Nueva en la ciudad (LIBRE)

Era extraño ver todo como si nada hubiera pasado. ¿Sabrían ellos todo lo que pasó entre Vollkommene y el Vaticano? Claro que debían saberlo, en algún momento LA fue parte de los territorios que mi hermano reclamó para sí mismo.

Tal vez era mi recien despertar o esos mil años de más en mi cabeza, pero era molesto ver a los humanos estar tan tranquilos después de tantas cosas. Al parecer, me estaba volviendo una anciana.

De camino a LA conseguí algo de ropa de una familia que viajaba por carretera. Se asustaron bastante y cuando ya parecía que iban a gritar hasta el fin de los tiempos, los maté. Fue raro, hacía mucho tiempo no mataba a alguien. Aproveché para beber algo de sangre fresca. No la necesitaba ni la deseaba pero entre más sangre bebiera, más normal se vería mi piel. Les robé la ropa que me quedó bien, algunas camisas, ropa interior de la mujer, unos tennis, una sudadera y el dinero que llevaban.

Ya en la ciudad, fui al Sunset Boulevard para conseguir más ropa. Aunque el sitio parecía haberse quedado estancado en el tiempo las personas no dejaban de mirarme. ¿Era muy evidente que era nueva en la ciudad?
[i]

Me gustaba caminar por aquellas calles, recordar lo que en su tiempo habia considerado como mi "hogar", el unico lugar en el mundo que me hacia sentir seguro, por ello que habia reclamado la ciudad como mia cuando las guerras se acabaron, cuando la relativa calma habia llegado al mundo y aprocechando el poder que tenia, el poder que habia ganado al saber manejar mis contactos en el mundo y sin embargo el tener esto, el tener una "familia" no me hacia sentir completo.

Sentía un vacio constante en el medio del pecho, me faltaba algo, provablemente la constante adrenalina con la que vivia antes, posiblemente el hecho de estar perdiendo lo que me parecia real, mi familia, mi hija y mi amante.

Suspire largamente mientras encendia un cigarrillo, metiendo las manos a la bolsa de la chaqueta para evitar sentir el frio invernal que comenzaba a sentirse en la ciudad, pese a ser una ciudad cercana a la costa. Segui andando, a paso lento, sin prestar atencion a la gente, a los humanos y otros vampiros e infinidad de seres de distintas razas que vivian en relativa paz en la ciudad, solo escuchaba el sonido que mis botas hacian al caminar, y el de los autos al pasar por la avenida.

Me pare en seco al escuchar la voz de aquella mujer, su fuerte agarre en mi brazo y ese nombre que solo mi gente mas cercana sabia, un nombre que habia dejado de usar hacia tanto: Abysm.

Gire a penas sobre mis talones, mirandola a travez de las gafas de sol que rara vez me quitaba, abriendo los ojos mas, mi respiracion se detuvo por un instante asi como mi corazon muerto saltaba irracionalmente en mi pecho.

-Kyra - murmure su nombre, como asegurandome de no estar cometiendo un error, o que estuviese hablando con un fantasma, una aparicion de ella. Me quite las gafas con mi brazo libre, torciendo mis labios en una media sonrisa sarcastica - ¡Mon dieu, eres tu realmente!... pero, ¿como?

Vaya pregunta, como si yo mismo no fuese una especie de aberracion de la naturaleza.

-Wow! - dije sin mas sintiendo solo la sensación en mi brazo de la presión de su mano - Quien diría que te volvería a ver... después de todo lo que sucedió.

Comente, moviéndome para dejar pasar a la gente, tirando los restos de mi cigarrillo que ya se había casi consumido en mi mano.

- Te gustaría ir a algún lugar, digo... para platicar, si quieres? - pregunte, sacando mi cigarrera e invitándole un cigarro mientras aguardaba su respuesta.

-Claro- comente encendiendo un cigarro, no acostumbrado a usar el don del fuego de la forma en que ella lo hacia, preferia usar medios mas comunes, como el zippo que siempre cargaba conmigo, mas por apego a ese tipo de cosas que me recordaban mis años de mortal - Sigueme.

Le dije y comence a andar calle arriba, hacia la zona de bares, entrando a uno en particular, mi favorito de mi adolescencia, el Bathory Bar, le cedi el paso en cuanto el hombre de seguridad nos permitio el paso, entramos directo a la zona VIP hubicada en el segundo piso, sentandonos en un "cubiculo" el cual nos permitia la vista hacia la planta baja donde la gente comenzaba a amontonarse.

-Una botella de JD - dije a la mesera que se nos habia acercado, y que inmediatamente se fue - Y dime, Kyra, que te gustaria saber? -pregunte - Tienes suerte que mis memorias esten casi intactas...

Suspire dejando las gafas en la mesa, observandolas fijamente como si fuesen lo mas facinante del universo, levante la vista cuando ella hablo y sonrei.

- Es el resultado de haber vendido mi alma - comente, torciendo la sonrisa, en un gesto lleno de sarcasmo. Guarde silencio el tiempo suficiente en lo que la mesera dejaba la botella y dos vasos con hielos frente a nosotros, el suficiente para llenarlos y dar un largo trago a la bebida - Pues, hasta donde me entere, tal parece que Leila te mantenia en una especie de trance, no se realmente pero parecias mas una especie de su mascota/esclava guerrera que la mujer que conoci.

Dije, y di otro trago, apurando el contenido de la bebida.

-Y lo ultimo que supe de ti antes de que exterminaran a Damihus y su "familia" fue que alguien te habia arrancado la cabeza, o eso se dijo, yo nunca supe realmente, yo me fui cuando las cosas se pusieron feas y me lleve a Michelle y a Adrian al norte de Europa para resguardarnos, para cuando regrese todo Vollkommene estaba destrosado y no habia rastros de nadie.

Largue un suspiro, antes de dar el primer trago a mi vaso de whisky, mirandola fijamente.

-Michael y Demian se fueron a el Vaticano, Nerissa entrego su alma totalmente para mantener a salvo a Adrian y por ende a Michelle, Jukka lucho, de alguna forma sobrevivio, de hecho los que sobrevivieron quizas por obra de un milagro o por estar atados al infierno fueron los angeles y demonios de alto rango, y yo... vivie lo suficiente tiempo despues como para construir esta ciudad - suspire y apure mi bebida - Desafortunadamente las cosas buenas no duran para siempre.

Sevi mas Jack Daniel's en mi vaso, apurandolo rapidamente y volvi a servir mas del liquido ambarino.

Torci los labios en una media sonrisa, dejando escapar un amago de carcajada antes de volver a beber.

-Pareciera que hay "paz", pero si te adentras bien en la situacion actual, aun hay angeles que buscan poder sobre la tierra y las pocas almas humanas e inmortales que viven en la tierra - dije - Empezando con Belial, presiento que ella.. el, quiere apoderarse no solo de la tierra, en cierta forma es un ser lleno de rencor contra toda la creacion de su padre... y pateticamente hay gente que le sigue... y por otra parte esta Lucifer, que tambien quiere algo parecido... ya no se la verdad, desde que termino la otra guerra el mundo se ha convertido en algo... caotico, nada tiene real sentido, y no me queda mas que luchar por que al menos este espacio que construi permanesca tal como esta, neutral...

-No vendio, simplemente acepto lo que en realidad siempre fue - dije suspirando largamente - Ella es Belial, el angel caido reencarno a traves de los siglos y reencarno en Nerissa, donde permanecia "dormido", hasta que ella acepto quien era, creo yo que acepto su verdadero yo para "proteger" a Adrian, que se yo - volvi a beberme el liquido y servir mas - El Vaticano...esta gobernado por una especie de secta llamada los Illuminati - comente - Es gente muy quisquillosa, y se rumora que guardan algo muy importante, unos dicen que es el arca de la alianza, otros dicen que es el santo grial... - levante los hombros ligeramente, restandole cierta importancia al asunto.

-Es parte de mi - comente - Proteger lo unico que tengo y que me mantiene estable, no querra nadie conocer a mi verdadero yo - sonrei ligeramente - Y si, estoy de acuerdo contigo, un despertar metaforico es lo que me sucede a mi, despertaar y encontrar que todo por lo que luchaste simplemente desaparece o se va...

Suspire largamente, bebiendo nuevamente, realmente deseaba perder la conciencia, si se pudiera, desgraciadamente el alcohol y las drogas ya no funcionaban en mi como hacian antes.

-Michael tuvo un hijo - mensione simplemente por que sabia cuan afectada podria quedar la gente que lo habia conocido - Y desaparecio hace... Mmm... no se, unos treinta años, simplemente él y Demian desaparecieron, fue como si se los hubiera tragado la tierra... Adrian aun esta en una especie de luto por su amigo.

-Dieu...- dije sonriendo - El maniaco depresivo de Louis, hace años que no se de él, se que esta vivo, o al menos es lo que me dijo Lestat hace un tiempo, y de hecho el rubio tambien lo esta buscando.

La mire fijamente, sin dejar de distinguir el deje melancolico en su mirada.

-Adrian es el que esta mas informado, su gente sabe mas de eso de localizar personas extraviadas y al parecer sabe algo, me menciono algo de "tito Louis" la ultima vez que llamo a casa.

Negue con la cabeza, medio sonriendo y solte un largo suspiro.

- Despues de nuestra reencarnacion nada fue igual, practicamente nos criamos como hermanos, aunado a eso que Adrian se niega a recordar su pasado, muy a diferiencia mia... - comente y saque un nuevo cigarro, encendiendolo con calma - Bueno, no todo su pasado... y fue precisamente esa parte de su pasado el que lo alejo de mi...

Exhale el humo del cigarrillo, mirando entretenido el brillo rojo en la punta.

-Y eso mismo lo esta destruyendo... -murmure en un tono demaciado bajo, que dudaba que ella hubiese escuchado.

- Tiene recuerdos muy pobres y terrorificos de nuestro pasado - murmure - su poca vida como joven "mortal" hasta que supo que era medio vampiro, el ataque a su familia durante las guerras, las guerras, tiene vagos recuerdos de el como Blondy y casi nada de nuestra "pasional" relacion - dije aclarandome la garganta antes de volver a fumar - Hace medio año se reencontro con un viejo amante, alguien a quien siempre supe, estaba por sobre mi... pese a todo - sisee apretando el vaso - Ese sujeto no se merece el cariño de Adrian... - vovi a sisear - El merece ser adorado, no ser solo un premio, un valioso juguete...

Mu voz era mas un gruñido, sin mirar a nungun lugar fijo, simplemente tratando de tranquilizarme, sintiendo incluso como el vaso comenzaba a ceder ante mis dedos.