colgaba un cartel de madera con las palabras grabadas “Minuit Winery”, descendió tan rápido que casi hizo tropezar al otro cuya manga no soltaba. Empujo la puerta revelándose un aroma a madera y vino, aquello era una distinguida bodega que exhibía sus costosos vinos en estantes donde las botellas permanecían inclinadas y lejos de la luz para preservar su sabor y favorecer su añejamiento, también dispersos en mesas, más en solitario que en pareja o conjunto, algunos mortales e inmortales se daban el lujo de catar el néctar.
Soltó finalmente la ropa ajena, dándole oportunidad de marcharse si así lo quería. Había un hombre con traje cerca de la puerta, tras un estrado como si fuese a dar un discurso o esa fue la impresión que daba, pero era realmente un recepcionista, abrió la boca para decir algo quizás, cuando Levi le soltó la tarjeta de crédito “Gold” en las narices.
- son meilleur vin – le ordeno antes de marcharse a ocupar la primera mesa que vio libre, abandonando en manos del recepcionista el trozo de plástico, después de todo Caim “invitaba” poco importaba el estrago que le hicieras a sus cuentas, sólo esperaba que le doliera la suma tanto como a él le molestaba que lo tratara como a un irritante niño.
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Re: Dignité (Priv. Astaroth)
por Astaroth Dom Abr 08, 2012 4:07 am
No se hubo percatado de la lluvia hasta que se habia quitado el sombrero, esta tampoco era intensa, lo suficiente como para humedecer el ambiente pero no como para empapar las ropas. Astaroth dió cuenta del sutil cambio en su mirar, las emociones de Leviathan sucumbieron al interior de su ser y saco a pasear una indiferente fachada. En ese tenso silencio creado entre los dos seres, la lluvia se intensificó e incluso algunos rayos iluminaron el cielo por instantes. Supo, pese a que su rostro no mostraba nada pero si la tension que se apodero de ese cuerpo, que estaria perfectamente capacitado para afrontar cualquier ataque. Sin embargo Astaroth se encontraba calmado, relajado, no viendo amenaza en él, por ahora.
Dejó que lo guiase a esa ciudad de intrinsecos y recargados paseos, despues de todo el demonio rubio sabria donde llevarlo y él era nuevo en estos terrenos mas snoob. El dinero no resultaba un problema para demonios que sabian crearlos, el podia aparecer y desaparecer oro entre sus manos y bolsillos, cantidades enormes con las cuales se ganaria favores de muchos ambiciosos, pero no habia elegido ese camino, si poder de persuasion se debia a otras historias. Sus ojos recorrieron aquel lugar analizando cada alma, potenciales y debiles. Sobranaturales y simples humanos, donde otros veian vidas, el veia mercancias.
Se centró nuevamente en Leviathan, quizas mas tarde pudiera recolectar algunas almas para añadirlas a su colecta allá en los infiernos. Se desembarazó de su abrigo y se lo dió al recepcionista cuyos dedos palpaban aquella tarjeta. Dejó consigo el sombrero. Sus ropas no eran elegantes si no mas bien aletorias, ultimamente habia cogido un gusto especial al lino por ser una tela fresca y comoda. Arriba una simple camiseta pegada al cuerpo, sin mangas cuyo relieve en el pecho ocultaba la insignia de su propio poder, aquel cuervo conformado por ópalos negros.
Tanto tiempo sin vernos Leviathan...le has cogido especial gusto a estos lugares
Musitó una vez acomodado en aquella silla de madera de roble, bastante comoda. Se reclinó hacia atras y cruzó los musculosos brazos sobre su pecho.
Te veo mucho mas calmado de lo habitual, recuerdo que tu ira y crueldad eran en verdad temerosas.. ¿Será que los nuevos acontecimientos te han calmado?
Escruto con su intensa mirada aquel rostro andrógino buscando algun fallo en las delicadas facciones.
Dejó que lo guiase a esa ciudad de intrinsecos y recargados paseos, despues de todo el demonio rubio sabria donde llevarlo y él era nuevo en estos terrenos mas snoob. El dinero no resultaba un problema para demonios que sabian crearlos, el podia aparecer y desaparecer oro entre sus manos y bolsillos, cantidades enormes con las cuales se ganaria favores de muchos ambiciosos, pero no habia elegido ese camino, si poder de persuasion se debia a otras historias. Sus ojos recorrieron aquel lugar analizando cada alma, potenciales y debiles. Sobranaturales y simples humanos, donde otros veian vidas, el veia mercancias.
Se centró nuevamente en Leviathan, quizas mas tarde pudiera recolectar algunas almas para añadirlas a su colecta allá en los infiernos. Se desembarazó de su abrigo y se lo dió al recepcionista cuyos dedos palpaban aquella tarjeta. Dejó consigo el sombrero. Sus ropas no eran elegantes si no mas bien aletorias, ultimamente habia cogido un gusto especial al lino por ser una tela fresca y comoda. Arriba una simple camiseta pegada al cuerpo, sin mangas cuyo relieve en el pecho ocultaba la insignia de su propio poder, aquel cuervo conformado por ópalos negros.
Tanto tiempo sin vernos Leviathan...le has cogido especial gusto a estos lugares
Musitó una vez acomodado en aquella silla de madera de roble, bastante comoda. Se reclinó hacia atras y cruzó los musculosos brazos sobre su pecho.
Te veo mucho mas calmado de lo habitual, recuerdo que tu ira y crueldad eran en verdad temerosas.. ¿Será que los nuevos acontecimientos te han calmado?
Escruto con su intensa mirada aquel rostro andrógino buscando algun fallo en las delicadas facciones.
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Re: Dignité (Priv. Astaroth)
por Invitado Dom Abr 08, 2012 12:54 pm
Sonrío más ampliamente en tanto se palmeaba la cabeza mentalmente auto felicitándose por lograr darle una impresión equivocada a Astaroth, no lo tenía planeado, simplemente había sido la consecuencia de uno de sus caprichos, pero hasta que lograse sacar a la superficie las intenciones de aquel caído prefería que supiese lo menos posible a su respecto.
- No te agrado más de esta manera? O prefieres que salte sobre ti armado con un sacacorchos – bromeo, sin embargo era una posibilidad, al primer indicio de peligro no dudaría en usar la violencia, relacionarse con otros demonios o con caídos, en especial de un considerable poder, era como acariciar escorpiones, en apenas un instante podían revelarse y atacar con su aguijón, siempre había una razón oculta, adquirir más poder, debilitar a un enemigo, comprar una lealtad, demasiadas razones para matarse entre ellos.
El vino fue traído por un mozo de porte regio que manejaba la bebida con profesionalismo. Le mostró la botella a Leviathan, una botella de la viña Château Lafite Rothschild, datando la cosecha 35 años atrás, pero apenas se fijo en el detalle, el mozo retiro el corcho y dejo que la botella respirara antes de servir un poco en la copa del rubio para que lo degustara y diera su visto bueno.
- Llénalo… - dijo percibiendo una mueca de horror en el hombre, hubo un instante de duda pero finalmente cometió aquel sacrifico acto de servir una copa llena hasta el borde, cuando de aquel modo no se le daría la apreciación que un vino de aquel porte se merecía, sirvió también la copa de Astaroth antes de dejar la botella y marcharse.
Leviathan sonrío como quien ha hecho una reciente travesura y se acerco la copa a los labios, la bebida inundo su paladar con una ardiente caricia alcohólica, su aroma era el correcto, preservaba el ligero toque de la tierra en el, casi se arrepintió de darle un trato tan rudo pero luego recordó su real objetivo y empino la copa hasta tragarse la mitad de su contenido, no le preocupaba embriagarse, su metabolismo soportaba bien el alcohol.
- Puedo preguntar que te ha hecho salir a la superficie? – le dijo sin dejar de ver lo que quedaba en la copa, haciendo el vino girar al menearlo desde la base de la copa, pese a que resultaba tarde para airearlo – Se dice que prefieres los infiernos al mundo mortal...
- No te agrado más de esta manera? O prefieres que salte sobre ti armado con un sacacorchos – bromeo, sin embargo era una posibilidad, al primer indicio de peligro no dudaría en usar la violencia, relacionarse con otros demonios o con caídos, en especial de un considerable poder, era como acariciar escorpiones, en apenas un instante podían revelarse y atacar con su aguijón, siempre había una razón oculta, adquirir más poder, debilitar a un enemigo, comprar una lealtad, demasiadas razones para matarse entre ellos.
El vino fue traído por un mozo de porte regio que manejaba la bebida con profesionalismo. Le mostró la botella a Leviathan, una botella de la viña Château Lafite Rothschild, datando la cosecha 35 años atrás, pero apenas se fijo en el detalle, el mozo retiro el corcho y dejo que la botella respirara antes de servir un poco en la copa del rubio para que lo degustara y diera su visto bueno.
- Llénalo… - dijo percibiendo una mueca de horror en el hombre, hubo un instante de duda pero finalmente cometió aquel sacrifico acto de servir una copa llena hasta el borde, cuando de aquel modo no se le daría la apreciación que un vino de aquel porte se merecía, sirvió también la copa de Astaroth antes de dejar la botella y marcharse.
Leviathan sonrío como quien ha hecho una reciente travesura y se acerco la copa a los labios, la bebida inundo su paladar con una ardiente caricia alcohólica, su aroma era el correcto, preservaba el ligero toque de la tierra en el, casi se arrepintió de darle un trato tan rudo pero luego recordó su real objetivo y empino la copa hasta tragarse la mitad de su contenido, no le preocupaba embriagarse, su metabolismo soportaba bien el alcohol.
- Puedo preguntar que te ha hecho salir a la superficie? – le dijo sin dejar de ver lo que quedaba en la copa, haciendo el vino girar al menearlo desde la base de la copa, pese a que resultaba tarde para airearlo – Se dice que prefieres los infiernos al mundo mortal...
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Re: Dignité (Priv. Astaroth)
por Astaroth Dom Abr 15, 2012 11:27 pm
- Spoiler:
- (Lamento el retraso, no estoy en mi mejor semana)
Floreció una ladina sonrisa en su rostro que fluyó hasta desprenderse una sonora carcajada. Astaroth se reclinó sobre su asiento y lo miró con el menton ligeramente alzado. Para el demonio de piel morena, todos los seres infernales que habian "subido" a este lugar se habian ablandado, de una forma u de otra. Si ellos no eran conscientes de su propia dulceria, ya lo serian tarde o temprano. En cualquier caso Leviathan le parecia como una joya, con una capa de mugre por encima. Astaroth quizas debiera frotarla para sacarle el brilllo.
Seria interesante en cualquier caso...
Musitó con voz aterciopelada y ladeó el rostro fijandose en aquel camarero. El vino para él era otro liquido mas. Habian fluidos mas sabrosos para su paladar, pero estaba en ese mundo mortal, en ese bar mortal, asi que dejaria que las reglas las dictase el otro. Observo en silencio el jueguecito de Leviathan y comprendio por que gustaba tanto de este lugar, los mortales eran su diversion. Enarco las cejas, ambas y alargo la mano para tomar su propia copa. Lo olío primero, como lo haria un animal receloso y luego lo probo. No estaba mal para ser lo que era. A continuación medito antes de responder a sus preguntas, preguntandose si deberia decir la verdadera razon por la que estaba aqui.
Lo que se dice es cierto, el Infierno es mi habitat predilecto..pero todos ustedes han decidido aparecer en el mundo mortal y me sentia muy solo..
Su voz sonó de lo mas cínica. No era verdad, Astaroth era un ser independiente aunque formase parte de "algo".
En verdad...habia pensado, que seria deliciosamente interesante hacer de este lugar un segundo infierno. ¿Sabes a lo que me refiero?
Entrecerró su mirar purpura y tomó otro pequeño trago, dejando la copa finalmente ensobre la mesa.
Además....Debia felicitar a la reciente madre...por ese dichoso alumbramiento. ¿Cual es el nombre de la criatura Leviathan?
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Re: Dignité (Priv. Astaroth)
por Invitado Lun Abr 16, 2012 2:45 am
La copa en sus manos se hizo añicos ante la simple mención de su criatura, el cambio de tensión hizo las luces apagarse y volver a encenderse repetidas veces. Astaroth no era un demonio cualquiera, era antiguo y poseía una considerable fuerza, así que no le agradaba nada que estuviese interesado en su bebe, aun si este estaba a muchos kilómetros de distancia seguro y protegido por Caim, sus instintos rasguñaban su piel gritándole una sola cosa “Mátalo! Mátalo antes de que se acerque a tu cría!”
Si Leviathan fuese un demonio gobernado por la razón hubiese seguido esgrimiendo su juvenil sonrisa, actuado “civilizado” mientras exploraba una a una cualquier debilidad y reservaba para si sus propios secretos, pero en cambio era un ser pasional que respondía a sus impulsos.
- No te acercaras a él… - fue la única advertencia proveniente de sus labios antes que saltara sobre el otro demonio, llevándose la mesa, las copas y el vino en su impulsivo acto, aterrizando todo sobre el moreno incluso el peso de Leviathan.
Su rodilla sobre el pecho ajeno y sus manos aferradas a sus hombros para impulsar su cuerpo sobre él, presionando con toda intensión de aplastar su corazón. Las costillas chasquearon, para tener una forma en apariencia delgada e inofensiva el demonio de rizos dorados poseía una fuerza monstruosa.
- Te matare – no era una advertencia esas palabras que surgían con un sonido irregular, como si otras tétricas voces la acompañaras, era en cambio la manifestación certera de lo que pretendía hacer.
Los otros inmortales y mortales que se encontraban allí no tardaron en correr a la salida más cercana. Podían percibir el ambiente cargado de electricidad, nadie deseaba estar en medio a la lucha de dos demonios.
Si Leviathan fuese un demonio gobernado por la razón hubiese seguido esgrimiendo su juvenil sonrisa, actuado “civilizado” mientras exploraba una a una cualquier debilidad y reservaba para si sus propios secretos, pero en cambio era un ser pasional que respondía a sus impulsos.
- No te acercaras a él… - fue la única advertencia proveniente de sus labios antes que saltara sobre el otro demonio, llevándose la mesa, las copas y el vino en su impulsivo acto, aterrizando todo sobre el moreno incluso el peso de Leviathan.
Su rodilla sobre el pecho ajeno y sus manos aferradas a sus hombros para impulsar su cuerpo sobre él, presionando con toda intensión de aplastar su corazón. Las costillas chasquearon, para tener una forma en apariencia delgada e inofensiva el demonio de rizos dorados poseía una fuerza monstruosa.
- Te matare – no era una advertencia esas palabras que surgían con un sonido irregular, como si otras tétricas voces la acompañaras, era en cambio la manifestación certera de lo que pretendía hacer.
Los otros inmortales y mortales que se encontraban allí no tardaron en correr a la salida más cercana. Podían percibir el ambiente cargado de electricidad, nadie deseaba estar en medio a la lucha de dos demonios.
- Spoiler:
- no hay problema, estoy empezando a desarrollar mi paciencia gracias a este foro xD… lástima que Leviathan no oO
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Re: Dignité (Priv. Astaroth)
por Astaroth Jue Abr 19, 2012 3:38 am
Aquel rostro calmado e indiferente se torno iracundo, malvado y violento, tal y como siempre habia sido Leviathan por mucho que levantase ese muro que él sentia impenetrable. En cuestion de segundos rompió la aparente tranquilidad dejando una pequeña estela de caos tras sus actos. Los mortales que se encontraban en aquel local los cuales huyeron a toda prisa quedaron petrificados, aislados momentaneamente por Astaroth mientras el rubio lo amenazaba vanamente, pretendiendo deformar su carne con la fuerza bruta. Pudo ver la esa electricidad, simbolo de su poder, e incluso pudo sentir como esta lamia su cara. El rostro de Astaroth permaneció igual, mostrando una arrogante y perfida sonrisa, sin bajar la mirada ni un ápice.
¿Has terminado?
Susurro el de ojos violetas tomando a Leviathan por las muñecas. No dudaba de su fuerza, era inmensamente fuerte, pero Astaroth habia pasado una larga temporada en el infierno nutriendose de almas, una tras otra con tremenda gula. No habia estado unicamente de recreo ahí abajo. Apreto las muñecas del rubió y lo obligo a soltar sus hombros.
De un rapido movimiento se alzo y empotró a Leviathan contra esa mesa que chirrió bajo el peso de ambos cuerpos que ahora soportaba.
Actuas como un niño celoso de que le arrebaten un juguete que no ambiciono
Habló en siseos mostrando un rostro sereno pero un interior ardiendo también iracundo. Las carnes de aquellos que habian sido detenidos en el tiempo empezaron a derretirse como si estos fueran de pura cera. Piel, visceras, cabellos, todo derritiendose apestado al hedor de la carne putrida.
¿Eres feliz jugando a las familias con tu consorte? Me importa una verdadera mierda.
Gruñó y soltó las muñecas, deshizo aquel "hechizo" temporal y escucho los innumerables gritos de las personas que allí perecian. Observo como de los cuerpos muertos se discernian sus almas y con gusto las atrajo hacia asi, engullendolas por el pecho mientras inspiraba profundamente. Suspiro de placer y se relamió los labios.
Creo que ahora podemos empezar a tratarnos como hermanos en lugar de como enemigos. Todo quedó claro.
Lanzo aquella venenosa y cinica pregunta mirando de soslayo al rubio. Aquel lugar y su vino caro se habia echado a perder, Leviathan no era el unico que tenia derecho a perder los nervios.
¿Has terminado?
Susurro el de ojos violetas tomando a Leviathan por las muñecas. No dudaba de su fuerza, era inmensamente fuerte, pero Astaroth habia pasado una larga temporada en el infierno nutriendose de almas, una tras otra con tremenda gula. No habia estado unicamente de recreo ahí abajo. Apreto las muñecas del rubió y lo obligo a soltar sus hombros.
De un rapido movimiento se alzo y empotró a Leviathan contra esa mesa que chirrió bajo el peso de ambos cuerpos que ahora soportaba.
Actuas como un niño celoso de que le arrebaten un juguete que no ambiciono
Habló en siseos mostrando un rostro sereno pero un interior ardiendo también iracundo. Las carnes de aquellos que habian sido detenidos en el tiempo empezaron a derretirse como si estos fueran de pura cera. Piel, visceras, cabellos, todo derritiendose apestado al hedor de la carne putrida.
¿Eres feliz jugando a las familias con tu consorte? Me importa una verdadera mierda.
Gruñó y soltó las muñecas, deshizo aquel "hechizo" temporal y escucho los innumerables gritos de las personas que allí perecian. Observo como de los cuerpos muertos se discernian sus almas y con gusto las atrajo hacia asi, engullendolas por el pecho mientras inspiraba profundamente. Suspiro de placer y se relamió los labios.
Creo que ahora podemos empezar a tratarnos como hermanos en lugar de como enemigos. Todo quedó claro.
Lanzo aquella venenosa y cinica pregunta mirando de soslayo al rubio. Aquel lugar y su vino caro se habia echado a perder, Leviathan no era el unico que tenia derecho a perder los nervios.
- Spoiler:
- (Que Leviathan no se impaciente mucho, espero responder mas seguido o si no me quitaran el pj XD)
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Re: Dignité (Priv. Astaroth)
por Invitado Vie Abr 20, 2012 12:08 pm
Froto sus muñecas enrojecidas, Astaroth le sostuvo por estas con una fuerza tremenda que hubiese pulverizado los huesos de un mortal, pero a el apenas le había marcados los dedos. La alarma seguía en su interior, no podía evitarlo cuando se trataba de Lugh, su necesidad de proteger a su cría sobrepasaba toda racionalidad.
- Si… las cosas están claras – respondió en cambio, cubriendo las marcas con las mangas de su oscura camisa, dudaba que fuese un secreto ya que no era capaz de sanar cuando su mente se hallaba en algún estado de exaltación, pero no por ello pretendía recordar a todos este hecho – pero no vuelvas a preguntar sobre mi hijo… como has visto no es un tema del que hable abiertamente – ironizo para luego pasar sus dedos por su propio cabello y sacudir su ropa, quedando sino como antes, cuando menos presentable. – aquí ya no queda nada de interés – dijo enarcando una ceja al mirar el vino convertido en rancio vinagre y los cuerpos a media descomposición.
Eso le hizo recordar algo y se giro rápidamente saltando sobre la barra que separaba la vinotera del espacio común, allí rescato la brillante tarjeta dorada de los gelatinosos dedos del gerente, limpiándola en las prendas del cadáver, miro el trozo de plástico como si este fuese a revelarle algún preciado secreto, pero luego soltó un suspiro exasperado y la guardo en su bolsillo.
Tenía la esperanza de que el gerente hubiese tenido tiempo suficiente de hacer los cargos a la cuenta de Caim, aunque con todos muertos no tenía certeza de que el pago fuese a hacerse efectivo, todo eso del dinero ficticio era demasiado complicado, el prefería los pagos en metálico.
Sin embargo al devolver su atención a Astaroth su rostro se ilumino ante la inesperada inspiración demoníaca que llego a el, regreso junto al alto moreno, sonriendo con una expresión tan alegre que apenas era creíble que un momento atrás lo estuviese intentando matar.
- Lamento lo de hace un momento – no lo lamentaba realmente, no tenía la capacidad de arrepentirse por hacer lo que su naturaleza dictaba – Que tal una vuelta por la ciudad como disculpa? – ofreció, entre dos sería más sencillo hacer un gasto exorbitante, además estaba deseando que Caim usase su infalible red de información para enterarse que había gastado su precioso dinero en otro demonio.
- Si… las cosas están claras – respondió en cambio, cubriendo las marcas con las mangas de su oscura camisa, dudaba que fuese un secreto ya que no era capaz de sanar cuando su mente se hallaba en algún estado de exaltación, pero no por ello pretendía recordar a todos este hecho – pero no vuelvas a preguntar sobre mi hijo… como has visto no es un tema del que hable abiertamente – ironizo para luego pasar sus dedos por su propio cabello y sacudir su ropa, quedando sino como antes, cuando menos presentable. – aquí ya no queda nada de interés – dijo enarcando una ceja al mirar el vino convertido en rancio vinagre y los cuerpos a media descomposición.
Eso le hizo recordar algo y se giro rápidamente saltando sobre la barra que separaba la vinotera del espacio común, allí rescato la brillante tarjeta dorada de los gelatinosos dedos del gerente, limpiándola en las prendas del cadáver, miro el trozo de plástico como si este fuese a revelarle algún preciado secreto, pero luego soltó un suspiro exasperado y la guardo en su bolsillo.
Tenía la esperanza de que el gerente hubiese tenido tiempo suficiente de hacer los cargos a la cuenta de Caim, aunque con todos muertos no tenía certeza de que el pago fuese a hacerse efectivo, todo eso del dinero ficticio era demasiado complicado, el prefería los pagos en metálico.
Sin embargo al devolver su atención a Astaroth su rostro se ilumino ante la inesperada inspiración demoníaca que llego a el, regreso junto al alto moreno, sonriendo con una expresión tan alegre que apenas era creíble que un momento atrás lo estuviese intentando matar.
- Lamento lo de hace un momento – no lo lamentaba realmente, no tenía la capacidad de arrepentirse por hacer lo que su naturaleza dictaba – Que tal una vuelta por la ciudad como disculpa? – ofreció, entre dos sería más sencillo hacer un gasto exorbitante, además estaba deseando que Caim usase su infalible red de información para enterarse que había gastado su precioso dinero en otro demonio.
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Re: Dignité (Priv. Astaroth)
por Astaroth Sáb Abr 21, 2012 2:33 am
Astaroth casi lo lamentó por su "hermano" que habia dejado tan claro cual era su mayor debilidad, quizas por parte del moreno no correria riesgo pero habian criaturas celestiales que con las batallas habian endurecido su caracter y que finalmente habian aprendido que a veces es necesario que los fines justifiquen los medios. Pero los celestiales no eran el unico enemigo de los demonios, teniamos tantos oponentes como detractores y algunos de ellos podian ser mas cabrones que los propios demonios. Habia mucho niño en las huestes de los Infiernos, niños que aun habiendo nacido con la semilla del mal en su interior eran capaces de desarrollar sentimientos nobles. Asi como un angel caia, tambien podia caer un demonio. Para Astaroth esa seria la mayor humillación, fracasar como demonio y quedar finalmente en nada.
El olor de la muerte se tornó mas denso y el silencio se alzó subito excepto para aquellas dos criaturas. Astaroth alzó su camisa observando aquel hematoma que habia en su pecho provocado por la ira del otro demonio y como este se iba desvaneciendo hasta dejar nuevamente su piel achocolata. Ahora que el local estaba decorado a su gusto, el rubio dijo de largarse. Se encogió de hombros y se levantó del asiento, hundiendo las manos en sus bolsillos. Esas disculpas fluyeron como el viento, no significaban nada para él, simples formalismos volatiles e inutiles, mas propio de humanos que de demonios.
¿Ese trozo de plástico te otorga algun poder? Le prestas demasiada atencion a un material tan endeble.
Comentó en lo que salia del local, dejando que el hedor se esparciese por las calles. El demonio se sentia pletórico, con esa nueva comilona que se habia pegado, aunque siempre deseaba mas, a veces mas que Gula.
Muy bien Leviathan, guiame por estos lares, hagamos eso que tienes en mente de forma correcta. ¿Despilfarrar? Bien, seamos un par de humanos soberbios y prepotentes.
Dijo y se giró mirandolo de soslayo.
El olor de la muerte se tornó mas denso y el silencio se alzó subito excepto para aquellas dos criaturas. Astaroth alzó su camisa observando aquel hematoma que habia en su pecho provocado por la ira del otro demonio y como este se iba desvaneciendo hasta dejar nuevamente su piel achocolata. Ahora que el local estaba decorado a su gusto, el rubio dijo de largarse. Se encogió de hombros y se levantó del asiento, hundiendo las manos en sus bolsillos. Esas disculpas fluyeron como el viento, no significaban nada para él, simples formalismos volatiles e inutiles, mas propio de humanos que de demonios.
¿Ese trozo de plástico te otorga algun poder? Le prestas demasiada atencion a un material tan endeble.
Comentó en lo que salia del local, dejando que el hedor se esparciese por las calles. El demonio se sentia pletórico, con esa nueva comilona que se habia pegado, aunque siempre deseaba mas, a veces mas que Gula.
Muy bien Leviathan, guiame por estos lares, hagamos eso que tienes en mente de forma correcta. ¿Despilfarrar? Bien, seamos un par de humanos soberbios y prepotentes.
Dijo y se giró mirandolo de soslayo.
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Re: Dignité (Priv. Astaroth)
por Invitado Dom Abr 29, 2012 6:47 pm
Leviathan se río sin malicia, sólo divertido por lo mucho que Astaroth parecía necesitar ser actualizado. Quizás aquel paseo no necesita ser realizado sólo por venganza, también podía divertirse, además su hermano de pupilas violetas ya había dejado claro que no tenía intenciones de lucha, claro que esa no era razón para confiarse, pero estaban los dos en Paris, en una de las zonas más ricas de la ciudad con una tarjeta de crédito en mano y sin nada que perder…
- No te equivocas en que este trozo de plástico me da poder, es algo que los humanos inventaron para evitar cargar sus riquezas, es complicado de explicar, pero tengo todo un tesoro en esta tarjeta, puedo comprar lo que sea con ella – guardo el trozo de plástico en su bolsillo – claro que incluso sin riqueza podríamos obtener lo que deseemos a la fuerza, pero es más divertido de este modo- lo era por que el dinero no era suyo.
El demonio de rizada cabellera no perdió tiempo en mostrarle como funcionaba la tarjeta, visitando tienda tras tienda, gastando sumas exorbitantes en objetos decorativos sin utilidad, ropa, accesorios, e incluso el ultimo sitio al que habían entrado era una concesionaria automovilística donde en ese instante un metamorfo hablaba incesantemente respecto al vehículo que el rubio estaba mirando, pero el demonio no estaba escuchando una sola palabra.
- No es una belleza? – interrogo retóricamente antes de meterse dentro del vehiculo, curiosamente en toda su larga existencia nunca había conducido uno, puso las manos en el volante tratando de recordar la manera en que solía ver a los mortales dirigir esas maquinas – Je vais le prendre (me lo llevare) – declaro entregando una vez más la tarjeta de crédito.
- Bien sûr, monsieur, un moment (Claro señor, un momento) – dijo marchándose con la tarjeta, en otros tiempos hubiera necesitado de una habilitación y diversos papeles para realizar tal transferencia, pero en el amanecer de la era del pecado el dinero hablaba más alto que cualquier formalismo, siempre se podía tener todo mientras se contara con los recursos.
- Astaroth sube – le invito el demonio – es realmente cómodo aquí dentro.
- No te equivocas en que este trozo de plástico me da poder, es algo que los humanos inventaron para evitar cargar sus riquezas, es complicado de explicar, pero tengo todo un tesoro en esta tarjeta, puedo comprar lo que sea con ella – guardo el trozo de plástico en su bolsillo – claro que incluso sin riqueza podríamos obtener lo que deseemos a la fuerza, pero es más divertido de este modo- lo era por que el dinero no era suyo.
El demonio de rizada cabellera no perdió tiempo en mostrarle como funcionaba la tarjeta, visitando tienda tras tienda, gastando sumas exorbitantes en objetos decorativos sin utilidad, ropa, accesorios, e incluso el ultimo sitio al que habían entrado era una concesionaria automovilística donde en ese instante un metamorfo hablaba incesantemente respecto al vehículo que el rubio estaba mirando, pero el demonio no estaba escuchando una sola palabra.
- No es una belleza? – interrogo retóricamente antes de meterse dentro del vehiculo, curiosamente en toda su larga existencia nunca había conducido uno, puso las manos en el volante tratando de recordar la manera en que solía ver a los mortales dirigir esas maquinas – Je vais le prendre (me lo llevare) – declaro entregando una vez más la tarjeta de crédito.
- Bien sûr, monsieur, un moment (Claro señor, un momento) – dijo marchándose con la tarjeta, en otros tiempos hubiera necesitado de una habilitación y diversos papeles para realizar tal transferencia, pero en el amanecer de la era del pecado el dinero hablaba más alto que cualquier formalismo, siempre se podía tener todo mientras se contara con los recursos.
- Astaroth sube – le invito el demonio – es realmente cómodo aquí dentro.
- vehículo:
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Re: Dignité (Priv. Astaroth)
por Astaroth Dom Mayo 06, 2012 10:06 pm
Quizas Leviathan le podria enseñar que tan excepcional era este mundo para que sus hermanos quisieran expandirse en el como las plagas que eran y quizas el paseo lo convenciera de ello. Astaroth despreciaba esta nueva era en donde la tecnologia esclaviza a los humanos y no los demonios, pero los desgraciados tenian que evolucionar para sentirse mas sobervios y muchos de ellos miraban con orgullo a alguien que los podia aplastar sin necesidad de mover un dedo. Esa actitud le molestaba, deberian arrodillarse ante alguien que puede destrozar su mundo y no tratar de matarlo. Pleitesia, era lo que deseaba.
Ya veo...creo que entiendo el concepto Leviathan...es util para los demonios que no sepan crear oro a partir de otros materiales
Se encogió de hombros y siguió de cerca al rubio mientras entraba a una tienda tras otra. Una compra tras otra que luego dejaba en la misma tienda dandoles una direccion para que la llevasen. Trastos inutiles, aunque algunos de ellos llamaban poderosamente la atención del demonio. Era esa tecnologia hecha de aluminio y energia cuyo minusculo aparato podia hacer tantas cosas a la vez. Mas sin duda la ultima tienda a la cual entraron dejo severamente pensativo al pelinegro. Durante toda su existencia habia usado el mismo vehiculo para viajar y desde luego atraia todas las miradas en cuanto surcaba los cielos con sus corcel infernal...no era el mejor metodo para pasar desapercibido en este entorno, las pocas veces que deseaba hacerlo.
Se paseo por alli, entrelazando las manos a su espalda, mirando concienzudamente cada uno de los coches ahí expuestos. No compraria ningun por supuesto, pero si podria encargar una fabricación especial añadiendole algunos toques personales.
No esta mal...aunque te aseguro que mi corcel es mas comodo
Sonrie altivo enarcando una ceja y accede a montarse en esa jaula de elegante carroceria. Se acomodo en ese asiento y se inclinó hacia adelante para tocar la luna de cristal con la yema de los dedos. Deslizo los mismos por el salpicadero y encontro que todos esos materiales eran demasiado blandos para resistir un ataque de cualquier ser que desease entrar en batalla.
Entiendo...hay muchos negocios absurdos en los que entretenerse por aqui...creo que puedo entender por que causan fascinacion...
Miró de reojo al demonio mientras conducia mientras un humo purpura se originaba en su regazo hasta disiparse y aparecer sentada sobre sus rodillas a una niña de pelo corto, negro, con grandes ojos vivaces. Astaroth torció los labios y frunció el ceño, creia haberle dejado claro a Pandora que no lo molestase a no ser que fuera estrictamente necesario. La chica dió un grito de jubilo, era la primera vez que estaba montada en algo asi, para ella era como una atracción de feria.
Al grano Pandora. ¿Que demonios te ocurre?
Ella sonrio saludando afablemente a Leviathan y volteo su rostro hacia el demonio, inclinandose sobre él para susurrarle en el oido.
A si que Roxas quiere jugar al escondite... Bien por el
Siseó amenazante apretando los labios tensos de ira. Tenia asuntos con ese demonio y se habia extralimitado en tomar mas de lo que le pertenecia. Astaroth deberia encargarse de castigarlo y estaba pensando en como hacerlo, la mejor tortura o simplemente la eliminación del sujeto, para cuando Pandora se cambió de lugar y se sentó ahora sobre Leviathan tomando el volante por el. Al ser delgada y al ser delgado también el otro, no era menester echar el asiento hacia atras.
Hola! ¿Me dejas conducir?
Pero ella ya estaba dispuesta y dió un giro brusco a la derecha de tal forma que puso el coche sobre dos ruedas ocasionando que los coches que venian de frente por el lado se desviaran sorprendidos y dieran contra la fachada de algunos edificios, o contra otros coches.
Si ya has terminado Pandora, largate!
Escupió el demonio sin moverse del sitio, pero Pandora se revolvió y abrazo a Leviathan por el cuello, de modo que el volante se quedó suelto durante esos segundos.
No no no, dejame quedarme, puedo quedarme Leviathan? puedo puedo puedo?
Tal y como una demonia caprichosa, cuando se ponia de ese modo a Astaroth le daban ganas de estrellarla contra el suelo, mas de una vez lo habia hecho.
Ya veo...creo que entiendo el concepto Leviathan...es util para los demonios que no sepan crear oro a partir de otros materiales
Se encogió de hombros y siguió de cerca al rubio mientras entraba a una tienda tras otra. Una compra tras otra que luego dejaba en la misma tienda dandoles una direccion para que la llevasen. Trastos inutiles, aunque algunos de ellos llamaban poderosamente la atención del demonio. Era esa tecnologia hecha de aluminio y energia cuyo minusculo aparato podia hacer tantas cosas a la vez. Mas sin duda la ultima tienda a la cual entraron dejo severamente pensativo al pelinegro. Durante toda su existencia habia usado el mismo vehiculo para viajar y desde luego atraia todas las miradas en cuanto surcaba los cielos con sus corcel infernal...no era el mejor metodo para pasar desapercibido en este entorno, las pocas veces que deseaba hacerlo.
Se paseo por alli, entrelazando las manos a su espalda, mirando concienzudamente cada uno de los coches ahí expuestos. No compraria ningun por supuesto, pero si podria encargar una fabricación especial añadiendole algunos toques personales.
No esta mal...aunque te aseguro que mi corcel es mas comodo
Sonrie altivo enarcando una ceja y accede a montarse en esa jaula de elegante carroceria. Se acomodo en ese asiento y se inclinó hacia adelante para tocar la luna de cristal con la yema de los dedos. Deslizo los mismos por el salpicadero y encontro que todos esos materiales eran demasiado blandos para resistir un ataque de cualquier ser que desease entrar en batalla.
Entiendo...hay muchos negocios absurdos en los que entretenerse por aqui...creo que puedo entender por que causan fascinacion...
Miró de reojo al demonio mientras conducia mientras un humo purpura se originaba en su regazo hasta disiparse y aparecer sentada sobre sus rodillas a una niña de pelo corto, negro, con grandes ojos vivaces. Astaroth torció los labios y frunció el ceño, creia haberle dejado claro a Pandora que no lo molestase a no ser que fuera estrictamente necesario. La chica dió un grito de jubilo, era la primera vez que estaba montada en algo asi, para ella era como una atracción de feria.
Al grano Pandora. ¿Que demonios te ocurre?
Ella sonrio saludando afablemente a Leviathan y volteo su rostro hacia el demonio, inclinandose sobre él para susurrarle en el oido.
A si que Roxas quiere jugar al escondite... Bien por el
Siseó amenazante apretando los labios tensos de ira. Tenia asuntos con ese demonio y se habia extralimitado en tomar mas de lo que le pertenecia. Astaroth deberia encargarse de castigarlo y estaba pensando en como hacerlo, la mejor tortura o simplemente la eliminación del sujeto, para cuando Pandora se cambió de lugar y se sentó ahora sobre Leviathan tomando el volante por el. Al ser delgada y al ser delgado también el otro, no era menester echar el asiento hacia atras.
Hola! ¿Me dejas conducir?
Pero ella ya estaba dispuesta y dió un giro brusco a la derecha de tal forma que puso el coche sobre dos ruedas ocasionando que los coches que venian de frente por el lado se desviaran sorprendidos y dieran contra la fachada de algunos edificios, o contra otros coches.
Si ya has terminado Pandora, largate!
Escupió el demonio sin moverse del sitio, pero Pandora se revolvió y abrazo a Leviathan por el cuello, de modo que el volante se quedó suelto durante esos segundos.
No no no, dejame quedarme, puedo quedarme Leviathan? puedo puedo puedo?
Tal y como una demonia caprichosa, cuando se ponia de ese modo a Astaroth le daban ganas de estrellarla contra el suelo, mas de una vez lo habia hecho.
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Re: Dignité (Priv. Astaroth)
por Invitado Lun Mayo 07, 2012 7:07 am
Leviathan se apresuro a sujetar el volante, un choque no los mataría sin embargo dejaría totalmente destrozado su nuevo juguete, era pronto para deshacerse de tan bello vehículo, además si iba a estrellarlo lo estrellaría en la fachada de la mansión favorita de Caim, pensar sobre eso lo hizo sonreír, al inicio de ese día tenía un humor de perros pero eso había cambiado con el trascurso de las horas, ya no tenía la necesidad de destruir la ciudad y de hecho se regocijaba sólo de hacer las sumas de todas las compras del día, casi podía saborear los insultos que Caim le dedicaría, casi podía oírlo decir que era un retrasado que no tenía idea del valor del dinero.
*Estas enfermo* pensó el demonio ignorando a la inquieta diablesa que insistía en saltar sobre su regazo pidiendo quedarse *Es increíble que te alegres de llamar su atención aunque sólo sea para que te llene de insultos, hay algo muy mal en ti*
- Esta bien, esta bien, puedes quedarte pero podrías salir de encima?, no puedo conducir contigo saltando sobre mi – le dijo tratando de ver el camino por encima de la cabeza de la joven – Infiernos… los demonios jóvenes son siempre tan inquietos – dijo rodando los ojos, cualquiera que lo viera podría encontrar curiosas sus palabras pues el casi parecía sólo un adolescente, en cambio era un demonio antiguo, caprichoso e infantil en diversas ocasiones, pero antiguo.
En cuanto la chica dejo su regazo piso el acelerador a fondo, era bueno tener reflejos desarrollados para salvar las cerradas curvas hasta salir a la carretera donde el trayecto era liso y podía aumentar aun más la velocidad. El vehículo era excelente ya que incluso viajando como un bolido sobre el asfalto no transmitia ninguna vibración en el interior.
- Quieren que les lleve a algún sitio en especial? – interrogo a sus pasajeros manteniendo su vista al frente concentrado mientras esquivaba vehículos que viajaban a menor velocidad – no tengo nada mejor que hacer que tomar un vuelo a los Ángeles… y eso puede esperar
*Estas enfermo* pensó el demonio ignorando a la inquieta diablesa que insistía en saltar sobre su regazo pidiendo quedarse *Es increíble que te alegres de llamar su atención aunque sólo sea para que te llene de insultos, hay algo muy mal en ti*
- Esta bien, esta bien, puedes quedarte pero podrías salir de encima?, no puedo conducir contigo saltando sobre mi – le dijo tratando de ver el camino por encima de la cabeza de la joven – Infiernos… los demonios jóvenes son siempre tan inquietos – dijo rodando los ojos, cualquiera que lo viera podría encontrar curiosas sus palabras pues el casi parecía sólo un adolescente, en cambio era un demonio antiguo, caprichoso e infantil en diversas ocasiones, pero antiguo.
En cuanto la chica dejo su regazo piso el acelerador a fondo, era bueno tener reflejos desarrollados para salvar las cerradas curvas hasta salir a la carretera donde el trayecto era liso y podía aumentar aun más la velocidad. El vehículo era excelente ya que incluso viajando como un bolido sobre el asfalto no transmitia ninguna vibración en el interior.
- Quieren que les lleve a algún sitio en especial? – interrogo a sus pasajeros manteniendo su vista al frente concentrado mientras esquivaba vehículos que viajaban a menor velocidad – no tengo nada mejor que hacer que tomar un vuelo a los Ángeles… y eso puede esperar
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Re: Dignité (Priv. Astaroth)
por Astaroth Lun Mayo 14, 2012 1:25 am
Alargó la mano y aferró la prenda superior de la pequeña demonio para practicamente arrastrarla a donde estaba él. La miró duramente y sirvió para que dejara de incordiar, quedandose quietecita y mirando al frente con absoluta curiosidad hacia todo. Astaroth miró de reojo al demonio mientras conducia, a sus oidos habian llegado esos insidiosos rumores que ni comprendia ni creia. Las mujeres infernales eran por lo general muy venenosas y les gustaba inventar chismes cuando andaban aburridas.
Dime una cosa Leviathan. ¿Quien controla este territorio?
Preguntó mientras miraba por una de las ventanas. Hace muchos años, el habia dejado su huella junto a un socio igualitario en aquellas tierras, pero ya no quedaba apenas reminiscencias de sus logros, de todas aquellas vidas sesgadas.
¿Estas enamorado de él? ¿o es solo una obsesion y un capricho pasajero?
Dijo en el mismo tono, en la misma tesitura, sin dejar de mirar por la ventana. La pregunta en si le pareció ridicula desde que la penso, hasta que sus labios la formularon. El amor no era para seres infernales, se confundia a menudo con la obsesion, celos... y segun su parecer Leviathan estaba obnubilado por la presencia de ese gran demonio con gran orgullo. Astaroth apenas se habia cruzado con el en algunas ocasiones y su opinion respecto a él era bastante nula y pobre. Quizas algun dia concertara un encuentro, aunque era totalmente consciente de que sus formas de ser chocarian.
Pandora se movió hacia adelante pegando casi el rostro al cristal, mirando con ojos golosos y ajena del todo a esta conversacion. Se volteó y jaló las ropas de Astaroth para reclamar su atencion y señalo a una tienda con una llamativa y colorista fachada.
Para aqui, esta mocosa quiere golosinas.
Dime una cosa Leviathan. ¿Quien controla este territorio?
Preguntó mientras miraba por una de las ventanas. Hace muchos años, el habia dejado su huella junto a un socio igualitario en aquellas tierras, pero ya no quedaba apenas reminiscencias de sus logros, de todas aquellas vidas sesgadas.
¿Estas enamorado de él? ¿o es solo una obsesion y un capricho pasajero?
Dijo en el mismo tono, en la misma tesitura, sin dejar de mirar por la ventana. La pregunta en si le pareció ridicula desde que la penso, hasta que sus labios la formularon. El amor no era para seres infernales, se confundia a menudo con la obsesion, celos... y segun su parecer Leviathan estaba obnubilado por la presencia de ese gran demonio con gran orgullo. Astaroth apenas se habia cruzado con el en algunas ocasiones y su opinion respecto a él era bastante nula y pobre. Quizas algun dia concertara un encuentro, aunque era totalmente consciente de que sus formas de ser chocarian.
Pandora se movió hacia adelante pegando casi el rostro al cristal, mirando con ojos golosos y ajena del todo a esta conversacion. Se volteó y jaló las ropas de Astaroth para reclamar su atencion y señalo a una tienda con una llamativa y colorista fachada.
Para aqui, esta mocosa quiere golosinas.
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Re: Dignité (Priv. Astaroth)
por Invitado Mar Mayo 15, 2012 4:54 pm
Cuando Astaroth le pregunto respecto a si estaba enamorado Leviathan debió hacer un esfuerzo grande para seguir conduciendo como si no hubiese escuchado esa pregunta, responder con una mentira parecía sencillo, pero existían demasiadas evidencias que no tardarían en salir a flote en cuanto aquel demonio de pupilas violetas empezase a indagar, pero admitir esos sentimientos sería equivalente a decir ante otro demonio que estaba defectuoso, por fortuna la inquieta diableza le propicio una salida al solicitar que se detuvieran en una tienda de golosinas.
Rápidamente quito el vehiculo de la carretera con una maniobra que hizo sonar más de un claxon y derrapar a algunos vehículos, deteniéndose con precisión frente al local de colorido aspecto.
- Aguardare aquí – dijo esperando comprarse unos momento a solas para ordenar sus ideas, quizás conseguir la suficiente convicción para negar que se había enamorado o simplemente esperar que Astaroth no insistiera en el tema, después de todo tampoco mostraba demasiado interés, era posible que sólo hubiese lanzado la pregunta al azar, cosa que el rubio esperaba pues no sería agradable sentirse humillado ante uno de los príncipes del infierno.
Tener sentimientos como aquel se consideraba una aberración, una desviación de la esencia de la obscuridad para la cual no tenía excusas que justificaran suficientemente la existencia de sentimientos erróneos como aquel en el interior de un general infernal. Pero más injustificable aun era que su cuerpo estuviese marcado de forma permanente como una pertenencia más de Caim.
Rápidamente quito el vehiculo de la carretera con una maniobra que hizo sonar más de un claxon y derrapar a algunos vehículos, deteniéndose con precisión frente al local de colorido aspecto.
- Aguardare aquí – dijo esperando comprarse unos momento a solas para ordenar sus ideas, quizás conseguir la suficiente convicción para negar que se había enamorado o simplemente esperar que Astaroth no insistiera en el tema, después de todo tampoco mostraba demasiado interés, era posible que sólo hubiese lanzado la pregunta al azar, cosa que el rubio esperaba pues no sería agradable sentirse humillado ante uno de los príncipes del infierno.
Tener sentimientos como aquel se consideraba una aberración, una desviación de la esencia de la obscuridad para la cual no tenía excusas que justificaran suficientemente la existencia de sentimientos erróneos como aquel en el interior de un general infernal. Pero más injustificable aun era que su cuerpo estuviese marcado de forma permanente como una pertenencia más de Caim.
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Re: Dignité (Priv. Astaroth)
por Astaroth Miér Mayo 16, 2012 4:33 am
Eludió su respuesta, naturalmente y se refugió bajo esa mascara de belleza andrógina sin siquiera mirar al caido quien lo escrutaba con verdadero interes. Pandora iba por su lado, ella no estaba interesada en el cotilleo y forcejeó con la puerta del vehiculo hasta que Astaroth le permitió salir. Ella tomó la mano del caido y tiró como una niña impaciente tratando de arrastrar a algo inamovible, pues se habia quedado clavado en aquel asiento.
Ve tu Pandora. No tardes..y no mates a nadie
Musitó sin mirar a la pequeña quien torció los labios en una mueca de decepcion y fue saltarina y euforicamente hacia la tienda de fachada llamativa.
Resulta mas probable que yo, un angel caido que ha conocido la bondad, caiga en las redes del enamoramiento que tu, un demonio creado en el fuego del infierno, forjado por un cumulo de maldad y oscuridad en donde no deberia florecer nada excepto el dolor.
Habló con gelidez, tajante y despiadado.
Asi que dime ¿Estas enamorado de Caim? Explicame algo Leviathan. ¿Como es que uno de los generales infernales mas poderosos se ha dejado someter y ha aceptado esa condicion humillante a la cual te somete?
Sus fornidos brazos se cruzaron sobre su pecho, seguia escrutandolo con la mirada. El no se reiria de esa extraña union aunque lo tendria bien facil, tampoco le interesaba criticarla, lo que hacian con sus almas eran asuntos suyos, pero cuando no lo comprendia y como tal debia preguntar hasta comprenderlo. También le enfurecia en cierta manera ver como otros seres se degradan, seres por los cuales en algun punto del tiempo sintio simpatia.
Ve tu Pandora. No tardes..y no mates a nadie
Musitó sin mirar a la pequeña quien torció los labios en una mueca de decepcion y fue saltarina y euforicamente hacia la tienda de fachada llamativa.
Resulta mas probable que yo, un angel caido que ha conocido la bondad, caiga en las redes del enamoramiento que tu, un demonio creado en el fuego del infierno, forjado por un cumulo de maldad y oscuridad en donde no deberia florecer nada excepto el dolor.
Habló con gelidez, tajante y despiadado.
Asi que dime ¿Estas enamorado de Caim? Explicame algo Leviathan. ¿Como es que uno de los generales infernales mas poderosos se ha dejado someter y ha aceptado esa condicion humillante a la cual te somete?
Sus fornidos brazos se cruzaron sobre su pecho, seguia escrutandolo con la mirada. El no se reiria de esa extraña union aunque lo tendria bien facil, tampoco le interesaba criticarla, lo que hacian con sus almas eran asuntos suyos, pero cuando no lo comprendia y como tal debia preguntar hasta comprenderlo. También le enfurecia en cierta manera ver como otros seres se degradan, seres por los cuales en algun punto del tiempo sintio simpatia.
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Re: Dignité (Priv. Astaroth)
por Invitado Miér Mayo 16, 2012 11:32 am
- Dime Astaroth… no te parece curioso que tras años… no… milenios existiendo sin cometer ningún error, dejando a tu naturaleza hablar por ti, el instinto guiar tus pasos de pronto nada tiene sentido? … - No era precisamente una respuesta, Leviathan lo sabía, quizás era un intento por justificarse, sin embargo no había razones, nada que explicase la existencia de esos sentimientos en su interior, se puso recto en el asiento, su vista al frente su expresión nula, como si extrajese de si mismo toda emoción – Soy conciente de mis faltas, demasiadas acumulándose sobre mi nombre en menos de un año – estrecho su mirada y los rayos azules danzaron en sus pupilas – sin embargo, sigo siendo un general infernal, mi furia aun hace estremecer a mis enemigos allá donde la desato, todo lo demás me concierne apenas a mi – no le rendiría cuentas a aquel príncipe, nada lo obligaba su lealtad estaba prendada apenas a Lucifer a quien hizo un juramento cuando se alío a los Chevaliers y a Caim con quien había pactado y vendido mucho más que su fuerza, aunque todo lo demás hubiese ocurrido sin que lo consintiera, su razón no estaba de acuerdo con su corazón, pero al jamás haber experimentado tales sentimientos el demonio de albina apariencia no lograba dominar las emociones, replegarlas a su interior.
Se giro finalmente observándolo con las grises pupilas que seguían destellando, si Astaroth pretendía burlarse o criticarlo tendría antes que aceptar la cólera que sobre el desataría, idiota o no el orgullo del demonio dictaba no dejar ningún insulto barato.
- No te diré más pues es algo que me concierne apenas a mi – agrego, incluso si su pasajero había sido una compañía agradable no tenían nexos de amistad o camaradería que le hiciesen confiar a aquel caído la autentica gravedad de la situación.
Se giro finalmente observándolo con las grises pupilas que seguían destellando, si Astaroth pretendía burlarse o criticarlo tendría antes que aceptar la cólera que sobre el desataría, idiota o no el orgullo del demonio dictaba no dejar ningún insulto barato.
- No te diré más pues es algo que me concierne apenas a mi – agrego, incluso si su pasajero había sido una compañía agradable no tenían nexos de amistad o camaradería que le hiciesen confiar a aquel caído la autentica gravedad de la situación.
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Re: Dignité (Priv. Astaroth)
por Astaroth Vie Mayo 18, 2012 10:52 pm
"De pronto nada tiene sentido".
Pero...¿Habia tenido sentido alguna vez? se pregunto el caido mientras escuchaba al demonio con la mirada dirigida hacia al frente, imperturbable e inamovible. La ausencia de explicacion no podia singificar otra cosa que el desconocimiento de sus emociones y Astaroth supo que no habia mucho que rascar. Si el no lo comprendia igual deberia experimentarlo, si Leviathan no sabia explicarse entonces es que era algo mas complejo de lo que pensaba. Definitivamente el moreno habia perdido la dualidad de su alma y si habia alguna bondad en su interior esta habia sido erradicada hacia siglos.
Eres mucho mas extraño de lo que habia imaginado, te has sumergido en una situacion que ni tu mismo comprendes...
Comento en lo que alzaba la ceja y respondia a esa mirada baluarte de su ira escondida. Se encogió de hombros y relajo sus facciones esbozando una ligera sonrisa.
De cualquier forma me agrada saber que no has perdido la esencia pues seria degradante para ti que tu fuerza quedase a merced de otros. Mis mas sinceras felicidades viejo camarada.
Si, era cierto, no iba a cuestionar tan rara union, si alguien debia hacerlo este seria el propio orgullo del rubio. Un mundo abismal separaba a su espiritu de los demonios, pues sus intereses eran cuanto menos distintos, sin embargo todos vivian en el infierno y en toda su inmensidad incluso seres descorazonados buscaban socializar o paliar la soledad a la que los sucumbian sus actos.
Guardo silencio separando sus orbes purpuras del androgino rostro de Leviathan y volvio a mirar al frente viendo como las personas, esos seres inferiores, caminaban por las calles ajenos a su propio destino y suerte. En algun punto del camino Astaroth pensó en lo interesante que seria abandonarse a la ignorancia. Subsistir, como hacian estos mortales, realizar tareas monotonas, repetitivas, experimentar pequeñas dosis de alegria y felicidad, pero luego se arrepentia de haber siquiera pensado en algo asi, pues el habia sido creado para un fin mayor.
Pandora regreso cargada de golosinas suscitando un largo suspiro por parte del caido quien abrió la puerta par que entrara. Olia a fresas y chocolate y tenia las manos manchadas de esto ultimo. Sonreia, pese a que el caido era consciente de lo falsa que era dicha sonrisa, y de su bolsa saco una mas pequeña que contenia caramelos redondos de divertidos colores.
Toma Levi, saben muy bien, seguro que a tu niño le gustan
Exclamo jovial la jovencita ofreciendole la susodicha bolsa y hundio la mano nuevamente en la bolsa para sacar una enorme paleta con forma esferica y de un color rojo chillon.
Arranca Leviathan, haremos una ultima parada. Dirigete al norte por favor
Siseo entre dientes el caido, pendiente de que la mocosa que tenia sobre el no le ensuciase con el chocolate de sus manos.
Pero...¿Habia tenido sentido alguna vez? se pregunto el caido mientras escuchaba al demonio con la mirada dirigida hacia al frente, imperturbable e inamovible. La ausencia de explicacion no podia singificar otra cosa que el desconocimiento de sus emociones y Astaroth supo que no habia mucho que rascar. Si el no lo comprendia igual deberia experimentarlo, si Leviathan no sabia explicarse entonces es que era algo mas complejo de lo que pensaba. Definitivamente el moreno habia perdido la dualidad de su alma y si habia alguna bondad en su interior esta habia sido erradicada hacia siglos.
Eres mucho mas extraño de lo que habia imaginado, te has sumergido en una situacion que ni tu mismo comprendes...
Comento en lo que alzaba la ceja y respondia a esa mirada baluarte de su ira escondida. Se encogió de hombros y relajo sus facciones esbozando una ligera sonrisa.
De cualquier forma me agrada saber que no has perdido la esencia pues seria degradante para ti que tu fuerza quedase a merced de otros. Mis mas sinceras felicidades viejo camarada.
Si, era cierto, no iba a cuestionar tan rara union, si alguien debia hacerlo este seria el propio orgullo del rubio. Un mundo abismal separaba a su espiritu de los demonios, pues sus intereses eran cuanto menos distintos, sin embargo todos vivian en el infierno y en toda su inmensidad incluso seres descorazonados buscaban socializar o paliar la soledad a la que los sucumbian sus actos.
Guardo silencio separando sus orbes purpuras del androgino rostro de Leviathan y volvio a mirar al frente viendo como las personas, esos seres inferiores, caminaban por las calles ajenos a su propio destino y suerte. En algun punto del camino Astaroth pensó en lo interesante que seria abandonarse a la ignorancia. Subsistir, como hacian estos mortales, realizar tareas monotonas, repetitivas, experimentar pequeñas dosis de alegria y felicidad, pero luego se arrepentia de haber siquiera pensado en algo asi, pues el habia sido creado para un fin mayor.
Pandora regreso cargada de golosinas suscitando un largo suspiro por parte del caido quien abrió la puerta par que entrara. Olia a fresas y chocolate y tenia las manos manchadas de esto ultimo. Sonreia, pese a que el caido era consciente de lo falsa que era dicha sonrisa, y de su bolsa saco una mas pequeña que contenia caramelos redondos de divertidos colores.
Toma Levi, saben muy bien, seguro que a tu niño le gustan
Exclamo jovial la jovencita ofreciendole la susodicha bolsa y hundio la mano nuevamente en la bolsa para sacar una enorme paleta con forma esferica y de un color rojo chillon.
Arranca Leviathan, haremos una ultima parada. Dirigete al norte por favor
Siseo entre dientes el caido, pendiente de que la mocosa que tenia sobre el no le ensuciase con el chocolate de sus manos.
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Re: Dignité (Priv. Astaroth)
por Invitado Dom Mayo 20, 2012 5:59 pm
Tomo la bolsa de dulces viendo su colorido contenido, esos caramelos no eran adecuados para dárselos a Lugh quien contaba apenas con su rosada encia despoblada de cualquier diente, pero no tenía razón para rechazar el obsequio, asintió hacia la infantil diablesa y coloco los caramelos dentro de la guantera antes de encender el vehículo y ponerse en marcha rumbo a la dirección solicitada.
- Se los daré – lo haría cuando lo considerase seguro, su pequeño demonio no era un bebe común y corriente, las pupilas tan verdes como las de Caim brillaban con inteligencia y comprensión de cuanto veía, era posible que su pensamiento fuese equiparable al de un adulto, pero su pequeño recipiente era aun demasiado joven y vulnerable, el era conciente de que esto era así apenas por su propia testarudez y egoísmo, si el cediese a los argumentos de Caim, Lugh podría obtener un recipiente acorde a sus facultades, pero cuando eso ocurriera se desmoronaría todo lo que había conseguido en los últimos meses, sus cuidados serian desechados por su prole y casi estaba seguro que Caim también lo desecharía aunque muy en lo profundo esperaba que no lo hiciera, permanecer a su lado aunque fuese como hasta ahora, siempre discutiendo, en desacuerdo a excepción de cuando el demonio de obscuras hebras ponía sus manos sobre el y derretía su cerebro para sumergirlo en un brutal y carnal rito de placer.
Condujo en silencio una vez más, atormentado por sus propias preguntas, sus inseguridades aflorando por culpa de los simples cuestionamientos de Astaroth. Albergar amor en su corazón sólo podía traer toda clase de desgracias sobre él, el que entre algunas esferas su nombre fuese acompañado con burlas era el menor de sus males, por estupido que lo creyeran aun tenía un cerebro, podía entender y comprender perfectamente, y no era ajeno a que el “amor” era un sentimiento ligado a la luz, mientras que el era obscuridad, ambas cosas no podían mezclarse sin que el resultado fuese desastroso.
Hurgando en su mente, en recuerdos de toda su existencia podía extraer con facilidad algunos ejemplos que por entonces no parecían relevantes y sin embargo ahora el estaba por convertirse en uno de ellos. Los pobres diablos que recordaba habían pagado de distintas maneras por albergar sentimientos contrarios a su naturaleza, algunos enloquecían, los más débiles desaparecían sin explicación aparente y otros se tornaban contra aquello que amaban, buscaban destruirlo mientras se destruían a si mismos en el proceso, esto claro podía demorar siglos en ocurrir dependiendo de que tan intenso fuese el sentimiento.
Apretó el volante notando que empezaba a crujir bajo su agarre, aun no podía decir cual era el camino que estaba caminando, su mente no parecía menos lucida, ni se sentía más débil ni con más deseos de matar a Caim que aquellos que habitualmente le provocaba con su actitud indiferente y sus actos crueles.
- Se los daré – lo haría cuando lo considerase seguro, su pequeño demonio no era un bebe común y corriente, las pupilas tan verdes como las de Caim brillaban con inteligencia y comprensión de cuanto veía, era posible que su pensamiento fuese equiparable al de un adulto, pero su pequeño recipiente era aun demasiado joven y vulnerable, el era conciente de que esto era así apenas por su propia testarudez y egoísmo, si el cediese a los argumentos de Caim, Lugh podría obtener un recipiente acorde a sus facultades, pero cuando eso ocurriera se desmoronaría todo lo que había conseguido en los últimos meses, sus cuidados serian desechados por su prole y casi estaba seguro que Caim también lo desecharía aunque muy en lo profundo esperaba que no lo hiciera, permanecer a su lado aunque fuese como hasta ahora, siempre discutiendo, en desacuerdo a excepción de cuando el demonio de obscuras hebras ponía sus manos sobre el y derretía su cerebro para sumergirlo en un brutal y carnal rito de placer.
Condujo en silencio una vez más, atormentado por sus propias preguntas, sus inseguridades aflorando por culpa de los simples cuestionamientos de Astaroth. Albergar amor en su corazón sólo podía traer toda clase de desgracias sobre él, el que entre algunas esferas su nombre fuese acompañado con burlas era el menor de sus males, por estupido que lo creyeran aun tenía un cerebro, podía entender y comprender perfectamente, y no era ajeno a que el “amor” era un sentimiento ligado a la luz, mientras que el era obscuridad, ambas cosas no podían mezclarse sin que el resultado fuese desastroso.
Hurgando en su mente, en recuerdos de toda su existencia podía extraer con facilidad algunos ejemplos que por entonces no parecían relevantes y sin embargo ahora el estaba por convertirse en uno de ellos. Los pobres diablos que recordaba habían pagado de distintas maneras por albergar sentimientos contrarios a su naturaleza, algunos enloquecían, los más débiles desaparecían sin explicación aparente y otros se tornaban contra aquello que amaban, buscaban destruirlo mientras se destruían a si mismos en el proceso, esto claro podía demorar siglos en ocurrir dependiendo de que tan intenso fuese el sentimiento.
Apretó el volante notando que empezaba a crujir bajo su agarre, aun no podía decir cual era el camino que estaba caminando, su mente no parecía menos lucida, ni se sentía más débil ni con más deseos de matar a Caim que aquellos que habitualmente le provocaba con su actitud indiferente y sus actos crueles.
Invitado- Invitado
Re: Dignité (Priv. Astaroth)
por Astaroth Jue Mayo 24, 2012 6:10 am
Mientras la pequeña demonia paladeaba todos esos manjares mortales, dulces, chocolates, golosinas, chicles, todo sin control alguno albergandolo en su boca, masticandolo a la vez desordenadamente hasta que los sabores se confundian los unos con los otros, Astaroth ladeo el rostro y miró por la ventana mientras el paisaje se desenfocaba por la velocidad a la que conducia Leviathan aquel coche.
El caido lo tenia mucho mas claro que su compañero demonio. El habia saboreado el amor y lo habia sentido por su creador incluso mas intimamente por alguien, pero todo eso se interponia entre sus planes, no era util y por lo tanto era preciso desechable. Los arcangeles tenian prohibido el pecado, los seres como él tenian prohibido el amor. Asi de simple era su filosofia y hasta ahora le habia funcionado pues los años no lo habian debilitado, no se habia consumido en penas y arrepentimientos, los años habian pasado favorablemente para el oscuro quien habia aumentado su poder y su confianza en si mismo.
Distraido, percibio de reojo como la tension hacia mella en el cuerpo de Leviathan, como esas manos se cernian sobre el volante como garras aferrando a su presa con intencion de despiezarla. Eligiera el camino que eligiera, el solo se habia precipitado y el solo se hundiria o levantaria y eso era algo que ambos sabian.
¿No te aburre este monotono paisaje? ¿Esta cotidiana existencia?.... Siento que la ciudad esta demasiado tranquila... ese ambiente de falsa paz me perturba, me molesta..
Susurraron sus labios gruesos y morenos volviendo a mirar a traves de aquella ventana.
Me parece que alguien necesita liberar tensiones...asi que para aquí.
Anunció mirando fijamente al demonio de rizos tan rubios casi platinos. Espero a que Leviathan fuera lo suficientemente inteligente para ver en esto un absurdo entretenimiento antes que un posible ataque por su parte.
La ira se calma con violencia y la violencia genera muerte. Ahí dentro hay varios mortales que se hacen llamar la resistencia. Luchan contra seres como nosotros. Han exterminado a algunos demonios menores y con cada muerte de nuestras huestes infernales su ego y su orgullo aumenta...
El caido lo tenia mucho mas claro que su compañero demonio. El habia saboreado el amor y lo habia sentido por su creador incluso mas intimamente por alguien, pero todo eso se interponia entre sus planes, no era util y por lo tanto era preciso desechable. Los arcangeles tenian prohibido el pecado, los seres como él tenian prohibido el amor. Asi de simple era su filosofia y hasta ahora le habia funcionado pues los años no lo habian debilitado, no se habia consumido en penas y arrepentimientos, los años habian pasado favorablemente para el oscuro quien habia aumentado su poder y su confianza en si mismo.
Distraido, percibio de reojo como la tension hacia mella en el cuerpo de Leviathan, como esas manos se cernian sobre el volante como garras aferrando a su presa con intencion de despiezarla. Eligiera el camino que eligiera, el solo se habia precipitado y el solo se hundiria o levantaria y eso era algo que ambos sabian.
¿No te aburre este monotono paisaje? ¿Esta cotidiana existencia?.... Siento que la ciudad esta demasiado tranquila... ese ambiente de falsa paz me perturba, me molesta..
Susurraron sus labios gruesos y morenos volviendo a mirar a traves de aquella ventana.
Me parece que alguien necesita liberar tensiones...asi que para aquí.
Anunció mirando fijamente al demonio de rizos tan rubios casi platinos. Espero a que Leviathan fuera lo suficientemente inteligente para ver en esto un absurdo entretenimiento antes que un posible ataque por su parte.
La ira se calma con violencia y la violencia genera muerte. Ahí dentro hay varios mortales que se hacen llamar la resistencia. Luchan contra seres como nosotros. Han exterminado a algunos demonios menores y con cada muerte de nuestras huestes infernales su ego y su orgullo aumenta...
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Re: Dignité (Priv. Astaroth)
por Invitado Miér Mayo 30, 2012 1:21 am
Se bajo del vehículo observando el lugar mientras se recostaba contra la chapería apoyando uno de sus codos en el techo, resistirse era ridículo para los humanos, ellos no tenían poderes o habilidades que sirvieran para enfrentar una guerra contra los demonios, fue eso lo que casi los llevo a la extinción y también lo que hizo a muchos señores infernales invertir en tecnología para que pudiesen ser clonados y producidos en masa, pues en cualquier cadena alimentaria las presas eran necesarias para la subsistencia del predador.
Algunos demonios los despreciaban por su fragilidad y su enorme ego que sin embargo les hacía creerse mejores que los demonios, para Leviathan sólo eran animales necios, diminutos mínimos que pretendían rugir ante los leones.
- Quieres que los aplaste? – interrogo suspirando con hastió, a menos de que esa fuese una trampa y esos humanos estuviesen aguardando por el con trajes aislantes y armas especiales dudaba que hubiese algún desafío, podía barrer el lugar y sus alrededores con sus rayos, nada sobreviviría, nada humano al menos. – quizás si los desmiembro me entretengan un rato – dejo el vehículo y fue caminando hacia el lugar, un centinela lo diviso y dio la alarma antes de dispararle con un arma laser, el rubio lo esquivo, no era agradable sentir la carne quemada y un laser bien calibrado podía dejarle orificios cauterizados atravesándolo de un lado a otro.
Pronto aparecieron más humanos, portando más de esas piezas de armamento, obligándolo a moverse con mayor precisión y velocidad hasta alcanzar al primero, arrancando su cabeza con un golpe de puño, enseguida quebró el brazo de otro con la mera presión de su agarre y fracturo sus piernas de un puntapié, saltando sobre el siguiente, hundiendo su pecho con una patada.
A cada humano sus acciones se hacían más violentas, arrancaba brazos, mordía, desgarraba, no había estrategia, ni goce, sólo puro instinto, aquel sangriento espectáculo termino tan abruptamente como empezó, para entonces Leviathan ya alcanzo el interior de su refugio dejando tras de si cuerpos mutilados y hombres agonizantes, una que otra mujer e incluso jóvenes que apenas salían de la pubertad, cuando los ataco lucían sólo como carne, ahora que ya no quedaban más humanos que matar podía apreciar a sus víctimas con claridad.
Soltó un suspiro cansado, aquello no tubo gracia alguna, esos pobres desgraciados habían acertados más disparos en sus compañeros que en el, de hecho apenas tenía un par de quemaduras en brazos y piernas por el roce de los disparos, nada que mereciera la pena siquiera sanar, pero sus prendas en cambio eran un desastre, la costosa camisa difícilmente recuperaría su color original, tal y como estaba era mejor dejar toda su ropa en la basura eso por no pensar en las inmundicias que seguramente cubrían su cabello.
Se decidió entonces a explorar las instalaciones, pues Astaroth y su mascota no irían a sitio alguno si se tomaba solo unos pocos minutos para estar presentable, aun de impacientarse podían marcharse de desearlo, el no tenía intención de retenerles en su compañía. Logro dar con el baño y los vestidores, consiguiendo un mameluco azul más o menos de su talla el cual colgó a la mano antes de posicionarse bajo el chorro frio de una de las regaderas.
Algunos demonios los despreciaban por su fragilidad y su enorme ego que sin embargo les hacía creerse mejores que los demonios, para Leviathan sólo eran animales necios, diminutos mínimos que pretendían rugir ante los leones.
- Quieres que los aplaste? – interrogo suspirando con hastió, a menos de que esa fuese una trampa y esos humanos estuviesen aguardando por el con trajes aislantes y armas especiales dudaba que hubiese algún desafío, podía barrer el lugar y sus alrededores con sus rayos, nada sobreviviría, nada humano al menos. – quizás si los desmiembro me entretengan un rato – dejo el vehículo y fue caminando hacia el lugar, un centinela lo diviso y dio la alarma antes de dispararle con un arma laser, el rubio lo esquivo, no era agradable sentir la carne quemada y un laser bien calibrado podía dejarle orificios cauterizados atravesándolo de un lado a otro.
Pronto aparecieron más humanos, portando más de esas piezas de armamento, obligándolo a moverse con mayor precisión y velocidad hasta alcanzar al primero, arrancando su cabeza con un golpe de puño, enseguida quebró el brazo de otro con la mera presión de su agarre y fracturo sus piernas de un puntapié, saltando sobre el siguiente, hundiendo su pecho con una patada.
A cada humano sus acciones se hacían más violentas, arrancaba brazos, mordía, desgarraba, no había estrategia, ni goce, sólo puro instinto, aquel sangriento espectáculo termino tan abruptamente como empezó, para entonces Leviathan ya alcanzo el interior de su refugio dejando tras de si cuerpos mutilados y hombres agonizantes, una que otra mujer e incluso jóvenes que apenas salían de la pubertad, cuando los ataco lucían sólo como carne, ahora que ya no quedaban más humanos que matar podía apreciar a sus víctimas con claridad.
Soltó un suspiro cansado, aquello no tubo gracia alguna, esos pobres desgraciados habían acertados más disparos en sus compañeros que en el, de hecho apenas tenía un par de quemaduras en brazos y piernas por el roce de los disparos, nada que mereciera la pena siquiera sanar, pero sus prendas en cambio eran un desastre, la costosa camisa difícilmente recuperaría su color original, tal y como estaba era mejor dejar toda su ropa en la basura eso por no pensar en las inmundicias que seguramente cubrían su cabello.
Se decidió entonces a explorar las instalaciones, pues Astaroth y su mascota no irían a sitio alguno si se tomaba solo unos pocos minutos para estar presentable, aun de impacientarse podían marcharse de desearlo, el no tenía intención de retenerles en su compañía. Logro dar con el baño y los vestidores, consiguiendo un mameluco azul más o menos de su talla el cual colgó a la mano antes de posicionarse bajo el chorro frio de una de las regaderas.
Invitado- Invitado
Re: Dignité (Priv. Astaroth)
por Astaroth Vie Jun 08, 2012 11:58 pm
En cuanto Leviathan fue a buscar sangre y carne Astaroth bajó del asiento dejando a Pandora en su lugar y apoyó su cuerpo en el vehiculo, cruzando los brazos para observar sin necesidad de adentrarse, lo que el general hacia alli dentro. Era una delicia ver la forma en la que se movia, aunque esos mortales no le llegaban a la suela de los zapatos pues los exterminó a todos sin un pestañeo. Algunas balas de esas armas disparadas de forma aleatoria fueron directas al vehiculo, pero una capa energetica las detuvo haciendolas caer al suelo inutilmente antes de tocar la carroceria. Astaroth se inclinó y cogió una de esas balas que contenian dentro de las mismas un liquido azul, alguna sustancia ideada para herir criaturas sobrenaturales, supuso. Se la guardó en el bolsillo del pantalon y siguió observando.
Igual los motiva a ingeniar mejores armas y tretas para ofrecer verdadera resistencia
Susurró mirando de reojo a Pandora mientras esbozaba una sonrisa ladina.
Ahora regreso, no.....toques...nada
Siseo muy lentamente taladrandola con la mirada, conocia a la mocosa lo suficiente como para advertirselo de esta forma. Entro a continuación en el edificio, sangre y visceras por doquier y se teletransportó de inmediato guiandose por la esencia de Leviathan hasta donde este se encontraba retirandose la sangre ajena del cuerpo bajo un fuerte chorro de agua. Apoyo la espalda en la fria superficie, se cruzo de brazos y miró al frente.
Bien es cierto que sin verdadera resistencia asesinar es bastante aburrido. ¿Has combatido recientemente con algun angel Leviathan?
Preguntó ladeando el rostro para observar sin recato alguno la fragil apariencia del demonio, pero algo le llamo la atención, escucho el sonido de unas aspas, varias aspas en realidad, helicopteros de reconocimiento, pues aunque no quedaba nadie vivo allí las noticias se filtraban rapido. ¿Refuerzos? Posiblemente. A traves de las vigas de metal y las paredes de hormigon vió a un par de helicopteros sondeando la zona, informando, que portaban sendas metralletas que buscaban ansiosos algun objetivo al cual apuntar. Una de ellas se dirigieron al coche de Leviathan en donde se encontraba Pandora, pero antes de que pudiera desprender una ristra de balas Astaroth replegó el avión en si mismo reduciendolo a una esfera de chatarra y sangre que cayó sobre el edificio sucumbiendo la sala principal.
Hizo lo mismo con el otro avión, solo que antes de que este cayera lo lanzó muy lejos, sin importarle realmente donde cayera este.
Igual los motiva a ingeniar mejores armas y tretas para ofrecer verdadera resistencia
Susurró mirando de reojo a Pandora mientras esbozaba una sonrisa ladina.
Ahora regreso, no.....toques...nada
Siseo muy lentamente taladrandola con la mirada, conocia a la mocosa lo suficiente como para advertirselo de esta forma. Entro a continuación en el edificio, sangre y visceras por doquier y se teletransportó de inmediato guiandose por la esencia de Leviathan hasta donde este se encontraba retirandose la sangre ajena del cuerpo bajo un fuerte chorro de agua. Apoyo la espalda en la fria superficie, se cruzo de brazos y miró al frente.
Bien es cierto que sin verdadera resistencia asesinar es bastante aburrido. ¿Has combatido recientemente con algun angel Leviathan?
Preguntó ladeando el rostro para observar sin recato alguno la fragil apariencia del demonio, pero algo le llamo la atención, escucho el sonido de unas aspas, varias aspas en realidad, helicopteros de reconocimiento, pues aunque no quedaba nadie vivo allí las noticias se filtraban rapido. ¿Refuerzos? Posiblemente. A traves de las vigas de metal y las paredes de hormigon vió a un par de helicopteros sondeando la zona, informando, que portaban sendas metralletas que buscaban ansiosos algun objetivo al cual apuntar. Una de ellas se dirigieron al coche de Leviathan en donde se encontraba Pandora, pero antes de que pudiera desprender una ristra de balas Astaroth replegó el avión en si mismo reduciendolo a una esfera de chatarra y sangre que cayó sobre el edificio sucumbiendo la sala principal.
Hizo lo mismo con el otro avión, solo que antes de que este cayera lo lanzó muy lejos, sin importarle realmente donde cayera este.
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