Rip Out the Wing of a Butterfly

pocas actividades lograban, hoy en dia, probocarle placer, puesto que el mundo se habia vuelto monotonamente repetitivo. los humanos ya no ecxistian, y ciertamente, aunque disfrutaba de la tortura de los angeles capturados, estos eran mucho menos interezantes que los humanos... por que pensaba aquello? porque si bien, torturar a un angel puro de corazon, como estaba haciendo en esos momentos, era algo mas que gratificante, el sonido de sus carnes desgarrandoce, la sangre brotando, los gritos de dolor, por piedad que jamas encontraria en el, arrancarles las alas era sin duda algo mas que magnifico, destrozar sus miembros era demaciado placentero, violarles y corromper esos cuerpos inmaculados, el extasis en persona, era hilarante, lo era solo por un tiempo.. hasta que los angeles perdian su puresa, y pedian por mas sexo, por mas dolor, por mas placer, que gracia tenia realmente que un angel capturado, mediante las torturas se combirtiera en un caido? le desagradaba tanto el angel que habia capturado y estaba torturando, que termino por descuartizarle con un unico movimiento de sus manos. la sangre mancho su cuerpo, sangre que observo por unos momentos con cierto asco, y luego olvido su ecxistencia.

se retiro de los calabosos con una sonriza de molestia y artasgo, los demonios menores se corrian de su camino a penas al verlos, y algun que otro arrogante que queria hacerce el importante, terminaba hecho cenisas, no tenia por que gastarce en realmente prestarles atencion o darles el gusto de una verdadera pelea si de todos modos terminaria matandoles.

desplego sus oscuras alas y emprendio vuelo a su palacio, en pocos segundos realmente habia llegado ya, no se dirigio a sus apocentos, no tenia nada que hacer alli en esos momentos, por lo que se dirigio a lo que seria algo asi c omo la sala principal del lugar, donde cualquier demonio o angel caido podia acceder si creia tener un asunto importante a tratar con el.. claro que si era importante o no, eso lo desidia solo Lucifer, y de eso dependia la vida de aquel que fuera a hablarle.

Llevaba un tiempo sin viajar por el lugar que me había visto nacer, por mi verdadero hogar. A diario cambia el mundo, pero por interesante que sea pasear entre humanos, torturarlos, molestarlos, provocarles envidia, nada es como el infierno.  Tenía mi conteo personal de víctimas y mi lista de víctimas futuras, pero a veces uno también tiene que volver al hogar para recargarse de energía malvada. 

Así que me dirigí de regreso a donde vivo de verdad y no contento con eso, acudí al mismísimo palacio de Lucifer.  ¿Qué busco?  Nada en realidad, de modo que lo que encuentre puede ser bastante bueno.  Entro a la sala del palacio, con paso tranquilo y seguro.  Estoy consciente de mi posición, y eso me hace mejor que todos los demonios menores que veo rondando por ahí, simples sirvientes a los cuales no debo dedicarles ni una sola mirada.

Pido algo de beber y me lo traen, así que me siento tranquilo con un agradable vaso de vino.  Apenas si he bebido un poco cuando sé que soy la envidia de todos: Lucifer se acerca.  Lo saludo con la mano y una enorme sonrisa, para mí, las reglas de etiqueta no existen.  Él me necesita a mí.

- ¿Qué tal, señor?

llegando al salón, vio a esos demonios menores y ángeles caídos de poca monta, algunos hasta mestizos...., podría haber resoplado, o girado los ojos en blanco... si fuera otra persona, podría haberlo hecho, el simplemente no cambio su expresión, pasaba de esos aduladores miedosos que aun estando allí, no podían ni mirarle, salvo algunos.. había algunos demasiado arrogantes... como ese que le saludaba con tan poco respeto, casi, tubo el impulso de sonreír con sorna a ello, pero no lo hizo, cerro los ojos pasando de lado prendiendo fuego a su copa.

un poco de respeto no vendría mal... al menos la inclinación de la cabeza seria suficiente, no un simple saludo como si saludaras al verdulero humano de la esquina de tu hogar. declaro llegando a su trono sentándose en el con una expresión de aburrimiento mas que palpable.

detestaba aquello... detestaba?... si ... detestaba aquello, estaba bastante tentado de destruir a todos y cada uno, cada alma oscura allí sentada que creía que tenia el permiso suyo de estar allí... pero claro... si lo hacia.. luego, con que se divertiría.

- y bien? alguno de ustedes ha traído algo interesante que discutir o solo han hecho acto de presencia para vanagloriarse de estar en mi casa? alguien intento, nuevamente, traer a flote el tema de la ausencia de Cerberus, el maldito Can infernal, y de los conflictos para con su condenado discípulo que dejaba las puertas abiertas a quien quisiera entrar sin mas o a quien le convenia dejar entrar.... estaba mas que cansado de ese tema, por lo que ese alguien se convirtió un bulto similar a una babosa con forunculos, que reventaban dejando salir un ácido quemándole a si mismo.

- algun otro tema?

Sin problemas, soplo para apagar el fuego antes de que se consuma el delicioso líquido.  Había que ver cómo con el tiempo, Lucifer empezaba a tener días malos.  Suspiro y le echo una mirada.

- Al verdulero lo electrocuto como saludo... Aunque se nota que no me recuerda: me precio de ser alguien que asesina la virtud de la paciencia y me sorprende lo rápido que pierde los estribos, señor Lucifer.  Quizá no tengo su posición, pero no puede tratarme como trata a todos estos mediocres.

Se sienta y yo cruzo la pierna, esperando mi turno.  Y espero porque los peones van primero.  Mejor que se desquite con ellos.  Agradezco no ser Ira o ya estaríamos peleando a golpes, cuando en realidad, yo lo que sé es que todos los ángeles caídos, desearían ser demonios de verdad...  Nos tienen envidia y si hay algo que comprendo es mi propio pecado. 

Termino mi copa y se la entrego al primero que pasa cerca y luego me miro las uñas mientras pasa el primero.  Por esto, los peones van primero.  Aunque yo soy mucho más resistente.

Termina la audiencia y sonriendo de lado, me levanto.  Sólo entonces lo saludo con una reverencia.

- Un reporte, señor.  Y una pregunta.  El reporte es aburrido, pero tengo una lista de almas humanas puras que he corrompido por la causa.  Para que vea que no sólo me dedico a sacarme la pelusa del ombligo.  La pregunta... ¿qué más puede hacer la humilde Envidia para servir a nuestra causa?

De humilde no tengo nada, pero al menos no soy Soberbia...

moscas... meras moscas con problemas insignificantes y reportes insignificantes... y aquel demonio que decia estar por sobre los otros y que no podia tratarle como a uno mas... acaso no sabia que para lucifer todos ellos eran lo mismo? angeles caidos y demonios.. todos eran aliados en la tarea de derrocar a su padre, todos armas que utilizar en esa tarea.... y destruir por ocmpleto su creacion mas preciada...

- que puede hacer por nuestra causa?... que les parece a todos, dejar de perder el tiempo que podrian utilizar en recolectar mas almas, en venir a darme reportes de los cuales no necesito informes.... no necesito que me avisen de cada alma o cada 100 almas, no necesito enterarme, necesito que se apoderen de cuantas puedan, y no vengan a por un premio por ello... que puedes hacer por la causa querido pecado envidia?...- sonrio con molestia mientras se levantaba de su trono que solo era por mera formalidad... uno de estos dias lo destruiria.

- que te parece no perder el tiempo como los demonios menores, o acaso crees que necesito que me informes de la cantidad de almas que recolectas? no crees acaso que ya lo se? tan corta crees mi percepcion?- una sonriza peligrosa de juego aparecia en sus labios... pero solo era de juego...

Intento ser amable, o al menos, no ser tan molesto como puedo ser, pero se ve que el señor Lucifer anda falto de emociones carnales porque parece que Ira lo está controlando por completo.  Empiezo a sonreír y dejo que hable todo lo que quiera. 

- Por si no se ha dado cuenta, señor, hay cosas que nosotros hacemos desde hace miles de años, movidos por nuestros propios fines, los cuales, por fortuna, coinciden con los suyos y los de los Chevaliers.  Esto es algo que ya hacemos, lo pida o no.  

Se levanta, más molesto que antes y me dedica una sonrisa de suficiencia de la que en realidad me siento orgulloso.  Yo sonrío de lado y me acerco más. 


- ¡Oh vamos! Yo no lo menosprecio, pero por lo visto, usted sí.  ¿En serio piensa que vine hasta aquí sólo para vanagloriarme de ser mejor que los demonios menores y para venir a perder mi tiempo?  Vine por una misión real, no a que me diga que tengo que seguir haciendo lo que he hecho desde el inicio de los tiempos.

Pongo los ojos en blanco.

- Pero por lo visto está de mal humor... Mi hermano Ira está haciendo su trabajo, ya lo tiene controlado por hoy.  Menos mal que estoy aquí.

Me acerco a él súbitamente y le planto un buen beso en los labios.  Cuando menos dejará el enojo mientras dura.

envidia... siempre queriendo poseer lo que no le pertenecía... como en ese caso, los labios de lucifer, quien destrozo los ajenos de una mordida. separándose lentamente relamiendo la sangre ajena con una sonrisa.

- no es la ira lo que me abarca, pecado... sino el aburrimiento ante la monótona visión del universo y ante las constantes quejas inservibles de los demonios... como si no tuviera mis propios asuntos que atender... comento corriéndose los cabellos, los cuales ese día llevaba largos sobre los hombros, dándole una imagen completamente diferente a cuando los llevaba cortos.

- y dime envidia... que clase de misión estas buscando te otorgue mi persona o buscas mas bien encontrar una por tu cuenta? su mirada no llevaba ira sino una calma glaciar, una calma molesta, pero calma al fin.



(( u- no tienes idea de lo que me costo convencer a lucifer de que no le arrancara la lengua por impertinente....))

envidia... siempre queriendo poseer lo que no le pertenecía... como en ese caso, los labios de lucifer, quien destrozo los ajenos de una mordida. separándose lentamente relamiendo la sangre ajena con una sonrisa.

- no es la ira lo que me abarca, pecado... sino el aburrimiento ante la monótona visión del universo y  ante las constantes quejas inservibles de los demonios... como si no  tuviera mis propios asuntos que atender... comento corriéndose los cabellos, los cuales ese día llevaba largos sobre los hombros, dándole una imagen completamente diferente a cuando los llevaba cortos.

- y dime envidia... que clase de misión estas buscando te  otorgue mi persona o buscas mas bien encontrar una por tu cuenta? su mirada no llevaba ira sino una calma glaciar, una calma molesta, pero calma al fin.



(( u- no tienes idea de lo que me costo convencer a lucifer de que no le arrancara la lengua por impertinente....))

Mi "hechizo" para callar el malhumor y las tonterías, termina abruptamente cuando Lucifer me muerde.  Me aparto y río divertido mientras me lamo la sangre y aparto un poco con una mano.  Aunque había que ver que todos los pequeñines demonios menores van a envidiarme porque le robé un beso al príncipe de los infiernos.  Bien valía algo de dolor, y además, el dolor me encanta.  

- Pues ese es justamente uno de sus grandes problemas.  Si compartiera algunos de sus problemas con los chevaliers, podríamos ayudarlo.

Iba a usar mi poder para curarme, pero prefiero sentir el dolor.  Puedo con esto y más, ni que fuera un humano.  Luego pongo los ojos en blanco, porque siento que se está burlando de mí.

- Una misión que le sea útil.  Quiero ayudarlo.  Aunque no lo crea. No es muy difícil lo que pido, ¿o sí? Menos aún cuando me está diciendo que tiene muchos problemas. Bien, pues yo me ofrezco para solucionarle al menos uno.

lucifer lo escucha con una mirada austera, calma, viendo como decide no curar la herida de sus labios y la sangre comienza a escurrir por su menton, sonrie ante esto y las palabras, y da unos pasos alrededor de este demonio, llamado pecado de la envidia... observandolo...

- si, por que no? una misión, para el pecado de la envidia, una misión que haga que el resto de los demonios sucumban ante tus encantos...- se detuvo a espaldas de Envidia y estiro un brazo junto al rostro del demonio, tomando con sus dedos el menton ajeno, echando la cabeza ajena hacia atrás, enunciándolos con su sangre.

- tráeme a mis hermanos... a aquellos que no han caído... a mis mejores hermanos, no a cualquiera.... tráeme a Michael, el guerrero... Gabriel, el mensajero... Uriel, el Juez... Rafael, el medico... esos hermanos son los que quiero tener aquí... vivos- dijo con voz suave, pero peligrosa en el oído ajeno, soltándolo al fin aunque realmente no ejercía fuerza en su agarre.

- pide la ayuda de tus hermanos si así lo deseas... dijo parándose frente a el, esperando una respuesta, mientras lamia la sangre de sus dedos con tranquiilidad

Noto que fue un excelente movimiento no curarme. Le dice a Lucifer que soy resistente. No es un secreto que la apariencia que elegí no es de alguien exactamente varonil. Él por su parte acepta darme la misión que pido y sonrío... pero no una sonrisa cualquiera, sino la sonrisa de alguien que sabrá que será la envidia de todos. Eligió las palabras correctas para garantizar que lo intentaré a toda cota, por difícil que sea.

Y demuestra ser difícil... No me pidió que le trajera a Dios porque seguro que lo quiere traer él mismo, pero esto sí que sería complicado. Pero no me negaré y me agrada escuchar que puedo pedirle ayuda directamente a mis hermanos. Así que yo sería el portavoz, ¡toma eso, Soberbia!

- Una misión sin duda alguna apropiada para las características de los pecados. Difícil y peligrosa, ¿qué más se puede pedir?

Me aparto un poco de sangre con un dedo y lo lamo... no voy a quedarme atrás.

- ¿Puedo traerlos uno por uno, o deben ser los cuatro juntos?

traelos en el orden que desees, no me es primordial ningun orden, solo los quiero aqui... con sus alas intactas...- aquella sonrisa en sus labios no dice nada bueno para el destino que les depara a sus hermanos... ni a sus alas... y se nota que sabe, que sus palabras, las que eligio para convencerlo de aquella mision, surtieron el efecto correcto.

- una mision digna de los pecados... puedes llamar a todos tus hermanos pecados... supongo que tienen la fuerza necesaria...- se gira y vuelve a su asiento, ese trono que cambia de forma para ser un poco mas sutil y no tan ostentoso, no tenia ganas de ser ostentoso en esos momentos.

- estas feliz con esta mision?- pregunta por un extraño sentido de curiosidad.

La siguiente explicación le quita emoción al asunto. Así que traerlos sanos, salvos y aún siendo arcángeles. Esto le quitaba emoción a la vida, para ser honesto. Pero Lucifer manda, de eso no tengo duda alguna. Asiento, aunque yo quería ser el que colaborara en que cayeran y ahora envidio a Lucifer porque seguro que es quien lo hará.

¿Qué supone que tenemos la fuerza necesaria? Honestamente no hemos actuado en equipo con un sólo fin porque Soberbia se cree mejor, Ira sólo pelea y Lujuria empieza a manosear... y bueno, Pereza se queda dormido.

- Por supuesto. Somos poderosos, a nuestro estilo.

Tampoco me voy a pelear con un demonio mayor para demostrarlo, pero tenemos algo que ninguno tiene y parte del pecado que representamos.

Lucifer toma asiento de nuevo y yo me acerco el banco con un chasquido. Vamos, no esperaba que me quedara de pie.

- Claro que lo estoy, siento que hago algo por usted y por los chevaliers. Es un paso más para ganarle a Dios. Espero que usted esté contento por haber pedido ayuda de la Envidia.

ve la decepcion en el rostro al ordenar las alas intactas de sus hermanos inmaculados... y le escucha hablar mientras ttambien toma asiento..

- jamas me sentire feliz de pedirle ayuda a nadie... envidia... ese probablemente sea mi pecado mas grande...- declara apoyando el codo en el apoyabrazos del trono y su rostro en su mano, con una exprecion serena.

- ho por cierto... puedes romperles a mis hermanos cuantos huesos quieras... pero sus alas intactas no es porqeu quiera lograr que caigan de su inmaculada gracia.... es porque el placer de arrancarles esas plateadas plumas, realmente esta reservado para Belial y mi persona..., si quieren arrancarles alguna otra extremidad, no me opongo realmente...- sonrio de manera perversa - siempre y cuando lleguen vivos y concientes... -

Cruzo la pierna y sonrío divertido y encantado al escucharlo.  Definitivamente estoy en el lugar correcto, nos entendemos y esto es realmente lo que importa. Por un momento había pensado que Lucifer se regodearía más en algún otro pecado y francamente, me halaga que sea en el mío.

- Señor, en realidad no tiene nada de malo, tampoco estaríamos haciendo todo el trabajo.  Créame, nadie entiende esto como yo.  Pero no fundó los Chevaliers para tenernos sin hacer nada, ¿cierto?

La aclaración de que puedo amputarle algo a los arcángeles o arrancarles un pedazo, sí que es bastante genial.  Me relamo encantado, sólo de imaginar que le arranco un brazo a uno de ellos. O... si aún tienen cuerpo humano... Las cosas que podría hacer y además, los ángeles son muy resistentes, no como los humanos débiles. Francamente no entiendo por qué los estúpidos humanos son la creación favorita de Dios. Sólo demuestra lo imbécil que es.

-Ahora me agrada más esto... Yo le informaré a mis hermanos y sé que haremos esto con mucho gusto.  Espero que al menos me permita a mí presenciar cómo le arranca las alas a las víctimas.

Oh, eso sería épico y me convertiría en la envidia absoluta de cualquiera que no haya visto esto.

no respondio realmente ante la pregunta de por que habia creado a los chevaliers, solo sonrio con misterio, probablemente ya no recordaba por que habia creado una organizacion como tal.

- con respecto a la asistencia de ese momento ... pues, aun no lo he descidido, si sera a puertas abiertas, para que todos los demonios y caidos lo vean.. si sera para unos poco sdemonios selectos.... o si sera en la superficie, para aterrar a los pocos que se nos oponen, y para que "EL" lo vea en primera fila... deciciones... deciciones... la parte mas divertida de todo esto es que probablemente decida como hacerlo en el presiso segundo en que vea que los traen a mis pies....- en sus labios habia una sonrisa de desafio, probablemente dirigida en su mayoria a su padre, pero probablemente tambien dirigida a envidia, un desafio a apresurar el momento en que Michael y los otros arcangeles en gloria serian desfenestrados.

- ho que mas da, ya se vera en su momento no crees?-

La paciencia es una virtud, y por lo tanto, no existe en mi universo personal.  Escucho cada una de las opciones y por supuesto que no me importan en lo absoluto, lo único que quiero saber es que yo podré estar ahí y verlo en vivo en directo porque si yo cooperaré para traerlos, merezco un boleto de primera fila para el espectáculo.  Frunzo un poco los labios, pero sé que no gano nada peleando, ya podré lograr más en el momento en el que traiga la mercancía. Porque vamos, tampoco va a ser tarea fácil.

- De todas esas opciones, señor, podría probar varias. No tendrá sólo una víctima, así que ¿por qué no asustar a los ingenuos humanos? Seguro ninguno ha visto a un ángel humillado. Y para el último, podría atacarlo desafiando a Dios, pero sólo al final. Si lo hace con el primero, tomará medidas para protegerlos y estoy seguro que usted no quiere eso y yo menos.

Lucifer decide aplazar la decisión hasta que tenga una víctima y asiento, aceptándolo, aunque no de muy buena gana en verdad. Yo sólo sé que quiero verlo porque será épico y sentará un precedente, le dirá a los angelitos que no están a salvo como creen.

- ¿Algo más señor?

escucho sus palabras con una sonriza en sus labios, casi divertido.

- querido envidia... deverias saber, que "dios" ha tomado medidas para protegerlos desde el comienzo de esta historia... no solo de mi y mis deseos, sino tambien de que caigan en los pecados.. por que crees sino que michael, el mas poderoso de mis hermanos aun en gloria, se le permite pecar con la matanza, al igua que a sus legiones guerreras... o por que el entre todos los angeles, puede gozar del placer carnal sin caer en desgracia? es pporque con nosotros los caidos, aprendio que aun los angeles necesitan desahogar la oscuridad de sus almas, porque esta es infinita y existe en todos, aun en los seres mas puros...- rio divertido casi con un ademan de cubrirce el rostro por la risa.

- seria ingenuo pensar que no estaran bajo su proteccion aun cuando vayan a por ellos tu y tus hermanos.. pero cuando proteges tantas cosas... siempre pierdes algo por mas omnipresente que seas- sus risas sesaron y se levanto de su trono, caminando en direccion a envidia. - no, realmente no se me ocurre en estos momentos que mas podria pedirte, puedes retirarte si es tu deseo, como habras notado, esta sala, se ha convertido en la sala comun del infierno, por lo que si deseas tambien te puedes quedar- su mirada volvia a demostrarse aburrida y parca.

Levanto una ceja... vamos, señor Lucifer, no esperará que sea tan tonto, deme al menos un poco de crédito. Digo, tenemos prácticamente la misma edad y no deberíamos menospreciarnos.

- Me refería a protegerlos más, no a lo que ya hizo hace mucho, sino a algo reciente. Algo con lo que no contemos, vaya. Aunque es muy cierto, al ser omnipresente, Dios debe tener que descuidar los detalles, porque vamos, en realidad no está en todas partes. No está aquí...

Por supuesto que ya sé que los ángeles van a estar muy bien cuidados, más aún los arcángeles, pero eso no quita que seguro hay huecos, o formas de traerlos. Y yo creo que son vulnerables a uno o más pecados, y por lo visto, Lucifer también lo cree así. Oh, esto va a ser divertido, aunque difícil.

Se acerca a mí y lo primero que cruza por mi cabeza es que en verdad le hace falta sexo. No sé por qué, pero eso es lo que pienso.

- ¿Y si me quedo usted se irá? Creo que le hace falta descansar, señor.

se detuvo frente al demonio y ante esa ultima pregunta levanto una ceja.

- preocupado por mi salud, envidia?... no probablemente no...- dijo sonriendo ante la pregunta que acababa de hacer el mismo y esa autorespuesta - y dime.. por que crees que necesito descansar?- curiosidad simplemente, que le habria llevado a aquel demonio a creer eso?

- tal vez me retire, tal vez no, es un mundo demaciado aburrido el de hoy, tal vez permanesca aqui unos momentos mas a ver si encuentro una manera de entretenerme contigo...-

Me muerdo el labio, intentando elucidar una manera de no decir lo que pienso, o al menos una que no implique que le diga directo y a la cara que creo que le hace falta sexo, porque me acaba de dar una buena misión y no quiero hacerlo enfurecer. Lucifer me insiste y trato de verdad de decirlo muy ligeramente.

- En realidad creo que le hace falta distraerse. Lo noto... ¿cómo decirlo? Muy enojado. Es sólo eso, no digo que se vea débil y cansado.

Sonrío divertido con lo siguitente y entonces cruzo la pierna, los brazos y espero paciente para ver si en verdad se le ocurre alguna forma divertida de entretenerse conmigo.

- ¿Cómo qué le gusta hacer, señor?

comienza a reir, entre una manera peligrosa y una manera divertida a la vez... que le gusta hacer?... preguntas tontas si las habia, pero interezantes a la vez y tan certeras.

- que me gusta hacer?... dejame pensar...- dice recuperando la compostura y posando una mano sobre el hombro del demonio, sin herir, pero aferrando de manera firme- pocas cosas me gustan realmente.. entre ellas esta desmembrar seres vivos, mientras mas poderosos y de mayor voluntad mejor...- se inclino y ese rostro digno de un angel divino aun, dejo ver una sonriza para nada santa. - aunque bueno, supongo que hay cosas mucho mas divertidas que hacer no crees?-

Mi pregunta quizá no sonaba más que como algo que le diría a un compañero de alguno de mis trabajos mundanos a lo largo del tiempo. Sin embargo, hacérsela al mismo Lucifer era interesante, ¿qué podría gustarle hacer a este ángel caído?

Su respuesta explica muchas cosas en realidad, particularmente mi misión. Pero francamente contengo la respiración... si hay algo que puede provocarme malos pensamientos es alguien sádico.

- Lo cual explica la misión que nos dio a mis hermanos y a mí. Aunque honestamente... suena muy bien. La sangre es algo delicioso y sensual, si me lo permite.

Cosas más divertidas... Le dedico una mirada significativa y una pequeña sonrisa.

- Señor, las hay. Deleitarse en las prácticas que mi hermana Lujuria tanto defiende es también muy satisfactorio. Y combinado con el justo toque de dolor en el momento preciso e incluso algo de sangre... Ah, no debería dejarme pensar estas cosas, señor.

Aunque por supuesto, ya las había pensado.

- ho no me acuses de tus malos pensamientos, que no soy el culpable, probablemente tu mente macabra de demonio y de pecado, las maquina sin mi ayuda o sin mis palabras.... y ciertamente, si... tu hermana es muy sabia en defender su  pecado, uno de los mas deliciosos a la hora de disfrutar....- declaro inclinandose sobre el aun mas.

- conque un poco de dolor y sangre en el momento indicado hu? me pregunto...- esa mano que  aferraba su hombro con firmeza se movio hasta el cuello de envidia con sutileza casi, con movimientos  delicados que aun asi, revelaban su oscura procedencia. - me pregunto cual sera el momento indicado y de quien depende eso...-  aferro su cuello no con mucha fuerza, pero tampoco con delicadeza y deboro sus labios de manera brutal... haciendole sangrar, a modo de cobranza por el beso que habia robado anteriormente...

- otra cosa que me gusta es devolver lo que se me da sin mi autorización... y con creces... - declaro con una sonrisa en la que se derramaba la sangre agena por sus labios

Me muerdo el labio y trato de fingir una inocencia que no tengo ni he sentido, pero en verdad es cierto que soy perfectamente capaz de pensar cosas extrañas y agradables yo solo. Aunque en cambio, el halago a Lujuria hace que me la envidia me carcoma. ¿Qué hay de malo con mi pecado? Es genial.

Libero mi labio y siento cómo la mano de Lucifer se mueve por mi cuello. No digo nada, pero me imagino que a él bien que le gusta esto de la sangre. Aprieta mi cuello, no tan fuerte, y me besa de un modo que hace que deje incluso de respirar. Siento el ardor de las heridas, lo delicioso e intenso del beso y lo correspondo de un modo que casi podría considerarse tierno y contrasta enormemente con su violencia tan deliciosa.

Se aparta y me relamo, pero no aparto toda la sangre, porque me agraca que se vea así sobre mi cara.

- Debería darle más cosas muy seguido, lo devuelve de un modo delicioso...