Black Swan (Pv Nerissa)

Pandora se encargo de llevar sus palabras directamente al destinatario. La niña correteaba por aquel palacio de marmol desplegando los sonidos de sus pasos que repiqueteaban en todo el lugar mientras su dueño aguardaba arriba en el salón de los espejos, sentado, agarrando en su mano derecha una caliz de plata ribeteado con unos cuervos hechos con oscuras obsidianas. Bebia pausadamente, saboreando una sangre de tesitura viscosa recien "ordeñada" de su cosecha personal.

Pandora, dando brincos se transporto de un lugar a otro, pasando por los diferentes circulos del infierno, sorteando esclavos y torturadores y demas demonios entrometidos.
Sus pasos cesaron hasta llegar a la morada de ella. Se acercó con cuidado con una actitud infantil y curiosa hasta llegar a una gran puerta. Tocó un par de veces con sus pequeños nudillos y la abrió metiendo su cabecita entre la misma ligeramente abierta.

-¿Señorita Nerissa? ¿Belial?- pregunto en un susurro buscando la figura de esa mujer -Astaroth quiere hablar con usted, me ha dicho que la acompañe a su mansion..- declaro el recado sin saber si ella estaba alli o no. Mas si su dueño lo habia mandado es por que se habia cercionado de que así fuera.

Pandora escucho el ruido de una plumilla bailar sobre un papel y siguio el ruido engatusada hasta llegar frente al hombre de largos cabellos. Contemplo la transformación del angel caido con ligero asombro, sonriendo a la mujer, considerandola mucho mas bonita y confiable aunque por lo general las demonias no se llevaban muy bien entre ellas.

Estiró la mano y sujetó la de Nerissa para guiarla a la mansión de Astaroth que aunque todo el mundo sabia donde se encontraba, no muchos eran bienvenidos a visitarla. Ni siquiera la pequeña conocia las intenciones de su amo, simplemente obedecia ordenes.
Tomaron algunos atajos hasta llegar al gran hall de estilo arabe-corintio, los aromas a sandalo, clavo y canela manaban de la escalera que conducia a pisos superiores.
Ella apretó ligeramente la mano de la mujer indicandole que subiera las escaleras hasta los aposentos de su señor en donde este esperaba, suplantando su trono circular de espejos por su lugar de descanso que era conformado por una gran jaima arabe.

Belial

Susurro una voz masculina, aterciopelada conforme su figura se vislumbraba entre las vaporosas telas que colgaban de la jaima. Portaba unicamente un pantalon de cuero que se ceñia a sus caderas y a los musculos de sus piernas. Su pecho estaba al aire, colgando del cuello un medallon de plata y opalos que dibujaban su simbolo personal. Se acercó a la femina y tomo una de esas graciles manos, besando el dorso de la misma.

Siempre es un placer contemplar vuestra hermosa faz.

Pandora seguía en la habitación, observando con curiosidad tipica de una niña. Camino hacia la puerta para abandonar los aposentos del demonio, pero volteandose a medio camino para apoyarse en la puerta con ocasion de seguir mirando el trato de ambos infernales. Astaroth desvió la mirada durante un segundo, de la dama, a la chiquilla. Con un ligero fruncimiento de cejas la niña enfurruñada se marcho dandoles privacidad.

¿Necesito un motivo feaciente para ver a la dama mas hermosa de los infiernos?

Susurro con aquella voz grave, salvaje y no obstante agradable al tiempo que se incorporaba para observar aquel rostro perfecto y altivo que lo hizo sonreir fugazmente.

Acompañeme, tengo la mejor cosecha de todos este reino...ademas tenemos asuntos que tratar mi estimado Cisne Negro

Asi la llamaba el, pues era elegante como un cisne, y tan oscura como su propia alma y esencia. Puesto que aun no habia soltado la mano de la mujer, la alzo ligeramente acompañandola hacia una mesa adyacente de la cama, presentada con un estilo arabesco y sofisticado. Tomó uno de aquellas copas cristalinas ribeteadas con dorados y alguna que otra circonita y la lleno provocando que surgiera el vino desde el fondo de la copa. Se la ofreció primeramente a Nerissa, para despues servirse una para si mismo.

Aquella copa ofreceria mas vino cuando este se agotara, un vino especial, un vino infernal con atributos especiales y secretos pero que sin duda desembocaba en un sabor delicioso con un ligero tinte amargo. Astaroth saboreo un pequeño trago antes de soltar una carcajada tremula.

Pero yo no soy tan usual hermana...pensé que eso ya lo sabia.

Auguro con voz ligeramente ronca y depositando la copa sobre la mesa, se acomodo mejor en aquel asiento, asentando los codos sobre los reposabrazos para entrelazar los dedos entre si, ocultando levemente mitad de su rostro, sus ojos purpuras la taladraron desvergonzadamente mientras se dispuso a hablar.

Cuentame Cisne negro...ambos hemos estado inconscientes durante un tiempo buscando nuestra propia naturaleza..usted vagando como la hermosa mujer que se muestra ante mi y yo vagando en busca de mi otra mitad. Pero ahora ambos nos hemos recuperado, estamos listos, ¿No cree?

Se inclino hacia adelante sin dejar de mirarla con su penetrante mirada, aquellos ojos que lo veian todo incluso mas de lo que quisieran ver. Su rostro se tenso, desligando todo sentimiento fraternal.

Digame Belial, ¿Cual es su papel en este tablero de ajedrez? ¿Reina o peon?

Como el sobrenombre que le habia atribuido a Belial, ella mantenia el cuello erguido con orgullo al igual que el cisne, respondia a la insidiosa mirada sin sombra de temor y respondia a su pregunta de la manera mas digna, al parecer de Astaroth.

Solo los debiles y los necios se dejan guiar por el corazon...

Sentenció firme el demonio, inclinandose nuevamente hacia atras.

¿Que tan alto esta ya Cisne negro? ¿Que hara cuando llegue a la cima? ¿Gobernar en la tierra?...aburrido..

Dejó en claro sus impresiones, desviando su intensa mirada hacia el balcon que daba a sus jardines infernales, aguas negras como el petroleo, flora mortecina y venenosa.

A estas alturas mi ambición no debe ser un gran secreto...y se que muchos hermanos se opondran a mí, si la llevase a cabo.

Musito con desinteres. Volvió la mirada hacia la dama de facciones exquisitas.

Quiero saber... ¿Sera usted uno de ellos?

Para Astaroth no habian guerras sin sentido. Todas sus acciones bélicas tenian sentido, la destruccion de la humanidad y de aquellos que pretendian vanamente defenderlas. Su creador puso demasiadas expectativas en esos seres que gozan de supuestamente libre albedrio, estaba muy concienciado de destruir su juguete favorito, de destruir su orgullo. Pero era dificil trazar ese camino en solitario, habian demasiados contratiempos.

Te escucho.

Sin embargo habia pospuesto esa destrucción inminente dejandose seducir por algunos de sus hermanos y sus planes, dejandose seducir por algunas culturas, epocas y seres con gran influencia, pero debiles moralmente.

El mundo es un pastel demasiado pequeño y todos quieren tomar su porcion..algunos quieren el pastel por entero. Hay mucha competencia Belial, muchas mosquitas molestas. Asi que.. ¿Que trato quieres ofrecerme? ¿El de no agresión?... No me agrada levantarle la mano a las mujeres de generosos y tentadores labios...

Vertió un poco mas de bebida en su copa y volvió a reclinarse sobre el asiento, jugando con la suya, agitando suavemente el liquido que contenia en su interior.

Su ceño se fruncio ligeramente confundido, lo que deseaba Belial se oponia categoricamente a lo que deseaba Astaroth, ella deseaba una forma de vida y el deseaba la mas completa destrucción. ¿Que habria despues de la destruccion? Nada. Nada para nadie, nada para su propia persona y entonces quizas se abandonara a la nada y al exterminio con una feliz sonrisa pintada en el rostro como ultimo legado. Hasta ahora nadie le habia hecho cambiar de idea. Algunos demonios apoyaban sus ideas de destruccion y otros tantos preferian exprimir el jugo de este mundo y engullir los diferentes fluidos.

Los sentimientos solo afectan a aquellos que son demasiado debiles mi estimada. Yo puedo erradicar tu pasado, pues puedo verlo, asi como puedo ver el futuro. Manipular el tiempo seria demasiado facil para mi y sin embargo se a ciencia cierta que es una ciencia peligrosa que podria provocar mi propia extincion.

Hizo una pausa y alzo la copa para tomar otro trago, esta no se vaciaba por mucho que bebiese de ella, el mejor de los mejores liquidos infernales poblaba su interior.

El método..

Chasqueó la lengua y esbozo una sonrisa ligera, por fin Belial daba a entender que tenia un plan, y al parecer un plan drastico que cambiaria el mundo hasta ahora conocido. No le preguntaria por tal metodo por que sabia que ella no lo compartiria con su persona, sabia que no confiaba en él y no la culpaba por ello. No se podia confiar en nadie.

¿Que es lo que te impide llegar a tu meta? ¿Que detiene...que pongas ese método en marcha Cisne negro?

Su voz sono mas ronca, mas profunda, agrabada por el fuerte sabor del vino.