England Furious { Afiliación Normal || Recién abierto }

Los tacones de la mujer,
resonaron por todo el piso de aquel lugar, en los pasillos completamente
vacíos de las oficinas del servicio de seguridad diplómatica de
Washington. Cuando llegó a la oficina que había estado buscando, tocó la
puerta con la carpeta que llevaba en su mano, y sonrió a aquel hombre
que había levantado la vista para mirarla.
Luke le hizo señas para
que entrase, y Mónica lo hizo, sintiendo su corazón palpitar fuertemente
ante la cercanía. Lanzó aquella carpeta en el escritorio de su amigo, y
apoyó sus manos en la mesa, inclinándose un poco para mirarlo a los
ojos, directamente.
— Tienes que leer eso —Le comentó,
con voz demandante; para luego, sentarse en el escritorio, cruzándose de
piernas y mirarlo; mientras él inspeccionaba aquellos papeles—.
Berlín, tres de la madrugada. Un equipo de conductores atracó un camión
militar —Informó, suspirando.
— ¿Toretto?
—Preguntó Luke, mientras leía lo mismo que le había dicho su amiga. La
agente Fuentes, susurró un preciso 'No', y Hobbs la miró, como
decepcionado— Entonces no me interesa —Dejó la carpeta en
su escritorio, dispuesto a olvidar lo que había leído.
— Claro
que sí —Susurró ella, muy pagada de sí misma—. Sigue
leyendo —Ordenó; y Luke, con pereza, tomó nuevamente la carpeta y
hojeó, hasta llegar a la última página, y encontrar la foto de Leticia
Ortiz, plasmada en ella. Luke la miró a los ojos, con la expresión
desorbitada, y ella sonrió orgullosa— ¿Crees en los
fantasmas?

Inglaterra
parecía la mejor opción para comenzar nuevamente. Brian y Dominic lo
sabía, así que se llevaron a sus respectivas chicas, a pasar una
temporada allá. Y quién quitaba, y se quedaban viviendo en la ciudad
antigua. Nadie les conocía, y las leyes de Estados Unidos, parecían no
aplicar en éste país; hasta que el FBI les hizo una pequeña visita a
nuestros chicos, alarmándolos.
— ¿Letty?
—
Dom... —Los ojos desorbitados de aquel hombre, miraron la
figura de su chica, o la que antiguamente lo había sido; parada frente a
él, al lado de un grupo bastante numeroso de policias. Mia y Brian, que
hasta entonces no habían dejado de mirar a aquella mujer, se acercaron a
Dominic, que parecía querer desplomarse en el piso, al mirarla—.
Necesitamos de su ayuda, chicos —Habló entonces, con voz algo
fuerte, intentando que no se notara su debilidad por el hombre que
seguía mirándola, sin saber muy bien, qué pasaba.
— ¿Ayuda? ¿En
qué? —Preguntó Brian, mirando las placas de todos los demás
agentes, que parecían agenos a todo lo sucedido en el lugar.
— En atrapar a Gerard Johnson.

¿Qué
pasaba aquí? Simple, y de fácil comprensión: Letty no había muerto, y
todo lo que había sucedido en Brasil, parecía que podría solucionarse si
ayudaban al FBI. Las promesas de no volver a correr, de no volver a
meterse en problemas; parecían quedarse de lado, ante la promesa mayor
de borrar todos los expedientes de aquel numeroso grupo, si colaboraban
con la policia. Y no hubiesen aceptado, de no ser porque el llanto de la
hija de Brian y la menor de los Toretto, había retumbado por toda la
casa, pidiendo libertad.