Los Lazos que nos atan (Priv)

Los azules y claros ojos de Alice recorrieron la multitud que comenzaba a acumularse en la playa, cientos de miles pudiera ser con un poco de suerte y eso significaban unos ingresos muy lucrativos para la discográfica, el concierto no comenzaria hasta que el sol se pusiera en el horizonte, siendo engullido por las oscuras olas. Aquel era el quinto que daba Nyx en Estados Unidos, ya llevaba un año con él y Alicen en poco tiempo logró llevarlo hasta lo más alto, el mudo representante se las arreglaba para conseguir las condiciones más benficiosas, los mejores tratos, era un perfeccionista, trabajaba con grandes profesionales e iba puliendo a Nyx como quien pule una joya preciosa, el hecho que fuera incapaz de emitir casi cualquier sonido no le impediía comunicarse aunque Nyx había logrado entender muchas de sus expresiones y movimientos de dedos.

Habían puestos de bebidas y comida cerca del enorme escenario donde ya estaban colocados los focos, la gran pantalla, abajo la mesa de sonidos y las plataformas plateadas, Nyx era todo un espectáculo. Ya estaban dejando entrar a los que tenian las entradas mas caras y con preferencia a las primeras filas. Debería sentirse contento, satisfecho pero no podía sacudir de encima una íncómoda sensación, era como una aguja que se clavaba en su nuca, poco a poco. Hizo una ligera mueca con sus rosados labios mientras las luces se comenzaban a encender, no lograba atinar de donde procedía la intuición de que algo que escaparía a su control sucedería esa noche.

Fue a los camerinos, sorteando a los gorilas de seguridad y se metio en la habitacion de Nyx que estaba siendo peinado y maquillado en aquellos momentos. Se sento a un lado, cogiendo una revista y viendo como terminaban con sus grandes ojos, luego se vestiria, aconsejado por él. De nuevo aqulla extraña sensacion, le comenzaba a doler algo la cabeza, fuera, los primeras fans ya estaban coreando el nombre de Nyx a pleno pulmon pero no saldria al escenario hasta dentro de madia hora. Las maquilladoras acabaron y el se acerco, terminando de colocarla algunos flecos con la punta de los dedos, mirando su reflejo en el espejo- "Han venido muchos"-movió sus blancos y finos dedos.

Un hombre destacaba incluso entre la multitud de cientos de personas que lo rodeaban como un remolino viviento, una especie de epicentro, un glacial de calma en medio de la tormenta. Nadie lo empujaba pareciera que todo aquel que se acercara parecía resbalar sin rozarlo, se abrían como una marea a su pado mientras Uriel iba avanzando poco a poco hacia el escenario, escuchando una voz que sabía que tenía el poder subyacente en ella, latiendo como un corazón desenfrenado, una voz que hacia demasiado que no escuchaba y que creía completamente extinguida, muerta. Los plateados ojos no se apartaban del escenario donde Nyx se movía entre los focos, con aquel nuevo cuerpo, su hermano era diferente a lo recordaba, pero estaba allí, dentro de aquella piel, esperando ser liberado.

Uriel vestía con vaqueros y una chaqueta de cuero negro que no hacia mas que resaltar su ancha espalda y su gran altura, los negros cabellos se arremolinaban en torno al rostro esculpido y blanco, avanzaba de forma inexorable mientra la música iba alcanzando su crecendo. No podía permitir que su hermano Raziel se pasara terminara su exitencia como mortal, poseía el poder y Uriel lo necesitaba, los caballeros del cielo precisaban su fuerza, no dejará que se marchitara aunque su voz fuera un regalo para los humanos, aunque ahora fuerza feliz, aquel no era Raziel, solo era un cascarón esperado ser llenado por completo con la esencia de su hermano.

Algo se movió a un lado del escenario, Alice sí que había olido al arcángel antes de verlo, destacaba como una llama blanca en la oscuridad, su alma, su presencia era tan aplastante que su naturaleza demoníaca enseguida se puso en alerta. Y lo que era más llamativo, Uriel no hacía nada por ocultarse, cualquier ser sobrenatural podría percibirlo y eso era lo preocupante, casi todo los ángeles se camuflaban pero aquel...aquel dejaba entrever que él no tenía miedo de nada, no, los que debían temer eran los demás. Alice posó los ojos en el escenario, iba hacia Nyx..¿por qué?..iba hacia su protegido.

Uriel se detuvo a cien metros del escenario cuando una figura delgada, ágil y de aspecto delicado se interpusoo en su camino, sonrió, pero era una sonrisa dura, helada-Vaya...¿te soltaron la cadena?..-Alice no respondió-Es irónico, Cerberus, que estés tan cerca del ser que ocasionó que tu amo te arrancara tu lengua.

Alice frunció el ceño, ¿de qué diablos estaba hablando, Uriel? a su espalda se escuchaba la voz de Nyx pero podía sentir que vacilaba tan solo en una nota. Iba a dar otro paso cuando la mano de Uriel se posó en su pecho, alzó la vista hacia él, Uriel lo escrutó y los dedos se comenzaron a hundir en la piel, atravesando la tela de la camiseta, Alice abrió mucho sus ojos y sus manos aferraron la muñeca de Uriel, tratando de apartarlo pero era como intanter mover al planeta entero, ni toda fuerza podía hacer a un lado a un arcángel. "Mierda".

Uriel continuó hundiendo los dedos en el pecho de Alice que jadeaba de dolor y aferraba la muñeca del arcángel con sus delgado dedos que parecían a punto de quebrarse por la fuerza del arcángel, otro gemido apenas audible escapó de sus rosados labios cuando una luz azul mano de la punta de los dedos de Uriel, traspasando su pecho y Alice cayó hacia atrás, desmayado, entras las piernas de todos aquellos enloquecidos fans que no se habían percatado de nada de lo centrando que se encontraba sobre lo que ocurría sobre el escenario. Uriel movió los dedos, flexionandolos, un general infernal no represantaba demasiado desafio para uno de los primeros seres creados de la mano de Dios, pudo haberlo matado pero para eso precisaba usar más poder y la explosión resultante seguramente acabaría con la vida de todos aquellos humanos.

Se apartó y fue hacia el escenario, mirando a Nyx, Raziel estaba dentro de aquella cabeza, en alguna parte, solo había que abrir el cofre para que emergiera. A ssu espaldas, Alice despertó y escupió sangre negra al suelo, sus ojos buscaron a Uriel, lo golpearon y rodó a un lado, tambaleante se puso en pie..¿por qué no terminó con su vida? ¿por qué estaba realmente allí? Lo buscó y se percató que estaba justo al lado del escenario, Alice comenzó a empujar a cuerpos para abrirse paso lo más rápido posible aunque continuaba tosiendo sangre.

-¡¿Qué hace ese loco?!-muchos gritaron cuando Uriel saltó al escenario y se quedó frente a Nyx, mirándolo con sus pleteados ojos, una fuerza poderosa manaba de él, de tal forma que se hizo silencio casi aplastante.

Uriel alzo los dedos y acarició la frente del joven cantante-Despierta, Raziel-su voz fue casi dulce. Un destello azul inundó toda la playa, cegando incluso a Alice que dolorido se tapó los ojos que parecía que iban a estallar en sus cuencas, aquella luz era celestial, todos se quedaron quietos y luego se volvió a escuchar la música, Uriel ya no estaba sobre el escenario, habia desaparecido.

El cuerpo de Alice se veía pequeño entre los cojines, su rostro estaba ladeado, los cabellos rubio platino cubrían en parte aquel rostro adolescente, sus labios rosados estaban entrebiertos y se escuchaba la respiracion que suavemente eran expelidos entre ellos, el piercing destellaba levemente. Jadeó al cabo de unos minutos y sus dedos se movieron, contrayendose, Uriel le había golpeado con su energía, era un general infernal, no un principe, en escala estaba por debajo de aquel ser que lideraba las fuerzas del Cielo. Se arqueó despacio y fue abriendo los ojos, notando a su lado una presencia conocida, vieja, tan vieja que en mucho tiempo creyó que no se volverían a cruzar de nuevo, los recuerdos que se abrieron en su mente como rosas ensangrentadas no fueron agradables ni dulces, sino dolorosos y afilados, agarrándose espinosamentes a los bordes de su corazón de demonio. Cuando los parpados acabaron de alzarse por completo los orbes de Alice no eran azules sino rojos y ardientes, sobrenaturales.

Se posaron sobre Nyx y mostraron sorpresa, una sorpresa silenciosa y dolorisa...¿por qué desprendía Nyx aquel aura y aquel olor? ¿por qué no sentía a Nyx? ¿qué estaba ocurriendo? Se sentó, notando un acceso de mareo que ascendía por su cuerpo, se llevó una mano al costado sin apartar los ojos de aquel rostro que tan bien conocía pero que de repente estaba dotado de cierta atemporalidad, cierta dureza cristalina, entrecerró los ojos, jadeando....notando ahora una furia que se arremolinaba en su pecho. Un gruñudo manó de sus labios.

-"¿Dónde está Nyx?"-sus labios formaron aquellas silenciosas palabras. Su mano salió proyectada hacia delante y agarró el pectoral de su cantante, sus respiración se aceleró casi dolorosamente, acercó su rostro al suyo, se inclinó un poco más y olió despacio ese cuello, blanco y terso, cerró los ojos, le temblaron los dedos sin darse cuenta de ello, frunció el ceño-Ra...-chasqueó la lengua amputada entre los dientes blancos, intentando pronunciar el nombre del arcángel pero fracasando. Sus dedos se aflojaron despacio y fueron cayendo, apartándose de su pecho. ¿Qué diablos estaba pasando? Inclinó la cabeza, sentir aquel aroma de nuevo, recordar el pasado que uno siempre deseaba enterrar o destruir, los blancos cabellos se arremolinaron en torno a su rostro...¿dónde estaba su Nyx?-"Devuélvemelo"